Las entretelas
de un atentado/Jorge Fernández Menéndez
Excélsior, 9 de
abril de 2013
Inevitable
preguntar qué estaban investigando los organismos de inteligencia cuando se
toparon con el intento de atentado a los Monreal.
Ricardo
Monreal Ávila era un joven y aguerrido legislador priista políticamente
cobijado por todo un personaje legislativo,
José Luis Lamadrid, pero desde el inicio de la administración de Zedillo, sus
cartas, pese a que había sido muy disciplinado con las líneas del Presidente no
iban precisamente al alza. Quería ser candidato a gobernador en Zacatecas
en un ambiente de confrontación priista en ese estado. En enero de 1998, en plena sucesión en esa entidad, un personaje de muy
alta posición en la administración federal me hizo llegar un amplio expediente
sobre Ricardo Monreal. Una serie de documentos oficiales, que en ese
momento dimos a conocer, señalaban relaciones de Ricardo, de su familia y de su
familia política, pero sobre todo de dos de sus hermanos, uno de ellos el ahora
senador David, con el narcotráfico, que comenzaba a florecer en Zacatecas. La
información fue ampliamente divulgada y desde el gobierno federal se anunció el
inicio de una averiguación contra Ricardo. Éste renunció al PRI (inició en
realidad la moda de renunciar a ese partido para hacerse candidato de otro, en
particular del PRD), fue candidato por la izquierda en Zacatecas y ganó la
gubernatura. El gobierno federal nunca
realizó acción legal alguna contra Monreal y las denuncias y documentos, así lo
dijimos en ese momento, debieron considerarse, ciertos o no, como un mero
ejercicio político-publicitario.
Pero
los años de Ricardo en el gobierno fueron también los de un crecimiento
geométrico del narcotráfico en su entidad; un crecimiento que se agudizó en los
años posteriores, sobre todo con la irrupción de Los Zetas. A eso se sumó un
durísimo conflicto político: Monreal quería que su sucesor fuera su hermano
David, pero a éste sólo le alcanzó para la alcaldía de Fresnillo. Amalia
García, que había sido desplazada en 98 para darle la candidatura a Monreal, se
convirtió en la aspirante perredista y desde entonces las relaciones entre la
que fuera también presidenta nacional del partido y Monreal se deterioraron de
forma absoluta. El acoso del narcotráfico contra la administración de Amalia
fue proporcional a la incapacidad demostrada para combatirlo. Hubo de todo,
desde secuestros, asesinatos, extorsiones, hasta fugas masivas de presos.
Incluso hubo agresiones físicas incalificables contra la entonces gobernadora.
Pero también el hallazgo de 14.5 toneladas de mariguana en un rancho propiedad
de David y Cándido Monreal, hermanos del ex gobernador. Una vez más se habló de
investigaciones, del inicio de averiguaciones previas, pero no pasó nada, se
dijo que el depósito había sido rentado y el caso murió en los medios y en la
justicia. Los Monreal no fueron con el PRD en la elección para gobernador y eso
le abrió la puerta a Miguel Alonso Raya. Su historia también estaba ligada a
Monreal. En 1998, junto a Ricardo, renunció al PRI y se incorporó al PRD; fue
su secretario particular al asumir la gubernatura y en 2001 fue candidato del
PRD a presidente municipal de la capital del estado y ganó la elección. En 2004
Amalia García lo nombró secretario de Turismo del estado, pero renunció al
cargo en 2007 para ser candidato y electo diputado local. En 2009 renunció a la
militancia en el PRD y se declaró diputado independiente, y en junio se
reincorporó al PRI; fue postulado candidato de ese partido a la gubernatura y
ganó la elección en 2010. Nada mal para un político de apenas 42 años.
En 2011 es
secuestrado y desaparece Juan Carlos Guardado, ex alcalde de Fresnillo y
cercanísimo colaborador de David y Ricardo Monreal. El ex alcalde
era hermano de un conocido empresario local, Arturo Guardado, ahora investigado
y acusado de ser el autor intelectual del intento de atentado contra los
hermanos Monreal, a quienes aparentemente acusaba de no haber hecho lo
suficiente para lograr la aparición con vida de su hermano, pese a que incluso
se había pagado un rescate. El hecho cierto es que según autoridades federales
y militares, el ex alcalde fue secuestrado y asesinado por Los Zetas, cuando se
trasladaba con su chofer de Zacatecas a Mazatlán y pese a que hay incluso
detenidos por el caso, nunca hubo una explicación sobre el tema. Sólo se habló
de lucha entre Los Zetas y el cártel del Pacífico, pero sin esclarecer la
participación del ex alcalde en esa trama.
La
historia, como se ve, dista de ser lineal y las preguntas son inevitables; la
primera es obvia: ¿por qué se intentaba atentar contra los hermanos Monreal y
sobre todo contra David? A la versión de que es una venganza de antiguos
aliados políticos le falta algo (o mucho) para ser verosímil. Lo segundo es qué estaban investigando los
organismos de inteligencia cuando se toparon con el intento de atentado a los
Monreal, porque nadie le quita mérito al descubrimiento de ese complot, pero
todo indica que lo que se investigaba era otra cosa y en el camino se cruzó esa
información. Quién sabe si habrá respuestas.
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