MILENIO:
PAN, lleno de 'tribus salvajes': Bravo
Mena
El
PAN se convirtió en un partido de “tribus salvajes que no ve ni respeta a las
instituciones”, asegura categórico Luis Felipe Bravo Mena, al identificar que
la situación que enfrenta su partido es consecuencia de sus fallas
estructurales: su burocratización y la lucha por el poder. En entrevista con
MILENIO, el ex dirigente nacional panista, bajo cuya conducción Vicente Fox
ganó la Presidencia en 2000 y quien ahora es mediador en el conflicto entre los
grupos que encabezan Gustavo Madero, actual líder del blanquiazul, y el senador
Ernesto Cordero, asegura también que las diferencias personales entre ambos son
consecuencia de la falta de empatía y considera necesario el perdón para doblar
la página y seguir adelante.
El
PAN, lleno de “tribus salvajes”: Bravo Mena/ LILIANA PADILLA
Milenio, 23 de julio de 2013;
Ciudad
de México • El PAN se convirtió en un partido de “tribus salvajes que no ve ni
respeta a las instituciones”, asegura categórico Luis Felipe Bravo Mena, al
identificar que la situación que enfrenta su partido es consecuencia de sus
fallas estructurales: su burocratización y la lucha por el poder.
En
entrevista con MILENIO, el ex dirigente nacional panista, bajo cuya conducción
Vicente Fox ganó la Presidencia en 2000 y quien ahora es mediador en el
conflicto entre los grupos que encabezan Gustavo Madero, actual líder del
blanquiazul, y el senador Ernesto Cordero, asegura también que las diferencias
personales entre ambos son consecuencia de la falta de empatía y considera
necesario el perdón para doblar la página y seguir adelante.
¿El
PAN se convirtió en un partido de corrientes?
Ya
ni siquiera de corrientes, estamos peor, de tribus. Porque en esta lógica de
burocratismo y de lucha por el poder, siquiera las corrientes tienen algo de
ideología, tienen un sentido de propósito político; las tribus ya solo son los
espacios, los lugares, las curules que se pelean. Ya no es un principio de
fondo que las inspire, las tribus son salvajes, no ven ni respetan a las
instituciones. La verdad es que sí, el PAN se trivalizó.
¿El
pleito entre Gustavo Madero y Ernesto Cordero es una disputa por los recursos
de la bancada en el Senado?
Ante
el público parece que es una disputa por los recursos, pero no es así, es una
visión diferente de cómo habría de conducirse la relación entre el partido y el
grupo en el Senado. ¿Qué reclaman los senadores? Creo que en esto tienen razón,
al reclamar un mayor espacio en la discusión y elaboración de las propuestas y
les asiste la razón, al reclamar que solo sean ejecutores de una línea política
que ya se decidió en otras instancias y creo que hay que respetar el papel de
los legisladores.
¿El
PAN no asimila aún la derrota de 2012?
El
problema es que no se ha compartido un diagnóstico en conjunto de la derrota de
2012. No es solo la disputa por la dirigencia, ese es otro de los ingredientes
que alimentan la disputa. Este análisis no se ha procesado de manera serena y
amigable y se han consumido muchos meses en repartir culpas y no en encontrar
las razones que nos llevaron a la derrota. Bien lo dice el dicho: ‘las
victorias tienen muchos padres y las derrotas son huérfanas’. La verdad es que
todos somos responsables, algunos habremos hecho algo mal y otros no habrán
hecho algo que les tocaba hacer, porque la derrota de 2012 no se generó en los
últimos seis meses. Nacionalmente debemos corregir al partido, porque ya vimos
que estatalmente somos competitivos. El 7 de julio tuvimos excelentes
candidatos que le devolvieron al PAN su rostro ciudadano.
-¿En
2012 no tuvieron excelentes candidatos?
Tuvimos
buenos candidatos, pero la estructura y la maquinaria del PAN estaba girando en
el orden del burocratismo y del poder por el poder, de manera que esos buenos
candidatos quedaron anulados por esta maquinaria.
Bravo
Mena, quien avaló la tregua de silencio en su partido para no interferir con el
proceso electoral, reconoce que los triunfos panistas fueron un bálsamo para
esa pugna, pero no debe ser motivo para no procesar las diferencias internas.
Señala que la disputa por el relevo de la dirigencia nacional en el PAN solo
agudiza las pugnas, pero de una adecuada conducción de la Asamblea Nacional del
próximo 10 de agosto, dependerá que el PAN retome el rumbo y pueda volver a ser
competitivo a nivel nacional.
“En
términos generales, el PAN tuvo un buen domingo 7, ganamos capitales y ciudades
grandes, además de repetir Baja California, pero esto no debe convertirse en un
espejismo que nos impida ver la problemática que el partido tiene y que debemos
resolver, porque una victoria no hace verano y debemos meternos de lleno a
solucionar los problemas del PAN”.
¿Qué
valoración tiene de las alianzas que tuvieron PAN y PRD?
Sin
el PRD no habríamos tenido tantas victorias, el objetivo de esas alianzas era
impedir que se reinstalara el unipartidismo hegemónico. Nadie puede decir que
uno ganó más que otro; ganamos los que nos aliamos, el propósito está logrado y
el éxito es de los dos. Porque en esta elección volvieron a aparecer los
caciques que regresan con una nueva vestidura, envueltos en la mecánica
democrática, pero se trata de caciques de horca y cuchillo, como los de antaño,
son los gobernadores del carro completo que buscan la aniquilación de la
oposición.
-¿El
PAN estuvo unido en este proceso electoral?
Uno
de los elementos que cambiaron un poco el clima interno fue el hecho de pactar
una tregua en las discusiones muy candentes que había al interior del partido y
logramos que el ambiente fuera mejor, pero las tensiones prevalecen porque no
están resueltos los conflictos de fondo.
Consejero
vitalicio del PAN e identificado al margen de los grupos de poder en su
partido, el ex embajador ante el Vaticano, ex secretario particular de Felipe
Calderón y ex líder nacional de un panismo que logró que México diera el paso a
la transición, admite que el Pacto por México y su contenido no fueron causa de
las diferencias al seno blanquiazul, sino una consecuencia de un conflicto que
comenzó mucho antes de la lucha por la Presidencia en 2012.
Bravo
Mena se suma a las voces que critican el procesamiento de las iniciativas que
emanan del mecanismo de acuerdo de las tres principales fuerzas políticas con
el gobierno de Enrique Peña Nieto.
¿El
Pacto por México profundizó las diferencias en el PAN?
El
Pacto no fue la causa ni su contenido. Todos estamos de acuerdo en que es una
buena herramienta para los acuerdos, pero no se pueden procesar solamente entre
los dirigentes y el poder presidencial.
¿La
reforma energética puede acabar con la alianza PRD-PAN?
Si
tensa el proyecto de alianzas, pero no creo que sea fatal, que las rompa. El
objetivo de las alianzas no es anular las diferencias, si no, pues fundamos un
solo partido. El objetivo de las alianzas es impedir que prospere el proyecto
de restauración hegemónica que está en la mente de algunos. Conservando
nuestras diferencias, aun en el proyecto energético, debemos seguir explorando
la posibilidad de converger para frenar el autoritarismo y el abuso de poder.
¿Hay
unidad del PAN en torno a la reforma energética, o es solamente presentada por
el grupo cercano a Gustavo Madero?
Entiendo
que es un grupo de trabajo integrado por senadores y diputados de las
comisiones de energía, no escogidos por el presidente Madero.
¿El
Pacto por México tiene vigencia?
El
Pacto tiene una agenda de temas muy ambiciosa y podría seguir vigente durante
varios años, pero en 2015 vamos a llegar a un momento político en el que se va
a privilegiar la competencia política y diferenciación. Hay tiempos para
converger y tiempos para competir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario