Hasta
mejor estrella/Purificación
Carpinteyro
Reforma, 27
Jun. 2014, pag. 11.
Siguiendo
el ejemplo de otros mejores que yo, quiero usar este espacio para despedirme de
mis lectores y de quienes por varios años han sido colegas y en muchos casos
amigos en este diario, con los que he compartido objetivos e ideales. Aunque no
han sido pocas las ocasiones en que con alguno o con varios de ustedes he
diferido en posiciones, siempre entendí que en eso radica la riqueza de
participar en un equipo de individuos talentosos y pensantes, entre los que se
sobreentiende que ninguno se asume como poseedor de la verdad absoluta, ni juez
infalible de la moral.
Nunca
escribí en contra de nadie que formara parte de este equipo, incluso cuando
hubo ocasiones en que otros sí me hicieron objeto de ataque. Sin embargo,
acepto que mi posición dentro de la política nacional representa un caso de
excepción, y que pudo interpretarse como una afectación a la imparcialidad y
credibilidad de los demás colaboradores de este diario, generando situaciones
álgidas como las que ayer se hicieron patentes.
Entiendo
que algunos sintiesen que su libertad de expresión y credibilidad habrían sido
afectadas si hubiesen dejado de abordar el incidente de la grabación telefónica
ilegal filtrada a las redes, en la que yo propongo a un amigo y consultor que
trabaje en conceptualizar un proyecto para buscar potenciales inversionistas,
generando con ello oportunidades de negocio que puedan ser explotadas en un
futuro (sería muy interesante una investigación que determinase el origen de
esa cuenta de Twitter y de los más de 3 mil 700 bots que fueron usados para
difundirla, pero eso lo dejo a criterio de quienes tienen a su cargo la labor
de determinar cuáles son las noticias relevantes).
Acepto
que, para la opinión pública y para algunos o todos ustedes, pensar y planear
un emprendimiento siendo aún legisladora fue un error, a pesar de que la
Constitución y las decisiones del Instituto Federal de Telecomunicaciones ya
estuviesen vigentes -de lo contrario Virgin Mobile no estaría operando desde
hace dos semanas. No trataré de disuadirlos, pese a que debo reconocer que, en
algunos casos, me lastima su opinión porque les reconozco como individuos
valiosos. Pero lo que más me mortifica es el enojo que siento conmigo misma por
descuidarme cuando nadaba con tiburones. Todos, algún día, comentemos errores,
yo he cometido los míos, y lo peor es que -como todos- los seguiré cometiendo
mientras viva. Vivir es errar.
En
estas circunstancias, no puedo más que reconocer que es tiempo de partir de
este espacio de libertad de expresión, y lo único que pido a ustedes, mis
colegas, es que sean justos, y que con la misma vara con la que han medido y
criticado mis acciones, también emprendan con furia sus embates haciendo
evidente lo obvio.
Juzguen
mis actos como conflicto de interés, háganlo y confróntelo con el de los
senadores Ninfa Salinas, hija de Ricardo Salinas Pliego; Armando Melgar,
Presidente de Canal 40; Javier Lozano Alarcón, autor de la Ley Televisa 2;
Emilio Gamboa Patrón, impulsor de la Ley Televisa; Gerardo Flores, asesor y ex
funcionario de Iusacell; Arely Gómez González, hermana de Leopoldo Gómez,
Vicepresidente de Televisa; Mónica García de la Fuente, miembro jurídico de
Televisa, entre otros. También con el de muchos diputados, algunos no
claramente identificados y otros sin pudor, como son Carlos Jorge Mendoza,
Vicepresidente de Grupo Azteca; Federico González Luna, ex representante de la
CIRT y autor de la Ley Televisa; Laura Ximena Martel, ex presidenta de la CIRT;
Antonio Cuéllar Steffan, ex director jurídico de Televisa; Javier Orozco Gómez,
abogado de Televisa; Enrique Cárdenas, accionista de la Organización
Radiofónica Tamaulipeca; Homero Niño de Rivera, ex director de comunicación
social de Segob con Calderón y autor del cambio de la palabra
"comprar" por "adquirir" para beneficiar a los medios;
Patricio Flores, dirigente del SITATYR, con plaza en Televisa y Rubén Acosta
Montoya, ex director ejecutivo de la Cofetel.
Prediquen
con el ejemplo, hagan que sus plumas transformen un lamentable error como
camino a un mejor futuro. Un fuerte abrazo a todos.
pcarpinteyro@gmail.com
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