Alberto Aguirre
| El Economista, 9 de abril de 2013
Sin
estridencias ni petulancias, el PAN y el PRD pactaron -a finales de la semana
pasada- ocupar la vacante en el Consejo General del Instituto Electoral del
Distrito Federal que había dejado la destitución de Luigi Paolo Cerda,
decretada por los magistrados de la Sala Superior.
En
tiempo y forma, panistas y perredistas dieron cumplimiento a la sentencia del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Pero nada cambió: por
obra y gracia de René Bejarano, cabeza de la principal corriente perredista en
el DF, Gustavo Figueroa Cuevas se convirtió en Consejero Electoral.
El
mismo nivel de consenso podrían alcanzar las dirigencias de ambos partidos
políticos para resolver el galimatías en que se ha convertido el proceso de
selección del sustituto de Sergio García Ramírez, quien justo hace dos meses
decidió separarse del Consejo General del IFE, por así convenir (sic) a sus
intereses. En San Lázaro, panistas y perredistas se han pronunciado por no
elegirlo en esta ocasión y esperar a octubre próximo, cuando otros cuatro
consejeros, incluido el actual presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita,
deben dejar sus cargos. Y ese boicot no busca otra cosa más que evitar que un
aspirante protopriísta se integre al órgano electoral. A la convocatoria
emitida por la Cámara de Diputados respondieron 46 aspirantes, de los cuales
37 fueron considerados formalmente como candidatos y, por ende, comparecieron
en la Comisión de Gobernación. Entre ellos hay tres claramente identificados
como protopriístas y, sobre todo, como beltronistas: Jorge Moreno Collado, José Alberto Aguilar Iñárritu e Iska Ivonne
Tapia Trejo. Había un cuarto aspirante, José Elías Romero Apis, pero se ha
descartado su nominación, pues actualmente detenta un cargo partidista.
Si
los diputados del PAN y del PRD boicotean la elección del sustituto de García
Ramírez, el Consejo General del IFE quedaría durante cinco meses con ocho
integrantes. Y se repetiría la parálisis que durante 14 meses -entre el 2010
y el 2011- afrontó esa institución, debido a los constantes empates, que
muchas veces derivaron en que no se aprobaran proyectos de acuerdo, dictámenes
y resoluciones postuladas por el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina.
En el 2011, instancias ciudadanas y legisladores federales acudieron ante el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para exigir que la
Cámara de Diputados cumpliera con su obligación constitucional de completar
la integración del Consejo General del IFE. La resolución de los magistrados
electorales de noviembre del 2011, ante la falta de tres consejeros, resultaba
inapelable: la autoridad legislativa debe proveer lo suficiente para que,
cumpliendo los requisitos de ley, y procurando una gestión y conciliación
rápida y eficiente alcance la consolidación del procedimiento de designación
correspondiente. El Tribunal mandató a la Cámara de Diputados proceder a la
designación de los consejeros electorales.
La
posibilidad de que alguno de los 37 candidatos acudiera al Tribunal electoral a
solicitar la protección de sus derechos políticos, en caso de que las
fracciones parlamentarias del PAN y del PRD cumplan con su boicot, son altas.
Esta semana, la Comisión de Gobernación, que preside el priísta Alejandro
Moreno, deberá enviar a la Junta de Coordinación Política su informe sobre
las entrevistas y la evaluación.
Y
después vendrán dos semanas de impasse, donde el panista Luis Alberto
Villarreal, presidente de la Jucopo tendrá el control de las variables.
¿Estará dispuesto el PAN a pactar el nombramiento del consejero electoral, a
cambio de que no sean destituidos los actuales comisionados del Instituto
Federal de Acceso a la Información, como está ofreciendo el PRI?
En
este proceso, los no vetos resultan fundamentales. Y en vísperas de que el
presidente de la Comisión de Gobernación, Alejandro Moreno, envíe su reporte
final a la Junta de Coordinación Política, resulta plausible que el PAN y el
PRD puedan destrabar este entuerto... si acuerdan en un candidato ―de consenso‖ que podría
salir de otra triada, opuesta a la del PRI y que integran los académicos
Roberto Duque Roquero y Santiago Nieto Castillo -quienes tienen el visto bueno
del blanquiazul-; José Fernández Santillán y el magistrado Alfredo Delint
García, impulsado por el bejaranismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario