Levantar
muros no es de cristianos.
A
bordo del avión de regreso a Roma, el pontífice criticó los dichos contra
México que hizo el precandidato presidencial republicano; rehusó hablar de
política italiana.
Nota de Elisabetta
Piqué/LA NACIONJUEVES 18 DE FEBRERO DE 2016 • 16:17
A
BORDO DEL VUELO PAPAL.- En la tradicional conferencia de prensa que brindó en
el avión de regreso a Roma, pese a la agotadora gira de cinco días en México ,
el papa Francisco se quedó una hora parado en la parte trasera del avión
contestando a todo tipo de preguntas.
En
una respuesta que hará mucho ruido y repercutirá en la campaña electoral
norteamericana, disparó contra el candidato republicano a la presidencia,
Donald Trump.
Preguntado,
también, sobre si un católico norteamericano puede votar por una persona así,
el Papa, diplomático, aseguró: "no me meto". Pero reiteró: "solo
digo: este hombre no es cristiano si es que dice esto, hay que ver si dijo así
las cosas, y doy el beneficio de la duda".
Respecto
de la acusación que le hizo Trump de ser un "hombre político" y una
suerte de instrumento del gobierno mexicano para la política migratoria,
contestó, con ironía.
"Bueno,
gracias a Dios que dijo que yo soy político, porque Aristóteles define a la
persona humana como un animal politicus. Al menos soy una persona humana. ¿Y
que soy un instrumento? Quizás, no sé. Lo dejo al juicio de ustedes, de la
gente", respondió.
Contradicción
Minutos
después de esas afirmaciones, pareció contradecirse al asegurar que "el
Papa no puede meterse en políticas internas de un país". Lo hizo tras una
pregunta del grupo de periodistas italianos sobre su posición ante la ley sobre
uniones civiles de personas del mismo sexo que se está discutiendo en este
momento en el Parlamento italiano.
"Ante
todo, no sé como están las cosas en el parlamento italiano", dijo al
principio. "El Papa no se mete en política italiana. En la primera reunión
que tuve con los obispos en mayo de 2013 una de las tres cosas que les dije
fue: 'con el gobierno italiano arréglense ustedes", contó. "Porque el
Papa es para todos, y no puede meterse en políticas concretas, internas, de un
país. Este no es el rol del Papa".
Ante
otra pregunta sobre cuál debería ser la actitud de los parlamentarios católicos
italianos a la hora de votar esa misma ley sobre uniones civiles homosexuales,
el Papa aseguró que el legislador "debe votar según la propia conciencia
bien formada".
Y
para explicar el significado contrario a esto, evocó un episodio argentino de
cuando se votó la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo en Buenos
Aires. La ley se encontraba " ahí, emparejada en los votos y al final uno
aconsejó a otro: ¿Tu ves claro? No. Tampoco yo, pero así perdemos. Pero si no
vamos, no damos quórum. Pero si damos el quórum, damos el voto a Kirchner. Prefiero
darlo a Kirchner y no a Bergoglio y adelante", contó. Y explicó:
"esto no es conciencia bien formada".
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