- Una iniciativa incendiaria en el reino del conservadurismo/LEONARDO BOIX
Revista Proceso # 1908, 26 de mayo de 2013;
En el Reino Unido podrán ser legales los matrimonios entre personas del mismo sexo. De aprobarse este proyecto de ley impulsado por el gobierno del conservador James Cameron, Gran Bretaña se unirá a la lista de países donde estas uniones cuentan con el aval de la ley. La propuesta ya levantó ámpula entre las alas más radicales del partido conservador en el poder y sirvió de pretexto para que los opositores del primer ministro lo critiquen por desgastarse en asuntos que no son del interés primordial de los tories.
LONDRES.- Gran Bretaña está muy cerca de tener una ley que permita el matrimonio entre personas del mismo sexo, luego de que el martes 21 la Cámara de los Comunes aprobó esa propuesta, pese a la oposición de 161 parlamentarios en su mayoría conservadores tradicionalistas y religiosos.
El proyecto legislativo impulsado por el premier británico, el conservador David Cameron, ocasionó fuertes divisiones dentro de su partido, aunque tanto la oposición laborista como los liberal-demócratas –socios minoritarios del gobierno de coalición– apoyaron la medida.
Tras un acalorado debate en la Cámara de los Comunes, que duró dos días, 366 parlamentarios apoyaron los planes del gobierno y aportaron una mayoría de 205 para que el proyecto de ley pase a la Cámara de los Lores, donde enfrentará una fuerte oposición.
La propuesta ocasionó profundas tensiones entre el gobierno y el ala más tradicionalista de los conservadores, enfrentada con Cameron por la reticencia de éste a convocar a un referéndum en torno a la membresía británica en la Unión Europea (UE).
Muchos integrantes del partido en el poder se sintieron ofendidos por declaraciones de lord Andrew Feldman, quien calificó a los tories más tradicionales y de ultraderecha como “locos y desquiciados”.
Cameron tuvo que pedir disculpas. Envió un correo electrónico a todos los activistas conservadores para asegurarles que nunca emplearía a alguien que “se mofa” de ellos. Asimismo, elogió “la labor y decencia” de sus correligionarios.
Sin embargo, para el parlamentario Brian Binley hay una “brecha creciente” entre Cameron y su partido, sobre todo por la postura del premier respecto de la membresía británica en la UE, por los matrimonios homosexuales y por un éxodo de votantes conservadores al ultranacionalista y xenófobo Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP, por sus siglas en inglés).
Por otra parte, Robert Woollard, presidente de la organización Conservative Grassroots, considera que el jefe del gobierno debería tomar control de sus colegas en la residencia ministerial de Downing Street, ya que a éstos “les falta salir más a la calle a ver la realidad”.
A su vez, la ministra de Cultura, Medios y Deporte, María Miller, una de las principales impulsoras de la ley de matrimonios igualitarios en Inglaterra y Gales, sostuvo que la legislación es un tema principalmente de igualdad de derechos, y agregó que la mayoría de los parlamentarios “demostró su compromiso” con la iniciativa.
El martes 21 un centenar de manifestantes contra la ley mantuvo un plantón afuera del Palacio de Westminster; no hubo incidentes.
Por el momento no hay planes para introducir una ley similar en Irlanda del Norte, aunque sí en Escocia, donde se espera que en los próximos meses sean legales las uniones entre personas del mismo sexo.
Permisividad
Un sondeo publicado el 27 de diciembre último reveló que la mayoría de los británicos apoya los matrimonios gay. Esa encuesta, elaborada por la consultora ICM para el periódico The Guardian, mostró que 62% de los británicos considera que las bodas entre personas del mismo sexo deben legalizarse, en tanto que 31% se opone. El 7% restante dijo no tener una opinión al respecto.
El 52% de quienes votaron por el Partido Conservador en las elecciones generales de mayo de 2010 apoya los matrimonios homosexuales, en tanto que 42% se opone a éstos.
En un sondeo que la consultora ICM realizó para el Sunday Telegraph en marzo último, las cifras mostraron que 45% de los entrevistados aprobaba las bodas gay, contra 36% que se oponía a éstas.
Los electores laboristas y liberal-demócratas mostraron mayor apoyo a los matrimonios entre personas del mismo sexo, con 67% y 71%, respectivamente.
Por lo que respecta al género de los consultados, 65% de las mujeres dijo apoyar las bodas gay, en tanto que 58% de los hombres compartió esa postura.
Sin embargo, 58% de los mayores de 65 años se resiste a la propuesta, contra 37% que la favorece; 5% no externó ninguna postura. De las personas entre 35 y 65 años, 65% apoyan la iniciativa. El 75% de los que tienen de 25 a 34 años aprueban esas uniones, en tanto que 77% de los más jóvenes, de 18 a 24 años, simpatizan con la nueva ley.
La propuesta oficialista desató una fuerte oposición de la Iglesia anglicana, la Iglesia católica y otros grupos religiosos del país, aunque contó con el apoyo de los cuáqueros, los unitarios y los judíos liberales.
Para el juez de la Corte Suprema británica sir Paul Coleridge, los ministros del gobierno auspician “políticas incorrectas” al tratar de legalizar las bodas entre personas del mismo sexo. Externó que en vez de eso deberían enfocarse en resolver los problemas familiares que aquejan a la sociedad británica. Hace poco declaró al periódico inglés The Times que las bodas gay son un tema propio “de minorías”.
El magistrado hizo esas declaraciones poco después de que el jefe de la Iglesia católica en Inglaterra y Gales, el arzobispo de Westminster Vincent Gerard Nichols, dijo a la BBC que el gobierno británico no tiene potestad para legalizar los matrimonios homosexuales en Inglaterra y Gales.
Lynne Featherstone, ministra liberal-demócrata para el Desarrollo Internacional y exsecretaria para la Igualdad, afirmó que las autoridades de la Iglesia católica que atacan los planes del gobierno por los matrimonios homosexuales “deberían sentir vergüenza”.
Y precisó: “Es muy triste que las autoridades religiosas que se oponen tan terminantemente a los matrimonios igualitarios tengan tan poca fe en sus propias creencias. Si éstas les dictan que el matrimonio sólo puede ser entre hombre y mujer, deberían confiar en que sus feligreses también crean eso. Pero si sus creyentes están en desacuerdo, allí aparece el gran miedo. Es un asunto que deben resolver entonces las autoridades religiosas y sus congregaciones”.
En caso de que la Cámara de los Lores apruebe la propuesta legislativa –lo cual se da por hecho gracias al apoyo popular que tiene la propuesta en el país–, Gran Bretaña se sumaría a una lista de 15 naciones del mundo que hoy día cuentan con una ley de matrimonios homosexuales.
Esos países son: Holanda (aprobó la ley en 2001), Bélgica (2003), España (2005), Canadá (2006), Sudáfrica (2006), Noruega (2009), Suecia (2009), Portugal (2010), Islandia (2010), Argentina (2010), Dinamarca (2012), Uruguay (2013), Nueva Zelanda (2013), Francia (2013) y Brasil (2013).
En Estados Unidos el matrimonio homosexual es legal en Massachusetts, Connecticut, Iowa, Vermont, New Hampshire, Nueva York y el distrito de Columbia, al que pertenece Washington. También en California, Delaware, Hawai, Illinois, Nueva Jersey y Rhode Island. Asimismo, en Maryland, Maine y Minnesota.
En México se permite la unión entre personas del mismo sexo en la capital, así como en los estados de Quintana Roo y Oaxaca.
Otros países que permiten uniones civiles entre personas del mismo sexo, aunque no se denominan matrimonios, son Alemania, Irlanda, Israel, la República Checa y Colombia.
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