De
la presidenta de Nuestra Voz
LA
REDACCIÓN/ Revista Proceso # 1963,
14 de junio de 2014
PALABRA
DE LECTOR
Señor
director:
Mucho
le agradecería publicar la presente para realizar precisiones que sin duda
ayudarán a clarificar la carta de Eduardo Guzmán Ortiz, secretario de la Junta
Administrativa del Instituto Electoral del Distrito Federal, que apareció en
Palabra de Lector de Proceso 1962 el pasado 8 de junio.
Guzmán
Ortiz dice: “…la separación… se debió a que los mismos no acreditaron la
Evaluación Anual del Desempeño del Servicio Profesional del año”. (sic) El
señor secretario, seguramente por un error involuntario, omitió señalar que el
año no acreditado fue 2010 y que la sanción no se ejecuta sino hasta mayo de
2014. Es decir, cuando, conforme a la normatividad laboral, el asunto ya había prescrito.
La
prescripción la reconoce la propia licenciada Talavera, durante la Décima
Segunda Sesión Urgente de 2013, y quedó asentada en la correspondiente minuta,
que se puede consultar en:
http://www.iedf.org.mx/taip/minutas/ja/2013/min12urg.pdf
La
Ley Procesal Electoral para el DF, en el artículo 112 establece que la
autoridad cuenta con un mes para cesar o dar por terminada la relación laboral;
asimismo, menciona que la prescripción transcurre a partir del día siguiente a
la fecha en que se tenga conocimiento de la causa de la falta. A partir de la
fecha de la supuesta falta –solicitar la reprogramación de un examen–, que
derivó en la injustificada sanción, han transcurrido muchos, muchísimos meses.
La
aclaración que hace el licenciado Guzmán retrata de cuerpo entero la política
laboral que aplica la licenciada Talavera: El abuso y autoritarismo radican
precisamente en aplicar la ley con absoluta discrecionalidad y revestir de
“legalidad” actos motivados por venganza hacia quienes se atrevieron a iniciar
un procedimiento legal para ejercer un derecho.
El
licenciado Guzmán menciona, para justificar, que “la decisión la tomó por
unanimidad la Junta administrativa del IEDF, órgano colegiado del Instituto”.
También omite señalar que la Junta la preside la licenciada Talavera y está
integrada por seis funcionarios más, todos propuestos para ocupar sus cargos
por la presidencia del Instituto. Es fácil entender que los asuntos se
resuelven por unanimidad, cuando el órgano no lo integran pares, sino una jefa
y sus subordinados.
Nuestra
Voz se levanta una vez más para señalar que los asuntos del Servicio
Profesional Electoral no deben estar en manos de una sola persona; pugnamos por
una verdadera colegialidad en donde estas materias sean dirimidas por el Consejo
General, y por una comisión de consejeros electorales. Estamos seguros de que
el Instituto Nacional Electoral considerará estas características para el
Servicio Profesional Electoral Nacional.
Atentamente
Ana
Lilia Lara Carvajal
Presidenta
de Nuestra Voz, Unión de Trabajadores
del
Instituto Electoral
del
Distrito Federal, AC
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