Los medios hoy,
martes 18 de marzo de 2014
La nota la dió Milenio en primera plana y en su columna Trascendió; tambiñén Salvador García Soto en su columna "Serpientes y Escaleras" en 24 Horas.
Los demás erraron
Monte Rubido va en lugar de Mondragón
Los demás erraron
Monte Rubido va en lugar de Mondragón
Monte
Alejandro Rubido García será nombrado este martes titular de la Comisión
Nacional de Seguridad (CNS), en sustitución de Manuel Mondragón, quien pasa
ahora al "diseño estratégico" de acciones en la materia desde la
Secretaría de Gobernación. El nuevo comisionado fue hasta ayer secretario
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), pero antes trabajó
en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y otras dependencias
de seguridad. Hace un año, Monte Alejandro Rubido García rindió protesta ante
el Senado como secretario ejecutivo del SNSP, luego de que fuera ratificado por
unanimidad. Rubido García es licenciado en derecho por la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y cuenta con estudios de posgrado en la Sorbona, de
París.
Columnas:
TRASCENDIÓ/Milenio
Que aún ayer especulaban en el gabinete en torno al relevo del doctor Manuel Mondragón como comisionado de Seguridad.
Se equivocaron quienes barajaban los nombres de Eugenio Ímaz, titular del Cisen; Enrique Galindo, jefe de la Policía Federal, y Ardelio Vargas, director del Instituto Nacional de Migración.
Incluso se hablaba del general Rafael Macedo de la Concha y del almirante Wilfrido Robledo.
:Que el PRD designó de nueva cuenta al diputado Luis Espinosa Cházaro como negociador en materia de reforma energética con el PRI y la administración de Enrique Peña Nieto.
*Rozones de la Razón
Eugenio
Imaz, por Mondragón
Lo
que está asonando mucho es que quien suplirá a Manuel Mondragón en la Comisión
Nacional de Seguridad, será el actual
director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Eugenio
Imaz. Haría el anuncio oficial este martes el secretario de Gobernación,
Miguel Ángel Osorio Chong, en las instalaciones de la dependencia. Con él
estará Monte Alejandro Rubido, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública.
*
BAJO RESERVA/EL
UNIVERSAL
Sacudida
en la Polícia Federal
UNA
SACUDIDA a la Policía Federal (PF) será una de las primeras tareas que deberá
emprender quien sea designado nuevo comisionado Nacional de Seguridad Pública.
El sucesor de Manuel Mondragón al frente de la CNS recibirá la encomienda de
continuar y fortalecer el programa de depuración y de lucha anticorrupción que
don Manuel inició en las filas de la PF. La corporación que hoy dirige
Francisco Galindo Ceballos, nos comentan, aún tiene mucho por avanzar en
materia de limpieza de su personal, pues existen quienes pese a no aprobar
todos los exámenes de control de confianza permanecen en la institución.
Incluso más de un mando no cumple con los estándares necesarios para permanecer
en la fuerza.
EL
SECRETARIO de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, en punto de las 2:30 de la
tarde, formalizará la salida de Manuel Mondragón y Kalb de la Comisión Nacional
de Seguridad. Nos adelantan que don Miguel agradecerá a Mondragón por sus
esfuerzos, y que mañana mismo podría darse a conocer el nombre del candidato a
nuevo comisionado, quien deberá tener el visto bueno del presidente Enrique
Peña Nieto. A su vez, el mandatario deberá enviar su nombramiento al Senado,
cuyo pleno habrá de votar la ratificación o rechazo del designado. Hasta ayer,
nos dicen, había una larga lista de nombres que se barajaban para escoger a un
candidato que cumpliera con los requisitos de confianza y que no tuviera ningún
problema en obtener el aval de los senadores. Ante esos requisitos, la lista se
volvió muy corta.
*
Templo Mayor de
Reforma
LA SALIDA de
Manuel Mondragón de la Comisión Nacional de Seguridad desató la pugna entre los
dos grupos de poder dentro del gabinete presidencial.
EL
SECTOR DURO de la cuadrilla mexiquense anda queriendo revivir a Salvador Neme,
quien fuera secretario de Seguridad Ciudadana pero que terminó en malas
relaciones con el equipo cercano a Enrique Peña.
LOS
TÉCNICOS del equipo formado en Toluca pretenden que sea Alfredo Castillo,
aunque se ve harto difícil que el Presidente quiera regresarlo de Michoacán.
POR
PARTE del grupo hidalguense, el nombre que se anda promoviendo es el de Damián
Canales, quien ya está como jefe de Investigación de la Policía Federal.
POR
PARTE de la propia corporación al que hay considerar muy en serio en la
competencia es al comisionado Enrique Galindo.
FINALMENTE
uno que sonó hace algunos meses fue Alfonso Navarrete Prida, sin embargo el
secretario del Trabajo no puntea en los momios en estos días.
**
FRENTES
POLÍTICOS/Excelsior
IV. El adiós. Manuel Mondragón y Kalb
presentó su renuncia como comisionado Nacional de Seguridad, para incorporarse
a tareas de diseño estratégico en materia de seguridad, informó Miguel
Ángel Osorio Chong. El secretario de Gobernación le aceptó la dimisión y le
externó su gratitud por su eficiente y patriótico trabajo, como lo hizo en
Twitter. Hoy será oficial el fin de su trabajo, que inició el 1 de diciembre de
2012, cuando el presidente Peña Nieto lo hizo, primero, encargado del despacho
de la Secretaría de Seguridad Pública. Desde hacía tiempo existía la versión de
que no había química. Nunca la hubo durante un año. Y en política, es un
elemento simplemente indispensable.
*
¿Cómo
reemplazar a Mondragón?/ Jorge Fernández Menendez
Excelsior
No
sé, no se ha proporcionado información de fondo como para conocer las razones
por las cuales el doctor Manuel Mondragón y Kalb dejará el día de hoy la
responsabilidad de Comisionado Nacional de Seguridad. De lo que no cabe duda es
que Mondragón dejará huella de su paso por esa Comisión: la de un hombre
confiable, cercano a la ciudadanía e indudablemente honesto, bronco (¿alguien
espera tener en esa posición a un personaje cool?) pero con una capacidad de
generar y otorgar afecto casi imposible de encontrar en el mundo político
actual.
Creo
que una de las causas de su salida, más allá de aciertos y errores, que los
hubo, estriba en una forma de hacer las cosas que no coincidía en términos
operativos con un equipo gubernamental que en promedio tiene casi la mitad de
edad del doctor Mondragón y en la propia concepción de su responsabilidad. Decía el doctor Mondragón y estaba muy
orgulloso de ello, que luego de Miguel Osorio Chong en Gobernación, y de Luis
Videgaray en Hacienda, el suyo fue el tercer nombramiento que propuso, en
privado, el presidente Peña poco antes de iniciar su mandato.
Y
que esa muestra de confianza, fue la que lo llevó a dejar la propuesta que le
había adelantado Miguel Mancera de continuar en la secretaría de seguridad
pública del DF, la posición por la que más será recordado Mondragón, entre
otras cosas porque aún no se vuelven a obtener los resultados que generó desde
ese cargo en la pasada administración capitalina.
Porque
Mondragón siempre fue un hombre protagónico pero respetuoso de la verticalidad
del poder: médico, cardiólogo, militar, deportista, funcionario público en
distintas carteras y un muy buen jefe policial, Mondragón le dejará al
presidente Peña y al secretario Osorio una tarea difícil: designar un
comisionado de seguridad (esa figura institucional que no termina de tener
claro sus espacios de responsabilidad, sea quien sea el que esté a su cargo)
que sea confiable para la ciudadanía y eficiente para la institución y sus
jefes. No es un problema de nombres (aunque evidentemente sí también lo es) el
que se debe resolver sino de claridad en el espacio y el mando institucional.
Fue un acierto
regresar las áreas de seguridad a Gobernación para darle a ese tarea un
paraguas político imprescindible para cumplir su labor. Un buen jefe
de policía no tiene porqué ser un buen político. Porque tampoco es sencillo
encontrar un político con carisma y con verdadera capacidad de dirección
policial como lo es Mondragón.
Pero
lo cierto es que no se puede tener en la Comisión a alguien que, más allá de
sus intenciones, termine voluntaria o involuntariamente compitiendo con el
secretario de Gobernación, aunque sea en ese ámbito. En realidad, hubiera sido
mejor seguir inscribiendo a las áreas de seguridad como lo fueron hasta el
gobierno de Ernesto Zedillo, como una poderosa subsecretaría con un amplio
margen de autonomía, de la que dependían desde la entonces incipiente Policía
Federal hasta el Cisen.
Evaluando
esos perfiles se tendrá que designar al sucesor de Mondragón. Una opción es
asumir que la Comisión es en realidad la Policía Federal y simplemente designar
en esa posición a su actual jefe, Enrique Galindo, un hombre eficiente, con
bajo perfil pero con talento político. Otra es mantener las cosas como ahora y
buscar un operador político con conocimiento del sector. Creo que eso es lo que
se esperaba de Alfredo Castillo en unos meses más, pero hoy resultaría muy
complicado que se decida moverlo de sus responsabilidades en Michoacán.
Tampoco
veo que se apueste por mover a Eugenio Imaz de un Cisen en plena
reconstrucción, salvo que se decida incorporar ese Centro a la Comisión. Otro hombre que ha estado en esas tareas
durante años es Monte Alejandro Rubido García, actual secretario del sistema
nacional de seguridad pública. Algunos hablan de un militar y me imagino que
entonces debe sonreír Wilfrido Robledo que muchas ha querido regresar a esa
responsabilidad. Mucho menos probable debería ser que llegue a la Comisión
un político profesional que quiera hacer carrera desde ahí, que es lo que menos
se necesitaría.
Rudy
Gulliani se llevó la popularidad como alcalde de Nueva York cuando recuperó la
seguridad de esa ciudad pero hay que recordar que el trabajo lo hizo, sobre
todo, William Bratton, entonces su jefe de policía, cargo al que ha regresado
apenas este año. Lo más parecido a un Bratton es lo que necesitamos en la
Comisión Nacional de Seguridad.
Espero
muy sinceramente que el doctor Manuel Mondragón y Kalb siga en activo, que siga
siendo una figura de Estado presente, que realmente participe en el diseño de
estrategias de seguridad como se anunció, que sigamos teniendo en el ámbito
público un hombre de su generosidad, don de gentes y confiabilidad. La
sociedad, la gente, necesita ver y reconocerse en funcionarios de seguridad
honestos y cercanos a ella. Hay figuras que son singulares, Mondragón lo es.
*
¿Adiós a Romero
Deschamps?/ Salvador García Soto -
24
Horas...
NOTAS
INDISCRETAS… Después de darle muchas vueltas al asunto, en Bucareli decidieron
dos cosas: la primera, aceptarle la renuncia al doctor Manuel Mondragón y Kalb
que había pedido desde hace varias semanas su relevo por motivos de salud -en su familia
afirman que padece cáncer y que se ha agravado su condición-, y la segunda, que
en su lugar no se va a nombrar a un nuevo funcionario, ni un militar ni un
político como se había especulado, y es
casi seguro que hoy el secretario Miguel Osorio anuncie como nuevo comisionado
de Seguridad Pública a Monte Alejandro Rubido, actual secretario Ejecutivo
del Sistema Nacional del ramo. La decisión tiene que ver con los buenos
resultados que ha dado el funcionario en el caso de la estrategia federal en
Michoacán y en la dificultad que encontraron para incorporar un nuevo perfil
externo. Así que optaron por cubrir la vacante con alguien que ya estaba en el
equipo de seguridad… Escalera mandan los dados. La semana promete.
*
LAS DOS
VERSIONES DE LA SALIDA DE MONDRAGÓN Y KALB/Francisco Garfias
Excelsior
Ultima
reunión de “mandos” en el búnker de Constituyentes con Manuel Mondragón y Kalb.
El renunciado comisionado nacional de Seguridad los llamó no sólo para
despedirse, sino para explicarles, a puerta cerrada, las causas de su renuncia:
falta de coordinación con Miguel Osorio Chong, nos aseguran en el entorno más
cercano del respetado policía.
En
el citado cónclave, celebrado ayer al mediodía, también les anunció lo que será
algo así como su premio de consolación: el presidente Peña lo invitó como
“asesor en materia de seguridad”.
Ya
encarrerado, Mondragón y Kalb les adelantó que el primer mandatario le comunicó
que no va a “trastocar” la estructura del comisionado para la Policía Federal,
Enrique Galindo. “Eso da a entender que el Presidente está satisfecho”, nos
dijo la fuente.
Nombres van y
vienen sobre el sucesor del doctor Mondragón y Kalb: Eugenio Ímaz, Omar Fayad,
Salvador Neme, Ardelio Vargas, Tomás Zerón. Hasta el famoso y maltratado
general Tomás Ángeles Dauahare anda en la danza.
¿Cuál
de todos? Hoy lo sabremos.
La
versión en Bucareli es radicalmente distinta a la de los colaboradores de
Mondragón y Kalb. Los hombres de Miguel Osorio juran que son “rumores” las versiones
de que no había entendimiento entre el secretario de Gobernación y el comisionado
nacional de Seguridad.
Nos
dijeron, textual:
“Este martes, el secretario de Gobernación,
acompañado por el propio Mondragón y Kalb, hará el anuncio oficial de la
renuncia del comisionado nacional de Seguridad.
“Al hacerlo público, el secretario de Gobernación
ataja los rumores que corren desde el domingo pasado, en el sentido de que
Mondragón y Kalb se retira por otras razones.
“¡No! Mondragón renunció por cuestiones
personales, y sale en hombros, como los toreros en sus grandes tardes. Le
cambió, para bien, el rostro a lo que fue la Secretaría de Seguridad Pública y
a la Policía Federal”, aseveran.
El
reproducido tuit de Miguel Osorio Chong dice también que se trata de una
renuncia. “Acepté la solicitud de @mondragonykalb de retirarse del campo operativo
e incorporarse a temas de diseño estratégico en materia de seguridad”, escribió
el domingo.
Mondragón
y Kalb deja la Comisión Nacional de Seguridad un año y tres meses después de
asumir el cargo.
Lo
entrevistamos en noviembre del año pasado, parecía contento. No estaba
satisfecho de lo alcanzado, pero presumía avances en regiones de la República
muy castigadas por el crimen organizado como La Laguna.
Recuerdo
que presumió diferencias en la estrategia de Peña en relación con la de Felipe
Calderón. “La conducta actual del presidente Peña es ir a las causas. No sólo
estar en los efectos y la reacción”, nos dijo.
Últimamente
no lo veíamos mucho. Nada si lo comparamos con el hombre de los reflectores y
de todas las confianzas de Enrique Peña: Alfredo Castillo.
Apareció
el 22 de febrero pasado, en traje de gala, junto con los dos marinos que
llevaban a El Chapo Guzmán al helicóptero que trasladaría al jefe del cártel de
Sinaloa del Aeropuerto de la Ciudad de México al Penal del Altiplano (otrora
conocido como Almoloya).
Deja
muchos pendientes. Sin duda. La famosa gendarmería nacional, promesa de campaña
que el sistema no acaba de parir, es uno. Se va a los 80 años con el
reconocimiento de los más.
*
La salida de
Mondragón/Raymundo Riva Palacio
Ejecentral.com,
18/03/2014
Manuel
Mondragón duró exactamente seis meses con vida artificial al frente de la
Comisión Nacional de Seguridad Pública. Su relevó demoró tanto –las reformas
económicas y la desaceleración fueron variables que le ayudaron-, que incluso
le dio tiempo para manejar unilateralmente su salida este fin de semana antes
de que lo removieran. Al final, golpeado por el ostracismo y la marginación
personal dentro del gabinete de seguridad, escribió el guión de su renuncia
para que lo firmara el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al
definir su labor, en un acto de magnanimidad política, como “eficiente y
patriótica”.
La realidad es
muy diferente. Desde muy temprano en el gobierno de Enrique Peña Nieto se
dieron cuenta que habían cometido una equivocación al nombrarlo. Iba a repetir
como secretario de Seguridad Pública en el gobierno del Distrito Federal de
Miguel Ángel Mancera, quien supo que había cambiado de opinión por medio de la
prensa. Su anterior jefe, Marcelo Ebrard, también se enteró por los periódicos
que su secretario había aceptado el ofrecimiento del gobierno entrante.
Mondragón corrió a los brazos federales sin avisarles que no contarían con él.
El
trabajo de comisionado se lo ofrecieron tras una encuesta nacional que realizó
el equipo de transición de la que salió como el mejor evaluado. “Queríamos dar
un giro total al combate a la delincuencia y necesitábamos una persona que no
viniera del PRI que nos diera la credibilidad”, confió en su momento uno de los
principales colaboradores del presidente Peña Nieto. “Pero no lo conocíamos. Si
hubiéramos sabido entonces lo que sabemos ahora…”.
Lo veían
cansado –a
sus casi 80 años se quedaba a veces dormido en reuniones de gabinete-, y como
un testarudo con iniciativa que no veía consecuencias. La primera fue llevarse
cerca de 100 mandos policiales del Distrito Federal al gobierno federal, con lo
que por un lado desmanteló los cuerpos de seguridad de Mancera y por el otro,
plantear idílicamente una estrategia metropolitana para el país. Como era de
esperarse, no funcionó. “Nos propuso cuadrantes como en el Distrito Federal”,
se quejó una vez un gobernador, “sin entender que no teníamos ni los recursos
humanos, ni el dinero para movilizarlos. Una vez le dijimos: ‘si te doy
policías donde quieres, con quién patrullará el municipio?’.”
El
repliegue de las fuerzas federales en el combate al narcotráfico, idea
propuesta por el ahora consultor y analista en seguridad Eduardo Guerrero -a
quien despidió por las pifias cometidas- fue un desastre. Alegar que la
violencia desaparecería al dejar de enfrentar a los cárteles de la droga,
desconocía la dinámica de la lucha entre esas organizaciones. Miles de muertos
como consecuencia de la guerra entre cárteles durante el actual gobierno
demostraron lo fallido del diagnóstico, que tuvo su peor externalidad en la
creación de los grupos paramilitares en Michoacán.
Mondragón había
empezado mal, pero le perdonaron que desmantelara Plataforma México, la gran
base de datos criminal que, argumentaba, no generaba información de
inteligencia. El CISEN aprovechó el momento y se quedó con todos los
equipos de intercepción de comunicaciones, que permitió, por ejemplo, salvarle
la vida al diputado y al senador Ricardo y David Monreal. Otros golpes al
crimen organizado con autoría del CISEN, resultaron de la información obtenida
de esos equipos. En aquél desmantelamiento, la Marina rescató todas las
investigaciones de años contra los jefes de los cárteles de las drogas, que
tuvo su último resultado con la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Lo que
Mondragón desaprovechó otras instancias del gobierno utilizaron, salvo dos
drones –idénticos a los que usó la CIA en la operación donde abatieron a Osama
Bin Laden-,
que nunca empleó eficazmente. Pese a su oposición abierta a la Gendarmería
propuesta del presidente Peña Nieto, lo obligaron a iniciar su capacitación y
organización. Y ante los desatinos en la lucha contra los cárteles, el gobierno
rectificó la estrategia, con el Ejército y la Marina ocupando un lugar
preponderante. Cuando Michoacán estalló, el alto mando militar excluyó a
Mondragón de la planeación y las operaciones tácticas. El gobierno se apoyó en
la Policía Federal, pero con su jefe, Enrique Galindo, no con Mondragón, que
tenía meses congelado. El comisionado de Seguridad Pública, ya no tenía gas para
seguir volando en el gobierno, pese a que se ufanaba que su relación, personal,
era con el Presidente.
Su salida es la
renuncia más anunciada del gabinete. El relevo de Mondragón no será el
relanzamiento de la estrategia contra el crimen, que se dio hace meses, sino
volver a la realidad la Comisión Nacional de Seguridad Pública, donde su
cabeza, en picada y aislado, no generaba ningún activo y se había convertido,
desde hace tiempo, en un lastre.
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