Francisco nombró como Secretario de la Pontificia Comisión ”Ecclesia
Dei”, encargada del diálogo con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX –
lefebvristas), a Mons. Guido Pozzo, Arzobispo titular de Bagnoregio, quien
hasta la fecha se desempeñaba como Limosnero papal.
La
Pontificia Comisión “Ecclesia Dei” fue creada por el Beato Papa Juan Pablo II
con el Motu Proprio del 2 de julio de 1988, asignándole la tarea “de colaborar
con los obispos, con los dicasterios de la Curia Romana y con los ambientes
interesados, para facilitar la plena comunión eclesial de los sacerdotes,
seminaristas, comunidades, religiosos o religiosas, que hasta ahora estaban
ligados de distintas formas a la Fraternidad fundada por el arzobispo Lefebvre
y que deseen permanecer unidos al Sucesor de Pedro en la Iglesia católica”.
Al
mismo tiempo, el papa nombró como nuevo Limosnero de Su Santidad a Mons. Konrad
Krajewski, quien era el Ceremoniero Pontificio y Oficial de la
Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.
Mons.
Krajewski tendrá dignidad de Arzobispo, y su sede titular será Benevento.
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Lombardi: «El Papa no contradice a Ratzinger con respecto a la misa en latín»
Después del nombramiento de un Comisario Apostólico para la Congregación de los Frailes Franciscanos de la Inmaculada y de las protestas de algunos tradicionalistas, el vocero del Vaticano explica la decisión
Vatican Insider
Papa Francisco no ha dado marcha atrás con respecto a la liberalización de la misa en latín, dispuesta por Benedicto XVI en 2007 con el motu proprio “Summorum Pontificum”. Lo afirmó el portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi, explicando que el «nombramiento de un Comisario Apostólico para la Congregación de los Frailes Franciscanos de la Inmaculada está relacionado con la vida y el gobierno de la Congregación en su conjunto y no solo con cuestiones litúrgicas».
El hecho de que Papa Francisco, explicó el director de la Sala de Prensa vaticana, «haya dispuesto que los religiosos y sacerdotes de la misma Congregación deban celebrar la liturgia según el rito ordinario (a menos que haya una explícita autorización de las autoridades competentes para el uso de la forma extraordinaria) no pretende contradecir las disposiciones generales expresadas por Benedicto XVI con el motu proprio “Summorum Pontificum”, sino responder a problemas específicos y tensiones que se han creado en esta Congregación con respecto al rito de la celebración de la Misa».
El objetivo de Benedicto XVI se proponía, añadió el jesuita Lombardi, «superar tensiones y no crearlas». La decisión de Papa Francisco, en contra de la que se han manifestado algunos grupos tradicionalistas (mientras que los religiosos la aceptaron inmediatamente) se debe al hecho de que el fundador y superior general, el padre Stefano Manelli, impuso a todas las comunidades de los franciscanos de la Inmaculada el uso exclusivo de la forma extraordinaria de la liturgia, es decir el rito antiguo. El motu proprio “Summorum Pontificum” de Benedicto XVI liberalizó su uso en las misas siempre y cuando haya una petición por parte de un grupo estable de fieles. Como rito propio (y, por lo tanto, exclusivo) pueden adoptarlo los institutos religiosos y las comunidades monásticas que viven en comunión con Roma después de haber participado en el cisma lefebvriano, por lo que se ven sometidas a la jurisdicción de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”.
Los franciscanos de la Inmaculada nacieron después del Concilio y, además, un sondeo entre los frailes demuestra que la mayor parte de ellos desea celebrar con el rito ordinario. De hecho, los franciscanos de la Inmaculada se negaron a reunir firmas en línea para presentarla al prefecto de la Congregación par los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica en contra del Decreto del 11 de julio que puso bajo investigación al instituto.
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Lombardi: «El Papa no contradice a Ratzinger con respecto a la misa en latín»
Después del nombramiento de un Comisario Apostólico para la Congregación de los Frailes Franciscanos de la Inmaculada y de las protestas de algunos tradicionalistas, el vocero del Vaticano explica la decisión
Vatican Insider
Papa Francisco no ha dado marcha atrás con respecto a la liberalización de la misa en latín, dispuesta por Benedicto XVI en 2007 con el motu proprio “Summorum Pontificum”. Lo afirmó el portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi, explicando que el «nombramiento de un Comisario Apostólico para la Congregación de los Frailes Franciscanos de la Inmaculada está relacionado con la vida y el gobierno de la Congregación en su conjunto y no solo con cuestiones litúrgicas».
El hecho de que Papa Francisco, explicó el director de la Sala de Prensa vaticana, «haya dispuesto que los religiosos y sacerdotes de la misma Congregación deban celebrar la liturgia según el rito ordinario (a menos que haya una explícita autorización de las autoridades competentes para el uso de la forma extraordinaria) no pretende contradecir las disposiciones generales expresadas por Benedicto XVI con el motu proprio “Summorum Pontificum”, sino responder a problemas específicos y tensiones que se han creado en esta Congregación con respecto al rito de la celebración de la Misa».
El objetivo de Benedicto XVI se proponía, añadió el jesuita Lombardi, «superar tensiones y no crearlas». La decisión de Papa Francisco, en contra de la que se han manifestado algunos grupos tradicionalistas (mientras que los religiosos la aceptaron inmediatamente) se debe al hecho de que el fundador y superior general, el padre Stefano Manelli, impuso a todas las comunidades de los franciscanos de la Inmaculada el uso exclusivo de la forma extraordinaria de la liturgia, es decir el rito antiguo. El motu proprio “Summorum Pontificum” de Benedicto XVI liberalizó su uso en las misas siempre y cuando haya una petición por parte de un grupo estable de fieles. Como rito propio (y, por lo tanto, exclusivo) pueden adoptarlo los institutos religiosos y las comunidades monásticas que viven en comunión con Roma después de haber participado en el cisma lefebvriano, por lo que se ven sometidas a la jurisdicción de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”.
Los franciscanos de la Inmaculada nacieron después del Concilio y, además, un sondeo entre los frailes demuestra que la mayor parte de ellos desea celebrar con el rito ordinario. De hecho, los franciscanos de la Inmaculada se negaron a reunir firmas en línea para presentarla al prefecto de la Congregación par los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica en contra del Decreto del 11 de julio que puso bajo investigación al instituto.
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