Discurso de Jesus Murillo Karam en la
CLAUSURA DEL XVII
CONGRESO MUNDIAL DE CRIMINOLOGÍA 2014
Monterrey, NL., 13 de Agosto de 2014
Muchas
gracias, antes que nada déjenme agradecer varias cosas. Primero la gentileza
del señor Gobernador, que se nota que es mi amigo, quiero decirles que
verdaderamente es grato, creo que merecido, que un Congreso de esta naturaleza
se haga en un estado como Nuevo León, porque mientras en el país nos tomó por
sorpresa a todos, incluso a los neoleoneses, una delincuencia que de repente
nos creció a una velocidad inusitada en un país que cuando yo estudiaba, y veía
a Quiroz Cuarón, que apuesto que era su maestro, y empecé a entender, añorar y
querer ser criminólogo, el delito mayor era abigeato, se robaban las vacas, y
era un verdadero escándalo.
De
repente encontramos un país lleno de violencia, de sangre, de delitos que no
nos imaginamos que pudieran darse en éste, y nos pasó, lo que como aquel cuento
guatemalteco, de cuyo autor por desgracia no recuerdo el nombre, el cuento más
corto del mundo, que dice "y cuando despertó, el dinosaurio estaba
ahí". Ya les conté todo el cuento.
Eso
nos pasó, cuando despertamos, el dinosaurio estaba ahí, pero ustedes
despertaron más pronto, ustedes no esperaron ver que les llegara el futuro, se
dieron cuenta con mucha prontitud que el dinosaurio ya estaba ahí, y que el
futuro no sólo ya nos había alcanzado, sino empezaba a convertirse en pasado.
Actuaron a una velocidad realmente impresionante, con una eficiencia realmente
impresionante, y lograron revertir también, de manera impresionante.
Por
eso no le sorprenda que hayan hecho bien las cosas, está usted en la capital
del bien hecho.
Nos
enseñaron muchas cosas, creo que también aprendieron muchas de las experiencias
que señaló el Gobernador, de habernos reunido con todos los gobernadores, de
habernos reunido en todo el país, y de haber aprendido en cada lugar cómo se
hacía mejor alguna cosa. Lo que ustedes aportaron fue muy valioso.
Y
yo le decía el Gobernador, además, a la Procuraduría le otorgaron un núcleo de
investigadores que hoy empieza a ser nuestro orgullo, un grupo de estudiosos de
la Universidad, no dije estudiantes, dije estudiosos y dije bien, por la
Universidad Autónoma, que fueron contratados hace un año y que hoy son
investigadores estelares de la Procuraduría General de la República. Invito a
los demás a que no dejen ir la oportunidad y aprovechen que hay chamba.
La
criminología, como ciencia del crimen está fundamentada, profundamente ligada,
no sólo al entendimiento de las causas y motivos que propician la conducta
delictiva en el actuar del hombre, es el desarrollo del propio derecho penal,
es la ciencia que nos permite hacer del derecho penal un instrumento también de
la propia ciencia.
Un
error, un error de observación, hay muchas cosas en el mundo que para ser
científicas nacieron de un error, el error lambrosiano de identificar rasgos
con actitudes generan estudios hasta por el contrario de una nueva ciencia, y
una ciencia que empieza a definirse y a delinearse con mayor precisión, el
estudio, no del delito, no del delincuente, el estudio de por qué el delito y
de por qué el delincuente.
Empezaron
todas las teoría que pasan en la ciencia, y primero hablaban del delincuente y
luego hablaban del delito y luego de los factores endógenos y luego de los
factores exógenos, y de toda esta discusión y profundización en los aspectos
que generaban la posibilidad de que individuos de una comunidad atentaran
contra las reglas que así mismos se habían dado, rompiendo esas reglas y en
consecuencia, entrando al terreno de lo que llamamos delincuencia. Hoy por
fortuna con una visión científica.
Y
empezamos a ver no sólo cuánto le dábamos de prisión a quien cometiera el
delito que estaba de la A a la B, empezamos a ver por qué, cómo, con qué
condiciones, en qué características, con qué situación, qué generó las
condiciones delictivas, y esa es una buena parte de lo que hicieron en Nuevo
León para enfrentar el problema.
Pero
los que van a estudiar esto, los que estuvieron atentos a este Congreso, habrán
podido entender que hay muchísimas cosas más que para poder entender el delito
y el delincuente, y poderlos entender ya inscritos en el fenómeno social de la
convivencia, en la posibilidad de nuestro actuar común, del actuar con todos,
de aquel viejo principio de que tu libertad llega hasta donde la mía se
atraviesa. Tenemos que entender por qué hay quien viola esas libertades, qué lo
movió, qué lo indujo.
Y
si lo indujo un factor de orden económico, que para cuando empezaba yo a oír a
Quiroz Cuarón fue lo que me pareció que era más importante, y mi tesis
profesional se llamó así, "La economía como factor criminógeno", y
uno se da cuenta de que sí, sí es un factor, es un indudable factor que genera
la criminología; pero no es el único, hay otros factores fundamentales, de
dentro y de fuera, que hacen que algunos autores que se metieron tanto pudieran
generar frases hermosas, yo no sé si ciertas, pero tan hermosas que decían "no
hay delito que no me sienta capaz de cometer"; o que decían "la
verdad verdadera, es que el delito no existe".
Y
no me queda duda, el delito es un producto humano, es una figura que se crea
para generar el castigo a una conducta que la sociedad considera no adecuada;
es correcto, pero es sólo eso, una figura. Y entonces el criminólogo se
convierte en un doctor de la conducta, en un entendedor de lo que propició esa
conducta, de lo que degeneró esa conducta o lo alteró, y tiene que entenderlo,
para poder aplicar las demás normas.
Esto
es lo que estamos llevando al nuevo procedimiento penal, es lo que estamos
generando en el nuevo procedimiento penal, ser capaces de darle al Juez una
mayor capacidad para interpretar, para lograr algo que debe de ser el profundo
sustento de la organización fincada en normas, el camino paralelo entre la ley
y la justicia, para que se convierta en tarea del legislador, no convertir las
leyes en justicia, sino utilizar la justicia para hacer las leyes.
Que
sea la justicia la que lo rija y que yendo paralelas, sea el Juez el que pueda
poner en medio de ese carril la menor distancia posible para que se conserve
esa paralelidad entre lo que es la ley y lo que es la justicia, no puede
convivir en una sociedad armónica, una sin la otra, no puede convivir
simplemente distanciados.
Por
eso hoy en México les dimos a los jueces enormes facultades de interpretación.
Y en principio como todo, el abuso o la ausencia del uso de ese tipo de
facultades nos pueden parecer desastrosos, pero la costumbre, la correctividad
que señalan las propias leyes, el propio uso de nuestras facultades ciudadanas,
van a ubicar esas facultades de interpretación, de manera tal que logren el
propósito central.
Yo
quiero decirles que para mí es un verdadero honor que me hayan permitido
clausurar este Congreso, un verdadero honor y una esperanza, cuando tanta gente
se interesa en un tema como éste, es cuando tenemos los ojos puestos en algo
que afecta la sociedad y queremos resolverlo. Que bueno que todos ustedes estén
comprometidos en la búsqueda de esa solución, que lo sientan como algo que
forma parte de su sensibilidad, porque podemos construir muchos edificios,
podemos comprar mucha tecnología, podemos obtener vehículos y medios para
combatir al crimen; pero sin una mentalidad, sin una mentalidad de quienes
vamos a ejecutar esa función en la que quede claro que nuestra tarea es hacer
justicia, que nuestra tarea es el bienestar y la armonía, y que es un
privilegio para quienes realizamos esa tarea, poder decir que procuramos o que
hacemos justicia.
Ojala
y ustedes, como hace muchos años yo sentado de ese lado, viendo a Quiroz Cuarón
dictar una conferencia de criminología, decidí que iba ser abogado y soñé con
ser Ministerio Público y llegué un poquito más arriba.
A
nombre de quienes generaron este Congreso y siendo las 18:35 del 13 de agosto
de 2014, declaro formalmente clausurados los trabajos del XVII Congreso
Mundial, de la Sociedad Internacional de Criminología, creo que para el estado
de Nuevo León ha sido un privilegio que se haya realizado aquí y creo también
lo ha sido para la Asociación Internacional de Criminología.
La
seguridad pública es sin duda algo que ustedes están tratando de rescatar.
Muchas
gracias.
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