La
sombra de corrupción en la FIFA/Andrés Oppenheimer
Columna:
EL
INFORME OPPENHEIMER /
Reforma, 27
Jun. 2014
Muchos
de los millones de espectadores que vimos el partido México-Croacia nos hicimos
la misma pregunta cuando el árbitro no cobró un obvio penal a favor del equipo
mexicano que vimos todos menos él: ¿hay partidos arreglados o árbitros
corruptos en la Copa Mundial?
El
tema resultó ser crucial ese día, porque México le ganó a Croacia por 3 a 1, y
pasó a la ronda siguiente. Pero el episodio -al igual que el inexistente penal
a favor de Brasil que cobró el árbitro del partido inaugural- sacó a la
superficie viejas preguntas sobre la Federación Internacional de Futbol
Asociado (FIFA), y por qué no permite las repeticiones instantáneas en video de
jugadas cuestionables, como ocurre en los partidos de baloncesto de la NBA.
El
hecho es que la FIFA, que según la revista Forbes tendrá ingresos de más de 4
mil millones de dólares este año, es una organización no gubernamental con sede
en Suiza que a menudo da la impresión de estar manejada como una sociedad
secreta. Su presidente Joseph Blatter, de 78 años, ocupa el cargo desde 1998, y
recientemente anunció que se postulará para un nuevo mandato.
Poco
antes de iniciarse el Mundial, el Sunday Times de Londres publicó una
investigación periodística según la cual se pagaron sobornos para influir en la
decisión de la FIFA en el 2010 de escoger a Qatar -en lugar de Gran Bretaña-
como sede de la Copa Mundial del 2022.
De
hecho, Qatar es uno de los peores lugares del mundo para un torneo deportivo.
En Qatar, las temperaturas durante el verano, cuando se juega el Mundial de
Futbol, llegan a casi 50 grados centígrados, lo que constituye un riesgo para
la salud de los jugadores.
Además,
Qatar es una Monarquía absoluta, plagada de denuncias de violaciones a los
derechos humanos. Y, futbolísticamente, Qatar no existe: su equipo nacional
nunca clasificó para un Mundial.
Otro
diario británico, The Telegraph, ha informado que se pagaron sobornos a la FIFA
para elegir Rusia como sede del Mundial de 2018. Y The New York Times publicó
recientemente un artículo afirmando que una investigación interna de la FIFA
demuestra que varios partidos previos al Mundial de 2010 en Sudáfrica estaban
arreglados.
La
FIFA ha ordenado una investigación interna de las acusaciones de sobornos en la
designación de Qatar como sede del Mundial del 2022, y ha designado al ex
fiscal de Nueva York Michael J. García para encabezarla. Se espera que García
presente su informe después de la finalización del Mundial de Futbol.
Pero
la organización de combate contra la corrupción Transparencia Internacional se
ha mostrado escéptica con respecto a que la FIFA esté haciendo lo suficiente.
En un nuevo informe titulado "FIFA: Es hora de hacer cambios", pide a
la FIFA "que investigue las acusaciones de corrupción que la han rodeado
durante varios años".
Según
Transparencia Internacional, la FIFA debe hacer al menos tres cosas: publicar
el texto completo de sus investigaciones sobre la selección de las sedes de los
mundiales del 2018 y 2022; establecer límites temporales a la reelección de sus
presidentes, incluyendo a Blatter; y designar miembros externos en su comité
ejecutivo.
Transparencia
Internacional agregó que "los partidos arreglados se han convertido en una
verdadera amenaza para la integridad del futbol", y señaló que la propia
FIFA ha advertido sobre la posibilidad de arreglos en partidos del actual
Mundial de Futbol que no incidan sobre el avance de los equipos en la
competición.
Cuando
pregunté a Eduardo Bohórquez, de Transparencia Internacional, si cree que las
investigaciones internas de la FIFA sobre la votación de Qatar 2022 serán
creíbles, me respondió que hay grandes riesgos de que la investigación sea
limitada, porque sólo mirará hacia el pasado.
"Se
tienen que hacer dos cosas: por un lado, esclarecer lo ocurrido en el pasado, y
por el otro lado pensar en un paquete de medidas para evitar que eso se repita
en el futuro", dijo Bohórquez. "Creo que se va a hacer lo primero,
pero no soy muy optimista de que se haga lo segundo".
Mi
opinión: Estoy de acuerdo en que hay que regular mejor a la FIFA hacia el
futuro. La institución necesita urgentemente un comité de supervisión externo
que no solo investigue sus dudosas prácticas del pasado, sino que también
ordene transparentar todas las grandes decisiones en el futuro, y prohíba la
reelección indefinida de los presidentes de la FIFA.
Y
en el plano más inmediato, la FIFA debería permitir las repeticiones
instantáneas de jugadas dudosas a partir del próximo Mundial. De lo contrario,
quienes miramos la competencia deportiva más hermosa del mundo vamos a seguir
sospechando lo peor cada vez que veamos un arbitraje polémico, porque con la
tecnología disponible no hay excusas para decisiones como el penal no cobrado
durante el partido México-Croacia.
Twitter:
@oppenheimera
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