INFORME
CONFIDENCIAL | OPINIÓN | 2016-01-25
El
diputado federal, Quirino Ordaz, quien mostraba notable rezago en las encuestas
previas a la definición de la candidatura del PRI para la gubernatura de
Sinaloa, resultó el tercero en discordia beneficiado por el choque entre dos
grupos políticos dominantes en el estado. El resultado por ahora, es
incierto.
Estos
grupos son el encabezado por el controvertido empresario Jesús Vizcarra y David
López, ex vocero presidencial, y el impulsado por el gobernador Mario López
Valdez –mejor conocido por su acrónimo, Malova-, que en 2010 rompió con el PRI
y ganó el cargo al frente de una alianza opositora.
De
acuerdo con fuentes consultadas, Vizcarra y López hicieron llegar a Los Pinos a inicios de
enero una terna de prospectos a la candidatura priísta, formada por ellos mismos y por el citado Ordaz
Coppel. El primer agraviado de esta gestión fue el padre político de David
López, Heriberto Galindo, que en los años 70 formó u grupo bautizado “Chilorio
Power” que atrajo a varios jóvenes entre ellos el citado David López, quien en
los últimos años tomó el liderazgo de esa facción.
En
las semanas siguientes la propuesta del “Chilorio” se confrontó con la
largamente cocinada precandidatura de Gerardo Vargas, un conocido priísta que
se ha desempeñado como secretario de Gobierno en la gestión de Malova y fue
impulsado por éste.
Los
estudios levantados en los meses previos ubicaban en el primer lugar de las
preferencias a Vizcarra Calderón, empresario multinacional que ha fundado
compañías desde la adolescencia y es uno de los procesadores y exportadores de
carne más importantes del mundo. Su lado oscuro lo ofrece el ser sobrino del
narcotraficante Inés Calderón y aparecer en fotografías cerca de otros capos de
las drogas. Porque en Sinaloa las mafias también juegan. En 2010 Vizcarra buscó la gubernatura en 2010
pero fue derrotado, precisamente, por Malova.
De
acuerdo con los mismos estudios, atrás de Vizcarra aparecían Aarón Irízar,
senador ligado con el ex candidato presidencial Francisco Labastida Ochoa, y el
referido Gerardo Vargas. Lo que surgió entonces fue una alianza entre Vizcarra
y David López bajo la consigna de “cualquiera, menos Vargas”, con el argumento
de que era indigno para el PRI ceder el control de la candidatura a Malova, que
había desertado de sus filas.
Desde
el círculo del gobernador aliancista surgió otra consigna: “Cualquiera, menos
Vizcarra”. Tras dos años de distanciamiento con la dirigencia nacional del PRI,
que encabezaba César Camacho, la llegada de Manlio Fabio Beltrones al partido
generó un acercamiento con su viejo compañero de bancada en el Senado. Malova y
Manlio se dijeron públicamente “amigos”.
El
13 de enero Beltrones convocó al DF a la decena de políticos mencionados como
aspirantes, con la notable ausencia de Vizcarra, que en público anunciaba su
declinación pero en privado buscaba una luz verde desde Los Pinos. Tras el
encuentro, Beltrones dijo en privado a por lo menos uno de los asistentes:
“Obtuve más información de sus miradas y gestos que de sus palabras… Informaré
al Presidente”.
Testimonios
diversos daban cuenta el fin de semana pasado que Malova y Beltrones mantenían comunicación vía
mensajes telefónicos. El primero habría ofrecido apoyar al candidato que el PRI
postulara -salvo Vizcarra-, pero pedía ayuda para facilitar la tarea. Cuando se anunció el triunfo del priísta Ignacio Peralta en Colima, Malova
le escribió a Beltrones para felicitarlo. Éste respondió: “Voy a necesitar tu
ayuda en Sinaloa”. Tomó una semana entender a qué se refería el sonorense:
Vizcarra no, pero tampoco Vargas.
Hasta
antes del lanzamiento de Ordaz Coppel los sondeos disponibles anticipaban un
triunfo priísta en los comicios locales de junio próximo –cuando también se
renovarán alcaldías y Congreso local-, dado el predominio del Institucional en
ese estado, que nunca había tenido una alternancia partidista en la gubernatura
hasta la llegada de Malova.
El
único partido opositor relevante en el estado es el PAN, seguido no por el PRD,
sino por el Partido Sinaloense, que encabeza el ex dirigente universitario
Héctor Melesio Cuén.
Acción
Nacional se halla sin candidato a la vista. Fuentes del mismo confiaron a este
espacio que tanto el diputado independiente Manuel Clouthier como Heriberto
Félix, ex secretario de Desarrollo Social con Felipe Calderón, rechazaron
asumir una candidatura panista. El escándalo agravado en torno a la diputada
local panista Lucero Sánchez oscureció aún más el panorama al panismo. Su
liderazgo local tiene previsto abrir a consulta la postulación de un externo, que
muy probablemente será el citado Cuén.
Manuel
Clouthier se declaraba a inicios de la semana pasada reflexionando sobre si se
postularía o no como independiente para buscar la gubernatura, lo que se
consideraba remoto.
Históricamente,
en Sinaloa el PRI sólo ha perdido cuando se fractura, sea a nivel municipal o
estatal. Si ello ocurre con el
lanzamiento de Quirino Ordaz, el futuro permitirá varios escenarios. En caso
contrario, el PRI regresará a la gubernatura.
robertorock@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario