Ramón
Fonseca Mora, fundador del cuestionado Grupo Mossack Fonseca, habla en 'La
Prensa'
JOSÉ
MELÉNDEZ'
(Reporoducido en) El País, San
José (Costa Rica) 5 ABR 2016 - 05:34
Enfrentado
a la avalancha de preguntas sobre el Grupo Mossack Fonseca, una empresa de
Panamá supuestamente involucrada en crear redes secretas para manejar miles de
millones de dólares en bancos y compañías fantasmas en todo el planeta, el
abogado panameño Ramón Fonseca Mora pone el dedo en la llaga. “Lo que mueve el
mundo, lamentablemente, es el sentimiento de avaricia, no de ambición. Y las
sociedades (anónimas) son lo que las personas usan para desarrollar esto”.
Fonseca
Mora, uno de los principales jerarcas del Grupo, concedió este lunes una
entrevista al periódico La Prensa, de Panamá. “Nunca hemos sido demandados ni
hemos sido acusados formalmente de nada... Pedí que me dijeran cuántas sociedades
hemos hecho en 40 años... y son más de 240.000. No todas están vivas, la
mayoría están muertas, pero eso da una idea de la industria”, alegó.
Al
Grupo se le señala como una de las más importantes empresas proveedoras de
servicios contables, fiduciarios y legales
El
abogado panameño salió a responder gran parte de los cuestionamientos lanzados
sobre el Grupo luego de que una investigación periodística, revelada este
domingo, asegurase que la firma, fundada en 1977 y con presencia en todos los
continentes, es uno de los cinco despachos de abogados más grandes para el
registro internacional de sociedades “offshore” que eluden impuestos en Panamá
y otros paraísos fiscales.
Al
Grupo se le señala como una de las más importantes empresas proveedoras de servicios
contables, fiduciarios y legales que desarrolla una estructura para que miles
de empresas e individuos le pierdan la huella a sus negocios y a sus ganancias
y eludan tributos.
En
la entrevista con el rotativo panameño, Fonseca adujo que el Grupo es como “una
fábrica de carros que produce carros y el carro lo usan para un robo. Es muy
difícil que las fábricas prevean eso. Nosotros somos como una fábrica de
sociedades, de fundaciones, de fideicomisos”.
“El
90% de nuestra clientela es profesional y a su vez revenden [las sociedades] a
sus clientes finales que a veces se meten en problemas. Lamentablemente, eso
sucede. El mundo no es perfecto y nosotros no tenemos una varita mágica para
saber quién se mete en problemas y quién no. Algunos pareciera que se meten en
problemas, pero no es así”, añadió. Fonseca señaló enseguida la operación Lava
Jato en Brasil, germen de un escándalo político sin precedentes que acorrala al
Gobierno de la presidente Dilma Rousseff.
“Vender
una sociedad ahora es tan peligroso casi como vender uranio”, insistió. Una
investigación del periódico alemán Süddeustche Zeitung y del Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), señaló al Grupo como
compañía estratégica en el secretismo de sociedades anónimas inscritas en
Panamá y en otras naciones para perderle la pista a movimientos financieros.
Las
revelaciones estremecieron los cimientos políticos, financieros, judiciales,
partidistas y gubernamentales panameños. Tras la divulgación de esos informes,
el Gobierno de Panamá prometió “cero tolerancia” para atacar la falta de
transparencia en el sistema legal y financiero, mientras que el Ministerio
Público anunció el inicio de una investigación.
Como
país perseguido por el estigma de ser un paraíso fiscal desde la década de los
setenta, el Gobierno insistió en que pese a los cuestionamientos sobre el
Grupo, esa nación fue recientemente excluida de “Lista Gris” del Grupo de
Acción Financiera Contra el Lavado de Dinero (GAFI), ente intergubernamental
creado en 1989 por las naciones más industrializadas para combatir la
legitimación de capitales y el financiamiento del terrorismo.
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