14 mar 2016

Columna Jaque Mate de Sergio Sarmiento desde Los Mochis, Sinaloa

Columna Jaque Mate de Sergio Sarmiento en Reforma, 14 de marzo de 2016
 Mejor agricultura
 “La propiedad rescatará a un campesino de [su miseria]. La productividad lo mantendrá de pie”. Gloria Macapagal-Arroyo
 LOS MOCHIS.- Para empezar es falso que la gente ande con metralletas en las calles, una más de las imágenes falsas generadas por los medios. Sinaloa sorprende más bien por la riqueza de su agricultura y su producción de alimentos. Un traslado en automóvil expone al visitante a kilómetro tras kilómetro de tierras meticulosamente cultivadas. Si no fuera por el trasfondo de caliente aridez, uno pensaría que se encuentra en Suiza o Francia. Sinaloa tiene sólo 2 por ciento de la población y 3 por ciento del territorio nacional, pero produce el 30 por ciento de los alimentos del país (citsinaloa.gob.mx).
 En Los Mochis asisto este 12 de marzo a Expoceres, una exposición de productos y servicios agrícolas de Grupo Ceres, consorcio regional cuyo presidente y fundador, Guillermo Elizondo Collard, es un joven de 84 años de edad que colaboró con Norman Borlaug. Este investigador estadounidense produjo los primeros trigos enanos y generó la “revolución verde” que salvó a mil millones de morir de hambre. Por eso ganó el Premio Nobel de la paz. El interés del ingeniero Elizondo en la investigación persiste; una de sus empresas, Semillas Ceres, se dedica a la investigación y producción de semillas híbridas de maíz y sorgo.

 Sinaloa es ejemplo de lo mucho que se puede lograr en producción de alimentos en nuestro país. A pesar de la escasez de agua, el rendimiento de maíz en el estado ha pasado de 3.3 toneladas por hectárea en 1986 a 10.5 en 2014 (panorama-agro.com, 19 mayo 2015). En algunos casos se han logrado rendimientos de hasta 16 toneladas por hectárea. El promedio nacional en 2014, en cambio, era de apenas 3.2 toneladas (Financiera Rural). A nivel mundial en 2008 se registraba un promedio de 4.6 toneladas por hectárea mientras que Estados Unidos lograba 9 toneladas (Sagarpa). Con razón se ha dicho que los agricultores sinaloenses son los mejores del mundo. Y no nada más en maíz. Sinaloa cultiva además hortalizas, frutas y caña de manera muy competitiva.
 Varios factores se conjugan para la alta productividad agrícola de Sinaloa. Las invasiones de tierras, me dice un productor, han desaparecido. La mayor certidumbre en la tenencia de la tierra permite inversiones de mayor plazo. Pero también hay en Sinaloa una mayor proporción de tierra privada que en estados del sur, donde predominan ejidos y tierras comunales con bajísimos niveles de productividad. Las unidades de producción son mayores en Sinaloa, a pesar de que se mantiene formalmente el dañino límite de 100 hectáreas por propiedad. Sinaloa utiliza, asimismo, más tecnología e irrigación. A pesar de que sigue prohibida la producción de maíz transgénico, una desventaja ante los productores estadounidenses, los sinaloenses utilizan maíces híbridos.
 Los actuales precios del maíz, sin embargo, no son suficientes para cubrir los costos de producción. El 11 de marzo se registraba un precio de 143.69 dólares por tonelada (ASERCA), equivalentes a 2,586 pesos a un tipo de 18 pesos por dólar, para entrega el 6 de mayo, mientras que los costos de producción rondan los 3,238 pesos por tonelada (panorama-agro.com). Los agricultores se quejan de que los “apoyos” del gobierno no les están llegando a tiempo y con montos suficientes.
 A mi juicio el problema de fondo son precisamente los subsidios en Estados Unidos, Europa y México que han generado un exceso de producción. Pero es difícil convencer a los agricultores que los subsidios son la causa y no la solución del problema.
 Sinaloa es prueba de que México puede alcanzar excelentes niveles de productividad agrícola. También demuestra que la productividad requiere factores que no existen en el empobrecido sur de nuestro país.
 ADELANTAN RELOJ
 Ayer adelantaron su reloj los estadounidenses y los habitantes de la franja fronteriza de nuestro país. El resto de los mexicanos seguimos con horario de invierno. Los estudios en Estados Unidos, sin embargo, no comprueban que el cambio de horario ahorre electricidad.

@SergioSarmiento


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