El estilo de Marcos,
según el gobierno/JORGE
CARRASCO E ISAÍN MANDUJANO
Revista
Proceso # 1939, 28 de diciembre de 2013
Pese
a que desde febrero de 2013, luego de varios meses alejado de los medios,
Marcos presentó al subcomandante insurgente Moisés –un indígena tzeltal– como
el nuevo vocero del EZLN y habló del necesario relevo generacional en el
movimiento zapatista, muchos de sus simpatizantes aún reclaman su presencia. Y
no obstante sus afanes por posicionar a Moisés desde su refugio en la selva
chiapaneca y las nuevas formas de trabajo de las bases en los municipios
autónomos, la gente quiere verlo en los festejos del 20 aniversario de la
irrupción zapatista.
SAN
CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIS.– Posicionado como imagen y voz del EZLN desde el
1 de enero de 1994, el subcomandante Marcos continúa inmerso en la polémica,
aun cuando su presencia mediática es cada vez más tenue.
Su
ubicuidad también desconcierta: lo mismo se le sitúa en la entidad que fuera de
ella; según algunos, goza de buena salud, mientras otros dicen que padece una
enfermedad grave; para unos más, se encuentra replegado en la retaguardia del
movimiento zapatista, pero también hay quienes afirman que está al frente.
El
15 de marzo de 1994, semanas después de la irrupción del EZLN y de su dirigente
político militar, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen)
elaboró el documento DMJ-094-0006N, titulado EZLN: algunas hipótesis respecto a
su conformación y actividades, en el que consignó:
“La
forma de ser y comportarse del subcomandante Marcos del EZLN ha impresionado a
intelectuales, periodistas, políticos, luchadores sociales e incluso ha
enamorado a mujeres, artistas y adolescentes, e irritado a ideólogos ortodoxos.
“El
estilo de Marcos es producto de una escuela donde se han formado los revolucionarios
de la década de los ochenta, este estilo surge con la manera personal de ser un
Camilo Cienfuegos y el Che Guevara; la redondean e impregnan el comandante Omar
Cabezas, fundador del MIR chileno (sic), y Tomás Borges (sic), comandante de la
Revolución sandinista. De esta manera empiezan a popularizarla los movimientos
revolucionarios de Latinoamérica.
“(El
colombiano) Jaime Bateman, comandante del M-19, la hace suya, e incluso el
comandante Cero (Edén Pastora), de no haber renunciado al FSLN (Frente
Sandinista de Liberación Nacional), habría sido el ídolo latinoamericano por
tener este estilo de comportamiento.
“Actualmente,
Marcos está caracterizando este estilo de comportamiento del revolucionario
latinoamericano, utilizando elementos como la aventura, la audacia, el
protagonismo inconsciente; el ayudar sin importar a quién sin esperar nada a
cambio. Es el móvil, el reto y la consigna. Con ello se convertirá en modelo de
todos los luchadores sociales, de líderes estudiantiles y dirigentes de masas.
“Este
estilo se adquiere con el trabajo diario, en la convivencia constante con el
pueblo, con personas de todas las clases sociales, pero sobre todo con los
marginados sociales y lúmpenes; con gente de todas las edades y todas las
perspectivas ideológicas posibles. La sencillez del campesino le da un matiz
diferente a la formación de este tipo de revolucionarios, quienes adquieren del
pueblo su lenguaje, sus costumbres y su mística.
“Este
tipo de personas se ganan en la lucha diaria el respeto, la admiración, el
cariño y la lealtad de los demás; siempre tienen una palabra de aliento para
los demás ante la adversidad. Tienen autoridad moral con todos los que los
conocen. Se sienten responsables de todo lo que los rodea; se esmeran en ser
cada día mejores, exigen mucho a sí mismos, se autodisciplinan,
autoimponiéndose severos regímenes de comportamiento; se desesperan ante lo
cotidiano. Son inconformes, inquietos, rebeldes por naturaleza; leen, hablan y
escriben muchísimo.
“Marcos
no desea honores, gloria, reconocimiento. Es posible que desaparezca del
escenario así como llegó. Marcos se aburriría siendo Presidente de la
República, nunca lo aceptaría ni lucharía por eso, nunca aceptaría una alta
investidura, pues le incomoda. Por ello es simplemente un humilde y sencillo
subcomandante.”
Relevo
generacional
Desde
2005 y 2006, cuando encabezó el movimiento La Otra Campaña, Marcos se refugió
en las montañas de Chiapas y dejó al frente al subcomandante Moisés, quien se
convirtió en el interlocutor de la Comandancia General del Comité Clandestino
Revolucionario Indígena (CG-CCRI) ante las bases zapatistas.
En
mayo de 2011, cuando las autoridades estatales y federales consideraban que el
EZLN estaba mermado, movilizó a 25 mil indígenas, quienes tomaron la Plaza de
la Resistencia en San Cristóbal de Las Casas en apoyo al Movimiento por la Paz
con Justicia y Dignidad que encabezó el poeta Javier Sicilia. Los meses
siguientes Marcos permaneció en silencio.
El
21 de diciembre de 2012 el EZLN volvió a mostrar el músculo, cuando miles de
indígenas zapatistas salieron de sus comunidades y tomaron las plazas de
Palenque, San Cristóbal, Ocosingo, Las Margaritas y Altamirano.
En
esa marcha del silencio, como se le denominó, refrendó su capacidad de
convocatoria y la presencia zapatista en los cinco Caracoles –las sedes de sus
Juntas de Buen Gobierno– desde los cuales coordina sus acciones en los 29
municipios autónomos.
En
ninguno de esos eventos se vio al subcomandante Marcos. Sólo se conocieron sus
esporádicos comunicados firmados “desde algún lugar de las montañas del sureste
mexicano”. Su ausencia provocó que los medios de comunicación comenzaran a
especular sobre él. Algunos decían que probablemente había muerto o estaba
enfermo; otros, que había dejado la causa zapatista.
En
marzo de 2010, por ejemplo, el diario Reforma informó que había sido
descapuchado en San Cristóbal de Las Casas. En realidad se trataba de Leuccio
Rizo, un activista italiano solidario con las comunidades zapatistas.
Tres
años después, en febrero de 2013, Marcos reivindicó ante los medios a un
indígena tzeltal que en 1994, cuando irrumpió el EZLN, coordinó la logística en
la región tojolabal de Las Margaritas. El 16 de febrero de aquel año el mayor
Moisés participó en la entrega del entonces gobernador Absalón Castellanos
Domínguez, tras ser sometido a un “juicio popular”.
“Queremos
presentarles a uno de los muchos él que somos, nuestro compañero subcomandante
insurgente Moisés. Él cuida nuestra puerta y en su palabra también hablamos los
todos y todas que somos. Les pedimos que lo escuchen, es decir, que lo miren y
así nos miren”, dijo Marcos.
A
partir de entonces comenzó a compartir la voz de mando. Tan es así que en
agosto pasado Moisés, quien ahora ostenta el rango de subcomandante, salió de
la selva para encabezar los trabajos en la Universidad de la Tierra, en las
afueras de San Cristóbal de Las Casas.
Sin
embargo, seguidores y simpatizantes del EZLN reclaman la presencia del
carismático Marcos, refiere Gaspar Morquecho, un investigador social del
movimiento chiapaneco, pues él, dice, sigue siendo un icono mediático: muchos
periodistas siguen buscándolo para entrevistarlo.
Nuevas
formas de organización
“Marcos
ha sido la figura central del EZLN”, puntualiza Gaspar Morquecho, quien ha
seguido las acciones de esta organización desde el 1 de enero de 1994.
Recuerda
la entrevista que Marcos concedió a Julio Scherer García en 2001, en la cual,
dice, el subcomandante aceptó que su error fundamental fue “no haber previsto
esta personalización y protagonismo que muchas veces, si no es que la mayoría
de ellas, impide ver qué es lo que está detrás”.
Marcos
admitió: “Esto no lo ha percibido mucha gente; tiene que ver mucho con que
Marcos haya ofuscado, obstruido la vista hacia atrás. Que de una u otra forma,
Marcos es responsable también en eso, pues su imagen evitó que el conjunto del
EZLN y los miles de hombres y mujeres de todas las edades y zapatistas se
vieran a cabalidad” (Proceso 1271).
Morquecho
insiste en que a pesar de esa declaración y de que en algunas comunidades
autónomas los trabajos los realizan los y las bases zapatistas, la imagen del
subcomandante permanece en primer plano, si bien desde enero de 2012 –al leer
el comunicado del 18 aniversario del EZLN– el mismo Marcos habló de la
emergencia de una nueva generación de jóvenes indígenas rebeldes.
Según
él, esa nueva generación de zapatistas está llegando a los cargos de dirección
del grupo armado: “Son jóvenes y jóvenas que nacieron después del alzamiento,
que se formaron en la resistencia y que se educaron en las escuelas autónomas;
son ahora elegidos como autoridades autónomas y llegan a ser miembros de las
Juntas de Buen Gobierno”.
Los
viejos zapatistas acordaron apoyarlos, acompañarlos y “construir el puente de
la historia entre los veteranos zapatistas y ellos. Como nuestros muertos, nos
heredan compromisos, memoria –expuso Marcos–, así como el deber de seguir, de
no desmayar, de no venderse, de no claudicar, de no rendirse”.
En
esa ocasión Marcos también habló de la fuerte influencia de los medios de
comunicación masiva y de los medios alternativos. Lo más importante, dijo, es
el efecto de internet, pues ahora “los nuevos ‘terroristas internacionales’
–las redes sociales– pasan del escarnio a la movilización”.
Y
aunque al EZLN se le considera la primera guerrilla en asaltar la red de
internet a principios de 2013 –cuando apareció el sitio http://www.ezln.org–,
ellos se deslindaron en un comunicado difundido en febrero de ese año.
La
dirigencia del EZLN ha dicho que fuera de la selva, del estado de Chiapas e
incluso del país, hay gente que abrazó su causa y reprodujo el mensaje
zapatista en todos los rincones del planeta.
“Hay
gente allá afuera, lejos o cerca, a quien no conocemos, quien tal vez no nos
conozca, que es compa. Y lo es no porque haya participado en una marcha de
apoyo, haya visitado una comunidad zapatista, lleve un paliacate rojo al
cuello, o haya firmado un desplegado, una hoja de afiliación, un carnet de
miembro, o como se diga. Lo es porque las zapatistas, los zapatistas, sabemos
que así como muchos son los mundos que en el mundo habitan, también muchas son
las formas, los modos, los tiempos y los lugares para luchar contra la bestia,
sin pedir ni esperar nada a cambio”, escribió Marcos.
En
este nuevo escenario, el subcomandante ha optado por mantenerse oculto. El EZLN
incluso adelantó que en las próximas dos sesiones de la Escuelita Zapatista
celebrará su 20 aniversario difundiendo su nueva forma organización y
construcción de autonomías.
El
propósito es que hablen los hombres y mujeres zapatistas desde cada una de sus
comunidades a los casi 4 mil 500 alumnos que se esperan en la sesión de finales
de diciembre y la de principios de enero de 2014.
A
decir de Moisés, rector de la Escuelita Zapatista, el EZLN prepara un encuentro
especial con los aliados del Congreso Nacional Indígena y los representantes de
los pueblos originarios del mundo que les muestran su apoyo.
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