Diversas
intervenciones durante la Ceremonia de Inauguración de la 31 Asamblea Plenaria
de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia
-MODERADOR:
Hace uso de la palabra el licenciado Rolando Zapata Bello, Gobernador del
Estado de Yucatán.
-GOBERNADOR
ROLANDO ZAPATA BELLO: Estimado y muy respetado, señor Presidente, don Enrique
Peña Nieto.
Bienvenido
a Yucatán.
Bienvenido
a esta tierra, que es su casa.
Su
presencia aquí siempre nos honra, siempre nos distingue y siempre nos
entusiasma.
Muchas
gracias por estar en Yucatán nuevamente, señor Presidente. Ésta es su casa.
Distinguido
licenciado Jesús Murillo Karam, Procurador General de la República y Presidente
de esta importante Conferencia.
Apreciada
licenciada Claudia Ruiz Massieu, Secretaria de Turismo y Representante de
nuestra Región en el Programa de Atención a Entidades Federativas.
Muchas
gracias, distinguida Secretaria.
Diputado
Luis Hevia Jiménez, Presidente de la Junta de Gobierno del Honorable Congreso
del estado.
Magistrado
Marcos Celis Quintal, Presidente del Honorable Tribunal Superior de Justicia de
nuestro estado.
General
de División Diplomado de Estado Mayor, Jesús Javier Castillo Cabrera,
Comandante de la X Región Militar.
Muchas
gracias, General.
Contralmirante
Diplomado de Estado Mayor, Roberto González López, Representante de la IX Zona
Naval.
Muchísimas
gracias, señor Contralmirante.
Maestra
Mariana Benítez Tiburcio, Subprocuradora de la Procuraduría General de la
República.
Muchísimas
gracias.
Maestra
Celia Rivas Rodríguez, Fiscal General del Estado.
Muchas
gracias.
Contador
Público Jorge Carlos Hurtado Valdez, Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional
de Seguridad Pública.
Muchísimas
gracias, señor Contador.
Con
mucho respeto, con mucho agradecimiento y con mucho reconocimiento saludo a las
y los distinguidos Procuradores, Fiscales Generales de los estados hermanos e
integrantes de la Conferencia de la Procuración de Justicia de nuestra Nación,
participando en esta importantísimo evento.
Sean
todos ustedes bienvenidos a Yucatán, que es su casa.
Distinguidos
Subprocuradores de nuestra Nación.
Señoras
y señores.
Bienvenidos
todos.
La
Reforma Constitucional en materia de Seguridad y Justicia que se ha venido
implementando en el país, y que deberá culminarse en 2016, plantea una serie de
retos para las instituciones de investigación y procuración de justicia; retos
que implican profundas transformaciones institucionales en el ámbito operativo
y organizacional e, incluso, culturales, en el seno de la sociedad.
Pero,
sin duda, estas transformaciones darán certidumbre a los objetivos de
garantizar a los procesados y a las víctimas, el cumplimiento de los derechos
fundamentales: evitar la impunidad en México y, más que nada, elevar la
confianza de la ciudadanía en su derecho al acceso a la justicia. Y gran parte
de esas transformaciones, recaen en las fiscalías y procuradurías.
Y
la mejor manera de concretar un mejor sistema de procuración de justicia, es
trabajando en conjunto los tres niveles de Gobierno, los tres poderes desde sus
respectivas autonomías, en sus diferentes ámbitos de responsabilidad.
Son
reformas de fondo, y eso implica hacer sinergias y sumar esfuerzos. Así, con
mucho ánimo y la convicción de contribuir desde el Sureste de México a
consolidar el Estado de Derecho en toda la Nación, es con el que damos aquí, en
Yucatán, una cálida bienvenida a la Conferencia Nacional de Procuración de
Justicia.
Bienvenido,
nuevamente, señor Presidente Enrique Peña Nieto, gran amigo de Yucatán.
Bienvenido
a esta tierra que le agradece su convicción y entereza para impulsar las
transformaciones de alto contenido económico, social, jurídico y político que
se habían venido postergando por años.
Bienvenido
sea, también, licenciado Jesús Murillo Karam, Procurador General de la
República y Presidente de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia.
Y
saludo y agradezco la presencia de todos los integrantes de esta importante
Conferencia; representantes de las entidades federativas que este día se
encuentran aquí, presentes.
Bienvenidos
a nuestra entidad, que será la cuarta en completar la implementación del nuevo
Sistema de Justicia Penal en la totalidad de sus distritos judiciales, y la
primera en hacerlo durante la presente Administración Federal.
Estamos
seguros que en Yucatán encontrarán el espacio idóneo para compartir buenas
prácticas, para definir estrategias y para generar los consensos y acuerdos que
aún faltan por construir.
Por
ello, ante todo, agradecemos la honrosa distinción de realizar en esta tierra
de Mayab este encuentro de enorme trascendencia, porque especialmente vemos
esta Conferencia Nacional como la oportunidad de reforzar aún más las
relaciones institucionales entre las procuradurías y fiscalías de nuestro país.
Y
así como en Yucatán prestaremos oídos atentos, también tenemos experiencias y
aportaciones que, estamos ciertos, pueden resultar valiosos para todo el país.
Lo
comento, porque sólo en unos cuantos días, específicamente a partir del primer
minuto del martes 3 de junio, estaremos en Yucatán concluyendo un largo proceso
que marcará el inicio pleno de esta nueva etapa de justicia penal.
Un
proceso que ha implicado la instalación de la Comisión para la Implementación
de la Reforma en Materia de Seguridad y Justicia, que también significó la
transformación de la Procuraduría General de Justicia en la Fiscalía General
del Estado y de la Defensoría Legal en el Instituto de Defensa Pública, y que
nos ha llevado a la creación de la Unidad de Escenas del Crimen, el Centro
Estatal de Medidas Cautelares y del Centro de Justicia Oral de Mérida.
Cabe
resaltar que el Centro de Justicia Oral de Mérida es el primer edificio a nivel
nacional que fue diseñado, y responde funcionalmente a las nuevas necesidades
del Sistema de Justicia Penal mexicano de publicidad y transparencia en el
proceso, y al principio de contradicción entre las partes de los juicios
públicos y orales.
Un
centro que materializa el esfuerzo que hemos realizado, y que se edificó
gracias al respaldo del señor Presidente de la República.
Muchas,
muchas gracias, señor Presidente de la República.
Y
señor Presidente:
El
pasado mes de marzo usted también nos honró con su presencia en esta tierra,
para poner en funcionamiento el Centro de Justicia para Mujeres, y en breve
inaugurará el Centro de Justicia Oral de Mérida.
Para
nosotros, eso significa que desde esta tierra estamos plenamente sumados y
haciendo la parte que nos corresponde para consolidar el modelo que usted
impulsa, en el que la seguridad y la correcta impartición de justicia son la
piedra angular que permite el desarrollo económico, cultural y social de las
comunidades.
Tenga
la certeza que seguiremos cumpliendo con nuestra responsabilidad, porque en Yucatán
entendemos que para construir un auténtico estado de bienestar con calidad de
vida para la población y con oportunidades de desarrollo económico, se requiere
de una sólida estructura institucional y de un Estado de Derecho.
Incorporarnos
al nuevo Sistema de Justicia Penal acusatorio ha sido un proceso complejo, y
que en esta tierra hemos afrontado con capacitación, infraestructura,
tecnología y, junto con el Poder Judicial del estado, el Poder Legislativo, los
municipios, las policías, las escuelas y facultades de derecho, las
organizaciones civiles, Cámaras empresariales. En fin. Con toda la sociedad.
Pero,
ante todo, acudiendo a su convocatoria nacional, señor Presidente, que ha sido
el signo emblemático de su política en seguridad y justicia; la máxima
coordinación en todos los órdenes.
Con
esa experiencia y, sobre todo, con el ánimo de seguir sumando, ponemos a
disposición de todas las entidades federativas las instalaciones del nuevo
Centro de Justicia Oral de Mérida, para que su personal acuda a realizar
pasantías y adquieran el conocimiento presencial que se necesita para cumplir
con la implementación del Sistema Acusatorio, en el plazo establecido.
Hay
que seguir trabajando hombro a hombro y con espíritu federalista.
Esa
es la fórmula para que México se mueva, y para seguir incrementando la
confianza en el sistema judicial.
Bienvenidos
a Yucatán, y que los trabajos de esta Conferencia sean muy fructíferos para el
bien de México.
Muchísimas
gracias.
-MODERADORA:
Toma la palabra el licenciado Jesús Murillo Karam, Procurador General de la
República y Presidente de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia.
-PROCURADOR
JESÚS MURILLO KARAM: Señor Presidente.
Los
Procuradores del país y su servidor le agradecemos enormemente el que usted
esté presente en esta Conferencia de Procuradores de la República, porque es
innegable que éste es un tema que usted ha enfrentado con enorme entereza,
fuerza y decisión, y en el que, esa coordinación a la que se refería el señor
Gobernador, es, sin duda alguna, producto de ese propósito, producto de esa
intención.
Y
como veremos en el curso de la intervención, también, de otras muchas cosas que
nos van a permitir poder seguir adelante.
Muchas
gracias, señor Presidente.
Señor
Gobernador:
Le
agradecemos enormemente su anfitrionía. De veras que si tienen fama los
yucatecos de ser buenos anfitriones, usted la confirma y la supera.
Muchísimas
gracias.
Al
inicio de su Administración, señor Presidente, encontramos un reto; un México
agraviado e inmerso en una grave inseguridad y violencia.
Un
México de rezagos, de víctimas, de olvidados, de injusticia. Un problema de
enorme complejidad y envergadura. Un problema único en el mundo, por muchas
razones.
Una,
que tiene que ver con la geografía; tres mil kilómetros de frontera con el
mercado más grande del mundo de drogas.
Otras,
que tienen que ver con la historia.
Grupos
delincuenciales fortalecidos en un país que hace 20 años tenía como delito más
importante el abigeato. Y que sus instituciones estaban hechas para ese país
pacífico, para combatir delitos de ese tipo, y que de repente, en 20 años, que
no son nada en la historia de un país, se nos complica con una delincuencia
organizada de las que pueden competir con otras en la historia del mundo.
Un
país que no estaba preparado para la delincuencia, con las posibilidades
económicas que este delito de mercado nos produce.
En
ese entendimiento, y asumiendo a plenitud la responsabilidad del Estado por
garantizar un México en paz y con tranquilidad para sus ciudadanos, desde la
Presidencia de la República se ha forjado una estrategia firme y con sustento.
Una
estrategia que, en sus primeras etapas de implementación, está dando resultados
positivos, lo que no significa de ninguna manera que el problema no siga
existiendo. Pero sí significa que hemos comenzado un cambio profundo, planeado,
regionalizado, para revertir una realidad que no puede continuar, y para poder
construir justicia y paz.
Esta
planeación, este propósito específico de llegar a cada entidad sabiendo qué
vamos a hacer, con la encomienda clara a cada una de las entidades que tienen
que hacerlo de cuál es su papel.
Con
la certeza de que los gobiernos de los estados y la ciudadanía de cada uno de
ellos entienda, también, el papel que tenemos que hacer, nos ha permitido tener
resultados en algunos casos, puedo decirlo, porque puede probarse, hasta con
espectacularidad; en tiempos muy prontos, muy breves.
En
otros estados va a ser más difícil, en otros estados tendremos que estar más
tiempo, con más cuidado, con más planeación, pero lo importante es que vamos a
estar, y que no vamos a dejar de estar hasta que el problema esté resuelto,
porque esa es la decisión del Presidente de la República, y esa es la decisión
de los órdenes de Gobierno.
El
futuro del país no puede construirse sobre los cimientos de la circunstancia.
Todos
los países que salen adelante, tienen una característica: se fincan en
decisiones de hombres que tienen los pies en la tierra, pero la mirada en el
horizonte, no en el destino, van por el destino, eso hace la diferencia, eso
genera la verdadera diferencia.
Eso
hace que los cambios se realicen, que los avances se puedan medir y comprobar,
pero todo esto es sólo el principio; el principio de un trabajo intenso,
permanente, sólido, por parte del Gobierno de la República. Cuando hablo del
Gobierno de la República, hablo de todas las instancias de Gobierno; hablo de
los tres Poderes y hablo de los tres niveles.
Porque
es cierto, lo decía el Gobernador; uno de los grandes méritos en esta lucha ha
sido la capacidad de coordinar de manera decidida, seria, respetuosa, plena, la
posibilidad de enfrentar el problema, lo que no implica que va a resolverse en
un día ni en una semana, sabemos que nos va a costar trabajo. Sabemos que va a
ser difícil, pero no vamos a dejarlo.
Ni
los mexicanos ni el Gobierno estamos engañados.
El
esfuerzo, tiempo, dedicación y voluntad para salir adelante requieren
necesariamente de una planeación fincada en la clara lectura del problema y en
la persistente, continua, impostergable decisión de resolver de fondo lo que
significará, sin duda alguna, la eliminación de un poder de hecho, en la
realidad y en la ilegalidad con el poderío económico que produce.
Hemos
de volver a la armonía y la paz porque tenemos que evitar estos escollos para
el progreso.
El
compromiso del Gobierno de la República ha marcado la pauta hacia la transformación
de fondo del sistema de justicia y esa es la otra parte, y ésta es otra parte
fundamental e importante.
Es
cierto. Tenemos un serio problema de delincuencia organizada, pero no por ello
vamos a recurrir a la ilegalidad para combatirla. No vamos a caer fuera de la
ley para hacer valer la ley. Y, en consecuencia, recrear un sistema penal que
nos permita garantizar los derechos, que nos permita que los ciudadanos podamos
vivir con la certeza de que quienes vivimos bien no vamos a ser agredidos por
la misma fuerza del Estado.
Y,
al mismo tiempo, tener y utilizar esa fuerza del Estado para poder garantizar
que quienes violen la ley, quienes salen de la norma, quienes rompen el tratado
desde la sociedad que logró constituir un Estado, vulneran el Estado de Derecho,
serán sancionados conforme a la propia ley, pero en los términos de la ley.
Ese, ese es el Estado de Derecho aquí y en cualquier parte. Y a eso vamos.
Lo
estamos haciendo con sobriedad, sin caer en vaivenes publicitarios y estamos
dando pasos firmes hacia un México donde la justicia no sea sinónimo de
violencia, donde la procuración de justicia no sea sinónimo de impunidad o
incapacidad, donde la denuncia ciudadana no produzca víctimas que en el
desamparo de la autoridad no pueden encontrar lo que exigen y merecen.
Señoras
y señores Procuradores y Fiscales:
El
futuro de la Nación se construye con la certeza que da un Estado que busca la
paz y la seguridad.
Un
Estado que no sólo enfrenta, sino que también transforma, y transforma bien.
Un
Estado que le da la bienvenida a un cambio con justicia, con verdad, con apego
absoluto a la ley.
Por
ese México estamos luchando. Por ese México de instituciones fuertes y
eficientes, estamos trabajando.
Por
ese México que respalde a sus ciudadanos garantizando el derecho a la
seguridad, a su integridad física y patrimonial, estamos decididos.
Ese
es el México que estamos comprometidos a lograr con todos los mexicanos.
Y
ese es, precisamente, lo que tenemos que cumplir.
No
nos olvidemos; nuestro trabajo es duro, puede ser ingrato, pero es
auténticamente un privilegio servirle a la justicia en este país.
Muchas
gracias.
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