Los escándalos
son ¡la vergüenza de la Iglesia: Francisco
Por enésima vez
el papa abordó el tema de la corrupción en la iglesia católica.
Los
sacerdotes “corruptos”, en vez de dar el pan de la vida, dan comida envenenada
al santo pueblo de Dios, dijo en voz alta el papa en su homilía matutina
durante la Misa que presidió aquel jueves 16 de enero en la capilla de la Casa
Santa Marta.
Francisco,
como se lee en el resumen publicado por la Radio Vaticana, comentó la Lectura
del día y el Salmo responsorial en el que se describe la derrota de los israelíes
por parte de los filisteos; aprovechó para hacer una referencia explícita a los
no tan recientes escándalos de la Iglesia: «Pero, ¿nos avergonzamos? Muchos
escándalos que no quiero mencionar singularmente, pero que todos conocemos…(se
refería a la pederastía) ¡Sabemos en dónde están! Algunos han hecho pagar mucho
dinero: ¡está bien! Hay que hacer así… ¡La vergüenza de la Iglesia!, dijo.
Y
es que ese día en Ginebra la Santa Sede estaba en el banquillo de los acusados
por delitos de abuso infantil.
Y
dijo categórico que cuando los sacerdotes son corruptos, los que sufren son los
fieles: “¡Pobre gente! ¡Pobre gente! No damos de comer el pan de la vida; no
damos de comer - en aquellos casos - ¡la verdad! Y hasta damos de comer comida
envenenada, tantas veces!
Los escándalos, explicó
Bergoglio, suceden porque no hay una relación viva con Dios y con su Palabra.
Así, los sacerdotes «corruptos», en lugar de dar el «pan de la vida», dan un
«plato envenenado» al pueblo de Dios.
Francisco
concluyó su homilía con un pensamiento dirigido al pueblo de Dios: «¡Pobre
gente! ¡Pobre gente! No damos de comer el pan de la vida; no damos de comer (en
esos casos), la verdad. E incluso damos de comer un plato envenenado, ¡muchas veces!
“¡Despiértate, por qué duermes, Señor!” ¡QUe sea esta nuestra oración.
“¡Despiértate! No nos rechaces por siempre. ¿Por qué escondes tu rostro? ¿Por
qué olvidas nuestra miseria y opresión?”. Pidamos al Señor no olvidar nunca la
Palabra de Dios, que está viva, para que entre en nuestro corazón, ¡y no
olvidar nunca al santo pueblo fiel a Dios, que nos pide un alimento fuerte!».
*
Datos duros:
Benedicto
XVI “despidió” a 384 sacerdotes por abusos contra menores
En 2011 fueron 260 y en 2012 124 los religiosos
reducidos al estado laico por propia petición o por orden de la Santa Sede, debido a pederastia y violencia sexual.
La
noticia fue dada a conocer ayer por la tarde por la corresponsal Nicole Winfield de la agencia Associated
Press.
La estadística fue obtenida a partir de los datos publicados en el
volumen “Actividades de la Santa Sede 2012”.
Y
fue confirmada por el hoy arzobispo maltés Charles Scicluna, el prelado que
durante una década dirigió en el ex Santo Oficio el equipo encargado de
ocuparse de estos casos.
Durante
los primeros años del nuevo milenio, después del grave escándalo de los
sacerdotes pederastas en los EU Juan Pablo II y el entonces cardenal Joseph
Ratzinger decidieron llevar a Roma todos los casos de los sacerdotes acusados
de abuso de menores. Pero, con la elección de Benedicto XVI la lucha en contra
del fenómeno se reforzó ulteriormente.
En abril de
2008,
en la entrevista durante el vuelo que lo llevaba a EU, Ratzinger dijo:
“Excluiremos rigurosamente a los pederastas del sacro ministerio; es
absolutamente incompatible y quien sea verdaderamente culpable de ser pederasta
no puede ser sacerdote”. El Papa, en ocasión de sus viajes, comenzaba a
reunirse regularmente con algunas víctimas de abusos, pidiendo, con su ejemplo
concreto antes que con sus palabras, un cambio de mentalidad en toda la iglesia.
2009 fue el año
de la publicación de los informes sobre los abusos en Irlanda y 2010 surgieron
los casos alemanes.
Benedicto XVI publicó una carta dirigida a los
católicos irlandeses y ordenó una visita apostólica a todas las diócesis del
país.
En
una entrevista durante el vuelo que lo llevaba a Lisboa, en mayo de 2010, Papa
Ratzinger afirmó: “La mayor persecución de la Iglesia no viene de los enemigos
de fuera, sino nace del pecado en la Iglesia, y la Iglesia, pues, tiene una
profunda necesidad de volver a aprender la penitencia, de aceptar la
purificación, de aprender por una parte el perdón, pero también la necesidad de
la justicia. El perdón no sustituye a la justicia”.
El
15 de julio de 2010 se hicieron algunas modificaciones a las “Normae de
gravioribus delectis”, que, en los hechos, introdujeron una legislación de
emergencia para estos casos.
www.vatican.va/resources/resources_lettera-modifiche_it.html
Entre
las novedades más importantes figura la del plazo de prescripción, que fue
cambiado de diez a veinte años. Los procedimientos fueron simplificados y, en
los casos más graves, la reducción al estado clerical puede darse incluso por
vía administrativa. Se insiste una vez más en que siempre hay que atender las
disposiciones de la ley civil en cuanto la comunicación de los crímenes a las
autoridades competentes.
El
notable aumento de reducciones al estado laico registrado en esos dos años
parece una consecuencia directa de la nueva eficacia de las normas apenas
introducidas para contrarrestar el fenómeno de los abusos.
**
La Archidiócesis de Chicago ocultó décadas de abusos
La Archidiócesis de Chicago ocultó décadas de abusos
Miles de
páginas publicadas este martes muestran los detalles de los acosos a menores
perpetrados por 30 sacerdotes
CAROLINA GARCÍA
Washington 21 ENE 2014
Las
víctimas llevaban ocho años luchando para que se conocieran los abusos sexuales
perpetrados por varios curas de la Archidiócesis de Chicago y, por fin, lo han
conseguido este martes. La mayoría de los actos vejatorios que se explican en
las más de 6.000 páginas ocurrieron hace décadas, y muchos de los sacerdotes
implicados nunca fueron juzgados.
La
acción judicial no tiene precedente en la ciudad y sigue la estela de otras
diócesis que muestran cómo la Iglesia Romana Católica ha ocultado los abusos a
menores, protegiendo a sus clérigos y evitando reportar estos incidentes a las
autoridades pertinentes. La documentación ha sido publicada gracias a un
convenio alcanzado entre abogados, víctimas y la archidiócesis.
La
documentación se refiere a 30 religiosos, aunque las víctimas han denunciado
durante este tiempo a 65, y contienen nuevos detalles y entresijos que narran
cómo la tercera archidiócesis más grande de la nación ocultó las acciones de
sus curas trasladándolos de iglesia a iglesia para no denunciar su
comportamiento.
Los
oficiales de la Iglesia Romana Católica creyeron que los abusadores podían ser
curados con consejo clínico y algunos obispos actuaron como ciegos dándoles
segundas oportunidades y otorgándoles el perdón, según los documentos. Además,
en estos se incluyen comunicaciones internas entre miembros de la Iglesia;
testimonios acerca de los actos vejatorios concretos; reuniones para hablar de
los casos, y cartas de curas arrepentidos, entre otros. No aparece ningún
nombre, la información está protegida bajo las leyes de salud mental de EE UU,
informa AP.
“Dentro de lo doloroso que puede ser mostrar
el pasado, esta acción es parte de la transparencia con la que la Archidiócesis
quiere estar comprometida. Pido perdón a todos los que han sufrido por estas
violaciones y este escándalo”, explicó el cardenal Francis George, arzobispo de
Chicago, cuando anunció en rueda de prensa la semana pasada que la
documentación iba a ser publicada. “Esperemos que estos incidentes sean parte
del pasado”, concluyó.
“Los incidentes son anteriores a 1988, y no
después de 1996”, sostuvo George en una entrevista el pasado domingo. A pesar
de sus buenas intenciones, enfatiza el Chicago Tribune, George se ha visto
salpicado por este tipo de incidentes durante su mandato. Y hay abusos que
ocurrieron después de su nombramiento, en 1997 como arzobispo, que están
incluidos en la documentación.
“El
problema no es cuándo sucedió el abuso, el problema es cuándo fue denunciado”,
ha explicado el abogado Marc Pearlman, que representa a más de 200 víctimas en
el área de Chicago, a The Washington Post.
En
2008, el arzobispo, como parte de una demanda civil, admitió haber ocultado
tres casos: el del reverendo Joseph Bennett –acusado de abusar sexualmente de
dos hermanas entre 1967 y 1973-; el del cardenal Norbert Maday –que fue
encarcelado en Wisconsin en 1994 tras acosar sexualmente a dos niños-, y el de
David McCormack, que fue declarado culpable en el año 2007 de abusar de cinco
niños y cuyo caso propició una disculpa por parte de George y una investigación
interna de cómo la archidiócesis respondía este tipo de incidentes.
Mientras
que el caso de McCormack no está en los miles de documentos publicados este
martes, los de Maday y Bennett sí aparecen mostrando, en más de 500 páginas,
cómo el arzobispo respondió a las acusaciones sobre ellos. De acuerdo con los
documentos, más de una docena de denuncias recayeron sobre él tras abandonar la
archidiócesis.
**
No hay comentarios.:
Publicar un comentario