Mensaje del Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, en la sala de prensa de esta dependencia; noche del martes29 de junio de 2010 |
Los hechos ocurridos el pasado lunes, en los que perdieron la vida el candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas y otras personas, son motivo más que suficiente de luto, dolor y respeto. Así lo asumimos en el Gobierno Federal.
México enfrenta en la lucha por la seguridad pública y contra el crimen organizado un desafío nacional que reclama más que nunca una visión de Estado por encima de visiones e intereses parciales o partidistas.
Por esa razón el Gobierno Federal reitera explícitamente su llamado al diálogo a las fuerzas políticas, a los poderes públicos, a la sociedad y a los distintos órdenes de gobierno.
No es posible ni se pretende anular las legítimas diferencias que, en una democracia como la mexicana, son naturales y se expresan con la absoluta libertad que ha costado tanto trabajo conseguir a los mexicanos. Hoy esa libertad y esa democracia están amenazadas y por esa razón debe abrirse un espacio a la civilidad y a los argumentos entre quienes tenemos deberes y representación política.
No podemos desconocer que en algunos puntos de la geografía nacional la violencia que se vive tiene hondas raíces y que vienen de muchos años atrás. Son consecuencia de un largo proceso de descomposición social y política que es urgente remediar.
El Gobierno Federal está convencido de que el crimen organizado debe ser detenido y a eso se ha abocado tanto el Gobierno Federal, con el apoyo de las fuerzas armadas, en estricto cumplimiento de su mandato constitucional.
Esos mismos hechos son prueba fehaciente de la ausencia de escrúpulos de quienes, desde el crimen organizado, pretenden vulnerar las instituciones democráticas de nuestro país y ocupar los espacios que corresponden a la sociedad y al Estado.
La magnitud de la amenaza y la violencia con la que actúan y acechan estos grupos criminales es tal que requiere el esfuerzo compartido de los tres órdenes de gobierno y de los tres poderes de la unión. Es un asunto grave del Estado Mexicano en su conjunto.
Ante ese formidable desafío, el gobierno del Presidente Calderón, desde el primer día de su administración, al tiempo de emprender una lucha frontal contra esa delincuencia organizada, con todos los instrumentos existentes a su alcance, ha hecho reiteradamente un llamado a todas las fuerzas políticas del país a asumir la responsabilidad que a cada una corresponde para superar este reto.
Hoy, de nueva cuenta, el Presidente Calderón ha convocado al diálogo a todos los actores involucrados para evaluar la situación y la estrategia. Es un llamado responsable y de buena fe. Aun para quienes consideren que la estrategia contra el crimen organizado puede mejorarse, el diálogo al que se convoca es una oportunidad inmejorable para plantear sus propuestas y, así, contribuir con los argumentos a fortalecer la estrategia.
Coincidimos en que no es momento de lucrar con la tragedia. La coyuntura electoral exige de nosotros una conducta ejemplar. Todos debemos hacer la parte que nos corresponde para tener una jornada electoral limpia y pacífica este domingo.
Todos debemos respetar el legítimo duelo por lo que ahora ha ocurrido. El duelo de las familias y de los compañeros de partido. Pero precisamente por ese dolor, todos debemos asumir la responsabilidad que nos toca para superar las causas que han hecho posible que los violentos hubieren cegado las vidas de personas de bien.
Hoy acompañamos a los priístas en este momento difícil, como en otro tiempo la sociedad ha acompañado a los militantes de otras opciones políticas que han sido víctimas de esta delincuencia.
Somos muchos, muchísimos más los mexicanos que aspiramos a tener un país más seguro y más limpio. La convocatoria al diálogo y a la corresponsabilidad que ha formulado el Presidente de la República, ante estas duras evidencias, así lo acreditan. Este llamado obedece a la necesidad de articular acciones en común para un problema común.
México es de todos.
México reclama que las legítimas diferencias que definen la pluralidad del país, sirvan para construir, en unidad, un mejor destino para todos.
La unidad nacional debe partir de la aceptación recíproca de que todos tenemos la calidad de mujeres y hombres comprometidos con el bien de México.
La unidad nacional es un esfuerzo colectivo por vivir en paz, en libertad, con instituciones fuertes que asumen su parte de responsabilidad.
A construir esa unidad nacional debemos, hoy más que nunca, empeñarnos todos.
***DECLARACIÓN DE LA SEÑORA BEATRIZ PAREDES, PRESIDENTA DEL PRI
El priísmo nacional está de luto; mediadía del martes 29 de junio
Sabemos que las personas de buena fe que habitan en nuestro país, también lo están.
Compartimos el dolor de nuestros correligionarios tamaulipecos, y, con ellos, apreciamos las condolencias y expresiones sinceras de solidaridad que hemos recibido. Al mismo tiempo, rechazamos, y nos llena de indignación, lo que observamos como el fermento de una estrategia política de lucro con la tragedia que nos agravia; exigimos respeto a nuestro dolor, exigimos respeto a nuestro duelo, y demandamos sobre todo, justicia, el esclarecimiento de los hechos que segaron la vida de Rodolfo Torre Cantú, de Enrique Blackmore Smer, de Luis Gerardo Sotero Subieta, de Rubén López Zúñiga y de Francisco David López Catache.
Más que declaraciones, reclamamos una investigación ágil y certera que encuentre a los culpables. El PRI y el Pueblo de México, en estos temas exigen resultados.
El crimen contra Rodolfo Torre Cantú, Candidato de la Coalición Todos Tamaulipas, integrada por el PRI, Nueva Alianza y el Partido Verde Ecologista de México, se inscribe en el clima de inseguridad que prevalece en nuestro país (22,700 muertos durante el sexenio, según cifra oficial con fecha a marzo de este año), se realiza este crimen en medio de un ambiente de crispación que ha sido y es altamente dañino para la vida nacional, y que deteriora el destino democrático del país.
En el Estado democrático, actuar con responsabilidad y civilidad política, supone desechar la guerra sucia como método, implica no alentar la polarización, significa propiciar la confianza y colaboración entre los tres órdenes de gobierno, habida cuenta que la República es una Federación. Instituciones democráticas debilitadas, y política envilecida, es caldo propicio para que la delincuencia pretenda enseñorearse.
El priísmo tiene muchos agravios, y ha sido nuestra responsabilidad con México y nuestra preocupación para encontrar, junto con la sociedad mexicana, las soluciones que requiere la gente, que demanda empleo, ingreso y seguridad, lo que nos ha llevado a no responder a provocaciones y a colocar el interés superior del país como vector fundamental de nuestra acción política. Siempre hemos estado dispuestos a dialogar, pero con liderazgos legítimos y no fruto del oportunismo, que bregan en la borrasca de aguas tormentosas para ver si recomponen sus posicionamientos, cuando ha sido precisamente, la irresponsabilidad y el cortoplacismo, el querer ganar a cualquier costo, lo que ha enturbiado el debate y envilecido a la política.
Nuevamente se le pide al PRI civilidad, cuando fue la responsabilidad democrática del PRI la que le dio vigencia a este régimen, cuando los legisladores de nuestro Partido hicieron el quórum para que se rindiera protesta.
Una vez más, se convoca al PRI, cuando hemos planteado en sucesivas entrevistas nuestra preocupación por el subejercicio presupuestal, cuando se tienen congelados los recursos para obras prioritarias para el desarrollo en las entidades gobernadas por correligionarios nuestros; cuando no se investiga el posible uso de las instituciones de seguridad en el espionaje electoral; cuando los delegados federales orientan su actuación con propósitos partidistas.
Con seriedad y visión de Estado, afirmé en repetidas ocasiones, que en el PRI no queríamos someter a debate la estrategia de Seguridad Nacional, señalaba, y lo reitero, que comprendía que era un asunto de tal relevancia y delicadeza, que los mexicanos debíamos encontrarnos unidos para enfrentar al crimen organizado. Así respondieron también nuestros legisladores cuando aprobaron las iniciativas que fortalecían el papel de las instituciones de procuración de justicia. Declaré, asimismo, nuestro respeto histórico por la Armada y el Ejército Mexicano. Saludo a las Fuerzas Armadas de nuestro país, que no obstante no ser su función constitucional el combate al crimen organizado, sirven a la Patria en ese terreno, atendiendo a las instrucciones de su Comandante Supremo.
Hoy, lo reitero, más que declaraciones, discursos, debates, los mexicanos necesitan que la estrategia de seguridad sea eficaz, las familias quieren recuperar la tranquilidad.
Cinco familias tamaulipecas, que perdieron a sus miembros y los familiares de los compañeros que se encuentran heridos, se unen a esta exigencia general. Señoras y Señores:
Estimados amigos de los medios de comunicación que atendieron esta convocatoria.
Los priístas estamos unidos, en el dolor, y ante la felonía. No habrá ni la más mínima fisura donde se filtre la insidia, ni la manipulación.
Estamos unidos, gobernadores, legisladores, organizaciones y grandes fuerzas políticas que conforman nuestro mosaico plural y heterogéneo; legisladores locales, presidentes municipales, simples militantes. Estamos unidos acompañando a los familiares de las víctimas en su dolor. Tendremos la fuerza, como la han tenido miles de mexicanos, asolados por el crimen, para sobreponernos a nuestra pena, con entereza y dignidad. Es lo que nos enseña a diario el pueblo mexicano.
Rodolfo Torre era un hombre de ideales, un médico; como legislador defendió la salud y la vida; como tamaulipeco creía en el desarrollo de su región y en este gran país.
Son esos ideales, los profundos, los que nos hermanan, y los que nos identifican con otros hombres y mujeres progresistas de México, con otras fuerzas políticas.
Por eso, afirmo categóricamente: el crimen no nos doblega, ni nos va a doblegar.
Los priístas no permitiremos que la vulneración de la democracia por medio de la violencia, propicie el triunfo del caos generalizado, o de su rostro más perverso, el autoritarismo. Por ello, en medio de la desgracia, cumpliremos con nuestro deber el día de los comicios. Lo hacemos con el convencimiento de que la participación electoral es la respuesta más firme a quienes pretenden sabotearlos y el mejor homenaje a los caídos.
En medio de los días aciagos que ensombrecen a la Patria, el amor profundo de la familia de Rodolfo Torre, que la mañana de hoy en Tamaulipas, nos dio una lección de entereza, generosidad y vida, tengo la convicción de que los mexicanos venceremos la tragedia, cada quien en su ámbito, �por qué?, porque la entereza del pueblo de México, es mayor que el gran dolor, porque nuestra fuerza es mayor que nuestra miseria, y nuestra esperanza es mayor que nuestro miedo.
Gracias,
México, D. F., a 29 de junio de 2010.
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Mensaje a Medios de Comunicación del Presidente Calderón, en cadena, mañaa del martes 29 de junio de 2010:
Muy buenos días, amigas y amigos de los medios de comunicación.
Señoras y señores.
Ante la gravedad del hecho que implica el cobarde asesinato de Rodolfo Torre Cantú, Candidato de la Coalición Todos Tamaulipas a la Gubernatura de ese estado, ayer dirigí un mensaje al pueblo de México, en el cual hice un llamado a la unidad, y a la necesidad de crear un frente común. En particular, me dirigí a las y a los señores Gobernadores, a las y a los señores legisladores, a los dirigentes políticos.
Por otra parte, también he escuchado, y de manera muy atenta, el llamado que durante el día de ayer diversos actores políticos y sociales han expresado, en el sentido de que, por encima de legítimas diferencias, es indispensable que las fuerzas políticas nacionales y las autoridades de los distintos órdenes de Gobierno, nos reunamos de manera urgente para dialogar y dar una repuesta unitaria y eficaz.
Una respuesta serena y determinante, que sea reflejo de causa común de todos los que representamos a los ciudadanos, y no sólo del Presidente; una respuesta que implique unidad de esfuerzos y voluntad política de todas las representaciones partidistas.
Concretamente, se produjeron el día de ayer planteamientos directos, que planteaban al Gobierno Federal la conveniencia de convocar a los partidos políticos a un diálogo directo sobre estos temas.
Estoy convencido de que hoy, más que nunca, se requiere ese diálogo y de esa unidad, porque unidos, los mexicanos podemos vencer, y venceremos, a un enemigo común, que hoy amenaza con destruir, no sólo nuestra tranquilidad, sino también nuestras instituciones democráticas.
Porque es en la división entre los mexicanos donde los criminales encuentran los espacios y las vulnerabilidades para dañar a México.
Por eso, también he estado en comunicación con diversos líderes políticos del país en las últimas horas, a fin de poder establecer y concretar ese diálogo, un diálogo que nos permita encontrar, por encima de cualquier diferencia, una posición de unidad frente a este enemigo común.
Por eso, hoy también convoco a todas las fuerzas políticas del país, a todos quienes creemos y defendemos la democracia, a que dialoguemos sobre éste y otros desafíos que México enfrenta de manera directa; a que demos juntos una respuesta unida y firme, frente a quienes atentan contra la vida democrática y la paz de los mexicanos.
Porque es un momento de unidad y decisión para defender a nuestras instituciones representativas.
Estamos ante un desafío que exige que todos los partidos y fuerzas políticas actuemos de manera unida y por encima de nuestras legítimas diferencias.
Los tres Poderes de la Unión, las autoridades de los tres órdenes de Gobierno, tenemos el deber indeclinable de defender a México, de actuar en defensa de la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos, y de nuestra democracia.
Este problema exige que actuemos con visión de Estado, sumando todas las voluntades para generar, precisamente, un ambiente de colaboración; un clima en el que, sin menoscabo de los diferentes puntos de vista que tenemos, encontremos los consensos necesarios en lo esencial y que prevalezca, finalmente, el interés nacional.
Frente al desafío que hoy nos plantea la delincuencia organizada, no hay margen para pretender dividendos políticos. Éste es un reto donde sólo cabe la unidad y la corresponsabilidad de los mexicanos. Éste es un desafío que mi Gobierno no ha evadido y, por el contrario, lo ha enfrentado con toda determinación, pero que requiere el apoyo de los ciudadanos y la colaboración franca y sin titubeos de las fuerzas políticas y sociales del país.
Por eso, convoco también a la sociedad, a los sectores productivos, a los empresarios y a los trabajadores, a académicos e intelectuales del país, a los medios de comunicación, para que cada quien, en el ámbito de su competencia y de influencia, podamos crear juntos un frente común contra quienes pretenden imponer su voluntad por encima de la ley.
Contra quienes amenazan la paz y la tranquilidad de nuestras comunidades, contra quienes pretenden coartar las libertades y las garantías de los mexicanos.
Ante el desafío del crimen organizado, cerremos filas. Respondamos juntos, demos una respuesta unitaria y eficaz de toda la sociedad, y de todas las fuerzas políticas.
El Gobierno no sólo está dispuesto a actuar, y lo ha demostrado, sino también está dispuesto a escuchar y a dialogar.
Yo los invito a dialogar. Los invito para definir entre todos cuál debe ser esa respuesta, porque es momento de que se expresen las inquietudes de todos los actores, especialmente los actores políticos, a fin de fortalecer la estrategia del Estado mexicano por la seguridad pública.
El propósito del diálogo al que hoy convoco es hacer ese frente común, es acordar acciones concretas que den una respuesta decidida de todas las fuerzas políticas ante este desafío compartido; es decir, que demos, verdaderamente, no sólo una respuesta de Gobierno, sino una respuesta del Estado mexicano.
Yo estoy seguro de que juntos, mediante ese diálogo franco, respetuoso y constructivo, habremos de encontrar las mejores alternativas para hacer frente a éste que, sin duda, es el mayor reto que enfrenta el día de hoy el país.
Me reuniré entonces, e invitaré al diálogo a las diferentes fuerzas políticas, a las distintas representaciones sociales del país para construir ese diálogo que nos permita esa respuesta común.
Y espero, y estoy seguro que encontraré una respuesta de responsabilidad constructiva con México de parte de todos esos interlocutores.
Muchísimas gracias.
***
Tarde del lunes 28 de junio; FCH
Buenas tardes, señoras y señores de los medios de comunicación.
Hoy me dirijo a ustedes y a todos los mexicanos para expresar mi más enérgica condena, la del Gobierno Federal y la de toda la sociedad mexicana, por el cobarde asesinato de Rodolfo Torre Cantú, candidato de la Coalición Todo Tamaulipas, conformada por el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Verde Ecologista y el Partido Nueva Alianza, a la Gubernatura del Estado de Tamaulipas, así como de varias personas que lo acompañaban.
Se trata de un hecho absolutamente condenable, que merece el repudio de la sociedad entera.
Expreso mis más profundas condolencias por estas pérdidas irreparables a los familiares y amigos de Rodolfo Torre Cantú, a su esposa, Laura de la Garza, y a sus hijos, Laura, Rodolfo y Paulina Torre.
También a los familiares y amigos de Enrique Blackmore, Aurelio Balleza, David Castelo, Dante Quiroz y Gerardo Subiate.
Son hechos que nos llenan de dolor e indignación a todos los mexicanos.
Me he comunicado con la Presidenta del Partido Revolucionario Institucional, la licenciada Beatriz Paredes Rangel, así como con el Gobernador del Estado, Eugenio Hernández Flores, para ofrecerle el apoyo incondicional del Gobierno Federal en el esclarecimiento de estos lamentables hechos.
Trabajaremos sin descanso con las autoridades estatales de Tamaulipas para encontrar a los culpables y llevarlos a la justicia.
Estos sucesos representan un atentado, no sólo contra un ciudadano, un ciudadano que aspiraba a servir a su comunidad desde una responsabilidad pública, sino que son atentados contra toda la sociedad.
Se trata de un hecho, no sólo contra un candidato de un partido político, sino contra las instituciones democráticas y, por tanto, es un hecho que reclama una respuesta unida y firme de parte de todos los que creemos en la democracia.
Hemos analizado estos hechos en el Gabinete de Seguridad del Gobierno Federal y hemos ya asignado las tareas que corresponden a cada una de las dependencias para fortalecer, precisamente, la investigación en curso que llevan las autoridades y, por supuesto, contribuir con las autoridades de Tamaulipas en el tema del proceso electoral y de la seguridad que éste implica.
Como he subrayado, hoy el crimen organizado representa la mayor amenaza para la seguridad, la libertad y la tranquilidad de los mexicanos; es un enemigo que no conoce límites, que lastima profundamente a toda la sociedad por igual, que atenta contra la paz, contra nuestra seguridad y contra nuestras instituciones.
Por ello, la lucha por la seguridad, la justicia y en contra del crimen, debe ser una lucha que esté por encima de partidos y diferencias políticas. Es una lucha de todos. Porque es de todos el interés de que no se apoderen de nuestra sociedad y de nuestras instituciones, intereses tan aviesos.
Es una lucha de todos y en particular de quienes tenemos una representación ante los ciudadanos en cualquier nivel de Gobierno y en cualquier poder.
Hoy hemos comprobado que el crimen organizado es una amenaza permanente y que debemos cerrar filas para enfrentarlo y evitar que se repitan acciones como el cobarde asesinato que este día ha conmovido al país.
La lucha por la seguridad exige corresponsabilidad y participación decidida de todos los órdenes de Gobierno, de los tres Poderes de la Unión y de la sociedad en su conjunto.
Sucesos como el que hoy lamentamos profundamente, son un recordatorio de que enfrentamos un enemigo común y de que no podemos cejar en la lucha contra él.
Y esa es, precisamente, la razón por la cual el Gobierno Federal combate con toda la fuerza del Estado a la delincuencia organizada, en particular en el Estado de Tamaulipas y en otros estados del país.
Además de ser nuestra obligación, es un compromiso ineludible con el bienestar de las familias y el futuro de los mexicanos.
No podemos, ni debemos permitir que el crimen pretenda imponer su voluntad y sus reglas perversas, como ahora pretende intervenir en las decisiones de los ciudadanos y en los procesos electorales.
El único camino hacia la paz y la libertad de los ciudadanos es encarar con firmeza y con determinación a la delincuencia organizada, hacerle frente hasta derrotarla. Porque la lucha contra la inseguridad es, precisamente, por la defensa de la vida, la integridad y los derechos de los mexicanos.
En su intento por controlar territorios, los delincuentes han buscado intimidar, no sólo a otros criminales y grupos delincuenciales, sino también a las autoridades y a la sociedad, cometiendo una serie de delitos que dañan profundamente a todos.
El Gobierno Federal, por mi conducto, refrenda su compromiso de actuar con firmeza, precisamente, para preservar la seguridad de los ciudadanos y la estabilidad de las instituciones.
Debemos unir esfuerzos muy por encima de intereses políticos o partidistas. Esta lucha es de todos y en beneficio de todos.
Hago también hoy un llamado a todas las fuerzas políticas del país, a las y los legisladores, a las señoras y señores Gobernadores, para unirnos en la defensa de las instituciones en estos momentos delicados de la vida nacional.
Que más allá de las diferencias partidistas, que particularmente suelen evidenciarse en momentos electorales como éste, tengamos la madurez y la sensatez para comprender que problemas como el atentado que hoy se sufre, que problemas como éste, que afectan a la vida democrática del país, reclaman una respuesta unida y de todos, más allá de las diferencias partidistas presentes en una democracia como la mexicana.
Es tarea de todos también, y así lo asume el Gobierno Federal, el enfocarnos a generar un clima de colaboración en el que, sin demérito de los diferentes puntos de vista que prevalecen en una sociedad democrática como la nuestra, podamos entendernos en lo esencial, especialmente en circunstancias como las que hoy se viven, y ante problemas que afectan al interés nacional, como es, precisamente, la acción de la criminalidad en contra de las instituciones democráticas.
Me he comunicado también el día de hoy con Presidentes de varios de los partidos políticos, con Coordinadores Parlamentarios, con objeto de dialogar con ellos, con miras al trabajo conjunto que debe unirnos en propósitos superiores, como lo es el de defender nuestras instituciones democráticas y lograr la seguridad que anhelamos.
Lo he hecho hoy, y espero hacerlo pronto para que entre todos asumamos, no sólo la corresponsabilidad que nos corresponde, sino también acciones concretas en beneficio de la institucionalidad democrática del país.
Mexicanas y mexicanos:
Vivimos momentos decisivos en la historia de México. De nosotros depende convertirnos en una generación que enfrentó y derrotó con decisión, unidad y firmeza a los enemigos de México.
Una generación que, por encima de diferencias políticas, se supo unir en lo esencial en el momento histórico que se nos exigió para recuperar a México de manos de la delincuencia, evitar que nuestro país caiga en manos de ella y ponerlo en la ruta para ser un país desarrollado y próspero, un país justo que avance por la vía del orden, de la equidad, de la legalidad y de la paz.
En el caso concreto, trabajaremos en plena coordinación con el Gobierno del Estado de Tamaulipas para el esclarecimiento de estos hechos y en total apoyo a lo que decidan, tanto las autoridades electorales de esa entidad, como el Partido Revolucionario Institucional y los demás partidos que postulaban, precisamente, a este Candidato.
El crimen organizado nunca conseguirá sus objetivos. No conseguirá vencer nuestra fe en la democracia, ni doblegar nuestra confianza en el futuro de México.
Frente a la cobardía de la delincuencia organizada, sólo cabe la unidad y la corresponsabilidad de los mexicanos. Seguiremos actuando con todos los instrumentos que nos proporciona el Estado de Derecho, redoblando nuestros esfuerzos conjuntos para poner un alto a los criminales.
El Gobierno Federal está absolutamente decidido a seguir combatiendo sin tregua a la criminalidad, hasta conseguir ese México de seguridad, de justicia y de paz al que todos aspiramos.
Muchas gracias.