Obispos católicos norteamericanos piden votar a favor de la ley en debate.
Este
martes 11 de junio comenzó en el Senado estadounidense el debate y posible votación a favor
(o no), de una reforma migratoria; las posturas
están divididas y hay quienes le piden al gobierno acciones más decididas en
los controles fronterizos o bajar los costos que el actual sistema acarrea.
El proyecto de ley, que tiene apoyo tanto del partido Demócrata como del Republicano, ofrece un camino de 13 años para que inmigrantes que viven en el país de forma ilegal obtengan la ciudadanía.
Estos inmigrantes deberán pasar por una verificación de antecedentes, registrar sus huellas digitales, pagar multas y demostrar que tienen un empleo remunerado.
Y aunque
el presidente Barack Obama insiste en la importancia de la reforma, y alienta a
los legisladores a aprobarla, las cifras que han aparecido en estos días sobre
los casos de muertes y detenciones en la frontera cuestionan si una ley
realmente detendrá el flujo migratorio..
Según
un reciente estudio del Instituto Binacional de Migración de la Universidad de
Arizona, citado por la cadena CNN, el desierto fronterizo de dicho estado se ha
cobrado la vida de cerca de 2,240 migrantes en los últimos 22 años, en su
mayoría de México y Centroamérica, mientras el número aumenta. Lo más penoso es
que muchos de ellos, al pretender pasar sin ser identificados, no portan un
documento de identidad y quedan sin ser localizados ni reclamados.
Por
otro lado, la Patrulla Fronteriza y la Agencia federal de Control e Inmigración
(ICE) detiene diariamente a más de 33,000 inmigrantes en todo el país.
En 2010,
el costo generado por dichas detenciones fue de 1,770 millones de dólares, y la
estancia y la detención de cada preso cuesta 164 dólares diarios, de acuerdo
con datos oficiales del ICE.
Ante
esta coyuntura, el Comité sobre Migración de la Conferencia de Obispos
Católicos de los EU, a través de su presidente el arzobispo de Los
Angeles, José Gómez, "urgió" a aprobar la propuesta S 744, conocida
como Border Security, Economic Opportunity and Immigration Modernization Act,
la cual reformaría radicalmente el sistema de inmigración del país.
En el mismo sentido se manifestado el Arzobispo de Nueva York , Cardenal Timothy Dolan, subrayó que la reforma migratoria es
necesaria para “corregir injusticias”, e indicó que el proyecto de ley
presentado ante el Senado es un progreso en los esfuerzos para equilibrar las
preocupaciones humanitarias y de seguridad.
“La
propuesta presentada ante el Senado, a pesar de que nos es perfecta, avanza
bastante al corregir las injusticias en el sistema”, dijo e en una
columna publicada el 9 de junio en el el diario USA Today.
Para
el Arzobispo estadounidense, “a pesar de sus
deficiencias, el proyecto de ley avanza significativamente sobre el
status quo y ayudará a millones de familias”.
Esperamos
seguir trabajando con el Congreso para mejorar la legislación, y aplaudimos a
los legisladores de ambos partidos, que están trabajando juntos para sacar de
las sombras a 11 millones de personas”.
Al
dirigirse a los Obispos de Estados Unidos, el Cardenal Dolan señaló que la
inmigración es “cercana al corazón de los católicos”, pues la Iglesia ha
ayudado a integrar a los migrantes en Estados Unidos a lo largo de muchas
generaciones.
La
reforma migratoria, señaló, debe comprender las “legítimas necesidades de
seguridad” de Estados Unidos, al mismo tiempo que “nuestra herencia de dar la
bienvenida a inmigrantes y a los regalos que traen”.
El
Arzobispo remarcó que la Iglesia continúa ayudando a los inmigrantes en la
actualidad, dando clases de inglés, formación laboral y asistencia médica.
En
todo el país, Caridades Católicas brindó ayuda a alrededor de 400 mil
inmigrantes en 2012, señaló.
Los
católicos, indicó Dolan, somos cercanos “al sufrimiento causado por el quebrantado
sistema migratorio”, debido al cual “nuestra nación ha deportado más de 1.5
millones de personas en los últimos cinco años, separando cientos de miles de
padres de sus hijos con ciudadanía estadounidense”.
El
Cardenal también criticó el sistema penitenciario, que retiene “a menudo en
condiciones deficientes” a 400 mil inmigrantes al año, y lamentó los casos de
muchas personas que enfrentan “horribles muertes en ambos lados de la
frontera”.
Solamente
en un condado del estado de Texas, el año pasado, se encontraron 129 cadáveres
de inmigrantes, indicó.
Esta
crisis humanitaria, señaló el Cardenal, “requiere una respuesta”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario