Al
menos uno de los atacantes estaba fichado por vínculos terroristas y había
intentado viajar a Siria
ANA
TERUEL y PABLO
ORDAZ
El País,
París
/ Roma 26 JUL 2016 - 17:09 CDT
Apenas
dos semanas después del ataque yihadista de Niza, en el que murieron 84
personas, y tras los atentados de Alemania de la semana pasada, Francia vuelve
a ser golpeada por el terrorismo islamista. Dos yihadistas han degollado este
martes a un párroco en una iglesia de una pequeña localidad de Normandía, donde
han tenido retenidas a otras cuatro personas, antes de ser abatidos por la
policía al cabo de una hora. Otra persona está herida de gravedad. El autodenominado
Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) ha asumido la autoría del
ataque. Al menos uno de los atacantes ya estaba fichado por la policía por
haber tratado de viajar a Siria en dos ocasiones, había estado en prisión
preventiva y debía llevar una pulsera electrónica para estar localizado en todo
momento, ha informado el fiscal de París, François Molins, que lo ha
identificado como Adel Kermide, de 19 años y nacido en Francia. Un segundo
agresor está aún por identificar.
El
ISIS "nos ha declarado la guerra", ha advertido Hollande, quien ha
alertado de que "la amenaza sigue siendo muy elevada". El presidente
ha hecho un llamamiento a la unidad, en un mensaje dirigido a todos los
franceses. Hollande se ha desplazado a la localidad de Saint-Etienne-du-Rouvray
—cerca de Rouen, la capital de Normandía— junto al ministro del Interior,
Bernard Cazeneuve. El mandatario ha hablado abiertamente de
"atentado" y ha explicado que fue cometido "por dos terroristas
que decían ser de Daesh [acrónimo despectivo para referirse al ISIS]".
Minutos después, el grupo terrorista se ha atribuido el atentado diciendo que
los asaltantes eran "dos soldados del ISIS", según ha informado la
agencia Amaq, vinculada al grupo terrorista.
Hollande
prolonga tres meses el estado de excepción en Francia
“A
la vista de esta amenaza, que nunca antes ha sido mayor en Francia y en Europa,
el Gobierno está absolutamente determinado [a derrotar] el terrorismo”, ha
dicho esta tarde Hollande en un mensaje televisado, en el que ha asegurado que
la lucha contra los grupos yihadistas, tanto en el extranjero como en su país,
va a ser larga. En su alocución, desde el palacio presidencial, el presidente
ha rechazado endurecer las leyes antiterroristas, como ha pedido la oposición.
“Limitar nuestras libertades no va a traer más eficacia en la lucha contra el
terrorismo”, ha afirmado el mandatario.
El
párroco fallecido se llamaba Jacques Hamel y tenía 84 años, según ha informado
Dominique Lebrum, el arzobispo de Rouen, la capital de Normandía. Los atacantes
entraron en la parroquia de Saint-Etienne-du-Rouvray a las 9.25, según ha
explicado el fiscal de París. En su interior, el párroco oficiaba una misa. Los
yihadistas, armados con cuchillos, tomaron como rehenes a las seis personas que
había en su interior: el párroco, tres religiosas y una pareja de fieles. Una
de las religiosas, la hermana Danielle, logró escapar y dar la alerta a las
autoridades. Los atacantes obligaron al cura a arrodillarse y filmaron la
escena, según relató al canal de televisión BFMTV. El párroco murió por las
cuchilladas en la garganta y en el tórax. El otro hombre que estaba retenido
también resultó herido en la garganta, aunque su vida no corre peligro.
Las
fuerzas de intervención llegaron rápidamente al lugar, que cercaron. Trataron,
sin éxito, de negociar con los asaltantes. No pudieron entrar en la iglesia
porque los atacantes habían forzado a tres rehenes a colocarse delante de la
puerta. Poco tiempo después, las personas retenidas salieron del templo,
seguidas por los yihadistas, uno de ellos empuñando un arma. Ambos gritaron
Allah Akbar (Alá es grande), según ha precisado Molins. Fueron abatidos por la
policía. Uno de ellos portaba un falso cinturón explosivo y tres cuchillos. El
segundo llevaba un reloj y una mochila en cuyo interior fueron hallados falsos
dispositivos explosivos.
“Por
supuesto, es un drama para la comunidad católica, cristiana, una situación
dramática, a la que nos enfrentamos de nuevo menos de dos semanas después de la
tragedia de Niza”, ha declarado Pierre-Henry Brandet, portavoz del Ministerio
del Interior.
Uno
de los presuntos terroristas ha sido formalmente identificado como Adel
Kermide, nacido en 1997 en el departamento de Sena Marítimo. Había tratado de
viajar a Siria en dos ocasiones. Fue detenido en 2015 por la policía alemana y
entregado a Francia, donde fue puesto bajo control judicial. Menos de dos meses
después, su familia alertó de que había vuelto a desaparecer y fue arrestado en
Turquía. Entregado nuevamente a Francia, fue imputado y estuvo en prisión
preventiva entre marzo de 2015 y el pasado mayo, cuando fue liberado bajo
control judicial, con obligación de portar un brazalete electrónico, de fichar
en comisaría una vez por semana y con el permiso de salir de casa únicamente de
lunes a viernes entre las 8.30 y las 12.30, siempre dentro del límite del
departamento.
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