Tamaulipas necesita un golpe de timón, hoy es un Estado fallido!
¿Alguíen lo duda?
El jugador de Olympiacos Alan Pulido - 25 años- fue secuestrado la madrugada del sábado 28 de mayo de 2016, cerca de la carretera Interejidal, que se dirige a un paraje conocido como Los Troncones, al salir de una fiesta, iba acompañada de su novia.
Horas despues, fue rescatado sano y salvo tras permanecer varias horas secuestrado, hay un detenido de nombre Daniel Hernández Morales, de 38 años, originario de Veracruz; mientras que sus cómplices son buscados por las autoridades.y se sabe de quienes fueron los demás.
Supuestamente “después de la medianoche de anoche se recibió una llamada al teléfono 066 que provenía precisamente del futbolista Alan Pulido, quien en un descuido de los captores en el lugar en el que se encontraba, pudo hacer una llamada y pedir auxilio, dando la ubicación donde se encontraba”, dijo el procurador Isamel Quintanilla.
“Se encontraba en una casa de seguridad al sur de la ciudad”, agregó el funcionario.
Los plagiarios ya habían pedido dinero a la familia, aunque no se reveló el monto.
Tras la liberación de Pulido, fue detenido
La mañana de este lunes, el Grupo de Coordinación Tamaulipas informó que el rescate se logró luego de que el propio futbolista hizo una llamada al número de emergencias 066. El Comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, dijo que las autoridades negociaron con los captores del futbolista, quien fue liberado sin pagar rescate.
Pulido compareció brevemente ante la prensa con la mano derecha vendada, poco después de que el Grupo de Coordinación Tamaulipas, informara en un comunicado que el rescate tuvo lugar cerca de la medianoche del domingo.
Durante la presentación, frente a las instalaciones de la Policía Estatal, el deportista estuvo acompañado por el Gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú.
“Lo más importante es que aquí está, está con nosotros”, dijo el Gobernador.
Al parecer fue un grupo vinculado a Los Zetas.
El procurador de Tamaulipas fue entrevistado en radio por Denise Marker, y dijo que hasta el momento no puede decir si iban por Alan Pulido o no. “Estamos investigando para ver qué es lo que está de tras de todo esto, si fue circunstancial o si era dirigido”.
Explicó que su participación y la de la corporación en la investigación por el secuestro del futbolista se dio desde un inicio, ya que la novia del jugador llamó al 066 y avisó a la familia.
Explicó que la familia del jugador recibió la primera llamada de los secuestradores alrededor de la 13:30 horas de la tarde del domingo.
Hay muchas cosas raras, con todo respeto, nos preguntamos, quien habló al 066, ¿Alan o su novia, o ambos?
¿Alguíen lo duda?
El jugador de Olympiacos Alan Pulido - 25 años- fue secuestrado la madrugada del sábado 28 de mayo de 2016, cerca de la carretera Interejidal, que se dirige a un paraje conocido como Los Troncones, al salir de una fiesta, iba acompañada de su novia.
Horas despues, fue rescatado sano y salvo tras permanecer varias horas secuestrado, hay un detenido de nombre Daniel Hernández Morales, de 38 años, originario de Veracruz; mientras que sus cómplices son buscados por las autoridades.y se sabe de quienes fueron los demás.
Supuestamente “después de la medianoche de anoche se recibió una llamada al teléfono 066 que provenía precisamente del futbolista Alan Pulido, quien en un descuido de los captores en el lugar en el que se encontraba, pudo hacer una llamada y pedir auxilio, dando la ubicación donde se encontraba”, dijo el procurador Isamel Quintanilla.
“Se encontraba en una casa de seguridad al sur de la ciudad”, agregó el funcionario.
Los plagiarios ya habían pedido dinero a la familia, aunque no se reveló el monto.
Tras la liberación de Pulido, fue detenido
La mañana de este lunes, el Grupo de Coordinación Tamaulipas informó que el rescate se logró luego de que el propio futbolista hizo una llamada al número de emergencias 066. El Comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, dijo que las autoridades negociaron con los captores del futbolista, quien fue liberado sin pagar rescate.
Pulido compareció brevemente ante la prensa con la mano derecha vendada, poco después de que el Grupo de Coordinación Tamaulipas, informara en un comunicado que el rescate tuvo lugar cerca de la medianoche del domingo.
Durante la presentación, frente a las instalaciones de la Policía Estatal, el deportista estuvo acompañado por el Gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú.
“Lo más importante es que aquí está, está con nosotros”, dijo el Gobernador.
Al parecer fue un grupo vinculado a Los Zetas.
El procurador de Tamaulipas fue entrevistado en radio por Denise Marker, y dijo que hasta el momento no puede decir si iban por Alan Pulido o no. “Estamos investigando para ver qué es lo que está de tras de todo esto, si fue circunstancial o si era dirigido”.
Explicó que su participación y la de la corporación en la investigación por el secuestro del futbolista se dio desde un inicio, ya que la novia del jugador llamó al 066 y avisó a la familia.
Explicó que la familia del jugador recibió la primera llamada de los secuestradores alrededor de la 13:30 horas de la tarde del domingo.
Hay muchas cosas raras, con todo respeto, nos preguntamos, quien habló al 066, ¿Alan o su novia, o ambos?
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El tema en las columnas políticas hoy, 30 de mayo de 2016...
TEMPLO MAYOR/Reforma
SEIS AÑOS después, la delincuencia organizada vuelve a tomar el papel protagónico en las elecciones para gobernador de Tamaulipas.
EN 2010 fue el asesinato del candidato priista Rodolfo Torre y ahora es el secuestro del futbolista Alan Pulido, que por su carácter de internacional pone en el ojo del mundo la crisis de inseguridad que se sigue viviendo en ese estado.
ASÍ, mientras el priista Baltazar Hinojosa y el panista Francisco García Cabeza de Vaca se dan hasta con la cubeta electoral, en la vida real el pueblo tamaulipeco vive atrapado entre el imperio de los cárteles y la incapacidad gubernamental.
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Ciolumnas Serpientes y Escaleras /Salvador García Soto
El Universal
Ciolumnas Serpientes y Escaleras /Salvador García Soto
NOTAS INDISCRETAS… El secuestro del futbolista Alan Pulido, en Tamaulipas, ocurre justo en medio de la guerra electoral que vive ese estado. Y con el antecedente de la intervención del crimen organizado en el asesinato, hace 6 años, del candidato priísta a la gubernatura, Rodolfo Torre, surgen muchas dudas sobre este secuestro de alto impacto. Porque en sus declaraciones, la novia del jugador del Olympiakos de Grecia afirma que cuando los detuvieron, los secuestradores llamaron a Alan por su nombre; es decir, sabían a quién secuestraban, además de que a la chica la dejaron ir. ¿Qué secuestradores hacen eso? Anoche se supo que los secuestradores ya hicieron contacto con la familia de Pulido y, de entrada, piden una cifra estratosférica por su rescate, lo que significa que planean una larga negociación, tan larga como para que pasen las elecciones y este secuestro de alto impacto también impacte los resultados electorales. La pregunta es ¿a cuál candidato quieren ayudar los criminales?…#
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El secuestro de Alan Pulido: urge mano dura/ Pablo Hiriart
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El secuestro de Alan Pulido: urge mano dura/ Pablo Hiriart
Uso De Razón, columna
El Financiero,
El secuestro del futbolista Alan Pulido en Tamaulipas y las elecciones en una semana en esa entidad, es una coincidencia que ni un niño se la podría creer.
Ahí están las manos de la narcopolítica, que a través de una acción criminal buscan incidir en un proceso electoral competido.
De cualquier manera, sea lo que sea, el muchacho está privado de su libertad y México vuelve a ser señalado como un país de bárbaros.
Fue secuestrado el jugador del Olympiacós, campeón de Grecia. La nota está en todos los medios de comunicación del mundo y quedamos como lo peor en inseguridad.
No hay coincidencia posible entre un hecho de esa repercusión nacional e internacional, y las elecciones del próximo domingo.
Hay muchos tamaulipecos infinitamente más adinerados que el joven Pulido, pero el escándalo mundial lo provocaba un secuestro así, mediático hasta decir basta.
Los grupos criminales ya actúan en política, aliados a fuerzas que es preciso desenmascarar con toda energía.
Lo vimos en Iguala, con el secuestro y asesinato de normalistas de Ayotzinapa, por parte de alianzas entre narcos y políticos.
Por eso el país necesita mano dura, o mano firme, pero que actúe sin miramientos contra la narcopolítica y grupos violentos.
Basta de contemplaciones por miedo al qué dirán en la prensa identificada con un color político cuando se actúa con firmeza, como en Tlatlaya, ante un grupo de secuestradores.
Ahí en Tlatlaya no hubo ejecuciones sumarias, sino mano dura ante una numerosa banda de plagiarios que opusieron resistencia al Ejército.
Así debe ser. Pero cuando se ejerce la legítima violencia del Estado contra secuestradores y asesinos, viene una ola de protestas en los medios que tienden a inhibir la acción de las fuerzas de seguridad que tenemos.
Hay que poner orden sin miedo. La seguridad de México y los ciudadanos es primero.
Partidas de criminales hacen lo que quieren, porque luego salen libres gracias a retruécanos del 'debido proceso'.
Secuestran, mutilan, matan, amedrentan y no les pasa nada, gracias al favor de algunos miembros del Poder Judicial que interpretan la ley a conveniencia de los delincuentes, y a la presión de sectores de los medios de comunicación que con tal de apalear al gobierno se ponen del lado de los asesinos.
Gracias a la ambigüedad del Estado, ahora los grupos violentos incursionan hasta en política. En Tamaulipas, en Oaxaca, en Chiapas.
“Alto a la represión”, gritaban el viernes por las calles de la Ciudad de México, quienes vandalizan, agreden y afectan la vida laboral de millones de personas.
Ahora resulta que los delincuentes que secuestran niños como en Oaxaca o plagian funcionarios como en Chiapas, ameritan una mesa de negociaciones.
Sí, es cierto que el país no se puede manejar a garrotazos, pero si alguien tiene que darlos es el Estado y no la mafia de la CNTE o los grupos criminales.
En San Cristóbal de las Casas, la semana pasada, la CNTE y el EZLN secuestraron al presidente del Congreso del estado, lo amarraron en la plaza central y amenazaron con quemarlo vivo si no les cumplían sus demandas.
Los maestros de la CNTE estrangularon Oaxaca y la Ciudad de México el viernes, con lo que hubo contingencia ambiental y afectó a millones de personas de la zona metropolitana.
¿Se puede tolerar eso por miedo al qué dirán? Pienso que no.
Twitter: @PabloHiriart
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El secuestro de Pulido/ Pascal Beltrán
Excelsior
Yo me cuento entre quienes piensan que la economía mexicana ha tenido un buen desempeño en años recientes, sobre todo tomando en cuenta el contexto internacional.
Y no es una simple opinión. Los datos duros dan cuenta de un fortalecimiento del poder adquisitivo de los mexicanos —que se refleja en mayor consumo—, gracias a un manejo responsable de las finanzas públicas y la política monetaria, y a que muchos empresarios siguen apostando por el país.
En un mundo globalizado, hacer bien la tarea económica es indispensable, pero por desgracia no es suficiente para mostrarse atractivo ante quienes mueven los capitales que generan empleo y, por tanto, oportunidades de desarrollo.
Lamentablemente, en México no han faltado hechos que vienen a enturbiar la imagen del país ante los ojos de quienes evalúan dónde invertir su dinero.
Y por más buenas cuentas económicas que pueda mostrar, México sigue siendo un lugar donde los más elementales niveles de seguridad están ausentes.
En muchos estados, uno puede salir por la mañana y no saber si volverá vivo a casa. El número de asesinatos —que ronda los 50 al día, en promedio— ha vuelto a los niveles de 2009. Hubo 18 mil homicidios en 2015 y todo indica que este año podría terminar con más de 20 mil.
Duele decirlo, pero México se exhibe ante el mundo como un país donde basta rascar la tierra para encontrar cadáveres enterrados clandestinamente.
Y lo peor es que no son sólo los criminales los que desaparecen cuerpos sino lo hacen las propias autoridades —como en Morelos—, plagadas de incompetencia y aparentemente también de complicidad con los delincuentes.
México es, asimismo, un lugar donde las personas se inclinan por hacerse justicia por propia mano —con todas las terribles consecuencias que eso tiene— porque no confían en la policía y los jueces.
Es un país donde la seguridad física y jurídica no depende de la aplicación de la ley sino de los usos y costumbres, del capricho o de la suerte.
El desastre en que se ha convertido la mayoría de los cuerpos de policía ha hecho necesaria la intervención de las Fuerzas Armadas en tareas que no les competen, para las que no están preparadas y, es más, que ellas no quisieran estar haciendo.
La ausencia del imperio de la ley en México se nota claramente en sus cárceles. Entre los muros de los centros de reclusión no debiera haber otra autoridad que la del Estado y, sin embargo, éste es el país de los autogobiernos y las masacres carcelarias.
Pocos crímenes lastiman tanto a los mexicanos como el secuestro. La angustia lacera a las familias, incluso antes de vivir el plagio de alguno de sus integrantes. Este año ha visto incrementarse ese delito, ante la falta de investigación por parte de las autoridades.
A veces hace falta que ocurra un caso relevante para hacer luz sobre una problemática social.
La prevalencia y crueldad de ese delito fue bien evidenciada por los secuestros de los jóvenes Hugo Alberto Wallace, Silvia Vargas, Fernando Martí y Juan Francisco Sicilia, ocurridos en 2005, 2007, 2008 y 2011, respectivamente. En los años que siguieron, hubo un esfuerzo por abatir ese delito, sobre todo gracias al activismo que desplegaron los padres de esos jóvenes, muertos todos ellos por la acción de sus captores.
Ahora nuevamente estamos ante un caso de secuestro de un joven muy reconocido por la sociedad: el futbolista Alan Pulido.
El exjugador de Tigres, que ahora milita en el Olympiacos de Grecia, fue interceptado por desconocidos la noche del sábado cuando salía de una fiesta en su natal Ciudad Victoria.
En este México escéptico, hay quien piensa que el plagio tiene motivaciones electorales —Tamaulipas elige gobernador el domingo—, pero aunque fuera cierto, el hecho no dejaría de ser muy grave.
Y otra vez una mala noticia —que recorre el mundo desde ayer— opaca todo lo que de bueno podría decirse del país a nivel internacional.
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EL ASALTO A LA RAZÓN/Carlos Marín
EL ASALTO A LA RAZÓN/Carlos Marín
MIlenio
Tamaulipas, podrido por el crimen
La prominencia del secuestrado 203 en Ciudad Victoria pareciera un caso excepcional, pero nada es tan común en Tamaulipas como la incontrolable actuación del crimen organizado en sus otras distintas expresiones: desapariciones, homicidios, contrabando de mercancías, trasiego de drogas, robo de combustible, cobro de piso y tráfico de personas.
Además de la capital estatal, las ciudades de Tampico, Matamoros, Reynosa y San Fernando son de facto santuarios de la inseguridad.
El sainete PRI-PAN, con sospechosistas y recíprocas acusaciones de apoyo a candidatos mafiosos, ha servido para recordar que desde hace seis o siete años (mucho antes que en Tierra Caliente, Michoacán) operan bandas paramilitares que se asumen autodefensas y que son alcahueteadas por partidos políticos en al menos otros tres municipios tamaulipecos.
La ingobernabilidad no justifica pero explica los odios antimexicanos que atiza el imbécil Trump.
Calderón no se atrevió, Peña tampoco, pero la Presidencia debe reconocer que Tamaulipas es un estado fallido y actuar en consecuencia.
cmarin@milenio.com
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EL SECUESTRO DE ALAN PULIDO, SEIS AÑOS DESPUÉS/Ciro Gómez Leyva
El Universal,
Cárdenas González, Martínez Manatou, Américo Villarreal, Cavazos Lerma, Yarrington, Eugenio Hernández, Egidio Torre, todos, en el mejor de los casos, gobernadores de Tamaulipas doblados, arrodillados por los criminales.
El secuestro del futbolista Alan Pulido, ayer en Ciudad Victoria, ocurrió el domingo previo a las elecciones de gobernador en Tamaulipas. Tal como hace seis años la mano criminal asesinara el lunes previo a las votaciones al candidato del PRI, Rodolfo Torre. Los dos hechos quizá nada tengan que ver entre sí, pero comparten raíz, atmósfera, componentes, trama. Tamaulipas era una tragedia en esta semana hace seis años. Tamaulipas es una tragedia hoy.
“Plata o plomo. Placa o plomo. Plaza o plomo. Tamaulipas o plomo”, marca la primera línea del libro Tamaulipas, la casta de los narcogobernadores, un eastern mexicano, del periodista Humberto Padgett, que también comienza a circular en esta semana previa a las elecciones. Se trata de un cuidadoso recorrido de siete décadas para contar una historia de sencilla conclusión: la de Tamaulipas es una delincuencia organizada que siempre lo ha tomado todo.
Los criminales de Tamaulipas no negocian con el poder, son el poder. Así ha sido de Juan N. Guerra al Cártel del Golfo y Los Zetas. Lo que ha cambiado acaso es la percusión de la violencia. Antes se mandaba matar y, más o menos, se respetaba a las familias. Hoy se mutila y no hay límites para imponer el terror. Antes se contrabandeaba droga y controlaba la economía negra. Hoy la diversificación criminal se expande a la piratería, venta de armas, explotación laboral y sexual, tráfico de personas, secuestro, extorsión masiva, control de prisiones.
Tamaulipas, detalla Padgett: 7 mil 200 ejecutados en los últimos 10 años, 5 mil desaparecidos, 41 mil tamaulipecos que “han huido de sus casas con el miedo y la muerte mordiéndoles las pantorrillas, soplándoles en la nuca”.
Tamaulipas, la de Reynosa, Matamoros, Ciudad Victoria, Tampico, Altamira, San Fernando: “Nunca vi tantos muertos por el camino. La migra ya no es el problema. La bronca es de este lado, con Los Zetas. La migra te apaña, te zarandea, te regresa. Lo otros te topan, te torturan, te matan. ¡Qué pinche muro de Trump ni qué la chingada! ¡Que los pinches gringos que no nos quieren les den las gracias a Los Zetas!”
Tamaulipas, retratada en este libro que desvela reuniones, como la de abril de 2004, en la casa de un secretario del entonces gobernador Tomás Yarrington, en la carretera Victoria-Matamoros. Algunos asistentes: quien sería el próximo gobernador, Eugenio Hernández, el difunto Rodolfo Torre y el mítico líder de Los Zetas, Heriberto Lazcano, El Lazca.
Tamaulipas: Cárdenas González, Martínez Manatou, Américo Villarreal, Cavazos Lerma, Yarrington, Eugenio Hernández, Egidio Torre. Todos, en el mejor de los casos, gobernadores doblados, arrodillados por los criminales. ¿Qué pueden ofrecer el domingo el panista Francisco García Cabeza de Vaca o el priísta Baltazar Hinojosa? Nada. Ni siquiera entregados al Ejército y la Marina.
Da lo mismo quién gane. Porque en Tamaulipas sigue mandando el crimen. Parece que sólo el talentoso Alan Pulido no lo sabía.
MENOS DE 140. José Luis Barraza pensó acercarse a Javier Corral, pero sus promotores y financieros le dijeron: no, mejor que gane el PRI. Chihuahua.
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ITINERARIO POLÍTICO/Ricardo Alemán
El secuestro de Alan Pulido y los 21 muertos de la elección
De suyo, el secuestro del futbolista Alan Pulido resulta intolerable para una democracia que se respete.
Sin embargo, que haya ocurrido en su natal Ciudad Victoria, confirma que en Tamaulipas no existen condiciones para una elección como la del domingo venidero.
En su momento aquí documentamos las atrocidades que viven en Tamaulipas, a ojos ciegos y oídos sordos de la autoridad electoral, de los tres órdenes de gobierno y los tres Poderes de la Unión.
Tamaulipas es tierra de nadie y territorio sin ley. Sin embargo, por doloroso y condenable que resulte el secuestro del futbolista, también es cierto que no es el único caso de violencia y crimen en tiempos electorales.
Un recuento periodístico revela que desde el arranque de la elección que concluirá el domingo venidero –en poco menos de dos meses–, en 10 de 12 entidades en contienda se han producido 21 asesinatos vinculados con los partidos y gobiernos locales. Ni uno solo ha sido aclarado.
1.- El 26 de mayo en Calera, Zacatecas, Pedro Torres, candidato a regidor de Morena, fue ejecutado. También murió una persona cercana al blanco. Torres era propietario del bar El Infierno.
2.- El 24 de mayo en Tlanchinol, Hidalgo, se encontraron los cadáveres de Martín Trejo Gómez, ex dirigente municipal del PAN, y un empleado.
3.- El 23 de mayo en Xicotepec, Puebla, un comando asesinó a Víctor Amador, hijo del ex candidato a la alcaldía de Jalapan, Víctor Amador Jerónimo.
4.- El 22 de mayo, en Culiacán, Sinaloa, el ex secretario de Seguridad Pública, Héctor Raúl Benítez, fue ejecutado fueras de su domicilio, a días de haber dejado el cargo.
5.- El 19 de mayo, en Tamaulipas fue ejecutado desde una motocicleta el secretario general de la Federación de Trabajadores de Victoria, José Ángel Morales Medina.
6.- El 14 de mayo perdió la vida un escolta de la candidata PAN-PRD a la alcaldía de Juchitán, Oaxaca, Gloria Sánchez López, emboscada al salir de un mitin.
7.- El 5 de mayo Humberto Jáuregui fue encontrado muerto y maniatado en un barranco, en Ciudad Juárez, Chihuahua. Era hermano de César Jáuregui, ex senador del PAN.
8.- El 5 de mayo el cuerpo de Miguel Flores, coordinador de campaña del PRD, fue asesinado en Cuetzalan, Puebla.
9.- El 1 de mayo asesinaron a Moisés Báez, sobrino del candidato a la alcaldía de Zacatelco, Tlaxcala, por Morena, David Báez López.
10.- El 30 de abril, en Veracruz, fue emboscado Albino Sosa Terán, padre de la diputada local del PRI Olga Patricia Sosa Ruiz.
11.- El 26 de abril, en Zacatecas murió Adrián Montoya Sánchez, chofer y secretario del candidato a diputado local de Morena, Eduardo Flores.
12.- En Oaxaca, el 19 de abril, sicarios ultimaron al ex alcalde de San Felipe Xochiltepec, Eustacio Lorenzo Marcos.
13.- En abril, Yolanda Mijares y Guadalupe Adame, brigadistas de la campaña del candidato priista Esteban Villegas Villarreal, murieron en un poco claro accidente de tránsito.
14.- En Oaxaca, el 5 de abril se confirmó el asesinato de Baldomero Enríquez Santiago, aspirante de Morena a la alcaldía de San Agustín Loxicha.
15.- En Chihuahua, el 2 de abril falleció un bebé durante un mitin del candidato panista Javier Corral.
16.- En Oaxaca, el 1 de abril asesinaron a Enrique Quiroz, coordinador de Morena en el estado; Carlos Alberto López, secretario general del Sindicato Libertad, y Ezequiel Castillo, secretario de comercio de la organización.
17.- En Zacatecas, Juan Francisco Guzmán Hernández, candidato a diputado local, murió en un accidente el 31 de marzo cuando se trasladaba en su motocicleta.
¿Elecciones pacíficas, creíbles, legales, legítimas y confiables?
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