Rubén
Espinosa, en un muro de dolor/J.
JESÚS ESQUIVEL
Revista Proceso # 2066, 5 de junio de 2016
El
nombre de Rubén Espinosa, fotógrafo de Proceso ejecutado el año pasado junto a
cuatro mujeres, fue incluido en el Memorial de los Periodistas Asesinados que
se encuentra en el Newseum, en Washington. Con esto, su caso se considera
“representativo” de los ataques directos contra la prensa que padecen México y
el mundo. “México es una tragedia”, resume el jefe de Operaciones de dicho museo.
WASHINGTON.-
Artísticamente es un muro bonito, siempre iluminado por los rayos del sol, pero
expresa tristeza e impotencia, como que habla de Rubén Espinosa, el
fotoperiodista de Proceso asesinado en 2015.
“El
propósito de este memorial es gritar que no olviden”, dice Gene Policinski,
jefe de Operaciones del Newseum, que se encuentra en la capital de Estados
Unidos.
Este
lunes 6, el nombre de Rubén y de otros 19 periodistas se agregó a los paneles
que integran el muro de cristal esmerilado que se encuentra en el tercer piso
del Newseum. Esa pared ha sido bautizada como el Memorial de los Periodistas
Asesinados.
“Este
año tenemos una lista integrada por 20 periodistas asesinados en 11 distintos
incidentes durante 2015, que nosotros pensamos que representan y que son un
recordatorio para el mundo de que los periodistas están en riesgo al cumplir su
trabajo. Ése es el objetivo de este Memorial”, explica Policinski en
entrevista.
La
serie de cristales en el Newseum contiene ya el nombre de 2 mil 291 periodistas
asesinados desde 1837 hasta 2015.
“Representa
a todos aquellos que han muerto en la búsqueda de las noticias”, subraya
Policinski, encargado de los programas del Instituto Newseum y editor fundador
de uno de los diarios con mayor circulación en Estados Unidos y el mundo, USA
Today.
La
pared, que mide poco más de seis metros de altura por ocho de ancho, es uno de
los puntos obligados para los poco más de 850 mil visitantes que cada año
recibe el Newseum, inaugurado en abril de 2008 y ubicado sobre la avenida
Pensilvania, de Washington D.C. El museo se encuentra a sólo unas cuadras de la
Casa Blanca y del Capitolio.
Al
principio, en el Memorial –que se inauguró el 4 de abril de 2008– se incluían
los nombres de todos los periodistas asesinados cada año. Sin embargo, y como
explica Policinski, “conforme fue creciendo internet y luego de darnos cuenta
que la tarea sería imposible”, se acordó sólo colocar los nombres de los
informadores ultimados cuyos casos fueran representativos.
Policinski
explica que hay muchos trabajadores de los medios de comunicación que no
necesariamente mueren víctimas de un crimen vinculado con su profesión, sino
por accidentes. Así, a partir de 2013, y tras un análisis de organizaciones
internacionales dedicadas a la protección y defensa de los comunicadores
–Comité para la protección de Periodistas (CPJ), Reporteros Sin Fronteras (RSF)
y el Instituto Internacional de Prensa (IIP)– se determina cuáles nombres se
agregan a la pared.
El
jefe de Operaciones del Newseum reconoce que los periodistas no siempre son
bien vistos ni aceptados por la sociedad mundial, ya sea por la manera en que
hacen su trabajo, por las historias que escriben o por sus ideas, “pero todos
arriesgan sus vidas para conseguir la información que forma parte de lo que es
y representa una sociedad democrática”.
La
denuncia, en cristal
La
sala del Memorial de los Periodistas Asesinados es una especie de cubo en la
tercera planta del enorme Newseum, desde donde se puede mirar el Monumento a
George Washington.
En
el lado oeste de ese cubo están los paneles de cristal esmerilado; al norte,
una pared con las fotografías de los 2 mil 291 periodistas asesinados y, al
este, un enorme letrero con el nombre del memorial y que le recuerda a todos
los visitantes que “el periodismo es una peligrosa profesión”.
Como
uno de los museos más modernos en el mundo, el Newseum cuenta con un sistema
interactivo por medio del cual se puede acceder a la lista de todos los
periodistas asesinados en el mundo desde 1837 a la fecha.
“Todos
los nombres son importantes, y juntos hacen que avance la causa de este
memorial”, asegura Policinski.
Hablar
del caso de Rubén Espinosa, quien fuera ejecutado el 31 de julio de 2015 junto
a cuatro mujeres y cuyo caso no ha sido esclarecido por el gobierno de Enrique
Pena Nieto, abre más la herida en Proceso, que no deja de sangrar desde el 28
de abril de 2012, día en que fue asesinada Regina Martínez, corresponsal en
Veracruz de este semanario.
“México
es una tragedia”, zanja Policinski, y asienta que este país está considerado
uno de los lugares más peligrosos del mundo para el periodismo. “Espero que,
como periodista de Estados Unidos, pueda ayudar en algo para mejorar la
situación llamando la atención mundial acerca de lo que ocurre en México. Esta
institución lo hará y no lo dejará de hacer”.
El
asesinato de periodistas –que en México se incrementó en la última década– se
achaca sobre todo a los gobiernos estatales y a grupos criminales.
Según
la Federación Internacional de Periodistas, 112 periodistas fueron ultimados en
México en 2015, y en lo que va de este año ya va media docena.
“Una
gran mayoría de los periodistas en el mundo viven en países donde no son
totalmente libres de practicar su profesión, ya sea por reglas gubernamentales
o narcoterrorismo, por otras razones políticas o criminales”, delinea
Policinski.
La
labor del Memorial del Newseum, reitera, es hacer todo lo posible para que la
gente no olvide estos crímenes, “haciendo todo lo necesario para que las
personas que cometen los asesinatos de periodistas, los asesinos materiales e
intelectuales, no queden impunes. Como si a nadie le importara, como si nadie
se hubiese dado cuenta”.
A
todo el mundo “debería quitarle el sueño” el simple hecho de pensar que los
reporteros están en riesgo por hacer su trabajo, apunta uno de los lemas del
Memorial.
El
editor fundador del USA Today recuerda: el periodismo es una especie de
mecanismo por el cual ocurren cambios positivos en la sociedad.
“En
Estados Unidos decimos que el periodismo es ‘el perro guardián que vigila al
gobierno’. Los periodistas son como los perros guardianes de la sociedad. Son
los que dan a conocer las historias de las injusticias, pobreza, abusos
gubernamentales, criminalidad, cultura, avances científicos. Desde mi punto de
vista es una profesión única, una forma de establecer los parámetros de lo
correcto y lo incorrecto.”
Durante
la visita de este reportero al Newseum, a media mañana, los rayos del sol que
bañaban el Memorial, marcaban una sombra apenas unos centímetros arriba del
nombre de Rubén y, en medio, el del colega brasileño Gleydson Carvalho.
“En
Estados Unidos los periodistas somos muy afortunados de que la gran amenaza que
tenemos es la de ser demandados legalmente o ser criticados, aunque también ha
habido casos de periodistas asesinados por criminales u oponentes”, rememora
Policinski.
“El
periodismo continúa siendo una profesión muy honorable, pese a que la situación
de las economías en el mundo no favorece su ejercicio. Sin embargo, el
periodismo es una bandera de lucha. Los periodistas son los que dan la cara por
la gente común y corriente ante los abusos. Sólo este oficio hace responsable
de sus actos a los gobiernos, de sus malas decisiones o conductas.”
Por
orden alfabético y acompañados del nombre del país donde fueron asesinados,
éstos son los 20 periodistas que se agregaron al Memorial del Newseum este año:
Ibrahim Abd al-Qader, Turquía; Yahya Abdul Hamid, Irak; Soleil Balanga,
República del Congo; Jean Cabut, Francia; Gleydson Carvalho, Brasil; Elsa
Cayat, Francia; Stephane Charbonnier, Francia; Rubén Espinosa Becerril, México;
Kenji Goto, Siria; Fares Hamadi, Turquía; Philippe Honore, Francia; Barnard
Maris, Francia; Zaman Mehsud, Pakistán; Hindia Haji Mohamed, Somalia; Mustapha
Ourrad, Francia; Alison Parker, Estados Unidos; Avijit Roy, Bangladesh; Bernard
Verlhac, Francia; Adam Ward, Estados Unidos, y Georges Wolinski, Francia.
Por
el hecho de que en 2015 ocho periodistas de la publicación francesa Charlie
Hebdo fueron asesinados de manera brutal y premeditada, Gerard Araud, el
embajador de Francia ante el gobierno de Estados Unidos, fue el encargado de
hablar en el pequeño tributo que el Newseum rindió a los caídos.
“Es
nuestro ideal no poner más nombres en este Memorial, pero la realidad es que,
para los periodistas, la situación que se vive en el mundo es más peligrosa
ahora que hace 20 años. Antes de la era de internet se requería que los
periodistas narraran la historia, sin importar de qué lado estuviera, pero tras
internet, nadie es neutral. Conforme se desarrolla la historia la propaganda
toma direcciones distintas y esto hace más vulnerables a los periodistas.
Especialmente a los que están en las zonas de conflicto. Con la difusión de las
cosas y la economía desfavorable para el periodismo, existe una gran creencia
de que cualquiera puede intimidar a los periodistas, porque ya no tienen un
respaldo sólido de sus publicaciones debido a la escasez de recursos. Los que
vivimos son tiempos más peligrosos”, sentencia el jefe de Operaciones del
Newseum.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario