Revista
Proceso
No. 1985, a 15 de noviembre de 2014
Quedó
herida la relación con China/
MATHIEU
TOURLIERE Y ADRIÁN FONCILLAS
MÉXICO/
BEIJING.- Al despegar de México el domingo 9, el avión presidencial alejó a
Enrique Peña Nieto de un país convulsionado por la peor crisis de gobierno de
la nueva administración priista. Tras una escala en Alaska, desde donde condenó
los hechos violentos ocurridos la noche anterior en el Zócalo capitalino, el
mandatario aterrizó en Beijing el lunes 10 con el fin de asistir a la cumbre
anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en
inglés).
Apenas
el lunes anterior, el consorcio CRCC-CSR-GIA-PRODEMEX-TEYA-GHP, liderado por el
gobierno chino a través de su empresa estatal China Railway Construction
Corporation Limited (CRCC), había ganado la licitación del proyecto, para el
cual la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se comprometía gastar
58 mil 950 millones de pesos.
El
domingo 9, la CRCC emitió un comunicado en el que se dijo “extraordinariamente
impactada por la decisión” y anunció que activó “un mecanismo de respuesta para
emergencias”. Su cotización en la bolsa de valores se derrumbó en 7%.
La
SCT ni siquiera avisó a la CRCC. En otro comunicado, difundido el lunes
siguiente, ésta informó a sus accionistas que se enteró de la cancelación de la
licitación el viernes 7. “De inmediato la CRCC contactó a la SCT, y debido a la
diferencia de horario, recibió la confirmación de la revocación de la
licitación (…) a temprana hora del 8 de noviembre”.
La
poderosa Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo de China calificó la
anulación de “inesperada”, aunque confió en que la SCT llevará a cabo un nuevo
proceso de licitación, en el que llamó a no discriminar a las empresas chinas.
El
primer ministro chino, Li Kegiang, lamentó el que se haya cancelado la
licitación. Y así se lo hizo saber a Peña Nieto durante el encuentro informal
que ambos sostuvieron el martes 11. Más aún, insistió en que México no debe
tratar de manera injusta a las empresas chinas, según publicó la cuenta oficial
de Weibo (el Twitter chino) del gobierno de ese país.
En
entrevista telefónica con Proceso el coordinador del Centro de Estudios
China-México (Cechimex) de la UNAM, Enrique Dussel Peters, estima que la brusca
cancelación del proyecto “ha sido un cubetazo de agua helada en la relación
México-China”.
El
investigador se encontraba en Beijing durante la semana pasada para asistir a
una ronda de seminarios académicos organizados de manera paralela a la cumbre,
en los cuales el tema de la cancelación fue aludido de manera reiterada “en
términos de incomprensión y de lástima”.
Refiere
que la adjudicación del proyecto de infraestructura a una empresa estatal del
país asiático revestía una importancia especial para China, ya que concretizaba
la construcción del primer tren rápido en todo el Continente Americano. Tal
“objeto de prestigio” le hubiera servido al gobierno chino para consolidar su
presencia en América Latina, apunta el investigador.
Según
informó la empresa estatal, la CRCC iba a participar con 60% de la construcción
del TAV y se iba a encargar de la totalidad de los trabajos de mantenimiento.
En estos términos, iba a recibir 38 mil 955 millones de pesos, lo que
representaba “aproximadamente el 3.04% de los ingresos operativos de la (CRCC)
durante el año 2013”, refiere un comunicado que divulgó el miércoles 5 para
anunciar la obtención de la licitación.
“Azul
APEC”
Desde
hace 10 años el gobierno de China apuesta por los trenes rápidos como motor de
su desarrollo económico y como herramienta esencial en los planes geopolíticos
para conectar al país con el Continente Europeo y las regiones de Asia del Sur
y el Medio Oriente a través de las “nuevas rutas de la seda”. Mediante la
edificación de nuevas redes carreteras, ferrocarrileras, eléctricas, de
gasoductos y de oleoductos, ambiciona afirmarse como gran potencia mundial.
Por
lo anterior, dotó de importantes recursos a la CRCC, que concibió su propia
tecnología e instaló más de 10 mil kilómetros de líneas de vías rápidas en
China. En este corto periodo, el gigante asiático se convirtió en el país con
la red de tren rápido más amplia del mundo.
La
postulación de la CRCC para el proyecto del TAV México-Querétaro formaba parte
de la política de going out que implementa el gobierno chino desde finales de
los noventa para equilibrar su balanza comercial y estabilizar la moneda
nacional, subraya Dussel.
Esta
política consiste en incentivos del gobierno hacia las empresas públicas y
privadas para que multipliquen sus inversiones a nivel internacional y
participen en proyectos de infraestructura, ya que los 3 mil 820 billones de
dólares de reservas chinas se desbordan en el banco central.
La
prensa china ignoró a Peña
En
entrevista con Proceso, Eugenio Anguiano –sinólogo mexicano, primer embajador
que tuvo México en China, en 1972, y actualmente profesor en el Centro de
Investigación y Docencia Económicas (CIDE)–, parte del siguiente supuesto: la
CRCC se postuló en la licitación del TAV México-Querétaro en respuesta a las
consignas de su gobierno orientadas a buscar opciones en México.
Además
de frustrar un proyecto de infraestructura de una empresa estatal china, el
gobierno de México canceló la licitación en el peor momento, ya que lo decidió
en vísperas de la cumbre de la APEC, en la que se reunieron los jefes de Estado
de los 21 países de la región y que China utilizó para brillar a nivel
internacional.
Previamente
al encuentro, subraya Dussel, los medios de comunicación de ese país hablaron
mucho de la infraestructura de trenes rápidos. “Estoy muy seguro que todos
estos artículos, la mayoría de los cuales habían sido escritos con
anterioridad, evocaban a México. Tuvieron que borrarlos porque se convirtió en
un caso bochornoso”, afirma.
Los
esfuerzos que desplegó el gobierno chino para que la cumbre del APEC fuera un
éxito ilustran la importancia que dio al evento: días antes prohibió a la mitad
de los automóviles en Beijing circular y dio vacaciones a los estudiantes, a
las empresas y a todo el sector público por una semana.
Durante
la cumbre, la persistente nube de contaminantes que envuelve a Beijing
desapareció y permitió a los ciudadanos y visitantes, alojados en un faraónico
complejo hotelero construido especialmente para la ocasión, ver el cielo. Se
habló en los medios del “azul APEC”, señala Dussel.
Y
agrega que en este contexto los medios de comunicación boicotearon al
presidente mexicano. Hasta la noche del jueves 13, observa, “sólo publicaron
dos o tres notas negativas sobre México; después salieron otras sobre los
desaparecidos (de Ayotzinapa). No hubo ninguna foto de Peña Nieto en la cumbre
de la APEC”.
“Factores
domésticos”
Según
Dussel, la incredulidad de los chinos es entendible: el gobierno de México no
les explicó los motivos por los cuales se cancelaba la licitación. “Se
preguntaron: ¿Cómo es posible, si se estuvo trabajando durante tanto tiempo,
que de pronto se cancele sin ninguna razón ni causa explícita y pública desde
la perspectiva de los medios?”
Las
autoridades chinas informaron que la anulación se debía a “factores domésticos”
y deslindaron de responsabilidad a la empresa china. La prensa, como el China
Daily, expuso que “políticos mexicanos de oposición acusaron a su gobierno de
favorecer al grupo encabezado por la CRCC”.
Anguiano
observa que todo lleva a pensar que el gobierno mexicano tomó la decisión de
cancelar la licitación ante la inminencia de la publicación en algunos medios,
entre los cuales destaca Proceso, de la investigación llevada a cabo por el
equipo de Aristegui Noticias sobre la mansión presidencial de 7 millones de
dólares financiada por una inmobiliaria ligada al Grupo Higa, uno de los
beneficiarios de dicho contrato.
El
exembajador asevera que, al cancelarse el fallo, “lo menos que debió suceder
era la renuncia” del titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza. Precisa: “Un
órgano del Estado, la SCT, hace a través de su titular una defensa muy intensa
del proceso de licitación del proyecto; exhibe documentos ante la Cámara de
Diputados para referir que el proceso había sido legal y, unas horas después,
el jefe del Ejecutivo lo cancela”.
Al
concluir la cumbre de APEC, en la que mantuvo un perfil bajo, Peña Nieto inició
su visita oficial de Estado en China, acompañado por varios miembros de su
gabinete, entre los cuales se encontraba Ruiz Esparza. El jueves 13, éste se
reunió con los dirigentes de la CRCC a puerta cerrada y les dio una “amplia
explicación”. Al salir de la reunión, declaró que la propuesta de la CRCC era
“muy buena” y había cumplido con todos los requisitos legales.
Anguiano
sostiene que, para los inversionistas, la cancelación del fallo rompe con la
idea de que las reformas peñanietistas establecieron reglas del juego claras
para invertir en México. “El mensaje es: así va a pasar con los demás
proyectos: serán sujetos a externalidades, a variables exógenas, políticas”,
afirma.
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