Carlos,
vela por tus principios/ Jónathan Himelfarb Dabbah
Carlos
Vela, me choca que en México te digan “Carlitos”. Te lo pusieron cuando de niño
ganaste el mundial sub 17 y se te fue quedando mientras crecías. Hoy, ya a tus
25 años y 9 después de aquella “mágica noche” en Perú, haces evidente semana a
semana que, de chico, ya no tienes nada.
Pero
aquí sigues siendo “Carlitos”, me parece producto de la lastima que la gente
aquí tiene por ti y consecuencia de tu, constante y para casi todos
inexplicable, negativa a NUESTRA selección.
Fíjate
que yo amo el futbol y, quizá por eso, honestamente no entendí el porqué de tus
anteriores negativas. Pero cuando rechazaste ir al mundial de Brasil mi incredulidad,
al principio, fue aún mayor. Sin embargo, escribo esto por que creo, que por
fin te logré entender.
Los
mexicanos somos gente que habla mucho, pero sobretodo que critica mucho. Como
he escrito, en México tenemos el enorme problema de asociar nuestro orgullo
patriota a nuestra selección de futbol y sus resultados. Por eso, la gente
quiere aprender a odiarte. Esta es una situación que, por supuesto, conoces a
la perfección y narrártela no es mi objetivo.
El
año pasado formé parte de un proceso selectivo para ir a un torneo
internacional que para mi, como amateur, era el equivalente de ir al mundial.
Sin
embargo, a pesar de mi incondicional amor por el juego yo no disfrutaba del
momento. Estaba muy incómodo, porque el ambiente en el equipo, provocado por el
entrenador y por los jugadores lideres y de mayor antigüedad, había convertido
al proceso en algo que por ambición perseguía, pero que, mi conciencia, no
quería.
No
terminé el proceso. Salí en el dolorosísimo ultimo corte previo al torneo. Pero
puedo decir que, quizá, fue el proceso del que más he aprendido en mi vida.
Nunca
traicioné mis principios, y eso me costó muy caro, pero me está pagando con
enormes rendimientos.
Jamás
renuncié al futbol, por más frustrante y desilusionante que fue ese momento
para mi y por más que lo pensé.
Ahora
formó parte de otro equipo, con otro entrenador, donde los puestos de liderazgo
son asignados por mérito y por lo tanto, se ejercen bien. Me siento más animado
ahora, en pleno proceso de recuperación de una lesión, que entonces cuando
jugaba partidos.
Muy
pocos realmente te van a entender. Y, seguramente, mientras transcurra el
torneo, vas a desear haberlo jugado al igual que te pasó con las olimpiadas y
me sucedió a mí durante el mencionado torneo.
De
cualquier manera, las cosas siempre van a funcionar al largo plazo para
aquellos que, siendo fieles a sus principios, toman las más complejas
decisiones.
Eres
un “crack”, aprovéchalo para crear el mejor de los Carlos Vela y sobretodo,
hazlo, para demostrarle a la sociedad que un ambiente sano permite a los
talentosos explotar su potencial y a los grupos avanzar.
Ahora,
nada más te invito a denunciarlo todo, hazlo y, aun sin jugar el mundial, con
esto serías el mejor de los contribuyentes para nuestro futbol mexicano.
Es
necesario que haya uno o varios principios y aun, en caso de existir uno sólo,
que éste sea inmóvil e inmutable. Aristóteles.
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