6 feb 2014

Los escándalos son ¡la vergüenza de la Iglesia! :Francisco


Los escándalos son ¡la vergüenza de la Iglesia: Francisco
Por enésima vez el papa abordó el tema de la corrupción en la iglesia católica.
Los sacerdotes “corruptos”, en vez de dar el pan de la vida, dan comida envenenada al santo pueblo de Dios, dijo en voz alta el papa en su homilía matutina durante la Misa que presidió aquel jueves 16 de enero en la capilla de la Casa Santa Marta.
Francisco, como se lee en el resumen publicado por la Radio Vaticana, comentó la Lectura del día y el Salmo responsorial en el que se describe la derrota de los israelíes por parte de los filisteos; aprovechó para hacer una referencia explícita a los no tan recientes escándalos de la Iglesia: «Pero, ¿nos avergonzamos? Muchos escándalos que no quiero mencionar singularmente, pero que todos conocemos…(se refería a la pederastía) ¡Sabemos en dónde están! Algunos han hecho pagar mucho dinero: ¡está bien! Hay que hacer así… ¡La vergüenza de la Iglesia!, dijo.
Y es que ese día en Ginebra la Santa Sede estaba en el banquillo de los acusados por delitos de abuso infantil.

Y dijo categórico que cuando los sacerdotes son corruptos, los que sufren son los fieles: “¡Pobre gente! ¡Pobre gente! No damos de comer el pan de la vida; no damos de comer - en aquellos casos - ¡la verdad! Y hasta damos de comer comida envenenada, tantas veces!
Los escándalos, explicó Bergoglio, suceden porque no hay una relación viva con Dios y con su Palabra. Así, los sacerdotes «corruptos», en lugar de dar el «pan de la vida», dan un «plato envenenado» al pueblo de Dios.
Francisco concluyó su homilía con un pensamiento dirigido al pueblo de Dios: «¡Pobre gente! ¡Pobre gente! No damos de comer el pan de la vida; no damos de comer (en esos casos), la verdad. E incluso damos de comer un plato envenenado, ¡muchas veces! “¡Despiértate, por qué duermes, Señor!” ¡QUe sea esta nuestra oración. “¡Despiértate! No nos rechaces por siempre. ¿Por qué escondes tu rostro? ¿Por qué olvidas nuestra miseria y opresión?”. Pidamos al Señor no olvidar nunca la Palabra de Dios, que está viva, para que entre en nuestro corazón, ¡y no olvidar nunca al santo pueblo fiel a Dios, que nos pide un alimento fuerte!».
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Datos duros:
Benedicto XVI “despidió” a 384 sacerdotes por abusos contra menores
En 2011 fueron 260 y en 2012 124 los religiosos reducidos al estado laico por propia petición o por orden de la Santa Sede, debido a pederastia y violencia sexual.
La noticia fue dada a conocer ayer por la tarde por la corresponsal Nicole Winfield de la agencia Associated Press. 
La estadística fue obtenida a partir de los datos publicados en el volumen “Actividades de la Santa Sede 2012”.
Y fue confirmada por el hoy arzobispo maltés Charles Scicluna, el prelado que durante una década dirigió en el ex Santo Oficio el equipo encargado de ocuparse de estos casos.
Durante los primeros años del nuevo milenio, después del grave escándalo de los sacerdotes pederastas en los EU Juan Pablo II y el entonces cardenal Joseph Ratzinger decidieron llevar a Roma todos los casos de los sacerdotes acusados de abuso de menores. Pero, con la elección de Benedicto XVI la lucha en contra del fenómeno se reforzó ulteriormente.
En abril de 2008, en la entrevista durante el vuelo que lo llevaba a EU, Ratzinger dijo: “Excluiremos rigurosamente a los pederastas del sacro ministerio; es absolutamente incompatible y quien sea verdaderamente culpable de ser pederasta no puede ser sacerdote”. El Papa, en ocasión de sus viajes, comenzaba a reunirse regularmente con algunas víctimas de abusos, pidiendo, con su ejemplo concreto antes que con sus palabras, un cambio de mentalidad  en toda la iglesia.
2009 fue el año de la publicación de los informes sobre los abusos en Irlanda y 2010 surgieron los casos alemanes.
 Benedicto XVI publicó una carta dirigida a los católicos irlandeses y ordenó una visita apostólica a todas las diócesis del país.
En una entrevista durante el vuelo que lo llevaba a Lisboa, en mayo de 2010, Papa Ratzinger afirmó: “La mayor persecución de la Iglesia no viene de los enemigos de fuera, sino nace del pecado en la Iglesia, y la Iglesia, pues, tiene una profunda necesidad de volver a aprender la penitencia, de aceptar la purificación, de aprender por una parte el perdón, pero también la necesidad de la justicia. El perdón no sustituye a la justicia”.
El 15 de julio de 2010 se hicieron algunas modificaciones a las “Normae de gravioribus delectis”, que, en los hechos, introdujeron una legislación de emergencia para estos casos.
www.vatican.va/resources/resources_lettera-modifiche_it.html
Entre las novedades más importantes figura la del plazo de prescripción, que fue cambiado de diez a veinte años. Los procedimientos fueron simplificados y, en los casos más graves, la reducción al estado clerical puede darse incluso por vía administrativa. Se insiste una vez más en que siempre hay que atender las disposiciones de la ley civil en cuanto la comunicación de los crímenes a las autoridades competentes.
El notable aumento de reducciones al estado laico registrado en esos dos años parece una consecuencia directa de la nueva eficacia de las normas apenas introducidas para contrarrestar el fenómeno de los abusos.
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La Archidiócesis de Chicago ocultó décadas de abusos
Miles de páginas publicadas este martes muestran los detalles de los acosos a menores perpetrados por 30 sacerdotes
CAROLINA GARCÍA Washington 21 ENE 2014
Las víctimas llevaban ocho años luchando para que se conocieran los abusos sexuales perpetrados por varios curas de la Archidiócesis de Chicago y, por fin, lo han conseguido este martes. La mayoría de los actos vejatorios que se explican en las más de 6.000 páginas ocurrieron hace décadas, y muchos de los sacerdotes implicados nunca fueron juzgados.
La acción judicial no tiene precedente en la ciudad y sigue la estela de otras diócesis que muestran cómo la Iglesia Romana Católica ha ocultado los abusos a menores, protegiendo a sus clérigos y evitando reportar estos incidentes a las autoridades pertinentes. La documentación ha sido publicada gracias a un convenio alcanzado entre abogados, víctimas y la archidiócesis.
La documentación se refiere a 30 religiosos, aunque las víctimas han denunciado durante este tiempo a 65, y contienen nuevos detalles y entresijos que narran cómo la tercera archidiócesis más grande de la nación ocultó las acciones de sus curas trasladándolos de iglesia a iglesia para no denunciar su comportamiento.
Los oficiales de la Iglesia Romana Católica creyeron que los abusadores podían ser curados con consejo clínico y algunos obispos actuaron como ciegos dándoles segundas oportunidades y otorgándoles el perdón, según los documentos. Además, en estos se incluyen comunicaciones internas entre miembros de la Iglesia; testimonios acerca de los actos vejatorios concretos; reuniones para hablar de los casos, y cartas de curas arrepentidos, entre otros. No aparece ningún nombre, la información está protegida bajo las leyes de salud mental de EE UU, informa AP.
 “Dentro de lo doloroso que puede ser mostrar el pasado, esta acción es parte de la transparencia con la que la Archidiócesis quiere estar comprometida. Pido perdón a todos los que han sufrido por estas violaciones y este escándalo”, explicó el cardenal Francis George, arzobispo de Chicago, cuando anunció en rueda de prensa la semana pasada que la documentación iba a ser publicada. “Esperemos que estos incidentes sean parte del pasado”, concluyó.
 “Los incidentes son anteriores a 1988, y no después de 1996”, sostuvo George en una entrevista el pasado domingo. A pesar de sus buenas intenciones, enfatiza el Chicago Tribune, George se ha visto salpicado por este tipo de incidentes durante su mandato. Y hay abusos que ocurrieron después de su nombramiento, en 1997 como arzobispo, que están incluidos en la documentación.
 “El problema no es cuándo sucedió el abuso, el problema es cuándo fue denunciado”, ha explicado el abogado Marc Pearlman, que representa a más de 200 víctimas en el área de Chicago, a The Washington Post.
 En 2008, el arzobispo, como parte de una demanda civil, admitió haber ocultado tres casos: el del reverendo Joseph Bennett –acusado de abusar sexualmente de dos hermanas entre 1967 y 1973-; el del cardenal Norbert Maday –que fue encarcelado en Wisconsin en 1994 tras acosar sexualmente a dos niños-, y el de David McCormack, que fue declarado culpable en el año 2007 de abusar de cinco niños y cuyo caso propició una disculpa por parte de George y una investigación interna de cómo la archidiócesis respondía este tipo de incidentes.
 Mientras que el caso de McCormack no está en los miles de documentos publicados este martes, los de Maday y Bennett sí aparecen mostrando, en más de 500 páginas, cómo el arzobispo respondió a las acusaciones sobre ellos. De acuerdo con los documentos, más de una docena de denuncias recayeron sobre él tras abandonar la archidiócesis.
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