La revista semanal Voces de
Esperanza, de la diócesis de Saltillo, Coahuila publicó artículos críticos al hoy obispo Emérito
de Roma, Benedicto XVI, al Papado y al Vaticano, en el que se dijo que existe
una “podredumbre interna”.
Los
artículos se titulan -dice la agencia ACI, de Roma-, “El Papa se va, pero el Papado se queda” y “Una Iglesia y
dos Papas”, y fueron escritos por Víctor Ramírez, integrante de la Pastoral
Vocacional de la diócesis de Saltillo, e incluidos en los números 83 y 87 del
semanario.
Hasta
hace algunos días ambas ediciones estaban disponibles en formato PDF. Sin
embargo ahora ya no están en el sitio web de la diócesis de Saltillo, dice la agencia ACI, en tono crítico.
En
“El Papa se va, pero el Papado se queda”, publicado el 24 de febrero en la
página 2 –la misma en la que apareció la homilía del Obispo de Saltillo– Víctor
Ramírez escribió, “sin temor a equivocarme”, que la renuncia de Benedicto XVI
se debió a que el mundo se transforma rápidamente y la Iglesia no.
Para
Ramírez, Benedicto XVI tuvo un pontificado “anclado en el pasado”, ligado a la
“imposición de una moral tradicional en materia sexual” y caracterizado por la
“negativa de ordenar mujeres y a la condena continua y sistemática del
pensamiento diferente”.
Para
el autor del citado artículo, “mientras se siga manteniendo un Papado como el
de hasta ahora (de Benedicto XVI), es decir, una monarquía absoluta,
fundamentada en un Código de Derecho Canónico universal y llevada a la práctica
mediante un Catecismo Universal, la Iglesia seguirá alejada del mundo, de los
jóvenes, de las mujeres y ya ni se diga de los pobres”.
En
“Una Iglesia y dos Papas”, el miembro de la Pastoral Vocacional de la diócesis
dirigida por Mons. Raúl Vera, criticó que Benedicto XVI “renuncia sin
renunciar”.
“El
que a las 20:00 horas de Roma del día 28 de febrero de 2013 debió llamarse de
nuevo cardenal Ratzinger y retirarse a vivir tal vez a su lugar natal, cuando
no a algún punto de los lugares más pobres del planeta previó y organizó su
futuro, cuándo terminar su cargo y dónde vivir después”, escribió.
En
su artículo, publicado el 24 de marzo, Víctor Ramírez expresó su deseo de que
“Dios quiera y el Espíritu del Señor Jesús se haga presente en el cónclave” y
se elija a un Papa “que se atreva a cuestionar el modo en que se estructura la
Iglesia, que reivindique a la mujer y su derecho al ministerio sacerdotal”.
El
miembro de la Pastoral Vocacional de la diócesis de Saltillo pidió que el nuevo
Papa “diga de una vez por todas que la homosexualidad es propia de la
naturaleza humana y que el magisterio hizo una interpretación inexacta de la
Escritura en este tema”.
El
Papa, además, según la publicación, debe renunciar “a ser Jefe de Estado y el
Vaticano desaparezca como tal y con él su podredumbre interna”.
Ramírez
exigió también al nuevo papa que “traiga a casa a los más de ciento veinte
teólogos de la Teología de la Liberación que su antecesor condenó a vivir
‘fuera’ de ella”.
Según
Ramírez, si el nuevo Papa respondiera a sus exigencias estaría “lleno de
Evangelio”, y se preguntó si Benedicto XVI estaría “dispuesto a defender lo que
para él es la ortodoxia católica, y sin quererlo o no, dando origen a un
segundo cisma”.
La
diócesis de Saltillo se ha visto envuelta en la polémica por el apoyo de Mons.
Raúl Vera al grupo San Elredo, que promovía abiertamente el estilo de vida gay.
El
Obispo de Saltillo también apoyó la despenalización del aborto en México y
lidera dos organizaciones abortistas.
Además,
Mons. Raúl Vera se negó recientemente a sancionar canónicamente al sacerdote
Adolfo Huerta Alemán, que confesó mantener relaciones sexuales frecuentemente y
que declaró que “si no existe Dios me vale madres”.
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