No
es un homenaje petrificante: Cayuela/JUDITH AMADOR TELLO
Revista Proceso # 1952, 29 de marzo de 2014
Si
bien aclara que Marie-José Tramini es quien debe aclarar a qué agravio se
refirió en su discurso en el homenaje a Octavio Paz en la Cámara de Diputados,
el escritor y editor Ricardo Cayuela, director general de Publicaciones del
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y coordinador del
programa conmemorativo del centenario del poeta, descarta que fuese por sus
discrepancias con la izquierda:
“No
creo que tenga que ver con eso, pero quien tiene que responder es Marie-Jo. Ese
discurso lo escribió Marie-Jo y lo dijo en boca de Rafael Tovar (presidente del
Conaculta), porque ella no podía hablar. Creo que lo sano, lo lógico es que
cualquier discusión de esas palabras le corresponda a Marie-Jo, yo no soy su
vocero ni su intérprete.”
En
la Cámara se ponderó también la idea de que se reivindicaba la figura del poeta
y ensayista como un hombre que luchó por la democracia y defendió la
pluralidad. Se le pregunta a Cayuela si en su opinión hubo algún agravio:
“Yo
creo que hubo incomprensión de la dimensión de su osadía intelectual. Y eso es
inevitable en alguien que está tan avanzado, si uno lee hoy sus opiniones
–incluso las más polémicas– descubre hasta qué punto estaban equivocados sus
polemistas y no él.”
Cita
como ejemplo el discurso de Frankfort de 1984 cuando le dan el Premio de la Paz
los libreros alemanes:
“Él
le pide a Estados Unidos que no intervengan Centroamérica y le pide a los
sandinistas que se abran al diálogo y convoquen a elecciones. ¡Dime qué está
mal de eso! Y sin embargo en su momento, significó incluso manifestaciones, que
se hiciera un monigote con su rostro y se le prendiera fuego en el Paseo de la
Reforma.
“También
era una época de una gran polarización, y cuando uno lee a Paz hoy, a la luz de
esa época, descubre que los extremos y la violencia ideológica estaba fuera de
los textos de Paz, no en Paz.”
En
Cayuela recae la responsabilidad de coordinar el programa general conmemorativo
del centenario del poeta, dado a conocer hace ya un mes en el Palacio de Bellas
Artes, y en el cual participan diversas instituciones como el Conaculta, El
Colegio Nacional, el Fondo de Cultura Económica y la Secretaría de Cultura de
la Ciudad de México.
En
entrevista con Proceso en sus oficinas de
Paseo de la
Reforma, el exjefe
de redacción de la revista Letras
Libres desde su fundación en 1999 hasta diciembre de 2012, destaca que las
conmemoraciones tienen como fin honrar la memoria de Paz y no hacer “algo
grandilocuente, marmoleo, sino al servicio del festejado, de su obra, de su
legado, de su lectura y no de los políticos que organizamos el centenario. Eso
me parece muy importante y siento que vamos muy bien”.
A
decir suyo los dos eventos más fuertes hasta hoy han sido en la Cámara de
Diputados, el pasado jueves 20 de marzo, y la presentación del libro Octavio
Paz. Itinerario crítico. Antología de textos políticos, compilado por Armando
González Torres, y la inauguración del Auditorio Octavio Paz en la de
Senadores:
“Los
diputados se declararon en sesión solemne y se le rindió un homenaje. La idea
fue que la pluralidad por la que tanto luchó Paz tuvo un punto de acuerdo, ese
punto de acuerdo fue celebrar el centenario de Octavio Paz. Es decir que los siete
grupos parlamentarios se sumaron al festejo y eso me parece muy valioso.
“Paz
luchó mucho por la democracia de este país, y por hacer efectivo el título de
su célebre revista Plural y entonces fue como si se cerrara un círculo
virtuoso, como una especie de punto de reencuentro entre la pluralidad de
México y quien más había luchado por ella.”
Consulte
las actividades del programa conmemorativo, en www.octaviopaz.mx/
EL discurso:
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