Renato Leduc y el lenguaje popular al máximo
Literatura
Los
toros, el alcohol, las mujeres y las letras fueron las principales pasiones del
escritor tlalpense. Sus amigos le rindieron un homenaje con la edición de un
libro
Los toros, el alcohol, las mujeres y las
letras fueron las principales pasiones del escritor tlalpense. Sus amigos le
rindieron un homenaje con la edición de un libro
Por
Leslie Varela
CIUDAD
DE MÉXICO, México, (N22).-
“Renato
Leduc era un poeta excepcional, un hombre que manejaba el lenguaje popular de
una manera elevada, era un hombre que decía lo que la gente quería escuchar”,
señaló en entrevista el periodista Jorge Meléndez Preciado.
Convocados
en la cantina “La jaliciense”, ubicada en el centro de la delegación Tlalpan,
amigos y lectores de Renato Leduc brindaron por la ausencia del poeta con la
presentación de libroSoy un hombre de pluma y me llamo Renato.
Pepe
Alcaraz, uno de los coordinadores del libro, señaló que la publicación surgió
con la intención de recordar a don Renato con los escritos de los amigos y de
aquellos que tuvieron oportunidad de estar cerca de él.
Entre
esos amigos y allegados que reflexionaron sobre la obra de Renato Leduc en Soy
un hombre de pluma y me llamo Renato, estuvieron el escritor Gonzalo Martré y
el periodista chiapaneco Roberto López Moreno, (a quienes se les debe el
reconocimiento de Leduc con el nombre de una calle); también escriben y
asistieron al encuentro Humberto Musacchio, Oralba Castillo Nájera y Fred
Álvarez, todos ellos rindieron homenaje al poeta con mezcal.
Los
toros, el alcohol, las mujeres y las letras fueron las principales pasiones del
escritor tlalpense, de él se dijo que fue un hombre franco, ingenioso,
carismático, de lenguaje florido, conocedor de la idiosincrasia mexicana y
pulcro en su escritura; todos destacaron el valor de Renato en la poesía y el
periodismo.
“Renato
Leduc está vivo mientras leamos su poesía, sus anécdotas y sus textos que están
muy bien escritos, debido a que fue telegrafista (él trabajó con Pancho Villa),
entonces escribía muy conciso, preciso y él quizá hubiera sido un hombre más
prolijo, pero él se dedicó al periodismo por necesidad”, dijo Fred Álvarez.
"Se
trata de una investigación que no toca la vida privada pero que se rescata lo
poético de Renato Leduc”, ahondó Álvarez.
En
la obra están también compilados poemas, fabulillas y textos periodísticos de
Leduc, éste último producto de sus trabajos en las columnas “Banqueta” y “De
brega y de paso”.
Para
Jorge Meléndez, Renato Leduc es el antecesor de Raúl Prieto, mejor conocido
como Nikito Nipongo, férreo defensor del idioma español.
Añadió
que fue autor de gran cantidad de columnas entre las que también reconoció la
de “Cabezas, textos y pies”, Meléndez no quiso dejar de evocar un poema de don
Renato:
“con
la boca reseca reseca
y
el cabello erizado erizado
corretea
de la ceja a la meca
el
presunto señor diputado
ya
instalado en la silla
cagando
sufragio efectivo
duerme
plácido el señor diputado”
“Es
un poema actual, refiere la ambición, el reposo y los negocios de los
diputados”, concluyó.
Soy
un hombre de pluma y me llamo Renato, está editado por Artes e Historia de
México.
*+
Amigos
presentaron Soy un hombre de pluma y me llamo Renato
Dedican
velada y brindis con mezcal a Leduc, poeta, periodista y bohemio
Nota de Alondra
Flores
Periódico
La Jornada
Domingo
30 de junio de 2013, p. 4
Un
mezcal por Leduc fue el llamado que convocó en la cantina La Jaliscience para
recordar al periodista, poeta, intelectual, alburero y bohemio Renato Leduc
(1895-1986). Amigos, colegas y parroquianos se reunieron en la presentación del
libro Soy un hombre de pluma y me llamo Renato (Editorial Artes e Historia de
México), el martes pasado en el centro de Tlalpan, entre bullicio, chacoteo,
anécdotas y poemas.
Coordinado
por Fred Álvarez y Pepé Alcaraz, en el libro se recuerda y honra al hombre que
en muchas ocasiones, en la cantina La Jaliscience o en otras mejores o en
peores viandas, disertó sobre su pasión. En sus páginas se incluye sus andanza
en voz de sus amigos, ensayos sobre su obra, una entrevista, además de poemas,
fabulillas y textos periodísticos de Leduc, hombre que pasó por su tiempo con
la sabia virtud de conocerlo.
Entre
altos muros cubiertos por fotos y carteles, mientras la música de José Alfredo
fluyó desde algún rincón y se unió al tintineo de los vasos, Pepé Álcaraz
preguntó: ¿Por qué en una cantina?, y agregó la respuesta: “no es para declamar
el Brindis del bohemio. Pero, aunque no le gustaba a Renato, él era eso: un
bohemio. Pero una cantina es donde pasa la historia, la vida. las leyendas y
fábulas que se construyen en torno del México del siglo XIX y XX, un concepto
que hoy casi desaparece”.
Jorge
Mélendez, uno de los tantos que tomó el micrófono, evocó a Leduc como dirigente
de organización de periodistas y fundador de la Agencia Mexicana de
Periodistas, donde estaban varios comunistas famosos.
A
Renato Leduc no le hubiera gustado que le hicieran estatuas ni bustos, porque,
decía, a las estatuas y a los bustos las mean los perros y los cagan las
palomas
Historias
de cantinas, como símbolos de la charla amena entre intelectuales y lugares de
creación, vinieron nombres como La Ópera, La Guadalupana o La Morada de Paz.
Meléndez Preciado, quien también aportó un texto al libro presentado, contó que
era en la cantina, frente al último despacho de Leduc, donde recibía sus
llamadas y acudía hasta ahí a contestar.
A
lo mejor Renato no estaría muy contento con este homenaje. Porque ya tiene una
calle y un busto. Y decía que nunca hubiera aceptado ni tener una estatua, ni
un busto. Preocupados, preguntamos por qué, y dijo muy sabiamente que a las estatuas
y a los bustos las mean los perros y los cagan las palomas, relató.
Propuso
realizar una recopilación de todos sus artículos, donde hay joyas en el manejo
del idioma. Lenguaje prosopopéyico que hacía todos los días en sus columnas y
que leía desde el Presidente de la República hasta el metapalero (Sic mecapalero) mas cercano;
lenguaje que inventa realidad y no que describe.
Agregó,
“por eso, el niño Monsiváis decía que Renato es uno de los poetas más grandes
de México, porque hay que leer algo fundamental: El Prometeo sifilítico, porque
es oponerse al PRI, al gobierno, a la Iglesia, a la derecha y a las buenas
conciencias”.
Durante
la velada, se alzó el caballito de mezcal y se pronunció: ¡Señores, en esta
cantina, donde Renato degustaba, departía, contaba chistes y bufonadas, hablaba
del olé del toro, brinden por ese hombre universal, comprometido y amoroso con
México!
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