29 may 2021

Porque si ganan, de facto cogobernarían.

Segundo debate y Sinaloa sin un mañana prometedor/Arturo Santamaría 

Noroeste, 29/05/2021


Las encuestas públicas, desde las cuchareadas hasta las que son muy profesionales, salvo la de Arias, le dan una ventaja sólida a Rubén Rocha sobre Mario Zamora. Sin embargo, las reacciones nerviosas y agrias del hijo predilecto de Batequitas, sobre después del debate del martes, hacen pensar que su seguridad no es tanta. 

El segundo debate de los candidatos a Gobernador fue más bien mediocre. Quizá la única propuesta novedosa, puntual y fundamental para la época que estamos viviendo, crucial en muchos sentidos, fue la que hizo Misael Sánchez, abanderado del Verde Ecologista, cuando planteó un Pacto Ambiental por Sinaloa, aunque el desempeño del candidato durante el debate, quizá por su nerviosismo y falta de preparación, fue muy gris, sin dejar de ser respetuoso con los demás. Misael logró que la mayoría de los candidatos subscribieran su iniciativa; pero, a decir verdad, a la mera hora la van a ignorar.

Rosa Elena Millán confirmó su conocimiento de Sinaloa, mayor que el de cualquier otro candidato, mostró nuevamente su madurez política y narrativa de género, aun con algunos traspiés, pero no sabemos si su campaña alcance para mantener el registro y lograr una diputación local plurinominal.

Yolanda Yadira Cabrera dirigió sus obuses al partido morado, certeros por conocimiento de causa porque fue parte del PAS y de las estructuras universitarias que manipula el partido de Melesio Cuén, y lo desnudó aún más frente a la ciudadanía; pero, a pesar de su valentía, la candidata dependió totalmente de sus notas y mostró muy poca experiencia política. No obstante, quizá logre que algunos miles de votos, sobre todo de universitarios, caigan en su urna.

Ricardo Arnulfo Mendoza, del PES, apostó nuevamente a los ganchos al hígado y uppercuts a los contrincantes principales, pero dirigidos muy principalmente contra Rubén Rocha Moya. Logró su cometido de enganchar al ex Rector de la UAS, lo cual fue un enorme error en un candidato que encabeza las encuestas y que presume una larga experiencia política. Hizo acusaciones muy serias y dijo que tenía pruebas de ellas. Está obligado a mostrarlas para ser creíble.

Sergio Torres repitió la fórmula del lenguaje agresivo y de los dardos a los punteros en un afán de acumular algunos votos más. Muy posiblemente su repetida pócima no surtirá gran efecto en una recta final de dos.

Mario Zamora, apostó a dar una imagen de puntero, de práctico y ecuánime ganador en lugar de un candidato desafiante y revelador de información explosiva contra Rubén Rocha. No es nada claro que esa postura le haya hecho avanzar terreno. Dejó que otros golpearan, él solo tiró unos cuantos jabs. Salió eufórico del debate, al igual que sus partidarios, pero los observadores ajenos a sus colores no vimos un triunfo, aunque él salió menos raspado que Rocha Moya.

El favorito de las encuestas, Rubén Rocha Moya, en los debates no muestra dominio escénico, ni agilidad mental, ni control de emociones y, lo más grave, tampoco un conocimiento profundo de los grandes temas de Sinaloa que se le presentaron ese día. En sus actos partidarios luce muy cómodo, relajado, dominante y conocedor, pero cuando lo sacan de allí se extravía. Fue muy golpeado, pero no puede afirmarse que salió derrotado del ring.

En realidad, nadie parece haber salido triunfador en la contienda retórica del martes 25 de mayo. No obstante, el que Rubén Rocha no haya reconocido que su patrimonio es mayor al declarado, tal como lo demostró una investigación de Noroeste con documentos en mano, puede costarle caro porque una de sus banderas es no mentir. Y lo hizo. Y más lo hace cuando oculta los latrocinios del PAS en la UAS, máxime que él los denunció desde hace varios años.

Si lo anterior fuera poco, las filosas flechas de Yolanda Cabrera, quien el miércoles llamó a votar por Mario Zamora, han terminado de convencer a los escépticos o poco informados que el PAS funciona montándose en las estructuras universitarias y en sus recursos humanos.

Las encuestas públicas, desde las cuchareadas hasta las que son muy profesionales, salvo la de Arias, le dan una ventaja sólida a Rubén Rocha sobre Mario Zamora. Sin embargo, las reacciones nerviosas y agrias del hijo predilecto de Batequitas, sobre después del debate del martes, hacen pensar que su seguridad no es tanta.

Otras encuestas, las internas de los partidos, si es que están bien hechas, hablan de una ventaja mucho menor de Rubén Rocha, muy cercana en estos momentos a un empate técnico. Quizá esto es lo que haga que Mario Zamora en el debate haya querido dar una imagen de vencedor y, prácticamente, de Gobernador electo. Y que, además, al igual que después del primer debate, festejara ruidosamente lo que consideró un triunfo.

Al margen de todo lo anterior, lo cierto es que los candidatos favoritos quedan debiendo. Han convencido a muchos de que ellos son la mejor opción, pero a otros nos parece que no tienen claro qué es lo que necesita Sinaloa en una etapa extremadamente complicada en todos los sentidos. Zamora parece tener la energía y Rocha la trayectoria, pero uno no atina a proponer un programa económico y social que atraiga a las capas menos favorecidas de la sociedad, y el otro solo repite las tesis principales de AMLO sin aterrizarlas en Sinaloa.

Para nublar aún más el panorama sinaloense, por todas partes se habla, sobre todo en los municipios del sur de Sinaloa, que los poderes fácticos llaman a votar, y no precisamente con suavidad, en contra del partido en el Gobierno del Estado, y en favor de la alianza opositora. Si es así, la esperanza de un México más justo y democrático quedará bien escondida por varios años. Porque si ganan, de facto cogobernarían.

Aquí sí hablaríamos de un nuevo régimen.


No hay comentarios.:

Y al final ocurrió la llamada entre Trump y Sheiunbaum

Comenté anteayer que  me hubiera gustado que en lugar de escribir la carta y darla a conocer en la mañanera, al estilo López Obrador, la Pre...