Cambios muy
importantes en la Santa Sede/FA
Publicado en La Otra Opinión, 10 de julio de 2014
El Prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano, Cardenal George Pell, anunció este miércoles 9 de julio importantes iniciativas para mejorar la gestión económica y administrativa de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, los cuales atañen a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA)- es decir la administración de los bienes muebles e inmuebles-; al Fondo de Pensiones; a los medios de comunicación vaticanos -y sobretodo al Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como Banco Vaticano.
Publicado en La Otra Opinión, 10 de julio de 2014
El Prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano, Cardenal George Pell, anunció este miércoles 9 de julio importantes iniciativas para mejorar la gestión económica y administrativa de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, los cuales atañen a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA)- es decir la administración de los bienes muebles e inmuebles-; al Fondo de Pensiones; a los medios de comunicación vaticanos -y sobretodo al Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como Banco Vaticano.
El
anuncio se realizó en conferencia de prensa donde también estuvieron presentes además
del cardenal Pell y el vocero papal Federico
Lombardi; el consultor maltés Joseph
F.X. Zahra y Jean-Baptiste de Franssu, respectivamente vice-coordinador y
miembro del Consejo de Economía; y Ernst
von Freyberg, hasta ese momento presidente del Consejo de Superintendencia
del IOR.
Según
se informó, los cambios, “puestos en marcha por la nueva Secretaría de Economía
son fruto de un análisis detallado de las conclusiones y recomendaciones de la
Pontificia Comisión Referente de Estudio
y de Guía para la Organización de la Estructura Económico-Administrativa de la
Santa Sede ” (COSEA) y son “esenciales para hacer frente a los riesgos y
debilidades individuados y, al mismo tiempo, para crear en futuro una nueva
plataforma para la mejora de la gestión económica”.
En
ese sentido, se explicó que las medidas fueron apoyadas en las reuniones del
Consejo de la Economía del 5 de julio, y del Consejo de Cardenales entre el 1 y
4 de julio. Todos estos “cuentan con la aprobación del Santo Padre”.
Entre
los cambios están:
I.
En materia económica y financiera.
I)
La creación de una pequeña Oficina de
Gestión de Proyectos dirigida por Danny Casey, quien es exbusiness manager de la Arquidiócesis
de Sydney. Australia, “para implementar y presentar algunos de los cambios
propuestos, a partir de la transferencia de la Sección Ordinaria del APSA a la
Secretaría de Economía”. Esta oficina responderá directamente al Prefecto de la
Secretaría de Economía; es decir a Pell.
Con
respecto a ello se trata de un paso importante para que dicha súper Secretaría de
Economía “ejerza sus responsabilidades de control económico y vigilancia de los
organismos de la Santa Sede”, tal como establece el Motu Proprio ‘Fidelis
dispensator et Prudens’.
“El resto del personal del APSA centrará sus
actividades exclusivamente en el papel de Tesorería de la Santa Sede y del
Estado de la Ciudad del Vaticano”.
Asimismo,
se señaló que “una importante tarea inicial será la de continuar estableciendo
estrechas relaciones con los principales bancos centrales, según lo recomendado
por MONEYVAL, para seguir garantizando la liquidez y la estabilidad financiera
de la Santa Sede. Todos los institutos soberanos tendrán una cuenta en el APSA que tendrá funciones de tesorería
para dichos institutos”.
Sobre el Fondo
de Pensiones,
el Consejo de Economía ha nombrado un comité técnico para que estudie su
situación y formule propuestas “dentro del año en curso”. El Consejo reconoció “que las pensiones actuales y de la próxima
generación están aseguradas, pero el fondo debe garantizar que haya suficiente
disponibilidad para las generaciones futuras en un mundo en evolución
continua”.
“Muchos países occidentales han debido
enfrentar desafíos del sistema de pensiones en los últimos años. Se prevé que
los nuevos estatutos estén listos para el final de 2014 con el fin de adaptar
la organización del Fondo de Pensiones a la nueva estructura
económico-administrativa de la Santa Sede”, se explicó en conferencia.
El
comité técnico estará encabezado por el Secretario Prelado del Consejo, Mons. Brian Ferme, y contará con el
apoyo de los laicos Kotanko Bernhard (Austria), Andrea Lesca (Italia), Antoine
de Salins (Francia) y Nino Savelli (Italia). Además, habrá representantes del
Consejo de Economía, de la Secretaría de Estado y del Fondo de Pensiones.
Por
otro lado, en septiembre próximo la Secretaría de Economía comenzará a preparar
el presupuesto para el año 2015. “El objetivo es que todos los dicasterios y
las administraciones redacten un presupuesto al que atenerse durante todo el
año. El gasto -en la estructura acordada-
será responsabilidad de cada dicasterio y administración”. Además “será
comparado con el presupuesto en curso durante el 2015 y todo exceso eventual de gasto será responsabilidad del
dicasterio o de la administración en cuestión”.
II)
Asimismo, se informó que el IOR –conocido comúnmente como “Banco Vaticano”-
ingresará a la segunda fase de su reforma, para lo cual se ha nombrado un nuevo
grupo encabezado por el economista francés Jean -Baptiste de Franssu, que asume de inmediato el cargo de presidente
del IOR, y le tocará liderar la segunda fase de la reforma del conocido
Instituto mala llamado “Banco Vaticano”; remplazó en el cargo al suizo Ernst von Freyberg.
Durante
los próximos tres años, se revisarán los estatutos del IOR y las actividades se
reestructurarán siguiendo tres prioridades estratégicas a saber:
i)
fortalecer los negocios del IOR;
ii)
desplazar gradualmente la gestión del patrimonio a una nueva y central Gestión
de Activos del Vaticano, VAM, y;
iii)
superar la duplicación de esfuerzos en este campo entre las instituciones
vaticanas;
iv)
concentrar las actividades del IOR sobre las asesoría financiera y sobre los
servicios de pago para el clero, las congregaciones, las diócesis y los
empleados laicos del Vaticano.
La
Santa Sede afirmó en un comunicado que “el IOR se encuentra en una fase de
transición tranquila. La primera fase de las reformas, impulsadas por Ernst von Freyberg, ha concluido. Se
han registrado excelentes avances gracias a la adhesión a las normas
internacionales; la transparencia así conseguida es evidente en el segundo
informe anual que ha sido completamente revisado por Deloitte”.
Además
se “ha puesto en marcha un nuevo sistema de lucha contra el lavado de dinero y
se sigue haciendo todo lo posible para conformarse a la normativa vigente. El Departamento
de Cumplimiento Interno, con la asistencia de Promontory, ha examinado detenidamente 18, 000 clientes”.
Los
cinco miembros de la Comisión de Cardenales del IOR continuarán participando y
se les unirá el cardenal Josip Bozanic
de Zagreb, Croacia”.
En
ese sentido, se anunció que estos miembros son los cardenales Santos Abril y Castelló, Arcipreste de
la basílica papal de Santa María la Mayor; Thomas
Christopher Collins, Arzobispo de Toronto, Canadá; Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano; Christoph Schönborn, Arzobispo de Viena, Austria; así como Jean-Louis Tauran, Presidente del
Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
A
partir de ya cambia el consejo laico del Instituto; ya no forman parte Carl Albert Anderson (EU), el alemán Ronaldo Hermann Schmitz, el español Manuel Soto Serrano y el italiano
Antonio Maria Marocco. Entran, en sus lugares; Clemens Boersig (Alemania), Mary Ann Glendon (EU s) y sir Michael
Hintze (Reino Unido).
Entre
los dos miembros que serán nombrados dentro de poco, seguramente “habrá un
italiano”, aseguró Pell en la conferencia.
Mons.
Alfred Xuereb, secretario general de la Secretaría de Economía, será secretario
sin derecho a voto del Consejo de la IOR.
Y
el incorruptible Monseñor Battista Ricca
sigue siendo por instrucciones del papa Francisco como el Prelado del IOR.
En
una entrevista al papa Francisco, con periodistas el 29 de julio de 2013, le
preguntan sobre el IOR:
-¿Cómo
reformarlo y sanar lo que hay que sanar? Nombré a una comisión “referente”. No
sé cómo va a acabar el IOR: algunos dicen que sería mejor tener un banco, otros
que sería necesario un fondo de ayuda, otros más dicen que lo cerremos. Confío en el trabajo de las personas del IOR
y de la comisión que están trabajando por todo esto. No les puedo decir cómo va
a terminar: se prueba, se busca… Pero lo cierto es que, se convierta en lo que
se convierta el IOR, se necesita transparencia y honestidad.
En
el caso de monseñor Ricca, hice lo que el Derecho canónico indica que hay que
hacer: una investigación previa. No se encontró nada de aquello de lo que se le
acusaba. ¡No encontramos nada! Muchas veces en la Iglesia se van a buscar los
pecados de juventud y luego se publican. (se refiere el papa a las preferencias
sexuales del prelado) (...)
Muchas
veces pienso en San Pedro, que cometió el pecado más grave, renegó a Cristo.
Sin embargo lo hicieron Papa. Pero, repito, sobre monseñor Ricca no encontramos
nada.
(Véase. A “blanquear” las finanzas del
vaticano/publicado en la revista especializada “Código Topo” de Excélsior, 5 de
agosto de 2013.
II) Sobre los medios
de comunicación,
se ha nombrado un comité cuyo objetivo es adecuarlos “a las nuevas tendencias
del sector, mejorar la coordinación y lograr de manera progresiva y
significativa considerables ahorros financieros”.
El
comité emitirá un informe y un plan de reforma en los próximos 12 meses. Los
objetivos son adecuar los medios de comunicación de la Santa Sede a las nuevas
tendencias del sector, mejorar la coordinación y lograr de manera progresiva y
significativa considerables ahorros financieros.
En
ese sentido se fortalecerán los canales digitales –Twitter y PopeApp- para
asegurar que sus estén al alcance de los fieles de todo el mundo, especialmente
de los jóvenes.
Quienes
conforman dicho comité son seis expertos en medios de diversos idiomas, entre
los cuales figura la psicóloga mexicana Leticia
Soberón Mainero. También están Mons. Lucio Ruíz y el director del
Osservatore Romano, Giovanni María Vian. El comité está presidido por el
excomisario europeo de Asuntos Exteriores
Christopher Patten, y además de Soberón Mainero, lo conforman el
estadounidense Gregory Erlandson, la alemana Daniela Frank, el francés Eric
Salobir y George Yeo de Singapur.
En
total cinco medios de comunicación dependen del Vaticano. Los tres principales
son L'Osservatore Romano, Radio
Vaticano y el Centro Televisivo Vaticano.
*
¿Qué es el IOR?
Se
trata del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido comúnmente como
el Banco del Vaticano, en otros tiempos
se le denomino el Banco del Papa, o el banco de Dios, tiene su sede en la
Ciudad del Vaticano; fue fundado por Pío XII en 1942 y tiene personalidad
jurídica propia.
Su
objetivo es servir a la Santa Sede y a la Iglesia Católica en el mundo entero,
como establece su estatuto.
El IOR protege el patrimonio de un grupo
claramente definido de personas físicas y jurídicas con afiliación a la Iglesia
Católica tal y como lo define el derecho canónico o el derecho del Estado de la
Ciudad del Vaticano.
Cuenta
con 114 empleados y tiene su sede exclusivamente en el territorio soberano del
Estado de la Ciudad del Vaticano.
Actualmente
administra fondos por miles de millones de euros y cuenta con miles de
usuarios, de los cuales una gran parte son instituciones católicas, que tienen
la titularidad de más del 85% de los fondos administrados. La mayoría de los
titulares de depósitos son italianos, polacos, franceses, españoles y alemanes.
*
El nuevo
Presidente del IOR/perfil
No
es nuevo. Tiene por lo menos un año en el Vaticano; fue miembro de la comisión
vaticana que estudió los problemas económicos y administrativos de la Santa
Sede y actualmente es miembro del Consejo de Economía, o sea de la
Secretaría de Economía del Vaticano.
Entre
el 2009 y el 2011 fue presidente de Efama, la Asociación europea de gestión de
los fondos y antes de entrar en Invesco; asimismo fue director del Grupo Caja
depósitos y prestamos, en Francia.
El balance del
IOR de 2013/ final de la fase I
Fueron
publicados el martes 8 de julio en o que se denominó el final de la Fase I de
reforma del ente y el inicio de la Fase II.
Los
logros del Instituto, son calificados como "positivos para la primera
mitad del 2014, con buenos resultados económicos”, si bien el informe admite
que en los números del 2013 pesan “los costos necesarios para completar la Fase
I y los relacionados con inversiones que son herencia de la gestión anterior”.
La Fase II que apunta a
la integración del IOR en el nuevo contexto económico administrativo del
Vaticano, indica el comunicado, “será confiada a un nuevo Consejo y a un nuevo
staff de dirigentes” que “trabajarán en una estructura de gestión renovada”. LO
encabeza hoy el economista francés Jean-Baptiste
de Franssu.
El
todavía hasta el martes presidente del Consejo de Intendencia, Ernst von Freyberg, declaró que “como
decidido en mayo de 2013, nos hemos concentrado en el objetivo de conformar el
IOR a la reglamentación financiera y volverlo más seguro y transparente, para
que el Santo Padre pueda tener más opciones en el momento de decidir sobre el
futuro del Instituto”.
Indicó
que el balance fue redactado en conformidad con los principios contables
internacionales (IFRS) y sometido a la revisión de la revisora Deloitte &
Touche S.p.A”.
Sobre
el útil del Instituto, se informa que fue de 2,9 millones de euros, menor de
los 70 millones de útil que se habrían registrado si no fuera por los gastos de
la reforma, o sea que el balance fue “significativamente influenciado por los
costos de naturaleza extraordinaria”.
En
el informe además figuran diversos particulares del balance, y entre estos se
destaca un aumento de 8,3 millones de euros debido “prevalentemente a los
costos sostenidos en el 2013 debido a servicios profesionales necesarios para
la reorganización y a la reforma del Instituto”.
Añade
que la Fase I del proceso de reforma iniciada en abril-mayo de 2013 se ha
apoyado en tres bases: adecuarse a los modelos internacionales, el
esclarecimiento sobre los clientes y la transparencia.
Entre
los datos figura el cierre de unos 2, 600 clientes no operativos, se terminaron
las relaciones con otros 396 clientes al restringir las categorías a las
instituciones católicas.
Además
se realizaron controles para completar todos los documentos identificativos de
los clientes y se bloquearon 1, 329 clientes particulares y 762 clientes
institucionales hasta que completen sus datos.
O
sea había varias irregularidades.
El
comunicado precisa también que la rendición anual de cuentas del 2013 será
publicada el 15 de julio de este año en ella web de el IOR www.ior.va y estará acompañada por la relación de
los revisores.
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