Las crisis asedian al joven gobierno de Donald Trump
Jueves 16 de febrero de 2017
WASHINGTON (AP) — En apenas un mes en la Casa Blanca, el gobierno del presidente Donald Trump está asediado por una gran cantidad de situaciones críticas.
Divisiones, disfunciones y bajas de figuras clave han dejado al joven gobierno casi paralizado y a los aliados preguntándose cómo resurgirá. Trump ha bajado el ritmo tras las osadas acciones que marcaron sus primeros días en el cargo, un reconocimiento tácito de que el mandatario y su equipo no habían preparado a fondo una agenda.
Casi una semana después de que el veto del gobierno a la entrada de refugiados e inmigrantes de siete naciones de mayoría musulmana fue bloqueado por una corte federal, la Casa Blanca tiene aún problemas para reagruparse y definir su siguiente movimiento. Han transcurrido seis días desde que Trump — que prometió un volumen de acciones inmediatas sin precedentes — anunció su última directriz de política o plan legislativo de gran calado.
Su equipo está hendido por la división y plagado de distracciones. Esta semana, la controversia ha forzado la salida de su principal asesor de seguridad nacional y la renuncia de su nominado a secretario de Trabajo.
"Otro día en el paraíso", dijo sarcásticamente Trump el miércoles después de que su reunión con empresas minoristas fue interrumpida por preguntas de reporteros sobre los vínculos entre su personal de campaña y funcionarios rusos.
Colegas republicanos han comenzado a manifestar sus frustraciones y su nerviosismo porque la Casa Blanca de Trump descarrile sus esperanzas de acciones legislativas.
El senador John Thune exigió el miércoles que la Casa Blanca "deje atrás la etapa de lanzamiento".
"Hay cosas aquí que queremos que se realicen, y queremos tener un enfoque claro de nuestra agenda; y esta constante interferencia y ruido con estas cuestiones que siguen surgiendo es una distracción", se quejó Thune.
El senador por Arizona John McCain explotó contra el enfoque de la Casa Blanca respecto a la seguridad nacional, que calificó de "disfuncional" y preguntó "¿quién está a cargo? No conozco a nadie fuera de la Casa Blanca que lo sepa".
Tal nivel de crítica entre los aliados es inusual durante este periodo, considerado la luna de miel de un presidente nuevo. Pero Trump, un personaje ajeno a la política que hizo casi tanta campaña en contra como a favor de su partido, tiene sólo una pequeña reserva de buena fe para protegerse. Su gobierno hizo accidentados intentos de colaborar con legisladores y con sus propias agencias.
Los funcionarios han comenzado a tratar de cambiar algunas tácticas y algunos escenarios con la esperanza de estabilizar el barco. La Casa Blanca anunció el miércoles que Trump realizará el sábado un mitin al estilo de los de la campaña en Florida, el primero de su presidencia. El presidente ha mencionado frecuentemente lo mucho que adora el calor de las multitudes y el respaldo de sus partidarios.
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