Candidaturas
de a millón/ÁLVARO
DELGADO
Revista
Proceso # 1908, 26 de mayo de 2013;
El
diputado federal Jorge Villalobos Seáñez y el diputado local Ulises Ramírez, a
quien Gustavo Madero encomendó auxiliar al flamante coordinador de los
senadores del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Luis Preciado, tienen algo
en común: se les acusa de vender candidaturas.
El
pasado 14 de enero siete prominentes panistas, entre ellos los expresidentes
del PAN Noé Aguilar Tinajero, Francisco Gárate Chapa y Juan Carlos Núñez,
enviaron una carta a Madero para denunciar la venta de candidaturas por parte
de Ramírez, jefe del Grupo Tlalnepantla, que controla el partido en el Estado
de México.
La
carta fue enviada a Madero luego de que el diario La Razón publicó, el 8 de
enero, las conversaciones de Ramírez, exsenador y entonces coordinador de los
diputados en el Congreso local, con Óscar García Martínez, uno de sus
principales colaboradores, sobre la supuesta venta de candidaturas de diputados
federales en 1 millón de pesos.
En
otra conversación se escucha la plática entre el diputado local Enrique Vargas
del Villar con la entonces diputada local Gabriela Gamboa Sánchez, en la que
ésta admite que pagó un millón de pesos por la candidatura a diputada federal,
pero luego, en un desplegado publicado en ese mismo periódico, aseguró que esa
cantidad le fue devuelta.
En
la misiva enviada a Madero los firmantes exponen: “La defensa de las personas
que supuestamente pagaron por estas candidaturas ha sido el afirmar que en un
proceso donde votan miles de panistas es imposible la venta de las mismas,
asegurando que lo mismo sería factible únicamente en un proceso de
designación”.
Y
enseguida, dirigiéndose a Madero, rebaten este punto: “Lo anterior no es
necesariamente cierto, dado que la existencia de un padrón corporativizado,
cosas que usted ha señalado en varias ocasiones y que le dieron origen al
proceso de refrendo que su dirigencia echó a andar a finales del año pasado,
hacen imposible que el voto responda a una práctica muy generalizada en el
partido llamada ‘la línea’, en la que la militancia corporativa vota como le
pide su ‘líder’ o ‘cabeza de grupo’, sin cuestionarlo siquiera.
En
este sentido es claro que en el Estado de México quien se ha valido de esta
práctica es el llamado ‘Grupo Tlalnepantla’, el cual encabeza el diputado
Ulises Ramírez Núñez, y que si se analizan los resultados de las elecciones que
se realizaron el año pasado, veremos un padrón en el que los candidatos
apoyados por este personaje tuvieron votaciones altas en los mismos municipios
en los que Ramírez Núñez ejerce el control del voto corporativo.”
Y
agregan: “Lo anterior daña nuestra vida institucional y lacera nuestra
democracia, puesto que genera un estado de anormalidad democrática en el que el
pago de una candidatura a un líder grupal se vuelve criterio para la obtención
de una curul, y no la experiencia, las propuestas, las ideas, la integridad y
el liderazgo”.
Por
ello, los dirigentes panistas solicitan al CEN del PAN iniciar una
investigación y que, “de demostrarse estos hechos”, se sancione con la
expulsión del partido a Ramírez y a todos los implicados.
Hasta
ahora nada de eso ha ocurrido y Madero ni siquiera ha dado respuesta a la carta
de los panistas estatales, quienes también han denunciado que Ramírez, como
presidente estatal y coordinador de los diputados locales del PAN, ha mantenido
una postura acrítica hacia los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila,
una conducta semejante a la de Madero, a cuyo grupo pertenece.
El
propio Ulises Ramírez, quien fue coordinador de asesores de Juan Camilo Mouriño
en la Secretaría de Gobernación, lo reconoció así, en entrevista con el
reportero, en diciembre último: “Es una instrucción del presidente nacional”.
Otro
involucrado en la supuesta venta de candidaturas es Jorge Villalobos Seáñez,
considerado la mano derecha de Madero en el PAN, cuya participación se describe
en un documento al que tuvo acceso el reportero.
“En
abril de 2012, Enrique Vargas del Villar, regidor en el ayuntamiento de
Huixquilucan, Estado de México, denunció ante Edgardo Flores Campbell que por
supuestas instrucciones del secretario particular de Gustavo Madero, líder
nacional del PAN, debería entregar 5 millones de pesos en efectivo, a cambio de
que fuera incluido en la lista de candidatos a diputados locales por vía
plurinominal.
“Vargas
del Villar señaló que la petición fue realizada por una tercera persona
identificada como Rubén Ceja, quien le aseguró que sería incluido en el lugar
número seis de la citada lista y negó categóricamente que tales recursos
estuvieran orientados a impulsar las aspiraciones políticas de Villalobos
Seáñez, quien en ese momento aspiraba a la diputación federal plurinominal por
la primera circunscripción.
“Vargas
del Villar refirió en su denuncia que en entrevista con Rafael Jiménez (sic),
excoordinador general adjunto de la campaña de la excandidata presidencial
Josefina Vázquez Mota, le mencionó que Jorge Villalobos le había informado que
se encontraba ‘vetado’ para ocupar una candidatura, hecho que de manera posterior
fue negado por Gustavo Madero, quien también desvinculó a su colaborador de la
solicitud de dinero”.
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El factor
Madero envenena al PAN/ÁLVARO DELGADO
La decisión del
presidente del PAN, Gustavo Madero, de sustituir a Ernesto Cordero como
coordinador de los senadores panistas y de remover al diputado Homero Niño de
Rivera en San Lázaro llevaron a ese partido a su crisis más profunda. Veterano
en los entretelones de la política, Juan José Rodríguez Prats sostiene: para
que Acción Nacional siga siendo una opción debe surgir una tercera corriente
que pueda rescatar y superar esta bipolaridad en que lo tienen Felipe Calderón
y Madero.
La
“guerra desatada” entre facciones del Partido Acción Nacional (PAN), que lo
tiene postrado en la peor crisis de su historia de 74 años, tuvo un episodio
crucial en agosto de 2011 cuando, en una reunión, Gustavo Madero descalificó el
gobierno de Felipe Calderón, ahí presente.
–El
gobierno no es un activo para el partido –sentenció.
A
Calderón se le endureció el rostro y los demás asistentes quedaron estupefactos
por la aseveración de Madero, quien describió a gobernadores, senadores y
diputados el adverso escenario del PAN hacia 2012: casi 80% de los mexicanos
anhelaba un cambio.
Uno
de los invitados, Diego Fernández de Cevallos, salió en defensa de Calderón, su
rival interno, y censuró a Madero: “Cómo de que no es un activo. ¿Entonces qué
activo tiene el partido? No me digas que tú. ¡Cómo es posible que el presidente
del partido diga eso!”.
En
un ambiente tenso, Calderón tomó la palabra y dijo que eso explicaba la falta
de apoyo de Madero, a quien retó a deslindarse de su gobierno si así lo quería.
“El partido se puede deslindar. Yo seguiré siendo presidente de la República y
lo seré sin el PAN”.
La
reunión terminó de mala manera y el pleito marcó las precampañas internas, las
candidaturas legislativas, la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota y
la derrota del 2 de julio, que sólo exacerbó los ánimos entre grupos en la
disputa por el control del PAN, que logró Madero.
A
partir de la firma del Pacto por México, negociado cupularmente y en secreto,
se instaló en ese partido –además– la sospecha de “traición”, corrupción y
entreguismo de Madero ante el priista Enrique Peña Nieto y se desató un ajuste
de cuentas, cuya víctima más reciente es Ernesto Cordero, depuesto como
coordinador de los senadores.
Pero,
al degradar a Cordero, Madero le dio a la facción de Calderón el candidato que
no tenía para disputar la presidencia del PAN, con el argumento además de que
el mismo dirigente ha reconocido, expresamente, que su partido no es oposición
y que el priista Peña Nieto sí cumple lo que ofrece, en el marco del Pacto por
México.
La
suerte le cambió, en ese sentido, a Cordero: En Semana Santa, Calderón vino a
México y se reunió con varios de sus allegados para ponderar quién podría ser
el candidato del grupo al PAN, y ahí lo frenó: “Tú no, te tiene vetado
Margarita”.
Se
refería a su mujer, Margarita Zavala, ausente en esa reunión en la que
estuvieron su hermana Luisa María Calderón, Roberto Gil Zuarth, Cordero,
Maximiliano Cortázar, Javier Lozano y Fausto Barajas Cummings, quien organiza
la fundación Desarrollo Humano sustentable.
El
senador Gil Zuarth asegura que hubo sólo una “lluvia de ideas” sobre los
prospectos, una vez que se aprobó el método de elección directa en la Asamblea
Nacional Extraordinaria, el 16 de marzo, aún trunca.
“Lo
que se dijo fue quiénes podrían ser. Ernesto, Javier, Cocoa, Margarita,
Josefina, Héctor Larios, yo. Fue una lluvia de ideas. Y ahí el análisis del
método”.
–¿Y
ahora sí competirá Cordero?
–Madero
le regaló un balón precioso. Es un tiro a gol.
“Esto
ya es puro PRI”
Si
de suyo eran frecuentes las críticas de los “calderones” a Madero desde la
firma del Pacto por México, la entrevista publicada en la edición 1907 de
Proceso generó iracundia, pero el solo anuncio de que revisaría la gestión de
Cordero desencadenó la guerra.
Desde
el viernes 17, cuando Madero hizo el anuncio, se desencadenó una avalancha de
descalificaciones contra él, sobre todo por la red social Twitter, y otro
elemento que atizó la polémica fue el mensaje que Calderón envió, el sábado 18:
“Vieja regla del PAN: los asuntos internos se ventilan internamente. Cuando los
presidentes la preservábamos, el partido avanzó notablemente.”
Eso,
según panistas, precipitó la decisión de Madero, quien el domingo telefoneó a
Cordero para notificarle que ya no era coordinador y más tarde lo filtró a
medios y recibió metralla.
“Madero
es el dirigente nacional del PAN, pero parece del PRI”, reprochó Cordero, quien
lo tildó de mentiroso, mientras que el senador Jorge Luis Lavalle lo definió
como dictatorial: “Me recuerda el actuar de varios dictadores, es vergonzoso”.
Juan
Ignacio Zavala, cuñado de Calderón, escribió en Milenio una de las críticas más
rotundas contra la gestión de Madero: “Madero ha demostrado una abyección y un
entreguismo sin límite. Tiene una dependencia política y hasta emocional del
presidente. Sólo se le ve contento al lado de Peña”.
Y
concluyó: “Por lo pronto, gracias a Madero y sus compinches, ya no somos el
PRIAN: esto ya es puro PRI”.
Al
respecto, el senador Gil Zuarth, quien a su vez escribió sobre “la peligrosa
devoción que siente” Madero por Peña, asegura que nada de lo que han dicho o
escrito los calderonistas es falso.
“No
lo estamos diciendo como ocurrencia. Son expresiones directamente atribuibles
al propio Madero. En la entrevista que le dio a Proceso revela con claridad la
enorme cercanía que siente por el presidente Peña, la forma en que lo ha
convencido de que sus intenciones son buenas, que lo ha imbuido en una dinámica
de relación política muy estrecha.”
Por
eso, dice, Madero desdeña ser opositor: “Él siente que a través de este esquema
de simbiosis con el gobierno, el PAN gobierna y entiende que la oposición puede
resultar estorbosa, puede resultar en un mal que afecta el funcionamiento del
sistema político”.
Lo
alarmante, expone, es que “Madero diga que ser oposición es algo indebido en
democracia, que la oposición verdaderamente constructiva es la que se fusiona
con el gobierno y no la oposición que es capaz de diferenciarse y que es capaz
de extraerle compromisos mayores al gobierno”.
–¿Ya
hay una simbiosis con el gobierno?
–Es
lo que plantea Madero. Dice que el PAN debe meterse en una dinámica de
interacción con el gobierno, precisamente para cogobernar.
Advierte:
“El riesgo que se corre con esta cercanía tan evidente, clara y públicamente
reconocida es que el partido pierda su autonomía y su autoridad ante el PRI.”
Gil
recuerda que el Consejo Nacional del PAN apoyó el Pacto por México, en enero,
con la condicionante de que no hubiera intervención de los gobiernos estatales
en materia electoral. Él mismo envió una carta a Madero, dos días antes, para
pedirle blindar las elecciones:
“En
este entendido le propongo que nuestro partido solicite al consejo rector del
Pacto por México que sin dilación se definan medidas de blindaje electoral para
garantizar la equidad de las contiendas y, específicamente, para impedir que
los programas o recursos públicos se utilicen para beneficiar a cualquier
partido político. Debemos exigir con contundencia que todo gobierno se mantenga
ajeno a la competencia electoral”.
Sin
embargo, mientras eso ocurría, en Veracruz, por ejemplo, se tramaba la
defraudación y, cuando se descubrió, Madero sólo obtuvo un adendum, con sólo
buenos propósitos.
En
entrevista, el jueves 23, Gil Zuarth afirma que el colaboracionismo de Madero
no es sólo porque diga que Peña sí cumple, la antítesis de la campaña del PAN
en 2012, sino su silencio ante conductas criticables del gobierno.
“Yo
nunca he visto una posición tan condescendiente con el gobierno. Hemos dejado
pasar todo. Hemos dejado pasar dislates clarísimos, omisiones y errores sin
precedentes”, expone.
“Le
hemos dejado pasar indefiniciones que están en la mesa, que son evidentes y
claras, porque no tenemos la convicción de que nuestro deber es señalarlas, es
exigir resultados, es evidenciar al gobierno. ¡Para eso está la oposición
precisamente, para que el gobierno no se eche! ¡Esta dirigencia ha sido
profundamente condescendiente con el gobierno de Peña Nieto! ¡Ya hubiéramos
querido tener una oposición tan cómoda como la que hoy tiene Peña Nieto!”
Pero
hay algo peor aún: “Hemos dejado de combatir el principal argumento que han
construido los priistas para regresar al poder: la eficacia. Ellos han dicho a
los electores que saben hacer las cosas. Y nos hemos plegado justamente a su
campaña, al no decir con claridad que no saben hacer las cosas. Y ahí están los
resultados.”
Mejor
con Peña: Madero
La
decisión de Madero de sustituir a Cordero por Jorge Luis Preciado irritó hasta
al grupo más estructurado que lo respalda, El Yunque, porque supuestamente
faltó a su compromiso de nombrar a Larios.
“Como
en cónclave hay coordinador: Héctor Larios”, escribió en su cuenta de tuiter el
senador de Guanajuato Fernando Torres Graciano, miembro también del CEN, quien,
tras la designación de Preciado, corrigió: “Madero no deja de sorprender”.
La
sorpresa fue hasta para los propios senadores que participaron en la “consulta
indicativa” y que consistió en que cada uno de ellos escribiera en una papeleta
tres nombres para, tras hacer él una revisión, dar a conocer su decisión.
Sólo
uno votó por Preciado, un abogado colimense que en la primera reunión del grupo
parlamentario dijo: “Me dedico a la industria del amor”.
Fue
la pieza que usó Madero para quitar de la coordinación del PAN en el Senado al
“calderonismo”, que él mismo representó desde que ocupó un escaño, como
recuerda Gil, su adversario por la presidencia del PAN en 2010.
“Madero
es presidente nacional por el calderonismo, como fue coordinador por el calderonismo”,
dice Gil, quien recuerda que en la elección del PAN se dividió ese grupo que
ahora, por las decisiones de Madero, se ha cohesionado.
Pero
aclara que ahora Calderón no tiene que ver nada en la estrategia de los
miembros de su grupo ante las decisiones de Madero: “No nos está dando
instrucciones, no es la mano negra que está detrás de nosotros.”
Calderón,
dice, está consciente de que el propio PAN corra su propia suerte. “Que confía
en nosotros y en que lo vamos a defender, sin lugar a dudas, pero eso no
significa que detrás de nosotros nos esté dictando el guión y las
instrucciones”.
Y
afirma: “Quien tiene que superar el complejo de Edipo que ha generado respecto
a Calderón es Madero. Tiene que superar ya el trauma que le provocó el
calderonismo”.
Aclara:
“No construyamos ahora el argumento de que el genuino representante de los
pensadores y políticos libres del PAN frente al calderonismo se llama Madero”.
Justamente
en la entrevista con Madero, el viernes 10, el reportero le pidió hablar sobre
la mala relación con Calderón y las razones de ello, pero se negó.
–Usted
dijo que el gobierno de Calderón no era un activo.
–Újule,
Julieta, ya no me acuerdo –evadió, en su peculiar estilo.
–Tiene
usted mejor relación con Peña de la que tuvo con Calderón.
–No
está claro, ¿o sí? –respondió con cierta malicia.
–Sí.
–No
–rebatió–. Con los dos hablo con mucha franqueza y mucho respeto.
–¿Cuándo
fue la última vez que habló con Calderón?
–Hace
ya rato, pero hablo igual de franco contigo que con uno y con otro.
Aseguró
que había hablado con Calderón inclusive después de la cena en Los Pinos, del
28 de agosto, en la que éste llamó “cobarde” al senador Javier Corral –que le
respondió en los mismos términos–, él se puso de pie y abandonó la reunión.
–¿En
qué términos habló con él?
–Igualitos.
Mira, aquí no hay nada personal. Al que mete la fibra personal se le cruzan los
cables.
Contubernio
estilo Edomex
Gil
Zuarth no tiende duda de que Madero ha optado por combatir a la oposición
interna, no sólo con la remoción de Cordero, sino de quitar comisiones, como ya
ocurrió con Homero Niño de Rivera en la Cámara de Diputados.
Es
el “modelo” implementado en el Estado de México, donde Peña Nieto como
gobernador comenzó a cooptar a la oposición, en particular al PAN, y lo terminó
por domesticar a través del grupo que encabeza el diputado Ulises Ramírez.
“Ya
vimos el modelo de penetración del gobierno priista en el Estado de México
sobre los partidos de oposición. No vamos a permitir que eso le suceda al PAN
nacional”.
–¿Hay
indicios de que Peña tiene las manos metidas en el PAN?
–Es
el modelo Estado de México: Empiezan a golpear a los adversarios muy definidos,
los van debilitando, los dejan fuera de la interlocución, fuera del escenario,
y empiezan a tejer a partir de una
lógica de miedo. Es decir, colaborar porque si no te va a pasar lo que le pasó
a tu compañero de al lado. Y así empieza la penetración a través de este doble
juego entre miedo y prerrogativas.
Justamente
el respaldo que ha dado Madero al grupo que controla el PAN en el Estado de
México se lo recordó el exsenador Juan José Rodríguez Prats, en la sesión del
CEN, el lunes 20, en la que Cordero se despidió.
Rodríguez
Prats descalificó la colusión que tiene Madero con el grupo de Ramírez en ese
estado, quien ha sido acusado de estar al servicio del gobierno desde que el
gobernador era Peña Nieto.
En
una intervención que él mismo reconoce como agresiva y hasta “grosera”,
Rodríguez Prats le dijo a Madero que “había una dirigencia vacía de principios,
torpe y deshonesta”, porque además dio protección a los diputados panistas que
aprobaron las cuentas públicas y el endeudamiento del perredista Leonel Godoy,
cuando fue gobernador de Michoacán.
Acusó
a Madero de haberse beneficiado económicamente por el pacto que hizo con el
gobernador Juan Sabines, con quien se entrevistó en el Palacio de Gobierno y
luego postuló a Emmanuel Nivón como candidato del PAN a ese cargo y que hoy
está en la cárcel por corrupción.
“Es
donde él me dijo que se lo tenía que comprobar, porque me iba a denunciar
penalmente. Le dije: ‘Bienvenida sea la denuncia penal’. Ahí nos vemos.”
Rodríguez
Prats narra que, luego de que Cordero se retiró tras recibir un aplauso,
intervinieron también, entre otras, la hermana de Calderón, la senadora Mariana
Gómez del Campo, sobrina de Margarita Zavala, Elia Hernández, suplente de
aquél.
“Se
dijo que es facultad del presidente remover al coordinador, pero el presidente
está con el rumbo perdido, no hay principios, no hay ideas. También que en el
panismo hay un gran desconcierto que obedece a su cercanía con el presidente
Peña Nieto, que eso ha disgustado al panismo por la forma en que Gustavo se ha
entregado a Peña. Ese fue el tenor de todas las intervenciones”.
–¿Qué
respondió Madero?
–Sólo
dijo: Suficientemente discutido.
Para
Rodríguez Prats, crítico de Madero y de Calderón, el PAN no sólo no ha tocado
fondo: “Estamos en el punto más crítico. Lo única forma en que el PAN siga
siendo una opción de partido es que surja una tercera corriente que pueda
rescatar y superar esta bipolaridad en que nos tienen Calderón y Madero”.
–No
se ve que tome forma.
–Sí
está tomando forma. Ya se verá. Todavía es muy temprano…
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