Publicado en El Universal, 23 de julio de 2013
Pemex: prueba para Beltrones y Gamboa
En la llamada clase política mexicana todos saben de la eficacia de uno de los legisladores contemporáneos más reconocidos. Nos referimos al poderoso diputado federal, Manlio Fabio Beltrones.
También entre esa misma clase política es conocida la probada eficacia de la pareja formada por Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, hoy indiscutibles jefes de los diputados y los senadores del PRI, respectivamente.
Incluso es público que entre Beltrones y Gamboa existe una entrañable amistad que ninguno de los dos oculta al expresar de manera estruendosa un sonoro “¡hermanito!”, cada ocasión que se ven; expresión a la que sigue un emotivo abrazo.
Y de igual manera es público —y estuvo a la vista de todos—, que los “hermanitos” alternaron el liderazgo de senadores y diputados del PRI —y viceversa—, durante buena parte de “la docena trágica del PAN”; en los gobiernos de Fox y Calderón. Hoy mismo hacen el mítico “uno, dos”, del PRI en las Cámaras Alta y Baja del Congreso.
Sin embargo, lo que pocos saben es que tanto Beltrones como Gamboa entraron a la encrucijada que lo mismo podría catapultarlos a “los cuernos de la luna” —incluso a uno de los dos como potencial precandidato presidencial del PRI—, que enviarlos al montón del cascajo al que llegan los políticos en desuso; los despojos políticos.
¿Y por qué podrían estar a las puertas del cielo o en la antesala del infierno? Elemental, porque tanto Beltrones como Gamboa están ante uno de los mayores retos de sus respectivas carreras: tejer el puente político —en realidad puente de plata—, por el que deberán transitar inéditas reformas como la político-electoral, la petrolera y la fiscal, en ese orden.
Y la empresa legislativa que enfrentan Beltrones y Gamboa es de tal envergadura que, incluso, se podría decir que tienen en sus manos —en su capacidades políticas y legislativas—, buena parte del destino del país —del éxito y/o el fracaso de los próximos años—, e incluso el futuro de la gestión misma de Enrique Peña Nieto.
En pocas palabras, que en los meses por venir —hasta diciembre de 2013—, Beltrones y Gamboa serán sometidos a la “prueba de fuego” de sus carreras y —por tanto— podrán confirmar todo lo que en el PRI y en el gobierno de Peña Nieto se espera de ellos o, en caso contrario, quedarán a deber y serán parte de los despojos políticos.
Por lo pronto debe quedar claro que, por ejemplo, en el caso de Beltrones no todo ha sido “miel sobre hojuelas” en los meses y años recientes. ¿Por qué? Porque si bien es cierto que viene de una racha fuerte de victorias legislativas, también es cierto que no son menores las recientes derrotas electorales. ¿Derrotas? ¿Cuáles derrotas?
1. Todos recuerdan que Beltrones no consiguió la candidatura presidencial por el PRI, luego de una feroz pelea en la que resultó ganador Enrique Peña Nieto.
2. Apenas hace días, Beltrones resultó derrotado en la Cámara de Diputados, en donde no consiguió el aval de los opositores para que el “consejero número 9” del IFE fuera aprobado durante el periodo extraordinario de sesiones.
3. En el último tercio del “calderonismo” Beltrones no logró completa la reforma político-electoral que se propuso.
4. También en ese mismo tiempo no hizo posible la modernización petrolera, que hoy podría ser realidad.
5. Apenas el pasado 7 de julio el “hombre de Beltrones” en Baja California —Fernando Castro Trenti— fue derrotado en la contienda por el gobierno de esa frontera; elección que a todas luces fue pactada.
6. Hace casi dos años, el “hombre Beltrones en Guerrero” —el hoy diputado federal, Manuel Añorve—, fue derrotado gracias a una traición del entonces candidato aliancista, el ex priísta y actual gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre.
7. Y si fuera poco, en julio de 2012, “el hombre de Beltrones en Morelos”, Amado Orihuela, fue derrotado en la contienda por el gobierno de esa entidad, por el perredista Graco Ramírez Garrido.
A partir de los severos reveses que ha sufrido el grupo político de Manlio Fabio Beltrones en años, meses y semanas recientes —y sobre todo luego de la vergonzosa derrota en Baja California—, menudean las voces que imaginan, creen o quieren ver al jefe de los diputados del PRI en “choque” con el presidente Enrique Peña Nieto.
Los enterados dicen que las lealtades de Beltrones y Gamboa con Peña Nieto están blindadas y “a toda prueba”. Lo cierto, sin embargo, es que estarán a prueba entre julio y diciembre. Al tiempo.
EN EL CAMINO
Crecen el cochinero y las raterías del PRD en el DF. Criminales organizados, mafias y ladrones disfrazados de delegados y políticos. ¿Hasta cuándo?
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