Publicado en La Silla Rota, a 9 de julio de 2015.
A Wesołowski le fue retirada la inmunidad diplomática y se le abrió un juicio penal por pederastia. En este tema no habrá perdón.
Es un asunto histórico ya que es la primera vez que se enjuiciará a un alto prelado por el delito de pederastia, y dejará precedentes.
A Wesołowski le fue retirada la inmunidad diplomática y se le abrió un juicio penal por pederastia. En este tema no habrá perdón.
Es un asunto histórico ya que es la primera vez que se enjuiciará a un alto prelado por el delito de pederastia, y dejará precedentes.
¿Quién y por qué se enjuicia?
Se lleva al banquillo de los acusados a Józef Wesołowski, quien es polaco (1948); ordenado sacerdote en Cracovia el 21 de mayo de 1972 directamente por el entonces cardenal Karol Józef Wojtyła, hoy San Juan Pablo II, consagrado arzobispo titular de Sleibhte y nombrado desde 1999 como nuncio apostólico en Bolivia. Siguió su carrera diplomática como nuncio en varios países y en enero de 2008 llegó a la República Dominicana donde fue descubierto, gracias al trabajo periodístico, de ser un criminal.
En efecto, en septiembre de 2013 la joven periodista dominicana Nuria Piera realizó un reportaje para la televisión de su país donde presentó pruebas en contra del monseñor Wesołowski, en el que se acusaba de frecuentar una playa local en la que ofrecía dinero a jóvenes a cambio de favores sexuales.
Nuria señaló que el alto prelado era un habitual visitante de la Zona Colonial, lugares donde tomaba alcohol y luego pagaba a niños para sostener relaciones sexuales en el abandonado monumento a Fray Antón de Montesinos, en el malecón de Santo Domingo.
“Hicimos una investigación profunda, fuimos a muchos sitios a donde él iba. Lo grabamos en sitios bebiendo alcohol y paseando”, explicó Nuria (en acento.com el 4 de septiembre de 2013).
La joven periodista narró cómo obtuvo los testimonios de dos jóvenes y presentó la denuncia a las autoridades civiles. Hay por lo menos 4 testimonios en contra del “hombre de la iglesia”.
“No se entiende cómo la Iglesia (Católica) no se dio cuenta de lo que hacía Wesołowski”, manifestó Piera.
Si bien es cierto que el reportaje de Nuria resultó ser una bomba a nivel internacional, el ex nuncio había sido ya retirado temporalmente de sus funciones. La orden la había dado el mismísimo Papa Francisco, por lo que el fiscal vaticano Gian Piero Milano había comenzado una investigación, para ello contó con el apoyo del procurador general de la República Dominicana, Francisco Domínguez Brito y la fiscal de distrito de Santo Domingo, Yeni Berenice Reynoso Gómez.
Las autoridades se enteraron del caso por los reportes televisivos de Piera, que fueron transmitidos a principios de septiembre de 2013 e incluían a un niño que afirmaba que había sido sometido a abusos.
La fiscal Reynoso dijo que sus investigadores habían identificado a cuatro niños de entre 12 y 17 años de edad con quienes el nuncio tuvo contacto sexual pero que probablemente habría otros.
¡La información se publicó en varios medios!
El trabajo periodístico había sido clave, aquí es cuando vale la pena decir que nuestro trabajo es muy importante. Y si hurgamos en un tema que ponga en tela de juicio a una persona, debemos tener suficientes pruebas en que basarnos. Es el caso que nos ocupa. El Papa fue informado de inmediato.
El Papa Francisco estaba informado de los pecados cometidos por uno de los hombres cercanos al hoy Santo Juan Pablo II: El poderoso monseñor 'Jozef Wesolowski'. En mayo de 2014 charló con los periodistas a bordo del avión papal en su viaje apostólico a Tierra y dijo que al menos tres obispos estaban siendo investigados por supuestos casos de abusos sexuales. Dijo que ante estos crímenes en la Iglesia “hay que ir adelante, adelante: Tolerancia cero”.
No dio nombres... pero seguramente estaba hablando del polaco y de dos norteamericanos.
Por lo que en menos de un mes, el 27 de junio de 2014, concluía un proceso canónico en primera instancia ante la Congregación para la Doctrina de la Fe yWesołowski era dimitido del estado clerical, obviamente se le quitó la inmunidad diplomática y se abrió un juicio penal en su contra por pederastia.
Tres meses después... el lunes 23 de septiembre, se anunció su arresto domiciliario. Hoy se encuentra delicado de salud en una habitación del Colegio de los Penitenciarios en territorio vaticano, permanentemente vigilado por la gendarmería vaticana.
Debemos decir que en el Vaticano no hay cárceles.
El proceso legal podría culminar con una prisión de hasta siete años.
El proceso penal.
(Véase de mi autoría “El caso del ex nuncio acusado de crímenes sexuales”, en la revista Código Topo de Excélsior, julio de 2015)
La sesión se celebrará en el Aula de Audiencias del Tribunal que se volvió famosa hace tiempo por ser el escenario del proceso a Paolo Gabriele, ex mayordomo del papa acusado de “traicionar la confianza del Santo Padre” por robo con agravantes de documentos reservados.
El conjunto de las acusaciones en contra del alto prelado –como lo explicó el vocero papal Federico Lombardi a los medios– “deberá pasar por el examen del Órgano que juzga, que podrá disponer, para la definitiva confirmación de los hechos, tanto de pericias técnicas como de los aparatos informáticos usados por el imputado, así como eventuales formas de cooperación judicial internacional para la evaluación de las pruebas testimoniales provenientes de las autoridades competentes de Santo Domingo”.
Se trata, subrayó Lombardi, de “un procedimiento delicado y articulado, sobre el que hay un acuerdo de todas las partes involucradas en el juicio para efectuar las verificaciones más atentas y las profundizaciones necesarias”.
Las acusaciones deberán ser examinadas por el órgano judicial competente –tres jueces–, y éste podrá ordenar algunas formas de cooperación judicial internacional para la evaluación de las pruebas testimoniales procedentes de las autoridades competentes de Santo Domingo.
Habrá un debido proceso, donde hasta hoy el ex nuncio goza de la presunción de inocencia; habrá pruebas, testigos y el inculpado tendrá derecho a un abogado defensor...
El Estado de la ciudad del Vaticano es una entidad universalmente reconocida como entidad soberana de derecho público internacional, distinto de la Santa Sede; y la justicia civil vaticana –el poder judicial– tiene como órganos propios -que ejercitan sus funciones en nombre del pontífice-, un Juez Único (Juez instructor), un tribunal de primera instancia que preside Giuseppe Della Torrey la acompañan dos jueces más.
La sentencia que dicte este Tribunal puede ser recurrida en otra instancia, concretamente al Tribunal de Apelación, integrado exclusivamente por eclesiásticos.
Y en caso de que se compliquen las cosas, hay un último recurso: El Tribunal Supremo, formado por tres cardenales.
En este tema no habrá perdón como fue en el caso de Gabrielle Paolo cuando el Papa Benedicto XVI lo perdonó.
De comprobarse los delitos que cometió el ex nuncio, son para el Papa Francisco considerados como muy graves, por lo que no habrá perdón sin justicia...
Y es que el Papa Francisco decidió profundizar en el tema, de una vez por todas...
Hay muchos casos de delitos de pederastia en el mundo... y los más de cinco mil obispos han hecho oídos sordos. El mismo pecado cometieron en la Curia Vaticana. El caso de Marcial Maciel Degollado les costó mucho y pudo ventilarse gracias –primero– al trabajo periodístico y también a la decisión del otrora cardenal Joseph Ratzinger, cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en tiempos en que el Papa era Juan Pablo II.
Pero Maciel no fue llevado a juicio...
Recuerdo que en mayo de 2006 se decidió “invitar” al padre Marcial Maciel a retirarse a una “vida de oración y penitencia”, sin llevarlo a un proceso canónico debido a su avanzada edad. La invitación incluía la prohibición de celebrar misas públicas o dar conferencias, presentaciones o entrevistas. Y aunque esta decisión dio cierta credibilidad a las acusaciones de pederastia en su contra, también cerró a los demandantes cualquier posibilidad de llevarlo a juicio y probar sus dichos ante los tribunales del Vaticano.
Este es parte del comunicado sobre la investigación al padre Marcial Maciel:
“... En virtud del «motu proprio» «Sacramentorum sanctitatis tutela» promulgado el 30 de abril de 2001 por el siervo de Dios Juan Pablo II, el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Su Eminencia el cardenal Joseph Ratzinger, autorizó una investigación de las acusaciones. Mientras tanto tiene lugar la muerte del Papa Juan Pablo II y la elección del cardenal Ratzinger como nuevo pontífice.
"(Y) Después de haber sometido los resultados de la investigación a atento estudio, la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo la guía del nuevo prefecto, Su Eminencia el cardenal William Levada, ha decidido –teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del reverendo Maciel como su débil salud– renunciar a un proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre ha aprobado estas decisiones”.
Y es que la legislación eclesiástica perdonaba todos esos pecados, hay que decirlo abiertamente, subrayando hasta antes del Papa Francisco.
Nuevo decreto papal
No es casual que apenas hace dos años –el 11 de julio de 2013–, Francisco emitió un Motu Propio (decreto papal) donde daba a conocer una nueva legislación en materia penal y de sanciones administrativas para el Estado de la ciudad del Vaticano y la Santa Sede. Y sobre todo enfatizaba el delito contra los menores, entre los cuales se señalan: La venta, la prostitución, el reclutamiento y la violencia sexual contra los menores;la pornografía infantil, la posesión de pornografía infantil; actos sexuales con menores.
Recordemos que el marco legislativo precedente para el Estado de la ciudad del Vaticano era el del viejo Código (de Giuseppe) Zanardelli (de 1889), en vigor en Italia cuando se firmaron los Pactos Lateranenses, que describe los delitos sexuales como “delitos en contra de las buenas costumbres y el orden de las familias”, y en el caso de menores de edad involucrados en actos de violencia carnal, imputa el daño sólo si se demuestra la corrupción del menor.
El juicio que veremos es de la mayor importancia
Por cierto será transmitido en vivo para la TV por Nuria, quien ya se encuentra con su equipo en Roma. Esperemos que no haya problema... ya que la audiencia si lo deciden los jueces, pudiera ser privada...
El ex nuncio puede ser castigado hasta por 7 años...
Estamos pues ante un hecho inédito, nunca antes en la historia del Estado pontificio un clérigo había sido enjuiciado por el mismo crimen tanto en los tribunales eclesiásticos, como en los tribunales civiles vaticanos.
Y el asunto puede seguir
Una vez concluido el proceso penal en los tribunales del Estado de la ciudad del Vaticano, no se descarta que el ex nuncio pueda ser procesado también en Polonia, país que juzga los delitos de sus ciudadanos también si se comenten en el exterior. E incluso podrá ser sujeto a extradición si así lo pide la República Dominicana.
Un nuevo tribunal
Y todavía más allá del caso que nos ocupa, recientemente –el 10 de junio– el Papa Francisco autorizó la creación de un nuevo tribunal contra los abusos sexuales, que trabajará en la Congregación de la Doctrina de la Fe, y que se encargará de las denuncias contra obispos que se sospeche hayan encubierto casos de abusos.
De hecho, el sólo anuncio de ese tribunal ya ha generado algunas renuncias anticipadas.
Recientemente la Santa Sede anunció la renuncia anticipada de dos obispos de EU acusados de dar un mal manejo a casos de abusos sexuales contra menores en sus diócesis, es decir, encubrimiento.
Se trata del arzobispo de St. Paul y Minneapolis, monseñor John Clayton Nienstedt, y su adjunto, monseñor Lee Anthony Piche, dimitieron después de que su diócesis fuera acusada por las autoridades de EU de no haber protegido a menores en relación a un sacerdote que fue encarcelado por abusos sexuales.
En México hay un caso ya… el obispo de Autlán, Jalisco, monseñor Gonzalo Galván Castillo, renunció a sus labores eclesiásticas por haber cometido pecado de encubrimiento.
Protegió en 2009 al sacerdote Horacio López cuando se supo que abusó sexualmente a una persona y lo único que hizo fue cambiarlo de parroquia...
Una práctica muy común… la ropa sucia se lava en casa.
Es la segunda renuncia en menos de una semana en México, la primera fue de don Alejo Zavala, no sabemos los motivos de este caso.
Las renuncias de obispos han aumentado desde que el Papa Francisco autorizó el pasado 10 de junio la creación de un tribunal para juzgar por el delito de “abuso de poder” a los obispos que han encubierto a sacerdotes pederastas.
¿Cuántos más?
No sabemos.
Y es que desgraciadamente en la Iglesia Católica se han cometido muchos delitos de encumbramiento...
¿Nombres?
Muchos... Un caso especial es Jesús Romero Colín, quien fue violado por el entonces sacerdote Carlos López Valdez (Véase Código Topo de Excélsior de julio de 2015). Jesús recibió incluso una carta personal del Papa Francisco donde le pide perdón.
Recientemente la revista Proceso #2017, del 27 de junio de 2015, publicó una entrevista del ex sacerdote Alberto Athie Gallo quien afirma que “ante la inminente apertura en el Vaticano de un tribunal para juzgar a los obispos encubridores de sacerdotes pederastas –hecho inédito en la Iglesia–, en México ya se tienen la lista y los expedientes de los jerarcas católicos mexicanos enjuiciables por ese delito y que muy probablemente serán denunciados en la nueva instancia”.
Encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, dicha lista también incluye a Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de San Luis Potosí; José Luis Chávez Botello, arzobispo de Oaxaca; Jonás Guerrero, obispo de Culiacán; Marcelino Hernández, obispo de Colima; y Raúl Vera, obispo de Saltillo, entre otros.
Una semana después en la sección de cartas al director, el vocero del arzobispado Hugo Valdemar Romero, escribe:
“Resulta lamentable que la portada de su revista exponga la fotografía del arzobispo de México bajo una acusación directa de encubrimiento, sin que la publicación dé prueba de ello, pues lo único que el señor Alberto Athié hizo fue exponer repetidos señalamientos que no han encontrado sustento…”.
Y agrega al final que “el cardenal Norberto Rivera no tiene objeción alguna en acudir ante la Santa Sede para responder a cualquier señalamiento, como puntual y responsablemente lo ha hecho ante las autoridades civiles de México y Estados Unidos cuando así se lo han requerido”.
Muy interesante.
Estamos ante casos inéditos…
El nuevo tribunal cambiará las cosas, y habrá renuncias anticipadas.
El delito de encubrimiento no existía antes, con Francisco las cosas cambiaron…
Quien quizá sí tenga culpa son quienes conocieron el caso del joven Jesús Romero Colín, hay un documento que dice muchas cosas...
El Papa Francisco va en serio en este tema. No tengo duda de que no le temblará la mano para enjuiciar incluso a cardenales que haya realizado el delito de encubrimiento.
En los márgenes
La propuesta del nuevo tribunal la hizo el cardenal Seán Patrick O'Malley, fue sometida al Papa Francisco, quien la aprobó y dispuso que se consigan los medios para llevar esto adelante.
La propuesta tiene cinco puntos:
- Que la Congregación de los Obispos, la de Evangelización de los Pueblos, o la de las Iglesias Orientales tengan la competencia para recibir y examinar las denuncias que se hagan de abuso de oficio episcopal.
2 Que el Papa dé mandato a la Congregación para la Doctrina de la Fe –el otrora Tribunal del Santo Oficio–para juzgar a los obispos por casos de delitos de abuso de oficio.
- Que el Papa autorice la institución de una nueva sección judicial en el interior de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el nombramiento de personal estable que preste servicio en el Tribunal Apostólico. Esto en concordancia con el prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe.
- Que el Papa nombre a un secretario con la responsabilidad de la nueva sección judicial y que se ocupará también de casos de abusos de clérigos con menores o personas vulnerables. Siempre en consultación con el prefecto de la Congregación.
- Que el Papa establezca un periodo de cinco años para evaluar la eficacia de una nueva sección judicial.
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