¿Quién
tiró al ombudsman?/Adrian Rueda
González
Placencia valoró la posibilidad de enfrentar en tribuna a sus detractores.
Publicado en Excélsior, 02/10/2013
El
domingo por la tarde, luego de realizar una llamada a un altísimo funcionario
del Gobierno del DF, Luis González Placencia empezó a pensar muy seriamente en
claudicar en su intento por reelegirse como ombudsman capitalino.
La
llamada a dicho funcionario, a un día de vencer el plazo legal, era para
sondear si se había logrado el consenso suficiente entre los diputados de la
Asamblea Legislativa del DF; se necesitaba un mínimo de 44 votos para la
ratificación.
Al
otro lado de la línea, su interlocutor le dijo que ya había tratado y nada,
pero le pidió tiempo para consultarlo —como última instancia— con Miguel Ángel
Mancera, quien no estaba disponible en ese momento, a fin de darle una
respuesta definitiva.
Aunque
todavía no le decían que no, González Placencia entendió que debía redactar su
carta-renuncia, pues le quedaba claro que desde las más altas esferas se había
operado para cerrarle el paso. Efectivamente, casi de madrugada el enviado de
Mancera se comunicó con él para decirle que no había condiciones para
garantizarle los votos en la ALDF, y que tomara la decisión que más le
conviniera.
El
ex ombudsman valoró la posibilidad de enfrentar en tribuna a sus detractores,
sobre todo a los panistas, pero el lunes muy temprano decidió llamar a una
conferencia de prensa para anunciar que se retiraba de la contienda.
Quizá
lo que González Placencia no supo es que el viernes pasado el mismísimo
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, presidente del PRI capitalino, se presentó en
Donceles para dar a sus diputados la orden de votar en contra de la reelección.
Gutiérrez
de la Torre se hizo acompañar del delegado especial del CEN en el DF, Manuel
Andrade, para dejar bien claro que llevaba la bendición de “los de arriba”, por
si uno que otro rebelde quería desafiar al partido.
Fue
así como María de los Ángeles Moreno, Erik Jiménez y Alejandra Barrios, quien
pataleó porque según ella el ombudsman la había apoyado cuando apresaron a uno
de sus hijos, doblaron las manos y se sometieron a la orden de su líder.
Sabedor
de esta decisión, el panista Federico Döring dio la instrucción a la fracción
del PAN de cerrar filas en contra de González Placencia, a quien acusa de no
haberlos acompañado en una sola iniciativa o conferencia, y de haberles dado un
trato despótico. Con PAN y PRI amarrados, y con el Verde Ecologista como
rémora, Döring sacó el colmillo para aparecer como el artífice de la derrota
del ombudsman, que estuvo a nada de repetir.
Claro,
el panista ya había leído desde antes que los marcelistas Adrián Michel y Vidal
Llerenas, así como algunos perredistas como Agustín Torres y otros más, no
irían a la votación y por eso se aventó como ariete en contra.
También
sabía que el ombudsman nacional, Raúl Plascencia, había movido sus hilos en las
altas esferas del gobierno para que el PRI no dejara pasar a su odiado rival
capitalino, quien se tornaba como un posible rival para disputarle la CNDH.
Lo
malo para González Placencia es que, ante lo precipitado de los hechos, no tuvo
tiempo de plantear una opción B que le hubiera permitido sugerir a su sustituto
para darle continuidad al trabajo en la CDHDF.
En
su lugar quedó provisionalmente el primer visitador, Mario Patrón, que sería un
buen candidato por su historial como defensor de los derechos humanos, pero hay
que ver si en el GDF no le tienen miedo, pues es duro en sus recomendaciones,
sobre todo por abusos policiacos.
CENTAVITOS…
Lo que era un secreto a voces se consumó ayer al anunciarse la salida del
veracruzano Elías Moreno Brizuela de la jefatura de la Oficina del GDF; en su
lugar entra El Güero Javier González Garza, quien se ha caracterizado por ser
chile de todos los moles, pero al menos institucional. Que nadie piense que la
salida de Moreno es un golpe más de Mancera contra Marcelo, eh; es simple
casualidad.
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