9 nov 2020

Las columnas políticas, hoy lunes 9 de noviembre de 2020

Biden conforma grupo de expertos para responder al COVID-19.., o sea avanza..

Mientras comienza su transición hacia la presidencia, Joe Biden pasa de una agria pugna electoral a otra pelea más urgente: controlar la pandemia que ha golpeado al país más poderoso del mundo con más dureza que a ningún otro.


Hoy  lunes, Biden anunció a los miembros del equipo encargado de responder a la crisis del coronavirus. El grupo incluye médicos y científicos que han trabajado en otros gobiernos, muchos de ellos expertos en salud pública, vacunas y enfermedades infecciosas.

El grupo lo encabezan el exdirector de salud pública Vivek Murthy; el extitular de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus iniciales en inglés), David Kessler, y la doctora Marcella Nunez-Smith, profesora e investigadora de la Universidad de Yale.

También destaca la presencia de Rick Bright, experto en vacunas y exjefe de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado. Bright denunció que fue relegado a un puesto menor porque resistió la presión política para permitir el uso de hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria promovido por el presidente Donald Trump como tratamiento para el COVID-19. (Nota de PHILIP MARCELO de la agencia AP).

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¿Por qué no va el presidente López Obrador a las zonas afectadas?-,le preguntan al C. presidente en la conferencia del sábado en Villahermosa, Tabasco..

La respuesta fue en tono molesto (ver la grabación) ."Porque tengo otras cosas que hacer y ya estuve, o sea, hoy hice un recorrido. Miren, es la primera vez que me subo a un helicóptero.

- Pero la gente lo quería ver de cerca.-, le reviran..

PRESIDENTE: Sí, pero iría yo a una comunidad, a dos y no podría ir yo más tiempo y quise optimizar mi tiempo, o sea, hacer lo que realmente se requiere.

No necesito estarme viendo de manera presencial con la gente, yo llevo a Tabasco prendido en el corazón y nunca se me van a olvidar mis paisanos, nunca, y nunca les voy a fallar.

Desde luego, yo también quisiera ir como antes, pueblo por pueblo, pero resulta que ahora soy presidente de la República y tengo que estar en todos lados, en todos lados quisieran que yo esté....

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Las columnas políticas, hoy lunes 9 de noviembre de 2020

NAS POLÍTICAS,  09 NOVIEMBRE DE 2020.

TEMPLO MAYOR/Reforma

MÁS ALLÁ de la torpeza diplomática que significa no reconocer el triunfo de Joe Biden, lo que realmente debería preocupar al presidente Andrés Manuel López Obrador es la completa disparidad que habrá en las agendas de ambos países a partir del 20 de enero.

NOMÁS para darse una idea de qué tan alejadas están las posturas de ambos, el norteamericano llegará a la Casa Blanca con una lista de cuatro prioridades: Covid-19, recuperación económica, equidad racial y cambio climático. En contraste, para el presidente mexicano la economía ya salió del hoyo, en la pandemia vamos muy bien y las energías renovables ¡son un sofisma!

Y ES QUIZÁ en el tema ambiental en donde empezará a haber fricciones bilaterales. Mientras Donald Trump y AMLO coincidían en idolatrar las energías contaminantes (como el carbón y el combustóleo), Biden trae un agresivo y detallado plan para impulsar las energías limpias. Y no es mero discurso, sino inversiones en infraestructura, metas a 15 y 30 años e, inclusive, estímulos para crear empleos en ese sector.

YA SE VERÁ si el entendimiento con Trump era un asunto de diplomacia... ¡o de similitudes!

POR CIERTO que a más de uno sorprendió que el mandatario mexicano le escamoteara el reconocimiento -o ya de menos una felicitación- a Joe Biden, argumentando un tema de prudencia. Sobre todo, porque no tuvo esa misma prudencia cuando felicitó en su momento al argentino Alberto Fernández y a los bolivianos Evo Morales y Luis Arce, en sus respectivos triunfos. ¿Será que la Doctrina Estrada no es válida para los amigos? Es pregunta que no aplica restricciones.

SIN muchas expectativas inicia esta semana en San Lázaro la discusión -es un decir- del Presupuesto de Egresos 2021. El desánimo surge porque, de plano, la mayoría morenista ya dejó en claro que no tiene interés ni necesidad de escuchar a quienes reclaman recursos.

TAN ES ASÍ que en la Cámara de Diputados se instaló una "ventanilla única", que en realidad es una carpa ubicada en el helipuerto y a la que sólo se podrá ingresar con permiso. Y esa autorización se la han negado a la mayoría de los grupos sociales que se han acercado al Palacio Legislativo para intentar ser escuchados.

PARA COLMO el proyecto económico tiene estrechos márgenes de maniobra debido a la estrechez del propio gobierno federal, pues en la crisis económica y los proyectos faraónicos de la 4T, prácticamente no quedan recursos para repartir.

LA COBIJA no alcanza para los damnificados de las inundaciones, pero el elefante blanco de Dos Bocas sin duda dormirá calientito.

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BAJO RESERVA /El Universal

La fifí del gabinete

Nos comentan que hay una secretaria del más alto nivel que de plano mandó a volar la política de austeridad del presidente Andrés Manuel López Obrador porque, claro, antes de atender una inundación siempre hay que viajar cómoda.

Nos detallan que ayer domingo en el vuelo comercial de las 16:00 horas de Villahermosa, Tabasco, a la Ciudad de México coincidieron Rocío Nahle, secretaria de Energía (Sener); Javier May, secretario de Bienestar, y Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex; sin embargo, no todos viajaron de la misma manera.

Doña Nahle tomó su asiento nada más y nada menos que en primera clase —desobedeciendo el ejemplo de austeridad republicana del Ejecutivo federal— mientas que sus dos compañeros de gabinete se quedaron atrás, en la clase económica. Incluso dentro del gabinete, hay niveles.

Mexicana rumbo a la ONU

El embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, ha estado muy atareado promoviendo la candidatura de Leticia Bonifaz como experta del Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas, cuyas integrantes se elegirán en Nueva York hoy.

Esta alianza puma hará que en breve la ex Consejera Jurídica de la Ciudad de México con Marcelo Ebrard ocupe uno de los 11 espacios que quedarán vacantes en enero de 2021. La última vez que una mexicana formó parte del Comité fue la embajadora Aída González en el 2004.

José Luis Vargas, con Covid, pero cumplirá ante la Corte

Nos dicen que el presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), magistrado José Luis Vargas Valdez, dio positivo a la prueba de Covid-19. Nos aseguran que esto no impedirá que hoy presente de manera virtual —y desde su casa— el informe anual de labores del Tribunal, ante los plenos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), del Consejo de la Judicatura Federal y del propio Tribunal Electoral.

Entre los datos que el magistrado presentará en el informe están la realización de las sesiones por videoconferencia para no frenar el trabajo ante la pandemia, y el Juicio en Línea, que permitirá afrontar los comicios más grandes de la historia de México hasta el momento y cuyo proceso ya inició el pasado 7 de septiembre.

Paran en seco a suspirante en BC

Cuando el 16 de octubre Arturo González Cruz pidió licencia como alcalde de Tijuana para buscar la candidatura de Morena a la gubernatura de Baja California, de inmediato se prendieron las alarmas. Nos dicen que los señalamientos en su contra por supuestos actos de corrupción y las sospechas de ligas con el crimen organizado tras el asesinato del periodista Mariano Soto, hicieron que en los más altos niveles del gobierno federal, como del partido, se vetara su aspiración.

Nos dicen que hubiera sido muy costoso para el morenismo postular a un candidato con ese tipo de estigmas, al grado de que pondría en riesgo una elección en la que Morena lleva amplia ventaja.

Por algo será que pocos días después de pedir licencia, González regresó a su cargo, esta vez sin el bombo y platillo con el que se lanzó por la candidatura.

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TRASCENDIÓ/Milenio Diario

Que todo apunta a que Rudolph Giuliani, el fiscal que llevó a la cárcel a las cinco familias de la Cosa Nostra en Nueva York y que trabaja de abogado de Donald Trump, interpondrá hoy la primera demanda para dar forma jurídica a los alegatos del republicano de que se fraguó un fraude electoral en su contra.

Se espera que el dos veces alcalde opte por desafiar primero la decisión de los funcionarios de casilla en Pensilvania, el estado que dio la victoria a Joe Biden, y luego replique la estrategia en otros estados clave hasta conformar un alegato nacional que se enfile luego hacia la Corte. Sin embargo, el argumento sigue siendo débil, pues hasta ahora no hay una sola prueba de tal fraude.

Que en un cajón de su oficina en el Tribunal Electoral descansa el informe que el magistrado Felipe Fuentes Barrera entregaría al presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, pero el exceso de confianza para quedarse cuatro años más en el cargo lo llevó a perder la carrera ante José Luis Vargas, quien hoy a las 11:30 horas entregará una copia de ese documento al representante del máximo tribunal.

El funcionario elegido la semana pasada llega cuestionado por su amplio patrimonio, por lo que incluso el senador Ricardo Monreal pidió que intervenga la Unidad de Inteligencia Financiera para que se despejen dudas.

Que este martes vence el plazo para registrar los convenios de coalición entre Morena, PT y Verde en Guerrero y San Luis Potosí, lo que se da por descontado, pues los dirigentes de los tres partidos ya alistan un mensaje de unidad de cara al proceso electoral de 2021. En la primera entidad se habla de una ventaja morenista en las encuestas y las posibilidades se amplían si la candidata de la alianza es una mujer. 

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FRENTES POLÍTICOS /Excélsior

1.  Ring en el Congreso. Protagonistas de la negociación del Presupuesto 2021, en la Cámara de Diputados confían en que habrá modificaciones que respondan al reclamo de los gobernadores de la Alianza Federalista. Mientras la oposición alerta riesgos para las entidades por la caída de 9% que presenta la propuesta gubernamental, con 115 mil millones de pesos menos con respecto a este año, los representantes de Morena reclaman que los mandatarios deben ser sensibles a la situación del país. Mañana martes iniciará la aprobación del dictamen en la Comisión de Presupuesto de San Lázaro.

“Considero viables modificaciones a Aportaciones Federales”, adelantó el diputado Ignacio Benjamín Campos Equihua, secretario de Morena en la Comisión de Presupuesto. Comienza la pelea. Que sean los legisladores quienes pongan calma a las exigencias aliancistas. ¡Pero ya! Y a otra cosa…

2.   Voto desde ultratumba. El INE notificó al Senado que la consulta impulsada por Yeidckol Polevnsky, consejera nacional de Morena, obtuvo 0.06% del apoyo ciudadano, cuando se necesita 2% para que se ordene su realización. El INE explica que, con fecha de corte del 7 de octubre, se tenían 91 millones 200 mil ciudadanos en el padrón electoral y, por lo tanto, el 2% corresponde a 1 millón 825 mil que tendrían que haber apoyado esa iniciativa.

La petición de consulta de Polevnsky únicamente logró 55 mil 930 apoyos válidos. Pero lo peor es que, reproduciendo las mismas mañas del antiguo régimen, Polevnsky presentó firmas de fallecidos para promover la consulta sobre el juicio a expresidentes. Nomás 194 muertos en su enclenque lista. ¿Las mismas mañas de siempre?, ¿y el viraje histórico de la 4T, para cuándo?

3.   Orgullo compartido. Gran noticia para los chiapanecos. La trayectoria académica y aportación científica para el tratamiento de aguas residuales de Carlos Alonzo Avendaño Meza, docente del Instituto de Investigación e Innovación en Energías Renovables de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), fue reconocida con el premio al Mérito Juvenil en Investigación. Este reconocimiento tiene como objetivo estimular la investigación científica básica y aplicada, el desarrollo tecnológico y la innovación de calidad orientada al desarrollo de Chiapas y del país.

El rector de la Unicach, José Rodolfo Calvo Fonseca, expresó su agradecimiento al gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, por incentivar la generación de conocimiento e innovación tecnológica. El apoyo a la ciencia, tan demandado, tiene garantía en el sureste del país. Rutilio Escandón responde, y sin aspavientos…

4.  ¿Quién miente? Pemex respondió a la denuncia de legisladores panistas, quienes acusaron de nepotismo a Octavio Romero Oropeza, director general de la empresa. Pemex calificó el acto como una “campaña de difamación” y afirmó que quince de los funcionarios mencionados como “El Clan Oropeza” se incorporaron antes de que Romero Oropeza llegara a Pemex.

La empresa negó que bajo la administración de Romero se haya contratado a algún pariente o que se destinen recursos públicos para propaganda o publicidad más allá de las campañas institucionales. Legisladores del PAN, entre ellos Marcela Torres Peimbert y Juan Carlos Romero Hicks, solicitaron una investigación. Las falsas declaraciones también son un delito. No lo olviden, panistas.

5.   Con todo. En comparecencia ante la Comisión de Turismo del Senado, Miguel Torruco, secretario de Turismo, se refirió, a través de un video, sobre la situación de la pandemia covid-19 en el mundo y en México, lo que provocó la caída de economías mundiales, el aumento de la brecha de desigualdad, el desempleo, el distanciamiento, el temor del contagio colectivo, entre otros factores. Es decir, la tragedia generalizada.

El impacto de la pandemia se vio reflejado en muchos aspectos de la vida económica, sanitaria, ambiental, cultural y en el ámbito turístico implicó la cancelación de viajes. En este sector, al primer semestre del año, las cifras reflejaron cuantiosos daños. La pandemia también nos enseñó a actuar en consecuencia. ¿Puede con el paquete de relanzar al turismo mexicano, señor Torruco?.

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CONFIDENCIAL/El Financiero

De trámite y fast track, aprobación del PEF

Sin grandes cambios y sólo lo que les toca por ley a los gobernadores, Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados tienen programada una aprobación fast track y de trámite del Presupuesto de Egresos 2021. Lejos de sus promesas de “analizar” y “buscar acuerdos y consensos”, en la Comisión de Presupuesto ya se informó que el acuerdo de Hacienda y la 4T es que mañana martes se apruebe el dictamen, de inmediato turnarlo al pleno para discutirlo por la tarde y continuar el miércoles y jueves. El debate, sin embargo, podría extenderse hasta el viernes.

Falta ver si los dejan los manifestantes, si no bloquean los accesos a San Lázaro y si no tendrán que buscar una sede alterna.

Mano dura y menos ruido de Morena en San Lázaro

La llegada del nuevo coordinador de la bancada “morena” a San Lázaro, Ignacio Mier, fue “con mano dura”. Cuentan legisladores guindas que, con la advertencia de que es una instrucción desde Palacio Nacional, este lunes tendrán una sesión privada para indicarles que el Proyecto de Presupuesto 2021 debe salir “de inmediato, sin grandes cambios y sin ruidos”.

El plan es que la sesión plenaria del martes será “presencial”, sólo para el debate y votación del dictamen en lo general. El miércoles y jueves, para el debate y votación en lo particular de artículos reservados, la sesión será “semipresencial”.

Demócratas apuran a AMLO

Ante las reticencias del mandatario mexicano para reconocer el triunfo de Joe Biden, algunos congresistas, como el representante demócrata Chuy García, le mandaron un mensaje. “Presidente @lopezobrador_, los votantes estadounidenses han hablado y Joe Biden es nuestro presidente electo.

Ganó justa y honestamente. No deje que se le vaya el tren”. Pero lo más seguro es que a López Obrador le tengan sin cuidado las opiniones del legislador Chuy, y prefirió felicitar a Luis Arce , alfil de Evo Morales, por su triunfo en Bolivia.

Candidato con negro historial

El PVEM de San Luis Potosí busca una alianza con Morena para lanzar al exalcalde de Soledad de Graciano Sánchez por el PRD y actual legislador del Verde, Ricardo Gallardo Cardona, para la gubernatura de ese estado. Gallardo tiene dos investigaciones abiertas en la UIF –donde es investigado por robo de combustible y presuntos nexos con el crimen organizado– y otras 11 en la Fiscalía del estado.

El pleito de John y Sabina

Vaya pleito el que se traen los conductores de Canal Once, John Ackerman y Sabina Berman. El académico se quejó de que invitó a su compañera de programa “porque valoro la pluralidad de voces y el debate informado. Pero yo también la noto cada vez más incómoda, con actitud agresiva e incluso de sabotaje hacia el programa.

Qué bueno q encontró una nueva pareja de mayor cercanía @DeniseDresserG”. Berman no se quedó callada y le respondió que el programa no es de Ackerman, sino de Canal Once, y son co-conductores. Y fue más allá al señalarle que “la 4T no es tu licencia personal para robar y atropellar, aprende a comportarte según acuerdos y contratos –y cordialidad”.

Despunta Walton en Guerrero

Quien esta vez parece tener bastante chance en Guerrero es Luis Walton, el exalcalde de Acapulco que ya lo intentó una vez bajo las siglas de Movimiento Ciudadano, por lo que nos cuentan que ahora buscaría la gubernatura por Morena, y es que el político, quien mantiene vínculos fuertes con liderazgos de la 4T y el propio movimiento que está gobernando el país, ha retornado con tanta fuerza como para posicionarse como una de las dos únicas opciones con las que realmente cuenta el partido guinda para garantizar su triunfo en 2021, de modo que se dice que la misma ciudadanía ya lo ubica a la par, o hasta por encima en algunas encuestas, de Félix Salgado Macedonio. Veremos.

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RAZONES/La Razón

Magistrado a prueba

Luego de la polémica elección del magistrado José Luis Vargas como presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación viene su primera prueba. En medio de una investigación de la UIF por sus ingresos y los señalamientos de actuar en favor del Gobierno en turno, Vargas tendrá el reto de calificar la legalidad de lineamientos sobre paridad en las gubernaturas aprobados por el INE.

Luego de los reclamos de Morena se verá el compromiso del TEPJF con la participación de las mujeres como alegaron en la elección interna de ese partido y si es capaz de mantener el bloque de cuatro magistrados con el que se decide todo. Así que, el reflector sobre Vargas Valdez.

ES LA DIPLOMACIA

Nos hacen ver que la polémica que ha generado la decisión del Presidente López Obrador de no felicitar a Joe Biden se está concentrando en el señalamiento de que hacerlo permitirá que “nos vaya mejor” en la relación con el futuro gobierno del demócrata y no hacerlo a que “nos vaya mal”. La felicitación, nos dicen, ciertamente tiene un peso específico dentro del repertorio de acciones que un país puede desplegar para construir buenas relaciones bilaterales y más en este caso con EU, de la que, por cierto, hay toda una escuela y expertise.

No es el único y ahí, nos señalan, se les puede conceder razón. Sin embargo, si como se prevé, con Biden viene una “normalización” de la relación —de la que el régimen de Trump se apartó—, una cortés felicitación tampoco debiera verse como error. Y debiera darse, nos dicen, en el primer momento oportuno, para evitar que el asunto tome otros cauces y para que la diplomacia mexicana se concentre en lo realmente importante y difícil: la nueva relación bilateral con su complejidad restaurada.

LOS CONGRESISTAS QUE SALTARON

Hablando de los cauces que está tomando en Estados Unidos la negativa del Presidente de felicitar a Joe Biden, resulta que el tema pegó fuerte entre algunos congresistas demócratas. Entre los señalamientos que más han llamado la atención están los del de origen duranguense, Jesús Chuy García, hijo de un bracero, que representa a Chicago. “Presidente López Obrador, los votantes americanos han hablado y Joe Biden es nuestro Presidente electo. Ganó de manera limpia y justa. No deje que se le vaya el tren”, puso en su cuenta de Twitter.

El otro es Joaquín Castro, hijo de mexicanos, representante de San Antonio, Texas, y hermano de Julián Castro, quien fue alcalde en esa ciudad y secretario de Vivienda de Barack Obama. Joaquín fue un poco más duro: “Esto representa un verdadero fracaso diplomático del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en un momento en que la administración entrante de Biden busca marcar el comienzo de una nueva era de amistad y cooperación con México”.

La otra es Verónica Escobar, la llamada “congresista de los migrantes”, que acusó a López Obrador de sumarse a Trump contra los derechos humanos de los indocumentados que cruzan a EU. Nos hacen ver que en estos momentos no pudiera vérseles como “aliados naturales”. Uf. Mucha chamba para el canciller Marcelo Ebrard.

BARTLETT: “QUIERO A TABASCO”

Nos cuentan que por estos días para los tabasqueños no hay otro responsable de las inundaciones que Manuel Bartlett Díaz, titular de CFE. Prueba de ello son los cuestionamientos no sólo del gobernador Adán Augusto López, sino también los que recibió de varios representantes de medios de comunicación, algunos muy duros.

Una reportera, de plano, le soltó el sábado: “¿satisfecho con su venganza?, porque eso es lo que está la gente sintiendo con usted, ¿o todavía nos falta más?” El Presidente López Obrador debió defenderlo: “yo creo que es infundado, con todo respeto…, porque el licenciado Bartlett ha estado apoyando y estamos trabajando en equipo, en forma coordinada”.

El poblano, responsable del manejo de la presa Peñitas, fue increpado nuevamente por reporteros y debió decir en su descargo: “quiero a Tabasco desde que nací, yo soy de origen tabasqueño, mi papá nació en Tenosique, entonces cómo pueden decir que no quiero a Tabasco, prácticamente mi segunda patria es Tabasco”. Aceleró luego el paso mientras continuaban las preguntas, para no perder el avión.

DEFENSAS CONTRA EL VIRUS

Este lunes se dará a conocer el nivel de resistencia que la población mexicana ha desarrollado ante el Covid-19. Resulta que este año la Encuesta Nacional de Salud Pública incluyó un apartado sobre la enfermedad, por lo que se tomaron muestras sanguíneas en más de 12 mil hogares y, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, aportará información sobre la experiencia familiar de la pandemia, los efectos en el ingreso, la seguridad alimentaria, la calidad de la dieta, el acceso a servicios de salud, así como la medición de anticuerpos de SARS-CoV-2. Así que veremos de qué estamos hechos los mexicanos ante el virus.

ENSAYOS DE VACUNA

Así que en Guerrero, que gobierna Héctor Astudillo, se registró ayer el arranque de los ensayos clínicos de la Fase III de la vacuna de los laboratorios CanSino Biologics contra el Covid-19. Las pruebas se llevarán a cabo en diferentes centros de salud del estado donde, afirma el secretario de Salud estatal, Carlos de la Peña, se están logrando detener los contagios en municipios clave como Acapulco.

 De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, que lidera Marcelo Ebrard, la vacuna ha pasado ya por un riguroso proceso de evaluación liderado por la Cofepris, entidad regulatoria de nuestro país, por lo que, nos dicen, hay que ser pacientes en la generación de resultados.

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SACAPUNTAS/El Heraldo de México

Pasan la estafeta al INE

En manos del INE quedará determinar si Pío López Obrador cometió o no alguna irregularidad. La UIF, de Santiago Nieto, informó que ya concluyó la investigación financiera y hoy entrega al máximo órgano electoral la información para que éste, a su

vez, determine si hay o no responsabilidad o lo que sea conducente con el hermano del Presidente.

Ruta 2021, en Heraldo TV

A tambor batiente inició ayer la emisión del programa Ruta 2021, que conduce Alejandro Cacho, en Heraldo TV. Se estrenó con una entrevista al presidente del INE, Lorenzo Córdova, y otros invitados, como la analista María Amparo Casar. Además, dio un panorama sobre las tendencias en los 15 estados que renuevan gubernatura. ¡Enhorabuena!

Semana larga

En San Lázaro, esta semana será complicada, ya que es el límite para aprobar el Presupuesto 2021. Por cierto, la Secretaría de Hacienda, de Arturo Herrera, contempló en su proyecto de Egresos, desde septiembre pasado, los 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar que tanto lío ha causado entre Morena y la oposición.

Comparecencia 

Contagiados por la fiebre de las elecciones en EU, los senadores llamaron a cuentas a la secretaria de Economía, Graciela Márquez, para que vuelva a detallar los avances del T-MEC. Esta es la cuarta vez que la funcionaria acude ante los legisladores, porque no terminan de entender los recovecos del acuerdo. Aunque esta vez será de manera virtual.

De visita en Bolivia

En su calidad de presidente de la Cepal, Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente del PRI, acudió a Bolivia para testificar la toma de posesión del nuevo mandatario de aquel país andino, Luis Arce. Aunque no fue el único político mexicano que estuvo por allá. Coincidió con el recién electo presidente de Morena, Mario Delgado.

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SERPIENTES Y ESCALERAS/Salvador García Soto / 

El Universal

No felicitar a Biden, la decisión personal del presidente

Entre más se tarde AMLO en reconocer la victoria del candidato demócrata, más podría complicar su relación con la próxima administración Biden

A contracorriente de lo que le recomendaron con insistencia, tanto el canciller Marcelo Ebrard, como la embajadora Martha Bárcena —que a pesar de sus conocidas diferencias coincidieron en que el presidente López Obrador debía salir a reconocer el triunfo del candidato demócrata Joe Biden y felicitarlo a nombre del gobierno de México— el mandatario mexicano decidió no escuchar las recomendaciones de los encargados de la política exterior y de la relación con Estados Unidos y optó por decir que esperará “a que se resuelvan todos los asuntos legales” en la elección presidencial de Estados Unidos.

La posición que tomó el presidente mexicano, a partir de un desconocimiento total del sistema electoral estadounidense, causó sorpresa no sólo fuera de México sino entre sus propios colaboradores que desde muy temprano, por la mañana, le habían explicado la necesidad y la importancia de que se pronunciara en reconocimiento del triunfo de Biden, como ya lo habían hecho la mayoría de los líderes del mundo, empezando por el otro miembro del T-MEC, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien fue el primero de los Jefes de Estado en felicitar públicamente al candidato demócrata a través de su cuenta de Twitter.

Primero en Tepic, Nayarit, donde amaneció el sábado y luego en repentino viaje a Tabasco para supervisar la grave situación de las inundaciones en su estado natal, el presidente recibió varias llamadas del canciller Ebrard para informarle de los resultados finales de Pensilvania y Nevada que le daban un triunfo holgado e irreversible a la dupla Biden-Harris.

Luego, conforme transcurrieron las primeras horas y el presidente se resistía a salir a felicitar públicamente al ganador demócrata, las llamadas y mensajes arreciaron, ya no sólo desde la SRE sino también desde Washington, donde la embajadora Bárcena insistía en la necesidad de un mensaje público del presidente e incluso desde su oficina en Palacio Nacional, donde sus asesores más cercanos también le recomendaban salir a emitir la felicitación.

Pero mientras sobrevolaba en un helicóptero de la Fuerza Aérea las amplias zonas anegadas de Tabasco, López Obrador se mostraba reacio a las recomendaciones de sus colaboradores y ofrecía que “más tarde daremos un mensaje”.

Y en tanto el presidente mexicano vacilaba, desde todo el mundo, incluido Nicolás Maduro en Venezuela y el resto de Latinoamérica con excepción de Brasil, seguían fluyendo los reconocimientos y los mensajes de felicitación: Alberto Fernández, de Argentina; Iván Duque, de Colombia; Sebastián Piñera, de Chile; Martín Vizcarra, de Perú, lo hacían el mismo sábado mientras que el domingo se sumaba al reconocimiento el presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel.

Por la tarde, el silencio del presidente de México sobre el resultado electoral en Estados Unidos generaba dudas y preguntas dentro y fuera del país, mientras en la Cancillería anunciaban que “en cualquier momento saldrá el presidente a dar un mensaje”.

Y desde Tabasco, a las 6 de la tarde y en una conferencia en la que primero habló de las graves inundaciones en ese estado, López Obrador dio su mensaje:

“Yo no puedo decir felicito a un candidato, felicito al otro, porque quiero esperar a que termine el proceso electoral, nosotros padecimos mucho de las cargadas, de cuando nos robaron una de las veces la Presidencia y todavía no se terminaban de contar los votos y ya algunos gobiernos extranjeros estaban reconociendo a los que se declararon ganadores”, dijo el presidente.

En el razonamiento de López Obrador para no reconocer aún el triunfo de Joe Biden está la idea del mandatario de que el sistema electoral de Estados Unidos es similar al de México, algo totalmente equivocado.

Si bien Donald Trump se niega a reconocer aún su derrota y amenaza con llegar a la Suprema Corte y con todo y que los colegios electorales pueden tardar meses en dar sus resultados finales, la realidad es que el conteo de los votos hecho por cada estado le da a Joe Biden y a Kamala Harris una ventaja irreversible de 290 votos. Son los estados de la Unión Americana los que allá definen la elección y no hay, como acá, una autoridad central electoral que vaya a resolver nada. Incluso un recurso de Trump ante la Corte difícilmente tendrá materia por la contundencia de los votos en su contra.

¿Qué espera entonces el presidente de México para reconocer la victoria del presidente con el que tendrá que trabajar conjuntamente los próximos 4 años para mantener la estratégica relación bilateral y comercial que tenemos con los Estados Unidos?.

No hay ninguna razón política o diplomática por la que nuestro país y su gobierno deban alargar un reconocimiento que ya hicieron la mayoría de los países y que tarde o temprano tendrá que hacer la administración de López Obrador, pero entre más se tarde el mandatario mexicano más podría complicar su relación con la próxima administración Biden.

La inusual posición adoptada por el presidente, más fundada en razones y convicciones personales que en razones de Estado o en el interés de la relación con Estados Unidos, sólo puede explicarse por una torpe e inexistente comparación entre lo que ocurrió en México en 2006 y lo que sucede en la elección estadunidense; López Obrador recuerda que a él no le gustó que otros gobiernos reconocieran el triunfo de Calderón en aquellos comicios y denota una malentendida lealtad hacia Trump “porque nos trató muy bien y no fue injerencista” e invoca falazmente la doctrina Estrada y “el respeto a la autodeterminación de los pueblos”. Ambas razones son tan absurdas como peligrosas.

Lo más delicado de la posición que asumió México, es que el presidente ni siquiera escuchó lo que le decían sus asesores en política exterior y en la relación con Estados Unidos que le recomendaron en todo momento salir a reconocer el triunfo de Biden. No entender que la “Era Trump” ya terminó y que nuestro país tiene que empezar a construir su nueva relación para la “Era Biden” puede ser muy costoso no solo para el gobierno de López Obrador sino para todos los mexicanos.

NOTAS INDISCRETAS…

Al menos tres congresistas estadounidenses, todos ellos de origen mexicano, cuestionaron ayer la posición asumida por el presidente López Obrador de no reconocer aún el triunfo de Joe Biden y Kamala Harris. Joaquín Castro y Verónica Escobar, de Texas, junto con el congresista Jesús “Chuy” García, recién reelecto por el estado de Illinois, manifestaron en sus redes sociales su extrañeza por la posición del mandatario mexicano, sobre todo ante el comportamiento que tuvo el voto hispano y mexicano en las recientes elecciones.

Según un estudio de la Universidad de Chicago para la agencia AP, los migrantes latinos votaron mayoritariamente por Joe Biden, con excepción de los cubanos que dividieron su voto también para Donald Trump.

Pero en el caso de los mexicanos, cerca de 70%, dicen el estudio, sufragaron en favor del candidato demócrata, igual que lo hicieron la mayoría de los hispanos de Puerto Rico, Dominicana, El Salvador y los sudamericanos que viven en Estados Unidos.

Por eso las críticas que empiezan a hacer los congresistas que conocen y representan a los votantes mexicanos y por eso el duranguense “Chuy” García, que fue el primer congresista nacido en México en llegar al Congreso estadunidense y que ganó su primera reelección, le recomendó a López Obrador tener cuidado y no pensarlo tanto para “que no se le vaya el tren”…

No sólo fuera de México se expresaron ayer dudas sobre el mensaje de AMLO, también en la 4T el diputado Porfirio Muñoz Ledo escribió ayer en su cuenta de twitter, así, con mayúsculas: “SE ACABÓ LA ERA TRUMP…RECONOCER A BIDEN COMO PRESIDENTE ELECTO significa la intención de abolir el régimen de complicidades e incrementar el de los compromisos”.

¿Me entiendes Méndez o te lo explicó Andrés?... Los dados mandan Escalera doble. Buen inicio de semana.

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HISTORIAS DE REPORTERO//Carlos Loret de Mola 

El Universal

Con Trump, AMLO sigue el ejemplo de Videgaray y Peña Nieto

Si Trump gana su impugnación, AMLO podrá cobrar su seguro. Si Biden llega a la Casa Blanca, el ridículo le puede salir caro.

En el verano de 2016, Donald Trump no tenía ninguna posibilidad de convertirse en presidente de Estados Unidos. Tenía de rival a la experimentada política Hillary Clinton, a quien el presidente en funciones, Barack Obama, había calificado como la persona que mejor estaba preparada para llegar a la Casa Blanca en la historia de Estados Unidos.

En cambio, Trump era esta combinación de patán y hazmerreír que había irrumpido en la escena política y había conquistado la candidatura del partido Republicano.

…hasta que Peña Nieto lo invitó a México, a lucirse en plan presidencial en la residencia de Los Pinos, en una reunión que tenía el aspecto de un encuentro bilateral entre dos mandatarios. Trump, pues, podía tomarse en serio.

Peña Nieto fue públicamente vapuleado por ello: se humillaba y le daba trato de jefe de Estado a un impresentable que había escalado en la política a base de golpear y discriminar a los mexicanos. Lo hacía, además, en contra de las buenas prácticas de la diplomacia y a diferencia de los presidentes del resto del mundo.

En el equipo de Peña Nieto justificaron la decisión con el argumento de que México estaba comprando una especie de seguro por si Trump ganaba la elección. La mañana del día de la elección presidencial, los pronósticos estadísticos le daban a Hillary más de 80% de probabilidades de ganar. Pero ganó Trump.

Y México cobró su seguro: Luis Videgaray, que había salido del gabinete de Peña por ser el organizador de la escandalosa invitación, regresó por todo lo alto como canciller, para manejar la relación bilateral gracias a su cercanía con el yerno Jared Kushner, y lograr la renegociación del TLC que estaba condenado a muerte

Cuatro años después, Andrés Manuel López Obrador sigue el ejemplo de su antecesor. Frente a un Donald Trump derrotado al extremo de ser hazmerreír del planeta, exudando odio, portándose como un dictador bananero, con el estilo de patán con el que ejerció el poder, el presidente de México ha decidido apostar por él. Y a juzgar por sus palabras, está comprando un seguro por si en tribunales Donald Trump logra la victoria que no conquistó en las urnas.

En contra de las buenas prácticas diplomáticas y a diferencia de los presidentes del mundo, López Obrador no quiso felicitar a Joe Biden por su triunfo y dio toda legitimidad a la impugnación de Trump que, cada vez más solo, grita que le hicieron fraude.

Declaró el mexicano: “no quiero felicitar a un candidato, quiero esperar a que termine el proceso electoral. Nosotros padecimos de las ‘cargadas’, todavía no se terminaban de contar los votos y ya algunos gobiernos extranjeros estaban reconociendo a los que se declararon ganadores”.

No es la primera vez que López Obrador se compara con Trump. Tras ganar las elecciones de 2018, le escribió que “ambos sabemos cumplir lo que decimos y hemos enfrentado la adversidad con éxito. Conseguimos poner a nuestros votantes y ciudadanos al centro y desplazar al establishment o régimen predominante”.

En este momento se ve casi imposible que Trump gane su impugnación en tribunales. Si la gana, López Obrador podrá cobrar su seguro. Pero donde suceda lo obvio, y Biden llegue a la Casa Blanca, el ridículo le puede salir caro: el presidente no sólo habrá hecho campaña a favor de Trump sino lo habrá alentado en su aventura de conflicto postelectoral.

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ESTRICTAMENTE PERSONAL/Raymundo Riva Palacio / 

El Financiero

El trumpismo de López Obrador

Quién sí y quién no felicitó a Joe Biden por derrotar a Donald Trump en las elecciones presidenciales, se convirtió mundialmente en un juego de espejos entre quienes celebraron el triunfo del demócrata y quienes lo lamentaron, en una división que fue más allá de ideología –como subraya el saludo del presidente Nicolás Maduro al presidente electo–, y se volvió en un juego geoestratégico.

Los europeos, con quienes Trump se enfrentó, lo celebraron rápidamente, sin olvidar que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, con quien peleó de manera regular, fue el primero en hacerlo.

Los autócratas guardaron silencio. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que jugó con Trump todo el tiempo, tardó 12 horas en reconocer la victoria de Biden, y el presidente Andrés Manuel López Obrador, entregado a él, en lugar de entender con el cálculo político del israelí la nueva realidad, salió con una gracejada.

“Vamos a esperar que se terminen de resolver todos los asuntos legales, no queremos ser imprudentes, no queremos actuar a la ligera y queremos ser respetuosos de la autodeterminación de los pueblos y respetuosos del derecho ajeno”, dijo López Obrador. “Queremos esperar a que legalmente se resuelva el asunto de la elección en Estados Unidos”.

El Presidente cometió con esto un error fundamental: en Estados Unidos, a diferencia de México, no hay una autoridad electoral central que dé resultados definitivos. Los medios de comunicación no cantaron la victoria mediante encuestas de salida, sino a partir de la información del cómputo en cada estado.

La información era oficial, y las impugnaciones, por lo que se desprende, no serían suficientes para cambiar el rumbo de la elección.

Los medios estadounidenses señalaban desde el sábado por la noche que en la Casa Blanca estaban analizando si había suficiente evidencia para poder ir a tribunales y revertir el resultado del voto, ante el riesgo de que Trump terminara como un perdedor ardido y liquidara el resto de su herencia política. Funcionarios mexicanos revelaron que López Obrador había sido informado en las vísperas que la elección iba a ser cerrada y que, en caso de perder, Trump no reconocería su derrota.

Es decir, su negativa a reconocer la victoria de Biden no fue elaborada el mismo sábado. Los diferentes escenarios sobre los resultados de la elección fueron planteados durante la semana en Palacio Nacional, y la razón por la cual se demoró tanto en darla a conocer, de acuerdo con la información proporcionada por los funcionarios, tendría que ver con el debate interno donde se partieron las opiniones de los principales asesores de López Obrador en política norteamericana.

Por un lado estaba el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien de acuerdo con lo que ha trascendido de Palacio Nacional, hizo fuertes alegatos a favor de que si ganaba Biden, el Presidente no debía felicitarlo hasta que terminaran todos los procesos judiciales.

Por el otro lado se encontraban el coordinador de asesores de López Obrador, Lázaro Cárdenas, quien vivió una larga temporada en Washington y conoce la forma como funciona la política en ese país, y la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, que opinaban lo contrario. La discusión se prolongó hasta el sábado y perdieron Cárdenas y Bárcena, imponiéndose Ebrard.

López Obrador le hizo caso a quien menos entiende de política estadounidense, quien extrapoló incorrectamente la forma como opera el sistema electoral en esa nación, a México. Adicionalmente, el fraseo de la declaración fue desafortunado. La manera como se redactó sugiere que hubo irregularidades que podrían hacer de esta elección un proceso fraudulento, que es exactamente lo mismo que alega Trump, y que los líderes que felicitaron a Biden fueron imprudentes, oportunistas e irrespetaron los asuntos internos de Estados Unidos. Nadie en el mundo piensa así.

La declaración no sólo rompió un plato, sino toda la vajilla. En su error, Ebrard llevó al Presidente a cometer el suyo, y lo colocó en el lado de los autócratas del mundo. Sin imitar su retórica, López Obrador se puso en la trinchera del primer ministro derechista de Eslovenia, Janez Jansa, que dijo que estaba claro que Trump había ganado la elección.

Su posición acompañó a la de los autócratas Vladimir Putin de Rusia, Xi Jingpin de China, Jair Bolsonaro de Brasil y Recip Erdogan de Turquía, difícilmente las mejores compañías para quien se dice demócrata.

El trumpismo de López Obrador, alimentado por Ebrard, nubló la inteligencia. El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dio una muestra de ella, y sin felicitar a Biden, reconoció su victoria y confió en tener una relación “constructiva” con él. Aliados de López Obrador en América Latina actuaron de manera clara, tendiendo puentes para lo que viene, como Alberto Fernández de Argentina, y Luis Lacalle de Uruguay.

No se necesitaba tener un sofisticado pensamiento estratégico; sólo sentido común. La cancillería no procesó correctamente la información que tenía sobre las elecciones, al decir por la posición trumpista de Ebrard en Palacio Nacional, ni realizó un análisis acertado de las consecuencias de que el principal socio comercial de Estados Unidos, optara de manera ignomiosa meterse en la trinchera de un presidente que está siendo criticado acremente en su país, incluso por republicanos prominentes, por desconocer el resultado de las elecciones que, de acuerdo con todos, salvo los trumpistas, se desarrollaron correctamente y dentro de los parámetros de la legalidad.

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El gravísimo error de López Obrador

RAZONES/JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ 

Excelsior, 09 DE NOVIEMBRE DE 2020

Es una de las decisiones más insólitas y perjudiciales que ha tomado el presidente López Obrador. Desde Tabasco, donde se sufren las inundaciones que sufre esa entidad todos los noviembre, sin que jamás se tomen medidas de fondo para evitarlas, el Presidente aseguró que no felicitaría “a un candidato o al otro” hasta que terminara el proceso electoral en Estados Unidos. Dijo que lo hacia “por prudencia” (sic).

Todos los mandatarios de la Unión Europea, los de casi toda América latina, a excepción del otro populista, Jair Bolsonaro de Brasil, han felicitado a Joe Biden por su triunfo en los comicios estadounidenses. No se trata de percepciones o de ideas de los medios: así lo han reconocido países y organizaciones; el propio Servicio Secreto que ya lo cuida como presidente electo; las agencias de seguridad que prohibieron desde la noche del viernes sobrevolar el espacio aéreo de Wilmington, la pequeña comunidad de Delawere donde vive Biden; las autoridades electorales y también los medios, incluyendo Fox News, que llegaron a interrumpir los mensajes de Trump desde la Casa Blanca porque éste al hablar de que había ganado las elecciones y se había cometido un “monstruoso fraude” estaba mintiendo, y consideraron sus dichos, como Twitter y Facebook, simples fake news.

Haber ignorado todo eso es gravísimo y constituye un error diplomático monumental. Pero el Presidente agregó para justificar esa decisión de no felicitar a Biden, algo mucho más grave. Dijo que “nosotros padecimos mucho de las cargadas, de cuando nos robaron, una de las veces, la elección presidencial y todavía no se terminaban de contar los votos”. En otras palabras, el presidente López Obrador es el único mandatario que le da crédito a Trump respecto a que sufrió un fraude electoral, equiparándolo con el que dice que sufrió en 2006 (en realidad perdió por márgenes como los que vimos en siete u ocho estados de la Unión Americana este martes). No entiende que Biden ha ganado a Trump en el voto popular, con una diferencia de cerca de cinco millones de votos, ni entiende tampoco que la elección la realiza un colegio electoral en el que Biden ha superado con amplitud los 270 delegados, aunque aún queden votos por contar.

Hasta Nicolás Maduro, a quien Biden considera lisa y llanamente un tirano, ha felicitado al nuevo presidente electo. Pero como Trump no quiere aceptar su derrota, López Obrador acepta sus argumentos y no felicita a Biden. Es de locos.

No me puedo imaginar el nivel de compromiso que la actual administración había asumido con la candidatura de Trump. Se puede adivinar por estas acciones y por la reacción de muchos de sus seguidores más “puros” en las redes sociales, festinando el martes por la noche que había sido reelegido Trump, como si fuera una victoria suya algo que, además, era falso.

Todo esto no sería más que un ridículo diplomático si no fuera porque es una pésima señal para el futuro de la relación. Si el discurso del Presidente en la visita a la Casa Blanca en agosto lastimó la relación con los demócratas porque fue evidentemente un acto de campaña en favor de Trump (que repetía el que había ocurrido cuatro años antes cuando el presidente Peña Nieto recibió a Trump en Los Pinos), el demorar con estas excusas el reconocimiento del triunfo de Biden lastimará aún más la relación.

Todo esto recuerda a septiembre del 2001, cuando horas después de los atentados del 11 de septiembre, el entonces presidente Fox no se comunicaba con su homólogo George W. Bush. La demora se debía a que el canciller Jorge Castañeda, como me imagino que ahora Marcelo Ebrard, le pedía al presidente Fox que brindara inmediatamente una solidaridad incondicional al país atacado, mientras que otros funcionarios, como el entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel, le decían que esperara para tener más información sobre qué había ocurrido y ver qué acciones tomaba el presidente Bush antes de comprometerse. Lo cierto es que pasaron las horas y cuando Fox, a quien apenas una semana antes Bush había calificado como uno de sus principales aliados en el mundo, se comunicó, ya lo habían hecho casi todos los líderes mundiales. Ese hecho inició un distanciamiento en la relación entre Bush y Fox, que se fue ahondando en el futuro.

Aquella demora tuvo costos altos, ésta los tendrá mayores, porque además se trata de explicar avalando un potencial fraude electoral que lo que busca es deslegitimar el próximo gobierno de Biden.

Entiendo que, en Palacio Nacional, donde hasta el miércoles en la mañana estaban seguros que Trump sería reelecto, deben reconsiderar muchas cosas en la relación bilateral y ver cómo encararán esta nueva etapa que no será fácil. Pero para eso tienen tiempo, Biden no asumirá hasta el 20 de enero próximo. Lo que tenían que hacer ahora, como lo han hecho los mandatarios de casi todo el mundo, es saludar al triunfador, expresarle sus buenos deseos y comenzar a trabajar de cara al futuro. Lo único que no había que hacer es seguir respaldando los alegatos fraudulentos de Trump.

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USO DE RAZÓN /Pablo Hiriart /

 El Financiero

Fin de la aventura populista en Estados Unidos

MIAMI, Fl.- La ola mundial del populismo tuvo un fuerte revés al norte del Río Bravo.

Aunque duros de roer, sus más poderosos exponentes, como Donald Trump, no son invencibles.

Sí se pudo.

Lo hizo una coalición variopinta y espontánea de fuerzas que se formó al amparo del horror del trumpismo.

En ella participaron desde fuerzas progresistas, conservadoras, generales en retiro, feministas, exsecretarios de la Defensa, republicanos del Proyecto Lincoln, de izquierda y derecha, negros pobres sin un peso de patrimonio, hasta multimillonarios y artistas del jet set.

No los unió el amor, sino el espanto, diría Jorge Luis Borges.

Se acabó la era Trump. Efímera, aunque tóxica como pocas.

Fuera, dijo la mayoría.

Cierto, el daño causado por el trumpismo no se va a reparar en el corto ni el mediano plazo. Fue demasiado hondo y con múltiples trayectorias, como una cornada al pecho de esta nación.

Cuatro años más habrían sido trágicos, pues la ruptura interna sería irreversible.

Los días siguientes a la elección, Donald Trump los destinó a esparcir noticias falsas con mentiras inventadas por él, como la existencia de un fraude que nadie ha visto.

Sus esperanzas de descarrilar los comicios por la fuerza se apagan a medida que se cuentan todos los votos.

Como los conspiradores en Los relámpagos de agosto, Trump sigue esperando un ejército de alzados en armas que no ha llegado y, por lo visto, no llegará.

Fue una hazaña vencer a la maquinaria de la presidencia que usó las más poderosas redes de la historia para desinformar a la población, y buena parte le creyó ciegamente.

Desde la sala de prensa de la Casa Blanca se atacó a científicos, medios de comunicación, periodistas, legisladores, expresidentes, artistas, deportistas, migrantes…

Y sin embargo, Trump perdió.

No aceptó la derrota y agitó con rabia la descalificación de los comicios, para que la Corte decida.

El “derecho al pataleo” lo convirtió en un asalto a la democracia.

Su hijo Donald Jr. exhortó al presidente a que vaya “a la guerra total por las elecciones”.

Desde la Casa Blanca salieron las bengalas cibernéticas que llamaban a los votantes de Trump y grupos radicales a la acción contra un fraude inexistente.

QAnon y los trolls de la presidencia difundieron el hashtag #StoptheSteal, frenar el robo.

De acuerdo con una investigación de The Washington Post, ese llamado salió de la cuenta de Twitter de Eric Trump, que luego lo borró, pero los algoritmos ya lo habían hecho viral.

Ahí, el hijo del presidente le preguntaba al Departamento de Justicia y al FBI por qué no estaban tomando medidas para “detener el fraude”.

Subió a redes un video en donde aparecía la quema de boletas en favor de su padre. Autoridades de la ciudad, Virginia Beach, dijeron que no eran boletas reales. Twitter bajó las imágenes. El mensaje provenía de la cuenta de un usuario conectado a una red de trolls, y fue suspendido.

Donald, el hijo mayor del presidente, acusó a los líderes republicanos en redes sociales, es decir urbi et orbi, de que “se acobardaron ante la mafia de los medios”.

Al caer el número mágico de 270 delegados en favor de Biden, el presidente Trump comenzó a perder aire.

Perdió en votos electorales y perdió el voto popular por más de cuatro millones.

Así, ¿qué alega?

Su camino hacia la Corte para que sus ministros aliados definan, se ve cuesta arriba por falta de sustancia.

Los republicanos empujan, por ahora, en esa dirección, aunque no irán muy lejos, más que en la profundización del odio.

Trump no puede llegar al 20 de enero en el cargo.

No le va a entregar el poder a quien se “robó las elecciones”, en la ceremonia del 20 se enero en Washington.

Tal vez se vaya del país, como dijo hace unas semanas.

O se retire a su casa de descanso en Mara-Lago, aquí en Florida, a preparar su defensa, ya no política, sino jurídica.

Al cierre de esta etapa de la cobertura, retomo las notas que apunté de un editorial de The New Yotk Times:

Trump “ha enfrentado a los estadounidenses entre sí… Es implacable en la denigración de sus oponentes y reacio a condenar la violencia de aquellos que considera aliados. Ha socavado la fe en el gobierno como vehículo para mediar diferencias. Exige lealtad absoluta a los funcionarios del gobierno. Desprecia abiertamente la experiencia. Y ha montado un asalto al Estado de derecho, ejerciendo su autoridad para afianzar su poder y castigar a los oponentes políticos”.

Se acabó. Traumático, con secuelas tan nocivas como la división, el odio, la discordia y la muerte de decenas o cientos de miles de personas que hoy estarían vivas si el presidente hubiera dejado actuar a la ciencia antes que a la política.

Punto final a la aventura populista en Estados Unidos.

Una mayoría de ciudadanos de este país pudo hacerlo. Por la vía pacífica, la del voto.

Y la unión de contrarios por una causa superior.

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La proeza de Joe Biden/León Krauze

Con el tiempo, quizá, se entienda la sutil sabiduría de Biden

El Universal, 9/11/2020 ;

Joe Biden será el próximo presidente de Estados Unidos. Si se confirman las tendencias en los estados de Georgia y Nevada, Biden alcanzará los 306 votos electorales, el mismo número que obtuvo Donald Trump hace cuatro años. Desde cualquier perspectiva, se trata de un triunfo notable. Una larga lista de factores tuvo que alinearse para que Biden ganara la elección, muchos de ellos improbables. 

Hace apenas un año, el partido demócrata enfrentaba una posible fractura, dividido de manera peligrosa entre el ala progresista de Bernie Sanders y los moderados alrededor de Biden. Al final, en gran medida gracias a los buenos oficios políticos de Biden, que logró acercar a varios de los aspirantes que le eran afines para formar un bloque centrista, y después gracias a la prudencia de Sanders, que optó (tarde, pero optó) por el camino correcto de apostar por la unidad, los demócratas plantearon un bloque para hacer frente a Trump.

Aun así, y a pesar de la notable impopularidad de Trump, la dinámica de la elección parecía favorecerlo. Primero, porque la mayoría de los presidentes en funciones que buscan la reelección terminan obteniéndola. Segundo, porque, salvo su impopularidad personal, los factores más fundamentales de la dinámica electoral estaban de su lado. A finales del año pasado, la economía pintaba para ser el gran tema de la elección presidencial. Con el rumbo económico del país como un activo innegable, Trump llevaba ventaja. Después, en una manifestación brutal y asombrosa del azar de la historia, llegó el coronavirus. La pandemia ocupó el centro del escenario y le robó a Trump la narrativa. No es una exageración suponer que, sin el maldito virus, no habría ocurrido la derrota de Trump. Increíble y doloroso, pero cierto.

Y luego está la propia campaña de Biden. Con el tiempo, quizá, se entienda la sutil sabiduría que demostró este hombre, de casi 80 años y medio siglo en la política. Entendió desde el principio que el discurso vulgar de la polarización y la confrontación se contrarresta con decencia y templanza. Con la excepción de un momento breve en el primer debate presidencial, nunca perdió la calma ni se permitió un exabrupto que lo igualara con su rival en el fango. Al negarle a Trump el cuadrilátero de la polarización ideológica o personal, Biden desarmó a Trump, algo que no supieron hacer ninguno de los republicanos que lo enfrentó en el 2016 ni mucho menos Hillary Clinton en la elección presidencial pasada. La disciplina de mensaje de Biden es una proeza de estrategia político electoral y claridad moral frente a un rival hábil y complicado.

Para Biden, el reto de gobernar será mayúsculo, sobre todo si el partido demócrata no obtiene el control del Senado en las elecciones especiales de Georgia en enero. Pero aún así, lleva las de ganar. Lo más probable es que gobierne durante la conclusión de la pandemia y presida sobre el proceso de rescate de la economía. Tendrá que gestionar ambos con destreza, pero si lo logra podrá adjudicarse el crédito de la recuperación.

Para Trump, el futuro será distinto. En la política, el límite de la obstinación está en la derrota.

Y aunque Trump demostró el alcance de su carisma, también perdió con claridad el colegio electoral (por no decir nada del voto popular), y eso seguramente no se le escapará al partido republicano. No es fácil serle fiel a un perdedor, al menos no a la larga. Peor todavía: si Trump insiste en la patraña del fraude y se niega a aceptar su derrota, podría empezar a convertirse en un pasivo para los republicanos. Un Trump derrotado corre el riesgo de volverse un paria dentro del partido conservador, sin importar que lo haya manejado como titiritero por años. Por si fuera poco, Trump podría enfrentar la justicia en los meses por venir. Si se destapa la cloaca, incluso sus más fervientes admiradores podrían darle la espalda. 

Por supuesto, es enteramente posible que el trumpismo sobreviva la derrota histórica de su líder y Trump se adueñe sin más del partido republicano. Pero también puede suceder exactamente lo opuesto. Una vez que ha servido su propósito como herramienta del movimiento conservador y gran generador de rating para las cadenas de noticias, Trump podría volverse desechable. Si así ocurre, la historia de Trump podría terminar siendo trágica.

En la política, la victoria es como el sol. En cambio, la soledad en la derrota puede ser abrumadora y súbita. Tengo la impresión de que Donald Trump está por descubrirlo. 

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 ¿Qué deben hacer los medios cuando un presidente miente?

Juegos de poder/LEO ZUCKERMANN

Excelsior,

• El problema no es fácil de resolver. Todos los políticos del mundo mienten en algún momento de sus carreras. Es parte del oficio de la política.

Como liberal que siempre ha defendido la libertad de expresión, me incomodó que las televisoras de Estados Unidos censuraran el discurso del presidente Trump donde alegaba que le habían hecho un fraude electoral. Trump, a todas luces, estaba mintiendo. Sus dichos no estaban acompañados de pruebas que lo comprobaran. Las televisoras, por tanto, cortaron la señal. Defendieron su decisión argumentando que el presidente estaba falseando la información.

¿Deben, entonces, los medios censurar a un político cuando está mintiendo?

El problema no es fácil de resolver. Todos los políticos del mundo mienten en algún momento de sus carreras. Es parte del oficio de la política. Unos más, otros menos. Difícil, en este sentido, que los medios interrumpan la transmisión de un discurso cuando ellos consideren que el político está mintiendo.

Lo que generalmente ocurre en las democracias liberales, donde existen medios de comunicación independientes, es que éstos, después de las declaraciones, realicen fact checking, es decir, la comprobación de los hechos.

La idea es transparentar cuántas mentiras afirmó el político en su intervención. The Washington Post tiene una sección dedicada a las declaraciones falsas o engañosas del presidente Trump. Para el 27 de agosto de 2020, había contado 22 mil 247 en mil 316 días.

La semana pasada, de repente, los medios se cansaron de trasmitir las mentiras de Trump y lo silenciaron. Lo mismo, por cierto, las redes sociales. Tanto Twitter como Facebook retiraron de sus plataformas mensajes donde el presidente afirmaba que iba ganando la elección y que Biden le había hecho fraude.

¿Qué cambió?

Uno, creo, es que los medios finalmente le cobraron la factura a Trump después de muchos años de denostarlos cotidianamente.

Pero también hay un muy interesante argumento de fondo a favor de la censura. Y confieso que me duele aceptarlo como convencido de que las democracias liberales se benefician más con la mayor cantidad posible de libertad de expresión. Me explico.

En Schenck v. Estados Unidos, la Suprema Corte de Justicia de ese país limitó la libertad de expresión. El ministro Oliver Wendell Holmes Jr. lo justificó con un argumento brillante. No se deben permitir expresiones con la intención de producir un crimen, que puedan generar un daño claro e inminente en caso de tener éxito. Ejemplo: no se vale gritar falsamente “fuego” en un teatro lleno de gente, ya que esto puede causar pánico y una estampida con resultados muy lamentables. Suena razonable.

En un caso posterior (Brandenburg v. Ohio), la Corte estadunidense revisó este criterio y decidió que no se puede censurar un discurso enardecedor a menos que tenga el objetivo “de incitar o producir una acción ilegal inminente”. Un motín, por ejemplo. De nuevo, suena sensato.

Vale la pena mencionar que aquí estamos hablando de posibles censuras por parte del Estado. En el caso de Trump, fueron entes privados, las televisoras y redes sociales, las que decidieron no publicar las mentiras presidenciales en sus plataformas.

Creo, no obstante, que sí aplican los criterios establecidos por la Suprema Corte en estos casos. El discurso de fraude electoral de Trump no sólo era falso, sino que podría generar una serie de acciones ilegales inminentes que pusieran en peligro la seguridad de los estadunidenses. Se traba de pronunciamientos incendiarios que bien podrían haber incitado, desde el púlpito presidencial, actos ilícitos como motines y vandalismo.

Luego entonces, no se vale que un presidente utilice el gran poder comunicativo que tiene para esparcir mentiras, enardecer a sus partidarios, generar violencia y poner en peligro la seguridad de los ciudadanos. Eso es lo que CBS, NBC, ABC, Univisión, Facebook y Twitter decidieron. Por eso censuraron las declaraciones de Trump. (Al hacerlo, por cierto, le dieron credibilidad a la acusación del presidente de que los medios fueron parte de una gran conspiración para sacarlo del poder).

Seguramente usted, como yo, también está pensando en nuestro Presidente, quien tiene un estilo muy similar al de Trump. El politólogo Luis Estrada ha realizado un magnífico trabajo de seguimiento de las conferencias matutinas de López Obrador. En su primer año de gobierno, el Presidente mexicano realizó 15 mil 790 afirmaciones no verdaderas (que no se pueden comprobar) en 353 de sus conferencias matutinas. Un promedio de 45 por día. Y huelga decir que, al igual que Trump, AMLO denuesta a todos aquellos que no están de acuerdo con él.

¿Se vale esparcir, desde el púlpito presidencial, mentiras que pueden generar actos ilícitos? En Estados Unidos los medios se cansaron y ya dijeron que no.

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Gana Biden y pierde AMLO!

El triunfo acabó con la viabilidad reeleccionista de AMLO. | Ricardo Alemán

La Silla Rota, 09/11/2020;

opinion@lasillarota.com

Está claro que el mandatario mexicano no participó en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Sin embargo, López Obrador es uno de los grandes perdedores en la contienda; batalla en la que resultó derrotado el presidente Donald Trump.

¿Y, por qué AMLO fue uno de los perdedores?

Elemental; porque a querer o no, el presidente mexicano se equivocó en su apuesta para las elecciones de Estados Unidos.

Y es que López Obrador no sólo apostó a favor de la reelección de su amigo, el presidente Trump, sino que hizo campaña contra el hoy presidente electo, Joe Biden.

Y en política, pero sobre todo en la política internacional, se pagan muy caros los errores y son muy costosas las apuestas equivocadas.

¿Y cuál será el costo que pagará el presidente mexicano por su apuesta fallida en Estados Unidos?

Acaso la mayor derrota para el presidente mexicano será sea la ausencia de un aliado fundamental, en los afanes reeleccionistas de López Obrador.

Y es que, como aquí lo documentamos en más de una ocasión, resulta que los presidentes Obrador y Trump pactaron una alianza personal para empujar los proyectos políticos de reelección, en cada uno de los dos casos.

Así, por ejemplo, el mandatario mexicano hizo todo lo necesario y todo lo que estuvo a su alcance, para ayudar a la reelección de su amigo Trump, al tiempo que nunca estableció un acercamiento y menos un acuerdo político con el candidato demócrata, Biden.

Por ejemplo, AMLO acudió a La Casa Blanca, en el único viaje internacional, en donde pronunció un elogioso discurso a favor de Trump, el mismo que luego fue usado en la campaña presidencial del republicano.

Además, el presidente mexicano hizo todos los malabares necesarios para no confrontarse con Trump –a pesar de los insultos reiterados del norteamericano a los mexicanos–; nunca se opuso al muro y, en materia migratoria, siempre fue servil al convertir a la Guardia Nacional en la fuerza pública para perseguir a los migrantes.

Peor aún, resultó de risa loca que la fanaticada del presidente mexicano se convirtió, en los hechos, en un ejército en defensa de Trump, al extremo de que la secretaria de Gobernación amenazó con llevar a juicio "por traición a la patria" a gobernadores que llamaron a sus ciudadanos, en Estados Unidos, a votar por el demócrata Biden.

En pocas palabras, queda claro que el triunfo de Biden acabó con la viabilidad reeleccionista del mexicano López Obrador.

Y en esa lógica, es muy probable que en Estados Unidos den marcha atrás a las "descocadas" persecuciones legales emprendidas contra Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública y contra el general Salvador Cienfuegos, ex titular de la Sedena.

¿Y por qué se podrían frenar tales persecuciones?

Porque no hay duda de que se trata de parte de las estratagemas acordadas entre los presidentes Obrador y Trump, para ayudar a la reelección del primero.

Pero acaso la mayor derrota que sufrirá el presidente mexicano con la victoria de Joe Biden, sea la crisis que se desatará entre los dos países a causa de la política permisiva del gobierno de AMLO, frente al crimen organizado y el narcotráfico.

Y es que parece imposible que el nuevo presidente norteamericano esté dispuesto a avalar que las bandas criminales estén apoderadas de casi todo el país, mientras que el gobierno deja en libertad a sus cabecillas, como fue el caso de "El Chapito".

Es muy probable que el nuevo presidente norteamericano exija un cambio radical en la política pública para contener la violencia y el crimen, lo que, a su vez, fracturará las alianzas del gobierno de México con algunas bandas del crimen.

Todo ello, claro, además de la exigencia de respeto a las elecciones mexicanas por venir; las de junio del 2021.

Sí, la derrota de Trump, también es una derrota para el mexicano López Obrador.

Al tiempo.

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EU: La censura de nada sirvió

EL ASALTO A LA RAZÓN/CARLOS MARÍN 

Milenio, 09 DE NOVIEMBRE DE 2020

La libertad de expresión, inclusive de odios, es la madre de todas las libertades.

Al interrumpir la transmisión de las mentiras y estupideces que decía el jueves Donald Trump, las cadenas ABC, CBS y NBC actuaron como si en realidad los medios fueran un “cuarto poder”, atentaron contra su propia naturaleza y le dieron la espalda al periodismo y a sus televidentes.

Quienes, por empatía con el ganador Joe Biden, festejaron los cortes de señal, debieran reparar en que fueron subestimados en su capacidad de discernir. Al privarlos del derecho a la información, se les impidió formarse su propio juicio.

El pretexto que las televisoras esgrimieron para la insólita medida es que lo que decía Trump sobre un supuesto fraude carecía de sustento y estaba poniendo en riesgo la democracia estadounidense.

Falso.

Afectadas por el puritanismo fundacional de los primeros inmigrantes europeos, las cadenas operan sobre la mentira de que lo que propalan, a su juicio inevitablemente subjetivo, debe ser cierto cuando el periodismo, en el mejor de los casos, nada más es verosímil.

Ignoran la máxima erróneamente atribuida a Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dice, pero defenderé con mi vida su derecho a decirlo” (Guillermo Fatás Cabeza, catedrático de Historia Antigua, periodista y autor de una treintena de libros, ha dejado claro que la frase no aparece en los escritos del célebre representante de la Ilustración, sino que surgió hasta 1906 en The friends of Voltaire, de SG Tallentyre, nombre literario de la británica Evelyn Beatrice Hall).

No asumen esas cadenas que la verdad, excepto en las ciencias exactas, es siempre relativa, ya sea jurídica, histórica, social, sensitiva, periodística, sentimental, teológica o esotérica. Por esto suele ser sobre todo sospechosa.

Pasaron también por alto la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, en que la Corte Suprema se basó (1969) para derogar la condena (en Ohio) a un miembro del Ku Klux Klan, estableciendo que, aunque los mensajes de odio son la antítesis de la libertad, censurar sus expresiones juega en perjuicio de las víctimas y que tolerarlas es el mejor antídoto contra cualquier forma de dictadura.

La libertad de expresión es la condición indispensable y la madre de todas las otras formas de libertad. Y de ninguna manera se contrapone al castigo de conductas como las de Trump y su titipuchal de seguidores.

Por muy periodísticos que sean, los medios de comunicación jamás han sido ni serán “cuarto poder”. El sábado dieron a Biden, sin el pudor de anteponer el término virtual, por “presidente electo”. ¿Acaso son autoridad o su existencia es resultado de la voluntad pública?

¿Cuál de las telecensoras tiene el apoyo de los 70 millones de votantes que respaldaron al descocado Trump?

Abdicaron del periodismo elemental: registrar los dichos de uno de los sujetos más prominentes del mundo y ordenar a sus reporteros constatar o desmentir lo que el pobre rico diablo decía.

Progres: dénse a respetar. No se vayan con la finta del desconfiable periodismo “comprometido…”.

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LA FERIA/Salvador Camarena / 

El Financiero

AMLO y su México ú-ni-co

Quienes el sábado desesperaban por la tardanza de AMLO en felicitar a Joe Biden, quienes horas más tarde lamentaron la negativa del tabasqueño a la misma, pasan por alto que no estamos ante un presidente normal, uno que analizaría –como es de esperar– todo lo que ocurre calculando cómo afecta al país, sino uno que atisba los acontecimientos sólo con respecto a cómo podría verse dañado su proyecto.

Andrés Manuel López Obrador es un pragmático. Como candidato, atizó contra Trump. Como presidente, logró una relación con su par estadounidense, cuya capitulación en temas migratorios o frente a ofensas por el muro no conoció límite; pero que, a cambio, estuvo libre de descalificaciones a su persona o proyecto, situación que AMLO atesora más que la indignidad de habernos convertido en los policías de EU en la frontera sur y hasta en la norte.

Por eso la visita del mexicano a Washington: López Obrador aceptó tan desigual trueque sin remilgos porque bien valía esa misa en tanto Trump lo consintiera a él y su gobierno cerrara la puerta a audiencias con otros actores mexicanos.

Parafraseando, el estadounidense será un déspota, pero era el déspota exclusivo de Andrés Manuel, ese con el que negociaba perseguir con la Guardia Nacional a migrantes centroamericanos a cambio de silencio sobre su “investidura”: mientras diga que me respeta, qué importa ser el patio trasero donde EU expulse niños sin padres. Hago lo que me pidas, mientras no me lo pidas en público y no veas a nadie más de México, digamos.

Ahora, después de que el sábado Joe Biden lograra los votos para ocupar la Casa Blanca, es previsible que el tabasqueño tendrá dos líneas de acción. De nuevo desde el pragmatismo buscará un nuevo acuerdo para su gobierno, que no necesariamente para México, con el próximo presidente.

Y, contra lo que otros desearían –igualarnos con otras naciones o mandatarios de talante global al mostrar alivio por el fin del trumpismo– relanzará la idea de que México hace las cosas a su manera.

Es de que no, los de antes no quieren entender, esto ya cambió, y parte del cambio es recordar, porque lo habían olvidado, lo menospreciaban, que somos un país ú-ni-co. Ú-ni-co, ¿entienden? Así que respetaremos a todas las naciones, pero sólo seguiremos la ruta de nuestros ancestros. O algo así será lo que escuchemos de ahora en adelante.

Quienes pensaban que la caída de Trump encarecería a AMLO sus desplantes (en la lógica de que el mexicano era excéntrico pero en otros países, empezando por Estados Unidos, no cantaban mal las rancheras), tendrán a un López Obrador que se aferrará aún más a explotar la chovinista idea de que somos irrepetibles y que, por tanto, si el mundo va para un lado, por nosotros que le vaya bien.

Sacará provecho, igualmente, del histórico recelo frente a Estados Unidos; hará pasar como ejemplo de no intervención el aislacionismo, y como patriotismo el “no fuimos corriendo a abrazar” a los nuevos gobernantes.

Es pueril pensar que el “prudente” silencio de AMLO se debió a que calculaba costos de una reacción de animal herido por parte de Trump en las semanas que pasarán de aquí a la toma de protesta de Biden.

No. AMLO sólo ve a EU en razón de que no se convierta en un escollo para su proyecto, así que negociará en lo oscuro cuanto sea necesario al tiempo que, en público, alimenta la noción de que somos únicos, que él sí sabe darnos nuestro lugar en el mundo, aunque este sea puro, pero efectivo, patrioterismo.

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EN TERCERA PERSONA/Héctor De Mauleón

El Universal

El nido de la violencia en la CDMX

En uno de los cuartos de cuatro por cuatro que están en la azotea de Cuba 86, fueron sacrificados y desmembrados dos menores reportados como desaparecidos

En junio de 2017, Ignacio Cortés Hinojosa, El Droopy, entonces de 17 años, asesinó de un tiro en la cabeza a Moisés Nieto Avendaño.

El homicidio ocurrió en Cuba 86, la misma vecindad en la que la semana pasada fueron torturados y descuartizados dos niños de la comunidad mazahua, de 12 y 14 años de edad.

Cuba 86 fue una de las vecindades en la que Omar Sánchez Oropeza, El Gaznate, uno de los principales generadores de cobro de piso de la Unión Tepito, despojó a comerciantes ambulantes de sus bodegas y viviendas (estos habían invadido, previamente, dichos inmuebles).

Según reportes de inteligencia policial, los locales despojados se convirtieron en “oficinas” de la Unión, lugares donde los delincuentes se reúnen para organizarse, así como en bodegas en las que almacenaban drogas y artículos robados.

Al menos desde 2016 se documentó la existencia de una banda de menores de edad dedicados al robo a transeúnte. Niños y adolescentes asaltaban en Cuba, Palma, Chile y Belisario Domínguez, incluso a la luz del día. Las víctimas reportaron que los asaltantes corrían a resguardarse precisamente en Cuba 86. En alguna nota de prensa, la banda fue bautizada como “Los runners”.

El Gaznate solía reclutar menores de edad como halcones, cobradores de piso e incluso sicarios. Se protegía él y a ellos las autoridades los dejaban libres en poco tiempo.

Al cruzar Eje Central, la calle de Cuba se convierte en Pensador Mexicano. Los niños de la vecindad de Cuba, los niños de Pensador Mexicano 31 y 36, así como los niños de una calle perpendicular, 2 de Abril 34 (procedentes en su mayoría de comunidades indígenas asentadas en el Centro Histórico) cayeron en manos de los criminales y formaron parte del grupo de halcones del Gaznate.

Al Gaznate lo asesinaron en mayo de 2018 en un estacionamiento de la calle Belisario Domínguez. Parece que, al ver a sus agresores, intentó hallar refugio en aquel inmueble. No lo consiguió y fue acribillado.

Algunos cómplices lo llevaron aún con vida a un hospital; lo abandonaron en Urgencias. Falleció minutos más tarde. En el BMW que conducía, perforado por las balas, la policía halló algunas bolsas con marihuana.

Algunos de los menores de entonces han alcanzado la mayoría de edad. Otros siguieron la ruta de sus predecesores. En 2018 uno de los adolescentes fue descuartizado y sus restos esparcidos en el Puente de Nonoalco. Uno de los hermanos del menor descuartizado la semana pasada desapareció hace dos años y no ha vuelto a saberse más de él.

Reportes de la policía indican que cuatro cuartos de lámina ubicados en la azotea de Cuba 86 eran empleados desde hace cuatro años como “oficinas” y bodegas de delincuentes.

En esa vecindad han sido ubicados, por denuncias de vecinos y comerciantes que se hallan en poder de las autoridades, Kevin Torres y Enrique Torres, vendedores de droga relacionados con robo a negocio; Martín Hernández García y Alicia Chanán, vinculadas con extorsión a establecimientos mercantiles y robo a negocio, y María de la Luz Navarrete, dedicada a la venta de droga.

En uno de los cuartos de cuatro por cuatro que están en la azotea de Cuba 86, fueron sacrificados y desmembrados la semana pasada dos menores de Pensador Mexicano que estaban reportados como desaparecidos.

La Policía de Investigación localizó huellas hemáticas, herramientas punzocortantes, seguetas, una manguera empleada “para lavar el piso”, así como restos de cloro y cal, probablemente empleados para borrar evidencias.

La PDI señala como responsable a un joven de 25 años, Baltazar “N”, al que las cámaras del C-5 captaron la madrugada del 31 de octubre empujando un “diablito” con las bolsas en las que iban los restos. Se cree que los “halcones” le avisaron que adelante había algunas patrullas, y que entonces Baltazar envió a un adicto, Edgar “Z”, a deshacerse de los restos. Un agente de la SSC lo descubrió por accidente, y así emergió la verdadera realidad del Centro Histórico.

Una noche de 1875 el presidente Lerdo de Tejada bajó de su carruaje y entró en Cuba 86 (que entonces era Medinas 6). En aquel palacio de tezontle, levantado a todo lujo en el siglo XVIII con profusión de tezontle y cantera, habitaba Alejandro Arango y Escandón, uno de los mayores conocedores de la lengua castellana, célebre en el medio literario por sus estudios de la obra de Fray Luis de León.

Fueron llegando esa noche un grupo de 13 bibliógrafos, escritores y académicos: el doctor por la Universidad Pontificia, Manuel Moreno y Jove; el historiador Joaquín García Icazbalceta, el hoy olvidado José María Bassoco, experto en lenguas muertas y clásicos latinos, así como el extraordinario cuentista José María Roa Bárcena.

Esa noche se fundó en lo que hoy es Cuba 86 la Academia Mexicana de la Lengua. En una habitación de esa casona, el idioma fue discutido.

Es el mismo edificio en el que el crimen organizado planeó y ejecutó con saña el crimen más atroz.

Las gotas de sangre derramadas hoy en ese sitio, nos pueden ayudar a calibrar en qué nos hemos convertido. Ahí, a unas cuadras del Zócalo, está el fracaso de nosotros, y el espejo del éxito de nuestros políticos.

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SOBREMESA/Lourdes Mendoza / 

El Financiero

Quien no esté a la altura, que renuncie

VARGAS, EL MAGISTRADO DE LAS INCONSISTENCIAS

Hace unos días, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación reconoció a José Luis Vargas Valdez como el nuevo presidente del organismo, una designación que fue considerada como una recompensa desde Palacio Nacional a la estocada que asestó el magistrado en su sentencia para negarle el registro a México Libre.

MIDIÓ CON REGLA DIFERENTE

Fue el pasado 15 de octubre, cuando el proyecto presentado por Vargas enterró las aspiraciones de la organización de Margarita Zavala y Felipe Calderón en la carrera hacia el 2021, con un vaivén de inconsistencias a la hora de establecer criterios para repartir o negar registros, que al final quedaron en manos de partidos satélite de izquierda, mandando al traste los equilibrios de fuerzas, en especial del lado de la oposición .

AQUÍ LAS PRUEBAS…

El día de la sesión, al discutir el proyecto referente a la organización Fuerza Social por México, de Pedro Haces, el magistrado Vargas concluyó que la objetividad con la que resolviera la autoridad debía ser apelando a un criterio cuantitativo bajo el argumento de que, aunque se halló un 5.8% de integrantes de sindicatos de la CATEM en las asambleas, la georreferenciación había mostrado que las afiliaciones estaban dispersas, por lo que consideró que no existía determinancia en cuanto a la participación de organizaciones gremiales en la constitución de partidos.

En dicha tónica, añadió que no era menor apelar a dicho criterio, pues podría tratarse de una simple “coincidencia”, resolviendo así que no había injerencia sindical.

“De cierta manera, puede resultar natural que, habiendo una persona que está involucrada con dicho movimiento (la CATEM), pues invite a otra de su mismo medio de trabajo, y haya esa casualidad de que, pues, existen algunos cuantos que pertenecen (a la organización gremial)”, dijo.

Y señaló que “el INE debía recabar mayores elementos de convicción para inferir si no era posible identificar el origen de las aportaciones”.

https://www.elfinanciero.com.mx/.../quien-no-este-a-la...

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Las verdades alternativas del caso Wallace/RICARDO RAPHAEL

Milenio, 07.11.2020

   “Te va a pasar lo mismo que le sucedió a tu papá,” amenazó una voz masculina desde el otro extremo del celular. La hija de Hugo Alberto Wallace Miranda miró desconcertada a su madre, Claudia Muñoz Acosta, quien se hallaba a su lado. Luego, la llamada se cortó y al buscar el origen, la pantalla del dispositivo reportó que provenía de un número sin identificación.

Después de pensarlo durante varios días, Claudia Muñoz decidió buscar a la abuela de la niña, Isabel Miranda Torres. No solo quería contarle lo sucedido, sino explorar las razones de la amenaza.

La presidenta de la organización Alto al Secuestro, premio nacional de Derechos Humanos y paladín de justicia para decenas de víctimas, tomó con una frialdad inusitada la comunicación de la antigua pareja de su hijo.

Miranda no abrió siquiera la puerta para que ella le explicara la situación. Tajante, le sugirió que mejor acudiera ante las autoridades y también exigió que ni ella ni su nieta la volvieran a buscar. Maltratada por el desplante, Claudia intentó comunicarse también con una hermana de Isabel, pero de nuevo topó con pared.

La reacción de los familiares de su hija multiplicó una alerta activada meses antes de la amenaza, cuando un individuo llamado Sam Flores dejó un recado en Facebook para Claudia Muñoz con la siguiente sentencia: “Eres una pésima madre, Claudia, exponiendo a tu hija como lo haces. Pero ojo !!! Muchas cosas… se saben de ti y también de Ricardo Raphael.”

Resulta ingenuo desvincular los tres hechos: las amenazas por Facebook y celular, y el portazo de la señora Miranda.

Antes de que todo esto ocurriera, Claudia tomó la decisión grave y cargada de consecuencias de compartir conmigo una pieza de información clave en el caso de Hugo Alberto Wallace: un telefonazo que su ex pareja le hizo a la ciudad de Houston, durante el primer trimestre del 2007, para preguntar por su hija. Esta llamada habría ocurrido 20 meses después de la presunta desaparición.

Dicha comunicación es un evento más dentro de una larga cadena de hechos que sugieren pruebas de vida posteriores al supuesto secuestro y descuartizamiento del hijo de Isabel Miranda, fechados la madrugada del 11 al 12 de julio del 2005.

Destacan entre los episodios intrigantes ocho llamadas salientes del teléfono Nextel, propiedad de Hugo Alberto Wallace, realizadas entre las 9:00 am y las 21:15 pm del martes 12 de julio de 2005, es decir, después de que la supuesta víctima hubiese perdido la vida.

Entre otros, los destinatarios de estas comunicaciones fueron los primos Ricardo Gómez Medina y Geazul Ponce Julia. La última llamada saliente fue recibida en el teléfono fijo de Geazul Ponce y duró más de un minuto.

Ocho días después de la presunta muerte, la tarjeta Santander-Serfin de Hugo Alberto Wallace fue utilizada para pagar consumos en los establecimientos Liverpool y Seven Eleven de Perisur, así como en el restorán Los Arcos y en un parque donde se juega al Gotcha.

Con esa misma tarjeta se cubrió el servicio del sitio de encuentros amorosos Match.com los días 17 de octubre y 16 de noviembre de 2005. (Antes de la primera fecha, el cobro para este servicio no estaba domiciliado).

Tres meses después del presunto secuestro, José Enrique del Socorro Wallace Díaz, esposo de Isabel Miranda Torres, acudió a la Procuraduría General de la República (PGR) para denunciar que el 30 de septiembre del año referido, a las 13:13 horas, salió una llamada del teléfono Telcel, igualmente propiedad de Hugo Alberto Wallace, y tuvo como destinatario a un señor de nombre José García Sepúlveda.

Cuando la autoridad citó a Sepúlveda para que declarara, este individuo confirmó haber recibido un mensaje de voz de una persona desconocida, que por azar aún conservaba. Ahí, un hombre en estado de ebriedad decía: “Qué onda, mira ando hasta la madre güey, ya sé que te fallé, pero me vale verga, qué, aquí puto, qué onda güey, mírame aquí pisteando, güey, me vale verga, sabes qué güey, sabes quién me la jugó…”

Dos testigos pertenecientes al entorno de Hugo Alberto Wallace, Rodolfo Munguía López y Carlos Colorado Martínez, corroboraron ante la autoridad que, en efecto, se trataba de la voz de la supuesta víctima.

José Enrique del Socorro Wallace también reportó ante la PGR que, además de la llamada a Sepúlveda, alguien estuvo consultando el buzón del teléfono Telcel de Hugo Alberto Wallace durante los meses posteriores a su presunta desaparición.

Isabel Miranda Torres ha intentado desvirtuar el conjunto de pruebas aquí señaladas con argumentos francamente endebles que, sin embargo —acaso por el poder que tuvo— los jueces consideraron con injustificada seriedad.

Es muy probable que Miranda Torres intente ahora también desestimar el testimonio de Claudia Muñoz, ofrecido el pasado jueves en entrevista para Milenio Televisión donde, entre otros temas, abordó la peculiar llamada de 2007.

Mientras todo esto sucede, seis personas continúan en prisión acusadas de secuestrar y descuartizar a Hugo Alberto Wallace, así como de extorsionar a su familia por casi un millón de dólares. Pesan sentencias por más de 90 años sobre cuatro de ellas y todas llevan tras las rejas más de un cuarto de sus vidas.

Hay dos verdades alternativas respecto al caso Wallace: una que afirma y otra que niega el secuestro. La declaración reciente de Claudia Muñoz deja una de ellas sin piernas para caminar. La verdad que sobrevive debería ser la llave que abra la puerta de las cárceles donde se hallan Juana Hilda González Lomelí, César Freyre Morales, Albert Casillo Cruz, Tony Castillo Cruz, Brenda Quevedo Cruz y Jacobo Tagle Dobin. Todas estas personas afirman haber sufrido tortura y tratos inhumanos inenarrables con el objeto de que confesaran un crimen que, aseguran, jamás cometieron. 

@ricardomraphael

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JAQUE MATE/(Sergio Sarmiento / 

Reforma

Sin felicitación

"Es cierto que la campaña de fobia contra migrantes y mexicanos le funcionó a Donald Trump para ganar la presidencia, pero no le servirá... para mantenerse con popularidad en el gobierno y lograr la reelección”. Andrés Manuel López Obrador, Oye Trump, 2017

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se apresuró a felicitar a Luis Arce, el candidato de Evo Morales y del Movimiento al Socialismo (MAS), tras la elección de Bolivia del 18 de octubre.

Si bien solo se habían contado oficialmente 18 por ciento de los votos, y Arce se encontraba todavía en segundo lugar, el canciller mexicano Marcelo Ebrard recurrió a Twitter poco después de que se difundieron las encuestas de salida:

"Las más sinceras felicitaciones de México al pueblo boliviano por la extraordinaria jornada democrática en la que fue electo Luis Alberto Arce, entrañable compañero y amigo de nuestro país... ¡¡¡Bravo por el Estado Plurinacional de Bolivia y su pueblo!!!".

El presidente López Obrador también ofreció sus felicitaciones antes de que terminara el conteo oficial:

"Felicitamos a Luis Alberto Arce Catacora quien triunfó ayer en las elecciones presidenciales de Bolivia. Celebramos que un grave conflicto se resolvió por la vía pacífica y democrática. Saludo organizaciones sociales, pueblos originarios, a Evo, al MAS y al pueblo boliviano".

No hemos visto esa misma celeridad en el triunfo de Joe Biden, el candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos que se definió este 7 de noviembre.

En lugar de felicitar al ganador, el canciller mexicano señaló que "el presidente López Obrador fijará la posición de México respecto a las elecciones en EU en cuanto arribe a Villahermosa".

Ya en la capital de Tabasco, el Presidente declaró: "Vamos nosotros a esperar a que se terminen todos los asuntos legales. No queremos ser imprudentes... Queremos ser respetuosos de la autodeterminación de los pueblos y respetuosos del derecho ajeno... Nosotros padecimos mucho de las cargadas, de cuando nos robaron, una de las veces, la Presidencia, y todavía no se terminaban de contar los votos y ya algunos gobiernos extranjeros estaban reconociendo a los que se declararon ganadores".

De esta forma, López Obrador evitó unirse a los gobernantes democráticos que felicitaron a Biden, como Justin Trudeau de Canadá o Angela Merkel de Alemania, y se colocó en la lista de los autoritarios o populistas, como Vladimir Putin de Rusia y Jair Bolsonaro de Brasil, que se resistieron a hacerlo.

López Obrador apostó en esta campaña a Donald Trump.

Si bien en su libro Oye Trump de 2017 consideró que "el empeño de estigmatizar a los mexicanos en una forma similar a la que Hitler estigmatizó a los judíos es legal, moral y políticamente inadmisible", este sábado agradeció a Trump que "no ha sido injerencista".

López Obrador visitó a Trump en Washington ya en tiempos de campaña, para darle un “respaldo político” con la comunidad mexicano-estadounidense, y le permitió utilizar imágenes de esa visita en su propaganda.

El propio Trump ha asumido una posición que recuerda la de López Obrador en las campañas electorales que perdió.

Se ha negado a reconocer su derrota, ha afirmado ser víctima de un fraude y ha empezado acciones legales para tratar de revertir el resultado electoral.

Quizá por eso Andrés Manuel se ha negado a felicitar a Biden, mientras que los grupos lopezobradoristas han asumido la defensa de Trump en redes sociales.

No deja de ser curioso, si recordamos lo critico que fue López Obrador con Trump y sus políticas antes de llegar a la Presidencia de México.

CONGRESO

Biden tratará de revertir varias políticas de Trump en materia migratoria y ambiental, pero no le será fácil. Hasta el momento parece que el Senado permanecerá en manos de los republicanos mientras que en la Cámara de Representantes los demócratas tendrán una mayoría disminuida.

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BARBAS A REMOJAR/Denise Dresser / 

Reforma

Qué incomodidad la de López Obrador ante la derrota de su amigo Donald Trump.

Qué sensación de vértigo le debe producir el desprecio de millones a un populista autoritario con quien ha demostrado tener tanto en común.

El odio a los medios, la arenga contra los adversarios, la política como espectáculo, el desmantelamiento del Estado para concentrar el poder discrecional en su sola persona.

Ambos han pasado años elogiándose, apapachándose, y en el caso de AMLO, doblegándose.

Pero de pronto, la realidad se impone y desnuda lo que Trump siempre ha sido y López Obrador solapó:

Un narcisista inestable, un mentiroso mendaz, intentando -en vivo a través de la televisión- armar un golpe de Estado y destruir los cimientos de un sistema democrático que ya había intentado dinamitar.

Un polarizador capaz de todo, mas no de perder.

Y ahora AMLO enfrenta lo que debe calarle.

Su aliado, antes encumbrado; ahora acorralado. Su cuate, antes omnipotente; ahora delirante. Antes poderoso, y ahora patético.

Castigado en las urnas, y evidenciado como lo que es: el personaje más cínico que ha ocupado la Casa Blanca.

Pero luego del descalabro electoral de su compañero de conspiraciones, AMLO parece descolocado.

Decide negar la felicitación a Biden, pero no por motivos legales sino por motivos políticos.

Relitiga la elección del 2006 y acaba avalando la falsa narrativa del fraude que Trump trata -infructuosamente- de mantener viva.

Su "prudencia" no proviene de los principios de la no-intervención, sino de una reiterada victimización.

Ante los retos del presente, le es útil refugiarse en el pasado.

Le es redituable atizar los agravios de ayer para eludir los retos de hoy. Mirarse el ombligo antes de entender el mundo.

Taparse los oídos en vez de escuchar los pasos en la azotea que provienen del vecino del norte.

A lo largo de cuatro años, Trump libró una sórdida guerra contra las instituciones y gobernó con una la crueldad conspicua, fomentando el fanatismo, disfrutando la división.

Como escribe David Remnick en The New Yorker, convirtió a la Presidencia en un "reality show" de auto-elogios y acusaciones sin fundamento.

Su desdén por la ciencia y el consejo de los expertos ha llevado a cientos de miles de muertos por Covid-19. Aun así, no hubo un repudio total; millones avalaron el liberalismo que promovió, la política del resentimiento que impulsó.

Deja tras de sí un país partido, donde el trumpismo sigue presente.

Pero pierde la Presidencia y el megáfono.

Ganan -en palabras de Kamala Harris- la esperanza, la decencia, la ciencia y la unidad.

Gana la oportunidad de rectificar el rumbo.

Y ese rumbo transita por el replanteamiento de la relación con México.

Ya lo argumentó el ex embajador estadounidense Davidow en estas páginas: "la luna de miel se acabó".

El quid pro quo entre Trump y López Obrador terminó, y a México le conviene que sea así.

Porque el presidente estadounidense exigía y el presidente mexicano cumplía.

Para "llevar la fiesta en paz", AMLO permitió la deportación masiva de mexicanos, incluyendo niños sin padres, hoy hacinados en refugios a lo largo de la frontera.

Permitió que, en los hechos, México se convirtiera en "Tercer País Seguro", aceptando lo que nunca había aceptado.

Permitió que Trump persiguiera, encarcelara, humillara y deportara a nuestros connacionales, sin respingar siquiera.

Nos convertimos en tapete, nos erigimos en muro antinmigrante, nos volvimos los policías del populismo racista.

Ahora toca dejar de serlo. Ahora corresponde a AMLO entenderlo.

Las lecciones están ahí para ser aprendidas. Los cambios por venir están ahí para ser impulsados.

Ese es el reto para el lopezobradorismo: mirarse en el espejo trumpista y reinventarse, serenarse, comprender los costos de ejercer el poder destruyendo y dividiendo, arengando y atacando, celebrando la incompetencia en vez de erradicarla.

Biden enfrenta la tarea de reparar lo que Trump descompuso; de enmendar tantos errores que Donald cometió.

Cuatro años más de Trump hubieran intensificado el daño causado. Cuatro años más de AMLO en México sin correcciones indispensables sólo abrirán aún más tantas heridas autoinfligidas.

Trump acabó perdiendo porque la mayor parte del país entendió que su mayor preocupación era él mismo.

Si AMLO rehúsa poner sus barbas a remojar, demostrará que quizás no es igual a su amigo, pero cómo se parece.

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Joe Biden recibe reconocimiento de la Iglesia católica de EU/Fred Álvarez 

Contextos de la Palabra,  8 noviembre, 2020

El papa Francisco aún no ha emitido opinión, pero elarzobispo de Los Ángeles, California, y presidente de la Conferencia del Episcopado de Estados Unidos (EU) -que representa a todos los obispos católicos de ese país-, Mons. José Gomez, felicitó a Joe Biden y a la senadora Kamala Harris, por su triunfo electoral: “Reconocemos que Joseph R. Biden Jr. ha recibido suficientes votos para ser elegido el presidente 46 de Estados Unidos. Felicitamos al Sr. Biden y reconocemos que se une al fallecido presidente John F. Kennedy como el segundo presidente que profesa la fe católica. 

“Agradecemos a Dios por la bendición de la libertad. El pueblo norteamericano ha hablado en esta elección. Ahora es el momento de que nuestros líderes acojan el espíritu de unidad nacional y se comprometan al diálogo y a bien común”, señala la declaración.

“Como católicos y estadounidenses, nuestras prioridades y misiones están claras. Estamos aquí para seguir a Jesucristo, para dar testimonio de Su amor en nuestras vidas, y para construir el Reino de Dios en la tierra”, prosigue el texto.

Tras resaltar que la democracia y la libertad de opinión se complementan con la caridad y la civilidad, el Prelado de origen mexicano hizo votos para que “la Virgen María, Patrona de esta gran nación, interceda por nosotros”.

“Que ella nos ayude a trabajar juntos para cumplir esta hermosa misión de los misioneros y fundadores de Estados Unidos: una nación bajo Dios, donde la santidad de toda vida humana sea defendida y la libertad religiosa y de conciencia sean garantizadas”, concluye la declaración.

¿Y el papa Francisco?

Aun no se manifiesta., ya lo hará…

Después del Ángelus de este domingo 8 de noviembre saludó  a los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro., pidiendo oración por las víctimas del huracán Eta…”Que el Señor acoja a los muertos, consuele a sus familias y sostenga a los más probados, así como a todos los que están haciendo todo lo posible por ayudarlos.”

Y agregó que sigue “con preocupación las noticias provenientes de Etiopía. Mientras exhorto a rechazar la tentación del enfrentamiento armado, invito a todos a la oración y al respeto fraterno, al diálogo y a la solución pacífica de las discordias.”

Pd. Joe Biden es católico y guadalupano, religión que heredó de su madre que era de origen irlandés. Por cierto, el primero fue John Fitzgerald Kennedy (1917-1963); y hay que decir, que, aunque católico en lo personal, su agenda política es liberal en temas como el aborto…

Biden, según informa la revista America, acudió a un servicio religioso en su parroquia de Delawere antes de ir a votar, donde pidió a los que le acompañaron en la liturgia que “mantuvieran la fe”. “Jesucristo es la encarnación humana de lo que Dios quería que hiciéramos”, señaló …El hoy presidente electo lleva siempre un rosario su muñeca perteneciente a su hijo Beau, fallecido tras sufrir un cáncer en 2015.

En el discurso del sábado en la noche desde Delaware, dirigiéndose a los simpatizantes de Trump- que insiste en que él fue el ganador y acusa un supuesto fraude- Biden les pidió que le dieran una oportunidad y que se deje a un lado la retórica divisiva y polarizante entre la sociedad estadounidense, antes de citar un fragmento del Eclesiastés. “La Biblia nos dice que para todo hay un tiempo; un tiempo para construir, un tiempo para plantar, un tiempo para cosechar y un tiempo para sanar. Este es el tiempo para sanar a EU”, declaró.

En marzo de 2012 visita a la Villa de Guadalupe, igual que lo hiciera una vez Hilary Clinton.


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