21 jul 2014

El caso Mamá Rosa en las columnas.

Lunes 21 de julio de 2014
BAJO RESERVA/EL UNIVERSAL
LAS FINANZAS del albergue La Gran Familia forman parte de una de las líneas de investigación que tiene el Ministerio Público Federal sobre el caso del refugio de Zamora, Michoacán. Nos dicen que el MP busca establecer cómo se manejaban los fondos y recursos que se recibían, para determinar si los administradores desviaron las aportaciones y donaciones. Nos comentan que dentro de los testimonios recabados por la Agencia de Investigación Criminal, a cargo de Tomás Zerón de Lucio, se estableció que se utilizaba a algunos de los infantes para pedir limosna y recabar donativos para la institución, una práctica que podría configurarse como explotación de menores, lo cual se sumaría a los abusos de los que eran objeto.
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Lenguas viperina/Silla Rora
EN MICHOACÁN crece una certeza: el procurador de la República, Jesús Murillo Karam, fue llevado a una trampa en el aparatoso operativo contra el albergue La Gran Familia que dirigía "Mamá Rosa", una octagenaria de hablar rudo y claridoso. Se nos asegura que en el origen del problema se hallan reiterados señalamientos públicos de la señora por actos de corrupción en el gobierno del estado, antes con Fausto Vallejo y ahora con Salvador Jara Guerrero. La represalia fue desproporcionada: una acción policiaco-militar en donde en el peor de los casos, se imponía, nos dicen, la participación de inspectores sanitarios y trabajadores sociales.
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Serpientes y Escaleras
¿Qué buscaban en Zamora?/ Salvador García Soto I
24 Horas
El inusitado despliegue que el gobierno federal realizó en Zamora, Michoacán, por el caso del albergue de La Gran Familia y la detención de su fundadora Rosa del Carmen Verduzco, fue de tal magnitud, con el envío de tropas el Ejército y de la Policía Federal, que es difícil creer que todo se debió a las denuncias por los abusos que se cometían en ese lugar contra los niños y algunos adultos internos. Tal cantidad de militares, agentes federales y unidades artilladas de las dos instituciones, solamente se habían movilizado en Michoacán durante la etapa más intensa del fuego cruzado entre Los Caballeros Templarios y los grupos de autodefensa, hace cinco meses.
Tan sólo el sábado, en la carretera de México a Morelia se pudo observar el traslado a territorio michoacano de al menos 50 camiones artillados del Ejército mexicano con sus respectivas tropas, mientras que los traslados hacia Toluca de los niños del albergue tomado, en camiones del DIF, eran fuertemente custodiados por hasta seis camionetas de la Policía Federal con cinco o seis agentes cada una armados con armas largas. ¿Cuál es la verdadera razón de tanto despliegue de fuerza? ¿Alguien podía intentar atacar a esos niños? ¿había algo más que Mamá Rosa y sus colaboradores abusivos en el albergue que ameritara tantas tropas federales y militares para detener a una anciana de 80 años que además ya dejaron libre y sin cargos por parte de la PGR?
 En todo este escándalo mediático, en el que fue evidente un despliegue de fuerza y todo un montaje propagandístico desde el gobierno de la República, apoyado por medios de comunicación incondicionales que repitieron sin cuestionar la versión oficial de los horrores de Mamá Rosa y la dramática historia de los niños abusados, hay varias cosas que no cuadran con la información oficial de que sólo actuaron para defender a los niños y detener los abusos que, según algunos testimonios, no eran recientes y llevaban años ocurriendo.
¿Qué fue lo que realmente motivó que la PGR, con su titular, Jesús Murillo Karam, hicieran de éste un caso donde se mostró toda la fuerza del Estado? ¿Por qué después de que el Ejército y la Policía Federal toman por asalto el albergue y detienen a Mamá Rosa y a varios colaboradores, aparecen en escena el secretario de Gobernación, Miguel Osorio, y el comisionado Alfredo Castillo? ¿Era el de los niños abusados y en condiciones infrahumanas -según la versión oficial- un caso social o uno de seguridad que ameritara la presencia de tales autoridades en el lugar de los hechos?
 Todas esas dudas, aunadas a la defensa que emprendieron destacados intelectuales, políticos y personalidades de Mamá Rosa contra el linchamiento que promovió la información oficial, hacen pensar que detrás de este asunto hubo otras motivaciones en la actuación de la administración Peña Nieto, sin menoscabo de la importancia que tiene el tema de la protección de los menores y los abusos que se documenten se cometieron en el lugar.
 Una versión que circula en los corrillos políticos afirma que el albergue de Mamá Rosa pudo haber establecido algún tipo de vínculo con personajes que están en la mira del gobierno federal en Michoacán. Esa versión dice que el despliegue del Ejército y la Policía Federal con armamento de alto poder tuvo que ver con la información de que en ese lugar pudo haberse ocultado el líder de los Caballeros Templarios, actualmente prófugo, Servando Gómez La Tuta, el único capo de esa organización que no ha podido atrapar el gobierno de Peña Nieto en su Operativo de rescate de Michoacán.
 En todo caso, lo que está claro es que el gobierno utilizó el tema de los abusos contra los niños, denunciados desde hace décadas al igual que los despojos legales de los padres que le entregaban a sus hijos a la directora del albergue, como un excelente pretexto para lanzar un operativo que buscaba realmente otro objetivo. Las dramáticas condiciones en que vivían los menores y los testimonios de abusos pueden ser reales, pero ni eran nuevos ni aparentemente desconocidos para las autoridades. ¿O Cómo explicar que la Sedesol, aún en esta administración de Peña Nieto, le haya entregado 160 mil pesos al albergue en 2013?
 Hoy que Mamá Rosa ha sido liberada y que la PGR decidió no formularle cargos, luego de que los niños rescatados han sido en su mayoría reubicados o reintegrados a sus familias (las mismas que los habían internado ahí) la pregunta es qué se buscaba realmente con ese operativo y con el nivel de fuerza empleado en Zamora. Porque por más que quienes conocen describan a Rosa del Carmen Verduzco como “una mujer entrona, directa y mal hablada”, difícilmente se necesitaban tantos soldados y policías federales armados para detenerla y allanar su albergue. ¿Qué hizo o dijo esta anciana, acostumbrada a la protección oficial, que desató la furia del gobierno federal más allá de sus polémicos métodos para reformar a niños abandonados y pobres que ya habían sido denunciados desde hace varias décadas?
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Razones
¡Qué pena con la realidad!/Jorge Fernández M.
Excelsior
Decía Bertrand Russell que “el hecho de que una opinión haya estado muy difundida no es prueba alguna de que no sea totalmente absurda”. Y podría agregar Leonardo Da Vinci que “quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz”.
Todo esto viene a cuento por la forma apabullante y hasta soberbia con que se quieren imponer verdades casi teológicas en nuestro debate público. La intención de imponer un razonamiento por encima de los hechos resulta sorprendente y confirma el grado de intolerancia que se tiene hacia las opiniones diferentes, aunque estén basadas en hechos.
Vamos a contar algunas historias que muestran que la apariencia y la realidad no siempre coinciden. Hace algunos años, el cártel de La Familia Michoacana popularizó la creación de centros contra adicciones para que fungieran en realidad como centros operativos de esa organización criminal. Al mismo tiempo crearon un discurso que fusionaba la religión con la violencia. Rafael Cedeño controlaba esa estructura de albergues contra las adicciones en los cuales, según su testimonio, adoctrinaron a unos nueve mil jóvenes en unos pocos años.
En esos albergues sucedía de todo, llegaban grupos donde, al comenzar la instrucción, uno de ellos, elegido al azar, era asesinado frente a los demás para demostrar qué sucedería con quien los traicionara, hasta quienes eran convencidos de que había que acabar con los narcotraficantes de manera violenta y terminaban matando a los rivales de La Familia convencidos de que estaban ayudando en la lucha contra el narcotráfico.
Los albergues de La Familia parecían patrocinados por la Iglesia. Los albergues Gratitud, así se llamaban, mostraban estampas y leyendas de Jesús en su publicidad y presentación, y aparecían como una organización católica. A todo joven que pasaba por ese centro, se le otorgaba un diploma de reconocimiento. Por los diplomas comenzó la investigación: en 2008 se detuvo en Hidalgo a un grupo de sicarios relacionados con La Familia y llamó la atención que todos tenían un diploma otorgado por los albergues Gratitud, donde se aseguraba que habían concluido sus cursos y abandonado las drogas. Era evidente que no era así, y entonces se comenzó a tratar de saber qué sucedía en esos albergues.
La realidad superó a la fantasía: ahí, cada tres semanas, llegaban decenas de jóvenes que eran enviados desde Michoacán, el Estado de México, Guerrero, el Distrito Federal, Morelos, Querétaro y Guanajuato. Ahí eran formados como parte de la organización criminal. Incluso el gobierno estatal y el DIF enviaba a los albergues Gratitud a jóvenes que requerían tratamiento contra las adicciones.
También el Albergue Gratitud organizaban los talleres de lectura con voto de silencio, bajo el programa Liderazgo con Propósito y ofrecían cursos con el lema “Conquistando y construyendo un mejor Michoacán”. Rafael Cedeño, firmaba los reconocimientos. Los cursos incluían a otras dos organizaciones sociales, con sede en Apatzingán. La organización Jóvenes Arte y Cultura de Tierra Caliente, A. C., organizaba conciertos y encuentros teatrales. El presidente era Isidro Villanueva Moreno. Un grupo de empresarios locales, que se les nombrara como “embajadores de la cultura”. A Isidro Villanueva Moreno se lo conocía como empresario farmacéutico, pero también como sobrino de Nazario Moreno González, El Chayo.
Construyendo un Mejor Michoacán A. C., era otra organización cuyos diplomas firmaba Cedeño. En 2009, El Cede encabezó con estas organizaciones movilizaciones en Morelia pidiendo el retiro del Ejército y la Policía Federal porque violaban los derechos humanos. Al momento de ser detenido contaba con credencial como visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Son ejemplos que muestran cómo puede estar distorsionada una impresión cuando se confronta con la cruda realidad. Por ejemplo cuando se considera que es más importante una opinión personal que la voz de las víctimas del albergue La Gran familia que presidía Rosa Verduzco, Mamá Rosa. Los excesos que se relatan, los testimonios de padres que buscan a sus hijos, los datos del registro civil, los abusos sexuales, la falta de transparencia en el manejo de los recursos, la basura, la falta de higiene, la convivencia con animales y plagas, parecen no tener importancia, o tiene para algunos una importancia mucho menor que su propia opinión. Y sucede lo mismo con la terrible muerte de un niño en un bloqueo carretero en medio de un enfrentamiento en Puebla, cuando se asegura que murió por disparos policiales de bala de goma, pero resulta que existe constancia de que las fuerzas de seguridad en ese estado no tienen balas de goma en su equipamiento y los partes médicos aseguran que el niño murió por un petardo que era lo que lanzaban los manifestantes. Concluyamos entonces con Karl Popper: “La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de rehusarse a adquirirlos”.
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EL ASALTO A LA RAZÓN/Carlos Marín
Milenio
Un interés superior al de la fama
A una semana de conocerse las condiciones deplorables en que operaba un insólito albergue donde 448 niñas y niños desamparados convivían con… ¡138 adultos! (hasta de 40 años, criados allí), y saber de acusaciones de probables abusos sexuales contra algunos menores y de privaciones ilegales de la libertad, su directora Rosa del Carmen Verduzco quedó ayer en libertad.
No obstante, si Mamá Rosa es inimputable, ni con nuevas reglas podrá continuar practicando su encomiable vocación.
Para no ser consignada, parece decisivo el  apoyo expresado por personalidades tan dispares como los Fox-Sahagún, Enrique Krauze, Roger Bartra, Jean Meyer o el Nobel Jean-Marie Le Clézio.
Más allá de interpretaciones sobre la forma y fondo de tan complejo como bochornoso suceso, conviene reparar en que la Constitución (artículo 4) contiene una definición exclusiva, de la que no goza ningún otro sector de la población mexicana:
 “En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez…”.
¿Alguien puede alegar que esto no aplica en este caso?
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Columnas del domingo 20 de julio
TRASCENDIÓ/Milenio
Por cierto, el campechano se lo toma a la ligera.
Que en la comisión que revisa el caso Oceanografía en la Cámara de Diputados ya perdieron la esperanza de que el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, acuda a reunirse con ellos antes de que termine el mes.
Y es que además de la inminente discusión de la legislación secundaria de la reforma energética, sus integrantes consideran que en este momento todo el interés del funcionario federal está centrado en el caso del albergue La Gran Familia, en Zamora, Michoacán.
Que debido a que las reuniones de evaluación de la estrategia federal en Tamaulipas no pueden esperar, después de que el miércoles pasado el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, tuvo que posponer la que estaba planeada a realizarse en Nuevo Laredo, ya se estableció que esos trabajos de seguridad se retomarán el viernes.
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TEMPLO MAYOR/Reforma
CADA DÍA que pasa va quedando más claro que la PGR sobreactuó en el caso de “Mamá Rosa” Verduzco.
PRIMERO, la Procuraduría reconoció que no había orden de aprehensión en contra de la dueña del albergue La Gran Familia.
Y AYER, la octogenaria fue dejada en libertad después de que en cuatro días no se configuró delito alguno en su contra.
DE QUÉ tamaño fue el resbalón que la dependencia a cargo de Jesús Murillo Karam logró lo que nadie había podido en más de 15 años.
ALINEAR del mismo lado en un debate a intelectuales de izquierda, como Elena Poniatowska y Jean Meyer, con el ex presidente Vicente Fox.
Y ESO es mucho decir.
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BAJO RESERVA/ EL UNIVERSAL
AL PARECER la indagatoria de Tomás Zerón de Lucio, director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, va por el lado de meterse en más problemas con el caso Mamá Rosa. ¿Por qué?, se preguntará usted. Bueno, una de las líneas de investigación abiertas del expediente La Gran Familia apunta a establecer los fondos que la institución recibía y el manejo de los recursos, para determinar si los administradores desviaron las aportaciones, cuando además utilizaban a algunos de los niños para pedir limosna y recabar donativos para el albergue. El punto es que saldrían muchos de los nombres de los aportantes. ¿Don Tomás se va a echar ese trompo a la uña?
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FRENTES POLÍTICOS/Excelsior
VI. A destiempo. La PGR informó que inició desde hace más de un año la indagatoria que derivó en la intervención del albergue La Gran Familia, fundado por Rosa Verduzco, Mamá Rosa. Durante ese lapso, la investigación se fortaleció con al menos 16 declaraciones ministeriales, a las que el juez concedió credibilidad, así como una denuncia de hechos, dos comparecencias, dos ampliaciones de declaración, dos dictámenes en sicología, fe ministerial de documentos, fuentes abiertas y directas y seis informes de las áreas de investigación y de infiltración de la Policía Federal. Uf. Las investigaciones deben ser transparentes. Y las autoridades municipales y estatales no debieron permitir lo ocurrido. Si hubieran actuado a tiempo, esta desgracia no habría pasado. Ahora, 14 meses… ¿Por qué tanto tiempo?
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Itinerario Político
¡”Tuta” madre..! Regresa el circo de García Luna/ Ricardo Alemán
Seguramente estará muerto de risa el ideólogo de La Familia Michoacana y de los Caballeros Templario, Servando Gómez –motejado como “La Tuta”–, luego del espectacular despliegue de fuerza pública del Estado mexicano en la “captura” de “Mama Rosa”, fundadora de la otra “Gran Familia” michoacana.
Y es que mientras el criminal más buscado en Michoacán goza de total impunidad y escapa de militares, marinos y federales –y mientras a los otrora “autodefensas” parece ya no importarles la captura de La Tuta–, el gobierno federal recurre sin explicación alguna al grosero manotazo militar y policial para “rescatar” a cientos de niños del albergue La Gran Familia, además de anunciar la detención de “Mama Rosa”, octagenaria indefensa a la que el inducido circo mediático adjudica toda la maldad imaginable.
¿Es creíble, a estas alturas, una demostración de fuerza como esa, para saber cuánto importan los niños desprotegidos al gobierno de Enrique Peña Nieto? ¿Por qué extremos como el de fabricar la atención mediática en ese caso? ¿Por qué el exceso de fuerza pública y el circo mediático al estilo de un clásico; Genaro García Luna, para rescatar a 500 jóvenes y menores de edad? ¿Por qué el linchamiento mediático de Rosa Verduzco? Y, sobre todo: ¿Por qué la defensa a ultranza de “Mamá Rosa”, por parte de otro sector social, el de los llamados intelectuales?
EL DOBLE DISCURSO.
1.- Lo primero que debemos cuestionar los ciudadanos –antes de buscar respuestas al manotazo del Estado al albergue da ¨Mamá Rosa”–, es por que razón que el gobierno federal no ha cumplido su palabra de poner en prisión y llevar a juicio a los jefes de Los Caballeros Templarios. En efecto, han sido detenidos y/o abatidos muchos de ellos, pero también es cierto que está suelto y goza de impunidad el principal jefe criminal; Servando Gómez, motejado como “La Tuta”.
¿Por qué el gobierno federal y los otrora autodefensas no han logrado la captura de “La Tuya”? ¿Dónde están los “eficaces” servicios de inteligencia del Estado? ¿Acaso la autoridad –estatal o federal–, apuesta al olvido social y ciudadano?
2.- Está claro –para todo el que quiera verlo–, que fue excesivo el uso de fuerza del Estado para intervenir un albergue como el de La Gran Familia. Es evidente que no era necesaria la presencia militar y tampoco la fuerza extrema de la policía federal. Y es que por mucho que pudieran encontrar en el albergue, no había más de diez personas, todas encargadas de la vigilancia y la seguridad interna.
3.- Por eso, por el exceso de fuerza pública, es evidente que al mejor estilo de Genaro García Luna, el gobierno federal montó un espectáculo mediático que, como fue posible confirmar, resultó exitoso. Pero la pregunta está en otro lado. ¿Por qué y para qué el circo?
4.- También es claro que el corazón del mensaje que pretendió enviar el operativo de rescate de La Gran Familia, es la supuesta preocupación del gobierno de Enrique Peña Nieto por los niños desvalidos, sin casa, sin familia, sin padres. Y en ese sentido el mensaje es contundente; En México y para el gobierno de Peña Nieto una prioridad es rescatar a los niños en desgracia; el de Peña Nieto es un gobierno comprometido con los niños abandonados.
5.- ¿Y de donde sale la repentina preocupación de Peña Nieto por los niños sin familia? La respuesta está en la crisis humanitaria que viven miles de niños de centro y sudamericanos que han sido detenidos y que han creado la mayor crisis humanitaria en la frontera de México con el vecino del norte. Niños que, por cierto, pasan por México.
6.- En México no ocurre eso y, en cambio, el gobierno de Peña Nieto muestra –con hechos–, que no abandona a sus niños sin familia; que los rescata de lugares insalubres, inseguros, en donde son explotados. El gobierno de México no permite ese abandono, se insiste en el mensaje. Todo eso quiere decir el gobierno con el rescate de los niños de La Gran Familia; mensaje que curiosamente pegó donde debía pegar; en la prensa mexicana, pero sobre todo en la prensa extranjera. Y es que el verdadero objetivo del mensaje es la prensa extranjera, en especial la de Estados Unidos.
7.- Y cualquiera que tenga dudas, puede consultar la prensa del vecino del norte y podrá confirmar el impacto que tuvo el “rescate” de los niños del albergue de “Mama Rosa”. México sí atiende a los niños sin hogar, En Estados Unidos no les importa. Es parte del mensaje de un grosero circo mediático montado en torno a La Gran Familia.
LA DOBLE MORAL.
8.- Sin embargo, no sólo existe un doble lenguaje del gobierno mexicano sino una doble moral. ¿Por qué? Porque del tamaño del problema que representa la existencia de albergues como La Gran Familia –y centenares de lugares como ese y de centros de supuesta rehabilitación de menores y jóvenes atrapados por las drogas–, es el tamaño de la omisión del Estado mexicano en ese tema. ¿Por qué existen esos albergues? Porque los gobiernos municipales, estatales y el federal son omisos a los niños sin casa, sin familia, sin padres.
9.- Los centros DIF de todo el país tienen en los albergues privados –legales o no, mejores o peores–, una solución rápida y sin compromiso a un problema que nadie quiere ver y menos atender; el problema de atender a los niños abandonados, sin casa y sin padres. Si, en los hechos los albergues son, en no pocos casos, verdaderas mafias que trafican con menores. Pero nadie quiere ver esa realidad.
10.- Y, en efecto, en el caso de “Mamá Rosa” y de La Gran Familia, nadie tiene derecho a linchar a la fundadora, sin conocer la realidad de lo que se vive en el albergue. Pero tampoco nadie puede cerrar los ojos, los oídos y los sentidos a una realidad denunciada desde hace más de 20 años en muchos medios de comunicación y por muchos periodistas; la realidad del maltrato, la crueldad, el abuso y la explotación de los niños del albergue.
Y es que más allá de actos de fe, de defensas a ultranza; más allá de linchamientos, la autoridad debe investigar a fondo lo que existió o no en el albergue, las omisiones de “Mamá Rosa” y castigar los excesos; pero lejos del circo mediático al estilo García Luna. Al tiempo.           
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Columnas de sábado 19 de julio
TRASCENDIÓ/Milenio
Que el equipo de los escritores Enrique Krauze y Fausto Cerón-Medina planea trasladar a la directora de La Gran Familia, Rosa Verduzco, a la Ciudad de México para que se recupere del impacto por el operativo de la Policía Federal, el Ejército y la PGR en su albergue de Zamora el martes.
Los colaboradores de la dupla de intelectuales aseguran que no será problema el costo del traslado de ‘Mamá’ Rosa, una vez que sea exonerada de cualquier posible cargo, y que ellos pagarán e incluso buscarán a un especialista para que la atienda mientras se resuelve el caso de los casi 600 menores que estaban en el albergue.
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BAJO RESERVA/EL UNIVERSAL
Mamá Rosa en libertad
DE UN MOMENTO a otro, la escolta federal que custodia a Rosa del Carmen Verduzco será retirada de la clínica San José, en Zamora, Michoacán, porque la PGR no cuenta con evidencias de que ella tenga participación en alguna irregularidad o abuso cometido contra los niños que habitan las instalaciones de La Gran Familia, nos dicen. Mamá Rosa, responsable de la institución, permanece bajo vigilancia médica desde el martes, luego de la intervención federal en el albergue. Pero la señora no podrá abandonar de inmediato la cama de hospital, porque sigue bajo observación. La clínica es dirigida por Alberto Sahagún, hermano de la ex primera dama Marta Sahagún. Él, al igual que la ex pareja presidencial, se ha sumado a las personas que defienden la labor de décadas de Mamá Rosa, nos comentan.
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Pepe Grillo/La Crónica
Curioso de plumas célebres  se lancen a la defensa de una señora que  tenía  un albergue mitad basurero, mitad  prisión.
Acaso  el  sitio vivió en el pasado  años de esplendor.  Lo  que los medios de comunicación  han transmitido  en días recientes  muestran  una cloaca  para  infantes.
Claro que  regentear  un muladar  no es  un delito, al menos no uno grave.
No parece,  hasta el momento,  que la  gente de la  Procuraduría  General de la  República tenga un caso sólido.
Si la  señora conocida como Mamá Rosa  la  hizo, que la pague. Pero si no la  hizo  o la autoridad no tiene manera de  comprobarlo, que la suelten de  inmediato.
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TEMPLO MAYOR/Reforma
LA POSTURA de Vicente Fox en torno al tema de “Mamá Rosa” Verduzco prendió las alertas entre los priistas.
DESDE la campaña electoral de 2012, el hombre de las botas dejó bien claro su apoyo incondicional a Enrique Peña Nieto, postura que ha refrendado cada vez que puede desde que inició el sexenio.
PERO EL CASO de la dueña del albergue “La Gran Familia”, en Zamora -la tierra de Marta Sahagún-, es el primero en el que la ex “pareja presidencial” se ha manifestado en contra de una acción del actual gobierno.
LA SITUACIÓN ha puesto a pensar a más de uno si será verdad que se cometió un exceso contra la octagenaria que, dicho sea de paso, podría salir libre tan pronto como hoy.
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FRENTES POLÍTICOS/Excelsior
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Columnas Arsenal
‘KRAUZE, PONIATOWSKA, LE CLÉZIO, VILLORO… BÁJENSE DE SU CÚSPIDE’/Francisco Garfias
Excelsior,
Alina García Barba es coordinadora de posgrado en comunicación de la UP de Guadalajara. Muchos años fue reportera de Notisistema. Hace aproximadamente tres décadas hizo un reportaje radiofónico sobre el albergue La Gran Familia de Zamora, Michoacán. Denuncio públicamente las “atrocidades” que vio. Las autoridades ni se inmutaron.
 “Lo que entonces vi y escuché no dista mucho de lo que hoy describen ustedes. Abusos, vejaciones, insalubridad, detrás de una reja que dividía la parte presentable, del albergue; la de las visitas, del infierno y las atrocidades que cotidianamente sufrían los que habitaban detrás de esa reja”, señala.
No entiende, ni nosotros tampoco, la postura de destacados intelectuales, políticos y futbolistas de este país en defensa, casi incondicional, de la señora Rosa Verduzco, de 82 años.
La académica de la UP reconoce que el operativo de las autoridades fue excesivo, pero pide a Krauze, Poniatowska, Le Clézio, Villoro, Fox, y Rafa Márquez que escuchen a las víctimas, antes de pronunciarse como lo hicieron.
Le Clézio, premio Nobel de Literatura, hasta la canonizó.
 “¿Cómo se atreven a pronunciarse tan categóricamente si no conocen de primera mano la realidad?”, pregunta Alina. Y agrega con dureza: “Hay que escuchar las versiones de las familias afectadas, olvidarse de su estatus, bajar de su cúspide…”.
Surgen otras preguntas pertinentes. ¿Cuántos de los que firmaron la carta en la que se asegura que el linchamiento de Mamá Rosa “arroja una mancha de oprobio sobre una vida de servicio” conocen de cerca la realidad de La Gran Familia?
¿Cuántos firmaron contra el nuevo Michoacanazo —así lo califican— sólo porque el colega lo pidió?
- Al albergue de Mamá Rosa llegó hace 28 años la reportera García Barba con una familia de Guadalajara que buscaba al hijo que, tiempo atrás, había abandonado en el DIF de Jalisco.
La familia llevaba más de dos años buscándolo. Creyeron que lo encontrarían en el DIF de Guadalajara. Pero ya no estaba. Nadie sabía de él. Cero información.
Los padres no se dieron por vencidos. Movieron cielo y tierra para dar con el muchacho. Lo encontraron en la casa de Mamá Rosa en Zamora, a muchos kilómetros de Guadalajara. ¿Cómo llegó allí? Misterio.
La familia contactó a la reportera. Le pidió que los acompañara. No lo dudó. El tema era atractivo. Alina no detalla cómo lograron tener acceso al albergue. Hay detalles que no recuerda. Pero lo que no se le olvida es la escena del encuentro de la familia con el chamaco.
Narra: “Con el muchacho llegaron los hermanos mayores que tenía en el albergue. Hacían las veces de guaruras. Eran muchachos como de 17 o 18 años. No se movían del lugar. Vigilaban que el muchacho no hablara de más”, asevera.
Cuenta que le preguntaron al chamaco por qué no se había fugado cuando podía salir a la calle a pedir limosna o a realizar algún encargo. “Sólo dejan salir a los que tienen hermanos menores en el albergue”, respondió. Otra cosa que se le quedó grabada fue la acusación de que al que se portara mal lo metían en el registro de una alcantarilla.
De acuerdo con el relato de Alina, la familia aprovechó un momento de descuido para sacar al chamaco del albergue, subirlo al coche y llévaselo a Guadalajara. Los hermanos mayores reaccionaron tarde, pero con violencia. Se fueron contra el vehículo “a punta de palos y piedras”. Dos de ellos se arrojaron sobre el auto para impedir la “fuga”. No lo lograron.
La entonces reportera reconoce que sintió mucho miedo. Una vez pasado el susto le pidió una y otra vez una entrevista a Mamá Rosa.
 Nunca se la dio.
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El bravucón Javier Mileí, agrede a Petro y de pasó a AMLO

Javier Mileí, presidente de Argentina se le pasó la boca de nuevo , y , esta vez no ofrecerá disculpas como lo hizo con el papa Francisco..