Pero creo que es una sociedad mexicana que es víctima de todo esto, de los crímenes, de descartar gente: es un dolor muy grande porque este pueblo no se merece un dolor como este.
- El
tema de la pederastia, como bien lo sabe México, tiene raíces muy dolorosas.
El caso del padre Maciel dejó herencias fuertes, sobre todo con las víctimas. Las víctimas se siguen sintiendo desprotegidas de la Iglesia. Muchos de ellos siguen siendo hombres de fe, algunos incluso han seguido el sacerdocio.
Le pregunto: ¿qué piensa de este tema?
¿En algún momento pensó en reunirse con las víctimas?
Y, en general, ¿esta idea de que cuando los sacerdotes llegan a ser detectados en casos de esta naturaleza lo que se hace es cambiarlo , nada mas, de parroquia?
El caso del padre Maciel dejó herencias fuertes, sobre todo con las víctimas. Las víctimas se siguen sintiendo desprotegidas de la Iglesia. Muchos de ellos siguen siendo hombres de fe, algunos incluso han seguido el sacerdocio.
Le pregunto: ¿qué piensa de este tema?
¿En algún momento pensó en reunirse con las víctimas?
Y, en general, ¿esta idea de que cuando los sacerdotes llegan a ser detectados en casos de esta naturaleza lo que se hace es cambiarlo , nada mas, de parroquia?
Pero, si ustedes se acuerdan, diez días antes de morir San Juan Pablo II, aquel Vía Crucis del Viernes Santo le dijo a toda la Iglesia que había que limpiar las porquerías de la Iglesia. Y en la misa ‘Pro Eligendo Pontifice', pese a que él sabía que era candidato, no es tonto, no le importó maquillar su postura, dijo exactamente lo mismo.
O sea, fue el valiente que ayudó a tantos a abrir esta puerta. Así que lo quiero recordar, porque a veces nos olvidamos de estos trabajos escondidos que fueron los que prepararon los cimientos para destapar la olla. Tercero: estamos trabajando bastante con el cardenal Secretario de Estado, charlando, y también con el equipo de los nueve cardenales consejeros. Después de escuchar decidí nombrar un tercer secretario adjunto en la Doctrina de la Fe para que se encargue solamente de estos casos, porque la Congregación no se da abasto con todos los que tiene. Además, se constituyó el tribunal de apelación, presidido por monseñor Scicluna, que está llevando los casos de segunda instancia cuando hay recursos, porque los primeros recursos los hace la plenaria, la feria cuarta la llaman (se reúne los miércoles) de la Doctrina de la Fe.
Cuando hay recursos vuelve a la primera instancia, y eso no es justo. Entonces, segundo recurso, también con perfil legal, con abogado defensor, pero hay que apurar porque estamos bastante atrasados en los casos porque van apareciendo casos.
Tercero, otra cosa que está trabajando muy bien, es la Comisión para la tutela de menores. No está estrictamente encerrada en los casos de pederastia, pero recibe tutela de menores. Ahí yo me reuní una mañana entera con seis de ellos. Dos alemanes, dos irlandeses y dos ingleses. Varones y mujeres abusados, víctimas. Y también me reuní con víctimas en Filadelfia. Ahí también una mañana tuve una reunión con víctimas. O sea que se va trabajando. Pero yo doy gracias a Dios que se haya destapado esta olla y hay que seguir destapándola. Y tomar conciencia. Y lo último que quiero decir es que esto es una monstruosidad porque un sacerdote está consagrado para llevar a un niño a Dios y ahí se lo come en un sacrificio diabólico. Lo destruye.
Y
lo de Maciel… Bueno, lo de Maciel… Volviendo a la Congregación, tuvo una
intervención, y hoy día el gobierno de la Congregación está semi-intervenido. O
sea, el superior general, que es elegido por el consejo, por el capítulo
general, pero el vicario lo elige el Papa. Dos consejeros generales los elige
el consejo, el capítulo general, y los otros dos los elige el Papa. De tal
manera que así vamos ayudando a revisar cuentas antiguas.
-Usted
hoy habló muy elocuentemente de los
problemas de la inmigración. Del otro lado de la frontera hay una
campaña electoral muy dura. Uno de los candidatos a la Casa Blanca,
republicano, Donald Trump, en una entrevista recientemente dijo que usted es un
hombre político y hasta dijo que usted es un instrumento del gobierno mexicano
para la política migratoria. Trump dijo que si es electo quiere construir 2500
kilómetros de muro a lo largo de la frontera, quiere deportar a 11 millones de
inmigrantes ilegales, separando familias, etc. Quisiera preguntarle: ¿qué
piensa de estas acusaciones en su contra y si un católico norteamericano puede
votar por una persona así?
-Gracias
a Dios que dijo que yo soy político, porque Aristóteles define a la persona
humana como un animal politicus. Al menos soy una persona humana. Y que soy un
instrumento, quizás, no sé. Lo dejo al juicio de ustedes, de la gente. Y
después, una persona que piensa sólo en hacer muros, sea donde sea, y no hacer
puentes, no es cristiano. Esto no está en Evangelio. Después, lo que usted me
decía, sobre qué aconsejaría, votar o no votar, no me meto. Solo digo: este hombre no es cristiano si es
que dice esto, hay que ver si dijo así las cosas, y doy el beneficio de la
duda.
-El
encuentro con Kirill y la firma de la declaración común provocó las reacciones
de los greco-católicos de Ucrania: dijeron que se sentían traicionados y hablan
de un documento político, de apoyo a la política rusa. ¿Piensa usted ir a Moscú
o a Creta por el sínodo panortodoxo?
-Yo
estaré presente, espiritualmente, en Creta con un mensaje. Me gustaría ir, pero
hay que respetar el Sínodo. Habrá observadores católicos y detrás de su trabajo
estaré yo, rezando con los mejores deseos para que los ortodoxos puedan salir
adelante. Sus obispos son obispos como nosotros.
Con Kirill, mi hermano, nos abrazamos y besamos, y luego tuvimos un coloquio de dos horas, en el que hablamos como hermanos, sinceramente: nadie sabe de qué hablamos. Sobre la declaración de los ucranianos: cuando la leí, me preocupé un poco, porque la hizo el arzobispo mayor de Kyiv-Halyc de los ucranianos, Sviatoslav Schevchuk. Es él el que dijo que el pueblo se siente profundamente desilusionado y traicionado. Yo conozco muy bien a Sviatoslav, trabajamos 4 años juntos en Buenos Aires. Cuando, a los 42 años, fue elegido arzobispo mayor, vino a despedirse y me regaló un ícono de la Virgen de la ternura, y me dijo: ‘Me ha acompañado toda la vida, quiero dejártela a ti, porque me has acompañado estos cuatro años’.
Y la tengo en Roma, entre las pocas cosas que me llevé de Buenos Aires. Lo respeto, nos hablamos de tú; me pareció un poco extraña su declaración. Pero, para comprender una noticia o una declaración hay que buscar la hermenéutica de conjunto. Y esa declaración de Schevchuk está en el último párrafo de una larga entrevista. Él se declara hijo de la Iglesia, en comunión con el Obispo de Roma, habla sobre el Papa y su cercanía al Papa.
Sobre la parte dogmática, ninguna dificultad: es ortodoxa en el buen sentido de la palabra, es decir es doctrina católica. Y luego cada quien tiene el derecho de expresar sus opiniones, son sus ideas personales. Todo lo que dijo fue sobre el documento, no sobre el encuentro con Kirill.
El documento es discutible, y también hay que añadir que Ucrania está en un momento de guerra, de sufrimiento: muchas veces he manifestado mi cercanía al pueblo ucraniano. Se comprende que un pueblo en esa situación sienta esto, el documento es opinable sobre esta cuestión de Ucrania, pero en esa parte de la declaración se pide detener esta guerra, que se llegue a acuerdos. Yo, en lo personal, espero que los acuerdos de Minsk sigan adelante y que no se borre con el codo lo que se escribió con la mano. He recibido a ambos presidentes, y por eso cuando Schevchuk dice que escuchó a su pueblo decir esto, lo comprendo. No hay que espantarse por esa frase. Una noticia debe ser interpretada con la hermenéutica del conjunto, no de la parte.
Con Kirill, mi hermano, nos abrazamos y besamos, y luego tuvimos un coloquio de dos horas, en el que hablamos como hermanos, sinceramente: nadie sabe de qué hablamos. Sobre la declaración de los ucranianos: cuando la leí, me preocupé un poco, porque la hizo el arzobispo mayor de Kyiv-Halyc de los ucranianos, Sviatoslav Schevchuk. Es él el que dijo que el pueblo se siente profundamente desilusionado y traicionado. Yo conozco muy bien a Sviatoslav, trabajamos 4 años juntos en Buenos Aires. Cuando, a los 42 años, fue elegido arzobispo mayor, vino a despedirse y me regaló un ícono de la Virgen de la ternura, y me dijo: ‘Me ha acompañado toda la vida, quiero dejártela a ti, porque me has acompañado estos cuatro años’.
Y la tengo en Roma, entre las pocas cosas que me llevé de Buenos Aires. Lo respeto, nos hablamos de tú; me pareció un poco extraña su declaración. Pero, para comprender una noticia o una declaración hay que buscar la hermenéutica de conjunto. Y esa declaración de Schevchuk está en el último párrafo de una larga entrevista. Él se declara hijo de la Iglesia, en comunión con el Obispo de Roma, habla sobre el Papa y su cercanía al Papa.
Sobre la parte dogmática, ninguna dificultad: es ortodoxa en el buen sentido de la palabra, es decir es doctrina católica. Y luego cada quien tiene el derecho de expresar sus opiniones, son sus ideas personales. Todo lo que dijo fue sobre el documento, no sobre el encuentro con Kirill.
El documento es discutible, y también hay que añadir que Ucrania está en un momento de guerra, de sufrimiento: muchas veces he manifestado mi cercanía al pueblo ucraniano. Se comprende que un pueblo en esa situación sienta esto, el documento es opinable sobre esta cuestión de Ucrania, pero en esa parte de la declaración se pide detener esta guerra, que se llegue a acuerdos. Yo, en lo personal, espero que los acuerdos de Minsk sigan adelante y que no se borre con el codo lo que se escribió con la mano. He recibido a ambos presidentes, y por eso cuando Schevchuk dice que escuchó a su pueblo decir esto, lo comprendo. No hay que espantarse por esa frase. Una noticia debe ser interpretada con la hermenéutica del conjunto, no de la parte.
-¿El
Patriarca le invitó a Moscú?
-¿Que
si me invitó Kirill? Prefiero detenerme solo en lo que dijimos en público. El
coloquio privado es privado, pero puedo decir que salí feliz, y también él.
-Mi
pregunta es sobre la familia. Un tema que usted ha afrontado a menudo en este
viaje. En el parlamento italiano se está discutiendo la ley sobre uniones
civiles, un tema que está llevando a fuertes enfrentamientos en la política,
pero también un fuerte debate en la sociedad y entre los católicos. En
particular, quisiera saber ¿qué piensa sobre las adopciones por parte de las
uniones civiles y, por tanto, sobre los derechos de los niños y de los hijos en
general?
-Lo
primero de todo, yo no sé cómo están las cosas en el parlamento italiano. El
Papa no se inmiscuye en la política italiana. En la primera reunión que tuve
con los obispos en mayo de 2013 una de las tres cosas que les dije: “Con el
gobierno italiano se las arreglan ustedes”. Porque el Papa es para todos, y no
puede meterse en políticas concretas, internas, de un país. Este no es el papel
del Papa. Y lo que yo pienso, y que piensa la la Iglesia -porque este no es el
primer país que hace esta experiencia; hay muchos-, yo pienso lo que la Iglesia
siempre ha dicho sobre esto.
-Santo
Padre, desde hace algunas semanas hay mucha preocupación en bastantes países
latinoamericanos, pero también en Europa, por el virus Zika. El riesgo mayor
sería para las mujeres embarazadas; hay angustia. Algunas autoridades han
propuesto el aborto o evitar el embarazo. En este caso, ¿la Iglesia puede tomar
en consideración el concepto de mal menor?
-El
aborto no es un mal menor: es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a
otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto. Sobre el mal
menor… lo de evitar el embarazo… Hablamos en términos de conflicto entre el
Quinto y el Sexto mandamiento. Pablo VI, el grande, en una situación difícil en
África permitió a las monjas usar anticonceptivos para casos en los que fueron
violentadas. No confundir el mal de evitar el embarazo, por sí solo, con el
aborto. El aborto no es un problema teológico: es un problema humano, es un
problema médico. Se asesina a una persona para salvar a otra (en el mejor de
los casos).
Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer. Es un mal en sí mismo, pero no es un mal religioso al inicio: ¡no! Es un mal humano. Después, evidentemente, como es un mal humano, cada asesinato es condenado.
Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer. Es un mal en sí mismo, pero no es un mal religioso al inicio: ¡no! Es un mal humano. Después, evidentemente, como es un mal humano, cada asesinato es condenado.
En
cambio, evitar el embarazo no es un mal absoluto. En ciertos casos, como en
este, como en el que he nombrado de Pablo VI, era claro. También yo exhortaría
a los médicos a que hagan de todo para encontrar también las vacunas contra
estos dos mosquitos que contagian esta enfermedad. Sobre esto se debe trabajar.
-Dentro
de unos días va a recoger el premio Carlomagno.Parece que la Unión Europea está
perdiendo pedazos con la crisis del euro y ahora con la crisis de los
refugiados. Tiene usted una palabra para nosotros en una situación de crisis?
Sobre
el premio Carlomagno, yo tenía la costumbre de no aceptar premios o
reconocimientos, pero desde siempre, no por humilde sino porque no me gustan
estás cosas. Pero en este caso, no digo forzado, pero sí convencido con la
santa y teológica cabezonería del cardenal Kasper, que ha sido elegido para
convencerme. Y yo dije sí, pero en el Vaticano. Y dije esto, lo ofrezco por
Europa, que sea un premio por que Europa pueda hacer lo que yo he deseado en
Estrasburgo: que no sea la abuela Europa, sino la madre Europa. Segundo, el
otro día, leyendo las noticias sobre esta crisis –yo leo poco, hojeo solo un
periódico durante 15 minutos y luego me hago informar por la Secretaría de
Estado—, una palabra que me ha gustado, y no sé quién la aprueba o quién no: la
refundación de la Unión Europea.
Y yo he pensado en los grandes padres, pero hoy ¿dónde está un Schumann, un Adenauer, y todos estos grandes que después de la guerra fimdaron la Unión Europea? Y me gusta esta idea de la refundación. Ojalá se pueda hacer. Porque Europa no diría que es única, pero tiene una fuerza, una cultura, una historia, que no puede ser desperdiciadas. Y debemos hacer de todo para que la Unión Europa tenga la fuerza y la inspiración de ir hacia delante.
Y yo he pensado en los grandes padres, pero hoy ¿dónde está un Schumann, un Adenauer, y todos estos grandes que después de la guerra fimdaron la Unión Europea? Y me gusta esta idea de la refundación. Ojalá se pueda hacer. Porque Europa no diría que es única, pero tiene una fuerza, una cultura, una historia, que no puede ser desperdiciadas. Y debemos hacer de todo para que la Unión Europa tenga la fuerza y la inspiración de ir hacia delante.
-¿Cómo
es posible que la Iglesia aún hoy perdone con más facilidad a un asesino que a
un divorciado vuelto a casar?
-Ah,
¡me gusta esta pregunta! De familia han hablado dos sínodos. El Papa habló todo
el año durante las eucaristías. Me gusta esta pregunta, porque ella tuvo
plasticidad en hacerla. En el documento post-sinodal, que saldrá antes de
Pascuas, se retoma todo lo que el sínodo abordó en la pastoral de las familias
heridas. Es una de mis preocupaciones. Otra es la preparación al matrimonio. Imagínese:
para ser cura, es necesario estudiar por 8 años y luego, si no lo logras, pides
una dispensa y te vas. Ahora, para un sacramento que dura toda la vida, tres,
cuatro clases y es suficiente… La
preparación al matrimonio es muy importante… porque creo que es algo que en la
Iglesia, en la pastoral común, ni aparece, ni en otros países sudamericanos…
Ahora
no mucho, pero hace algunos años existía en mi país la costumbre de los
casamientos de apuro, casamientos llevados a cabo porque la mujer se había quedado
embarazada, para taparlo socialmente y salvar el honor. Estos no eran libres, y
muchas veces ha ocurrido, pero eso implica que un casamiento no es válido.
Mejor que es que se deje nacer al niño, siguiendo como una pareja. Hay un error. Otro capítulo muy interesante
es la educación de los hijos.
Las víctimas de los problemas familiares son los hijos, los hijos. Por ejemplo, cuando el padre no tiene tiempo para hablar con sus hijos, cuando la madre no tiene tiempo libre para hablar con sus hijos, eso no está bien. Cuando yo confieso a parejas con hijos: '¿Cuántos hijos tiene?'. Algunos se asustan, pues creen que el cura les va a preguntar siempre si tienen más.
-Entonces, yo haría una segunda pregunta: '¿Usted viaja con los jóvenes?'. Problemas sociales que han herido a la familia. Me gusta su pregunta. La tercera cosa interesante del encuentro con las familias en Tuxla Gutiérrez. Había en ese acto una pareja de casados en segundas nupcias.. La palabra clave que usó el Sínodo, y lo retomaré en la exhortacaión, es 'integrar' en la vida de la Iglesia a las familias heridas. Sin olvidar a los niños que son las primeras víctimas.
Las víctimas de los problemas familiares son los hijos, los hijos. Por ejemplo, cuando el padre no tiene tiempo para hablar con sus hijos, cuando la madre no tiene tiempo libre para hablar con sus hijos, eso no está bien. Cuando yo confieso a parejas con hijos: '¿Cuántos hijos tiene?'. Algunos se asustan, pues creen que el cura les va a preguntar siempre si tienen más.
-Entonces, yo haría una segunda pregunta: '¿Usted viaja con los jóvenes?'. Problemas sociales que han herido a la familia. Me gusta su pregunta. La tercera cosa interesante del encuentro con las familias en Tuxla Gutiérrez. Había en ese acto una pareja de casados en segundas nupcias.. La palabra clave que usó el Sínodo, y lo retomaré en la exhortacaión, es 'integrar' en la vida de la Iglesia a las familias heridas. Sin olvidar a los niños que son las primeras víctimas.
Integrar
en la iglesia no significa conceder la comunión. Yo conozco a católicos casados
en segundas nupcias que van a la iglesia una vez, dos veces al año, y quieren
hacer la comunión como si fuera un título adquirido. Un trabajo de
integración... Todas las puertas están abiertas, pero no se puede decir que
estas personas pueden comulgar. Esto sería una herida, también para los matrimonios,
porque esto no los haría proceder por ese camino de integración. Y estos dos
(de Tuxtla) eran felices. Usaron una expresión muy linda: nosotros no
comulgamos en la eucaristía, pero sí estamos en comunión cuando visitamos a
hospitales y compartimos cosas. Su
integración es esa. Si hay algo más, ya lo dirá el Señor. Es un camino, una
strada.
-Los
medios han publicado el intercambio de cartas entre el Papa Juan Pablo II y la
filósofa americana Anna Teresa Tymieniecka. Según usted, ¿un Papa puede tener
una relación tan íntima con una mujer? ¿Usted conoce o ha conocido este tipo de
experiencia?
-Esta
relación de amistad entre san Juan Pablo II y esta filósofa la conocía cuando
estaba en Buenos Aires. Juan Pablo II era un hombre inquieto. Después, yo diré
que un hombre que no sabe tener una buena relación de amistad con una mujer –no
hablo de los misóginos que son enfermos— es un hombre al que le falta alguna
cosa. Y yo por experiencia propia cuando pido un consejo, a un colaborador o
amigo, me gusta también escuchar el parecer de una mujer. Y te dan tantas
riquezas. Miran las cosas de otro modo. A mí me gusta decir que la mujer es la
que construye la vida en el vientre. Y tiene este carisma de darte cosas para
constuir. Una amistad con una mujer no es pecado. Una relación amorosa con una
mujer que no sea tu mujer es pecado. ¿Entendido? Y el Papa es un hombre, tiene
necesidad incluso del pensamiento de las mujeres y también el Papa tiene un
corazón que puede tener una amistad sana con una mujer. Hay santos amigos
Fancesco y Clara, santa Teresa, san Juan de la Cruz. ¡No hay que asustarse!,
pero las mujeres todavía son están bien consideradas en la Iglesia. No hemos
entendido el bien que una mujer puede hacer a la vida del cura y de la iglesia,
en un sentido de consejo de ayuda, de sana amistad.
Yo
vuelvo sobre el tema de la ley que está por ser votada en Italia, es una ley
que de alguna manera involucra a otros Estados, porque otros Estados también
han puesto en su atención leyes que corresponden a uniones entre personas del
mismo sexo. Existe un documento de la Congregación para la Fe, que data de
2003, que dedica una amplia atención a esto y dedica un capítulo al
comportamiento que deben tener los parlamentarios católicos en el Parlamento
ante estas leyes. Se dice expresamente que los parlamentarios católicos no
deben votar estas leyes. Considerando que existe mucha confusión sobre esto, le
quería preguntar, ante todo si este documento del 2003 tiene todavía un valor.
Y, efectivamente, cuál es el comportamiento que un parlamentario católico debe
tener.
Yo
no recuerdo bien ese documento de 2003 de la Congregación para la Doctrina de
la Fe, pero un todo parlamentario católico debe votar según la propia
conciencia bien formada. Esto diría, sólo esto. Creo que es suficiente, y digo
bien formada porque no es la conciencia lo que me parece. Recuerdo cuando fue
votado el matrimonio entre personas del mismo sexo en Buenos Aires, y estaba
ahí, emparejado en los votos, al final uno le preguntó a otro: '¿Tu ves claro?'.
'No. Tampoco yo, pero así perdemos'. 'Pero si no vamos, no damos quórum'. 'Pero
si damos el quórum, damos el voto a Kirchner'. 'Prefiero darlo a Kirchner y no
a Bergoglio', y así. Esto no es conciencia bien formada. Y sobre las personas
del mismo sexo repito lo que dije en el viaje de Río de Janeiro, que está en el
Catecismo de la Iglesia.
Después
de Moscú, El Cairo. ¿Hay otro deshielo que se observa al horizonte? Me refiero
a la audiencia que usted desea con el Papa de los sunitas, llamémoslo así, el
Imán de Al Azhar.
-Sobre
esto fue Monseñor Ayuso a El Cairo la semana pasada, para encontrar al segundo
del Imán y saludar el Imán, monseñor Ayuso secretario del cardenal Tauran, del
secretario del Pontificio Consejo del Diálogo Interreligioso. Yo quiero
encontrarlo, sé que a él le gustaría, estamos buscando el modo, siempre a
través del cardenal Tauran porque es el camino, pero lo lograremos.
-Aún
no volvemos a Roma y estamos pensando en los próximos viajes. Santo Padre,
¿cuándo viajará a la Argentina, donde lo esperan desde hace tanto tiempo?
¿Cuándo volverá a Latinoamérica? ¿O a China? Una frase: usted habló muy seguido
en este viaje de soñar, ¿qué sueña usted?. Y, sobre todo, ¿cuál es su
pesadilla?
¡China!,
ir allá. Me gusta mucho. Quiero decir también una cosa justa sobre el pueblo
mexicano. Es un pueblo de una riqueza muy grande. Es un pueblo que sorprende.
Tiene una cultura milenaria. ¿Ustedes saben que hoy en México se hablan 65
lenguas? Contando a los indígenas, 65. Es un pueblo de una gran fe, aunque ha
sufrido persecución religiosa, hay mártires, ahora canonizaré dos, dos o tres.
Es un pueblo que no se puede explicar. A un pueblo no se lo puede explicar simplemente porque la palabra pueblo no es una categoría lógica, es una categoría mítica. El pueblo mexicano no se puede explicar, esta riqueza, esta historia, esta alegría, esta capacidad de hacer fiesta en estas tragedias de las cuales ustedes me preguntaron. Yo no puedo decir otra cosa que esta unidad, que este pueblo haya logrado no fracasar, no terminar, con tantas guerras y cosas, cosas que suceden ahora, pero ahí en Ciudad Juarez había un pacto de 12 horas de paz por mi visita, después volverán a luchar entre ellos, los traficantes.
Es un pueblo que no se puede explicar. A un pueblo no se lo puede explicar simplemente porque la palabra pueblo no es una categoría lógica, es una categoría mítica. El pueblo mexicano no se puede explicar, esta riqueza, esta historia, esta alegría, esta capacidad de hacer fiesta en estas tragedias de las cuales ustedes me preguntaron. Yo no puedo decir otra cosa que esta unidad, que este pueblo haya logrado no fracasar, no terminar, con tantas guerras y cosas, cosas que suceden ahora, pero ahí en Ciudad Juarez había un pacto de 12 horas de paz por mi visita, después volverán a luchar entre ellos, los traficantes.
Un
pueblo que aún tiene esta vitalidad solamente se explica por Guadalupe, y yo les
invito a estudiar seriamente el hecho de Guadalupe. La Virgen está ahí. Yo no
encuentro otra explicación, y sería lindo que ustedes como periodistas... hay
algunos libros buenos que explican muy bien el cuadro, cómo es, lo que
significa... y así se podrá comprender un poco este pueblo tan grande y tan
bello.
-¿En
qué sueña, en italiano y en español? ¿Qué le pidió a la Guadalupe?
-He
pedido por el mundo, por la paz, por muchas cosas, y la pobrecilla ha acabado
con la cabeza así de grande. He pedido perdón. He pedido que la Iglesia crezca
sana. He pedido por el pueblo mexicano y una cosa por la que he pedido mucho:
que los curas sean buenos curas y las monjas buenas monjas.
Yo
diré que sueño en esperanto. No sé cómo responderé a esto. A veces sí recuerdo
algún sueño en otro idioma, pero soñar en idiomas, no. Con figuras sí, mi
psicología es así. Con palabras sueño poco. Y los obispos, buenos obispos como
lo quiere el señor, por esto he rezado tanto. Pero las cosas que un hijo dicen
a la mamá son un secreto.
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