Impugna candidatura en la UNAM e ingresos de Diego Valadés Ríos

Impugna candidatura en la UNAM e ingresos de Diego Valadés Ríos

LA REDACCIÓN/ revista Proceso # 1963, 14 de junio de 2014

PALABRA DE LECTOR

Señor director:

Le agradeceré dar espacio a la siguiente carta, dirigida al rector de la UNAM, José Narro Robles, y a los integrantes del Consejo Universitario, por considerar que su contenido es de interés público:

A principios del año en curso, el Consejo Interno del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM propuso la candidatura del doctor Diego Valadés Ríos para que sea designado investigador emérito de nuestra universidad. Es increíble y falta de toda probidad dicha propuesta por las razones que aquí voy a señalar:

 A) La normatividad de la UNAM dispone que los candidatos a ese reconocimiento deben contar al menos con 30 años de servicio. El doctor Valadés afirma ser investigador desde 1968 en la UNAM. Las cuentas no me salen porque en estos años fue procurador del DF, procurador general de la República, secretario general de Gobierno de Sinaloa, diputado federal, subsecretario de Salud y ministro de la Suprema Corte de Justicia, que son cargos de tiempo completo. O el doctor Valadés miente o ha sido aviador en el IIJ UNAM, lo que pone en entredicho su calidad moral.

 B) La UNAM reconoce al doctor Valadés con el estímulo académico PRIDE C, no el máximo, que es el D, porque no da clase alguna en la universidad. El que no puede lo menos (obtener el reconocimiento PRIDE D) no puede lo más, o sea ser investigador emérito.

 C) La calidad moral del doctor Valadés también está en cuestión al ser beneficiario de cantidades exorbitantes de dinero público. Por nueve meses como ministro de la Suprema Corte de Justicia recibe una pensión vitalicia de 165 mil pesos netos al mes. Un trabajador debe laborar más de 25 años para recibir no más de 15 mil pesos, que es el tope de pensiones del IMSS. En el Colegio Nacional y en el Sinaloa, el doctor Valadés recibe un poco más de 35 mil pesos; en la UNAM tiene un sueldo de 70 mil, y en el Conacyt, de 26 mil pesos. Y cuenta también con servicio de ayudantes pagados por el erario.

 Así pues, el doctor Valadés gana más que el presidente de la República, lo que es indignante en un país donde faltan oportunidades laborales y las ofertas de empleo son bajas. Por lo anterior, el Consejo Universitario no debe contribuir a que esta persona siga haciéndose más rica y reciba reconocimientos que en modo alguno merece.

Atentamente

Joana Morales Blanco