25 aniversario del magnicidio. La historia que marcó a México
COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE
Revista Proceso 2211, 17 de marzo de 2019..
“…Sentimos que era una buena oportunidad de presentarles a los millennials, que no vivieron lo ocurrido en 1994, un momento de la política que cambió el curso de la historia y que también está dando resultados ahora”. Así resume Hiromi Kamata, una de las directoras de Historia de un crimen: Colosio, el impacto y la trascendencia que esos hechos tuvieron en el alma de la nación. En entrevistas con Proceso, el equipo de producción de Netflix relata los pormenores de su trabajo y las reflexiones que ese acontecimiento histórico despierta en el México actual. La serie se estrenará el viernes 22 de marzo, la víspera del 25 aniversario del magnicidio.
“Veo un México con hambre y con sed de justicia…”.
Es una voz en off del actor Jorge A. Jiménez, quien interpreta al candidato presidencial del Partido Revolucionario Intitucional (PRI) en 1994, Luis Donaldo Colosio. En la pantalla se advierte su figura sentada frente al escritorio, escribiendo un discurso.
En otra escena, un mitin en el Monumento a la Revolución, el personaje Donaldo completa la frase: “…De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades. Expreso mi compromiso de reformar el poder para democratizarlo y para acabar con cualquier vestigio de autoritarismo”.
Es la serie Historia de un crimen: Colosio, de ocho episodios, que se estrenará el viernes 22. Con este polémico suceso abrirá la primera historia, basada en hechos reales, de las varias que planea esta empresa estadunidense sobre crímenes cometidos en Latinoamérica
Según la trama, el 23 de marzo de 1994 Colosio se encuentra en un mitin de campaña en Lomas Taurinas, un barrio pobre de Tijuana, Baja California. A las 5:05 de la tarde, ya entre la gente, alguien le dispara al candidato en la cabeza. Su muerte fue anunciada horas después. Pero ¿quién lo mató y por qué? Estas preguntas resuenan en la cabeza de Diana Laura Riojas, su viuda, y en todo un país que no cree la historia que señala a Mario Aburto como el asesino solitario.
A Diana Laura le queda poco tiempo: el cáncer de páncreas la consume y en su lucha por encontrar la verdad tendrá que enfrentar muchos obstáculos. Contará con muy pocos aliados, pero descubre que Federico Benítez, jefe de la policía de Tijuana, también ha iniciado una peligrosa investigación para descubrir la verdad porque tampoco cree que el crimen fuera al azar.
En otra escena, un personaje muy parecido al expresidente Carlos Salinas de Gortari recibe a la viuda, quien baja de una avioneta, y le manifiesta: “Lo siento mucho, Diana Laura”.
Ella de inmediato le pregunta: “¿Quién fue, Carlos?”.
Las directoras de Historia de un crimen: Colosio son las mexicanas Hiromi Kamata y Natalia Beristáin. El guion y la investigación recayó en Rodrigo Santos (fue el shouwrunner,- quien carga con toda la responsabilidad), rubros en los que participaron Alejandro Gerber y Michael Lara. Los productores son Andrés Calderón y Juan Uruchurtu.
Entre otros actúan Jorge A. Jiménez, Ilse Salas, Alberto Guerra, Jorge Antonio Guerrero, Gustavo Sánchez Parra, Martín Altomaro, Ari Brickman y Lisa Owen, en ese orden de aparición.
Las directoras, así como Ilse Salas, quien interpreta a Diana Laura Riojas; Jorge A. Jiménez (Donaldo) y Jorge Antonio Guerrero (Mario Aburto), en entrevista con Proceso coinciden en que se debe revisar el pasado para comprender el presente.
Kamata, quien dirige los primeros cuatro capítulos, destaca: “Natalia, Rodrigo y yo sentimos que era una buena oportunidad de presentarles a los millennials, que no vivieron lo ocurrido en 1994, un momento de la política que cambió el curso de la historia y que también está dando resultados ahora”.
Se incorporó al proyecto porque “es un caso delicado, me interesa y ha estado ahí a pesar de que ya pasaron 25 años… Las ganas de hablar un poco de la historia de nuestro país, con la responsabilidad y el cuidado que, por supuesto, intentamos durante todo el proceso. Es un momento importante en la vida política de México para revisar ese año tan crítico para la nación. Fue devastador y como un parteaguas”.
La primera mitad de la serie, dice, está muy apegada a los hechos:
“Estuvimos en un desarrollo bastante largo, de cuatro meses de investigación, de estudio, de revisar todo el material que había en la Procuraduría General de la República… cuanto artículo nos encontramos, libros y material de video de las televisoras.
“También hubo un ligero, pero muy ligero, acercamiento al PRI, porque no queríamos basarnos en la versión que ellos tenían del caso. Igualmente hay ficción al principio, pero hacia el final, digamos, nos dimos más libertad. En realidad todo es narrado a partir de Diana Laura y del policía de Tijuana José Federico Benítez. La voz de la viuda nos interesaba a todos y nos cuestionamos: ¿Y esa familia que fue completamente afectada? Nos pareció humano abrir esa vertiente de la historia.”
Dice que el productor Uruchurtu tuvo un acercamiento con el hijo de Colosio, “por respeto, para avisarle que preparábamos una serie, y creo que también la actriz Ilse Salas”.
Ficción y memoria
Kamata, nacida en la Ciudad de México en 1982, comenzó su carrera como asistente de dirección en 2002 en varias productoras de publicidad. Dirigió el episodio siete de la segunda temporada de Niño Santo y Diablo guardián.
Por su parte Beristáin (Ciudad de México, 1981), quien ha participado como directora en series de televisión como El secreto de Selena y Luis Miguel, además de ser realizadora de las películas No quiero dormir sola y Los adioses, menciona que “justamente la arista de narrar la historia a través del lado mucho más íntimo y de un personaje como el de Diana Laura, me intrigó mucho”.
“Siempre que pienso en ella –abunda– me conmueve mucho saber que ya estaba desahuciada, que padecía una enfermedad dolorosísima. Sabía que su marido probablemente llegaría a la Presidencia y lo apoyaba, lo acompañaba, sabiendo que ella no iba a estar en ese momento. La posibilidad de abordar la política desde ese lado me pareció muy bien, es un lado en el que me puedo conectar. Pero los vericuetos, las estratagemas de la política y la podredumbre que ahí se mueve, con todo eso no me conecto.”
Relata que fue invitada por el productor Juan Uruchurtu:
“A diferencia de otros trabajos en los que he participado en televisión, cuando me buscan para sacar los capítulos adelante, aquí Juan me llamó casi desde que estaban empezando a escribir los guiones, entonces pude involucrarme mucho más creativamente en el proceso, desde la escritura del guion, pasando por la selección del elenco. Y en un trabajo en conjunto sobre la imagen que finalmente tendría el proyecto con el fotógrafo, la otra directora y el diseñador de producción.”
–¿Qué reto le produjo el tema?
–Siempre he pensado que México es un país que no tiene memoria, que el mismo Estado se ha encargado de hacernos una sociedad de memoria muy corta, y por eso permitimos 80 años de priismo. Nuestra capacidad de retención, de análisis y de preguntarnos que pasó antes, para saber por qué estamos viviendo hoy así, es una asignatura pendiente. Y a través de la ficción se pueden abrir estas preguntas, son ventanas para entender la nación que estamos viviendo hoy día.
“Es muy difícil pensar en el México de 2019 si no miramos hacia 1994, si no entendemos y nos preguntamos qué pasó ahí. Por un lado hay esa necesidad de abrir esas preguntas y de creer que la ficción tiene ese poder, además de traer un tópico como éste. Dices ‘Colosio’ y pensamos que todo mundo lo ubica perfectamente, pero la verdad es que para las generaciones más jóvenes probablemente es un nombre que les suena, pero no comprenden el peso histórico de aquel momento. Es importante para los votantes de 18 años, quienes en las elecciones pasadas votaron por primera vez.”
Otro atractivo del proyecto, explica, es que el universo de la política, que suele ser absolutamente masculino, es abordado por dos directoras, además de que no es “sólo un thriller político sobre el caso, sino tratarlo desde un punto de vista más humano y personal desde el personaje de Diana Laura”.
–¿Le gustó que Historia de un crimen: Colosio fuera en esa línea? ¿Narrada precisamente por ella y el policía Benítez, quien fue acribillado con una metralleta la noche del 28 de abril de 1994?
–Los dos ejes de la serie son Diana Laura, interpretada por Ilse Salas, con un trabajo realmente espectacular, y después está José Federico Benítez, quien llevaba el caso del asesinato de Colosio en Tijuana. A éste lo recrea el actor Alberto Guerra. ¿Por qué nos vamos a meter con Colosio a narrarlo desde la ficción, cuando es un tema tan documentado? Uno se va a YouTube y se encuentra el video del momento en que sucedió ese asesinato infame.
Pone de relieve la ardua investigación que efectuó el equipo de escritores con el showrunner:
“Cuando tuve la primera reunión en la oficina de producción, la cantidad de bibliografía, documentos, videos y fotos con la que salí de ahí era muy vasta. Pero al final lo importante es recordar que es una ficción, o sea, este proyecto, si bien está cimentado en hechos reales (el asesinato de Colosio, Carlos Salinas de Gortari en el poder, la puja que hay con Ernesto Zedillo, Mario Aburto en la cárcel, la muerte de Diana Laura), todo lo que sucede en las oficinas de la Presidencia, de la casa de Diana Laura y Colosio y la casa de la familia Aburto, es ficticio.
“No hay nada que esté sustentado en ningún escrito, entrevista o demás, y nos permite abrir preguntas, porque para nada estamos resolviendo el caso. Hay un asesino confeso en la cárcel, no estamos abriendo hipótesis nuevas, creo que sería incluso inmoral hacerlo.”
Con todo, refiere, “estoy muy orgullosa del proyecto. Es una serie con un nivel de producción altísimo. Veo los videos de Lomas Taurinas, los comparo con lo que nosotros filmamos y hay una cosa como muy fidedigna de la imagen, la recreación de época y el vestuario, de todo el trabajo de arte”.
“Diana Laura”
Desde que se enteró de que estaban grabando una serie acerca del atentado de Colosio, Ilse Salas peleó el casting “con los dientes” –como dicen en su gremio–, porque no se parece mucho a Diana Laura.
“En 1994 contaba con 13 años –recuerda– y nunca dimensioné la importancia política que tuvo ese suceso entonces, pero sí me acordaba muy bien de él.”
Al principio le daba pánico que se mostrara a una mártir: “No conocía mucho de la biografía de Diana Laura, pero se me antojaba que cobrara importancia el personaje femenino; que fuera alguien más interesante de lo que hemos visto en los medios o lo que vimos entonces. No me equivoqué, porque una vez que empecé a averiguar más sobre ella, descubrí que era muy inteligente, también muy ambiciosa, que estuvo muy de cerca en la carrera de Luis Donaldo y poseía una fortaleza que vale la pena recalcar”.
–¿Cómo fue su investigación? Parece que se contactó con los hijos de Colosio, Luis Donaldo y Mariana.
–Primero, el grupo de escritores que encabeza Rodrigo Santos, el showrunner de la serie, lo conozco bien desde hace mucho. Es muy inteligente y súper serio; sabía que se había tomado la investigación en serio. Eso me dio mucha confianza. Igual los demás escritores, Alejandro Gerber y Michael Lara. Nos dieron toda una Biblia de México del año 1994, no sólo políticamente sino todo un contexto de la época. Empezaron las pláticas, los ensayos y las lecturas, las mil teorías que se discutieron. No sabes a quién creerle y también se ha caracterizado la política mexicana por mentir. Entonces mi investigación fue de estos tres escritores y una relación muy cercana con ellos.
“Y acabé acercadome a los hijos de Colosio porque, siendo mamá, no concebía representar a Diana Laura cuando sé que sus hijos están hoy en día. No sé, sentía una especie de compromiso moral, por lo menos conseguir sus números y decirles: ‘Oigan, con todo el respeto del mundo voy a representar a su mamá, ¿hay algo que quieran contarme?’. Porque voy a hablar finalmente de algo íntimo. Nadie sabe qué tanto lloraba en su casa, qué tanto discutía.
“Conseguí el número del político y académico Agustín Basave y platiqué en su casa lo que él vio estándo cerca de Luis Donaldo, de lo que sabía de Diana Laura. Me enseñó libros y fotos, eso fue muy importante para mí. Gracias a él me pude acercar a Luis Donaldo hijo y a Mariana. Nunca nos pudimos ver porque creo que él estaba en plena campaña en Monterrey. Nos comunicamos por chat. Me conmovieron mucho las respuestas de los dos.”
–¿Le preocupa que van a ver la serie políticos que estaban activos en 1994?
–Al principio sí. Pero no estamos realizando un juicio irresponsable o poniendo a culpables sin ninguna información realmente estudiada y cuidada. En series históricas, que hablan de temas tan delicados, siempre hay abogados alrededor. Entonces me fui relajando cuando vi que ahí estaban. Además, lo que me tocó representar es la intimidad de Diana Laura, como la parte más humana de todo este cochinero. También me dejan un poco fuera de esa ecuación a la que nadie quiere pertenecer.
Remata: “Es un cliché, pero creo que es verdad que para entender nuestro presente hay que revisar nuestro pasado. Es muy doloroso entender cómo se ha movido la política mexicana y cómo estamos en riesgo permanente, aún en estos días, de que siga siendo así, poco clara para todo el mundo. Hay un poder muy fuerte que desconocemos los ciudadanos de a pie. Todas las piezas que se mueven están observadas por figuras muy poderosas y que muchas veces no sabemos ni quiénes son. Creemos saber, pero no lo podemos afirmar. Y debemos seguir esas piezas. Yo creo que lo de Colosio fue el inicio de lo que vivimos actualmente. Destapó la violencia cínica y no sé en qué momento va a dejar de ser así”.
La víctima, el asesino y las dudas
El actor coahuilense Jorge A. Jiménez, intérprete de Colosio, opina que la serie “va a proporcionar información, porque ya pasaron 25 años”. Y subraya que en aquellos años no había redes sociales:
“No estaba la información tan al alcance de todos. Lo que nos proporcionaban los periódicos era lo que era, y lo que nos informaba la televisión. En esa época faltó información un poco más extensa de la problemática. Yo no estaba enterado. Pasaron muchos años y se van olvidando las cosas.”
–¿Cómo se preparó para representar a Colosio?
–El principal desafío era darle vida a alguien que existió en realidad y aparte fue muy conocido, y que en su momento sacudió al país. A uno como actor le tocan personajes ficticios y propones cómo camine o hable; para ello se toman ciertas características de diferentes personas que uno va conociendo. En este caso ya estaba (definido todo eso) y era una responsabilidad ser lo más apegado que se pudiera, no se trataba de crear una copia porque tampoco estoy de acuerdo en eso; tratas de ponerle algo de ti. Pero debía realizarlo bien y para ello hay que investigar, ver su forma de expresarse
“Debía encontrar un balance entre un político y un ser humano. Tuve que revisar revistas, videos… de éstos hay pocos, pero debia estudiar sus gestos, movimientos, tono de voz, y ahí sólo se veía a un político. Debía hablar con los productores, el escritor y las directoras… compartimos varias cosas y se creó el personaje.”
Desde su perspectiva, “este proyecto va a mover muchas cosas”.
Por su parte, el actor mexicano Jorge Antonio Guerrero (“Mario Aburto”) estaba sin cabello cando realizó el casting porque así lo exigía su papel en otra serie, y se puso una peluca: “Pensaron que era mi pelo”, dice, y caracterizó al personaje.
Comenta que, según la investigación realizada, en el magnicidio se involucraron tres chavos parecidos a Mario Aburto. “Yo recreé también a los otros dos –añade Guerrero–. Mario es uno de los personajes más misteriosos que he realizado. Se le conoce a partir de que se ve involucrado en el homicidio. Fue muy desafiante en términos psicológicos.”
La investigación también fue un reto:
“Aburto cambia su discurso a cada rato, y es porque piensa diferente a cada rato. ¿Qué debe pasar para que alguien jale el gatillo contra una persona que está representando un cambio, no sólo social sino institucional? En 1994 era muy chico; entonces hubo una devaluación de nuestra moneda y supe que mi papá, por ejemplo, tuvo que trabajar en una gasolinería y hablaba muy bien del candidato. Mario es el asesino confeso, pero ¿quién jaló el gatillo?
“Pensé en ir a verlo en algún momento. Sabemos que está preso en Tabasco, pero quise ser muy respetuoso de su figura porque de pronto entramos en esta disposición interpretativa y podemos cometer ciertas faltas. Podemos caer un poco en la insensibilidad buscando una narrativa. Quizá después me gustaría conocerlo, ya fuera del proyecto, porque sabía que también me podía afectar muchísimo verlo.”
Para él, la historia mexicana siempre parece incompleta:
“El asesino confeso es Mario y no sabemos si realmente fue él, pero ya sabemos algo. Sin embargo, siempre queda como un rescoldo, existe algo que no queda completamente claro.”
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El asesinato de Colosio, la serie/JOSÉ GIL OLMOS..
Revista Proceso 2211, 17 de marzo de 2019..
Mezcla de realidad con ficción, la serie Historia de un crimen: Colosio, realizada por la plataforma Netflix, llega al mercado mexicano en el momento en que el Partido Revolucionario Institucional –cuyo candidato para la elección presidencial de 1994 fue asesinado el 23 de marzo de ese año– vive una grave crisis, producto de su estrepitosa derrota electoral del año pasado y de una larguísima historia de corrupción y antidemocracia. Los primeros dos capítulos abordan algunas claves políticas de las circunstancias que rodearon el atentado, incluidas las maniobras del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
La primera escena, con música de suspenso al fondo, es una toma aérea de la camioneta negra en la que viajaba Colosio cuando entró en la colonia Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994. La gente grita: “¡Colosio, Colosio!…” y el candidato presidencial del PRI levanta las manos para saludar. En lo alto de una -colina dos policías judiciales del municipio están alerta. Después, en un fragmento de video real, Colosio afirma en el mitin que no le teme a la competencia política, que rechaza la incompetencia política.
Las imágenes posteriores son de Colosio rodeado de una multitud caótica, que ya rebasó a su equipo de seguridad. Suena la canción “La culebra”, interpretada por la Banda Machos, y en una escena actuada truenan un par de balazos como señal de la ejecución del candidato.
La serie Historia de un crimen: Colosio recrea la historia del político sonorense asesinado en Tijuana. La historia ya es conocida y sus personajes principales son Carlos Salinas de Gortari, Raúl Salinas, Manuel Camacho, Ernesto Zedillo, Diana Laura Riojas, José María Córdoba Montoya, Manlio Fabio Beltrones, Diego Valadés, Liébano Sáenz…
La plataforma estadunidense de películas, documentales y series, que cuenta con más de 89 millones de suscriptores en internet (48 millones en su país), estrenará esta producción el viernes 22, un día antes del aniversario número 25 del magnicidio. Coincide con el momento en que el PRI vive su crisis más profunda, después de caer al tercer lugar como fuerza política en las elecciones federales de 2018.
La serie presenta de manera cronológica el relato de uno de los atentados políticos más controvertidos de la historia nacional. Empieza con el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta y después desarrolla una intrincada trama política y policiaca que, tanto en la serie como en la vida real, desembocó en una solución que todavía no convence del todo: se inculpó, juzgó y sentenció a un asesino solitario. Sin embargo, muchos consideran que Mario Aburto es un chivo expiatorio del régimen salinista.
Esta producción del sello Dynamo, con dirección de Hiromi Kamata y guion de Rodrigo Santos, Alejandro Gerber Bicecci e Itzel Lara, recrea de manera libre y en forma de ficción los acontecimientos que en su momento se atribuyeron a una conspiración palaciega urdida en los altos niveles del gobierno salinista en contra de Colosio.
Desde el primer capítulo el político sonorense aparece solo, pensativo e inquieto. En los primeros minutos se le ve corriendo en una zona boscosa. Destaca su pelo rizado y alborotado. Al dar una vuelta en el camino de terracería, ya lo está esperando el presidente Salinas de Gortari, quien lleva una sudadera blanca que ostenta en el pecho el logotipo de Solidaridad, el programa social con el que pretendía erradicar la pobreza en su sexenio.
En la siguiente escena corren juntos. Los sigue un grupo de soldados del Estado Mayor Presidencial. Salinas le revela al entonces secretario de Desarrollo Social su decisión de que él sea candidato presidencial y no Manuel Camacho Solís, por quien muchos apostaban, incluso dentro del PRI.
–¿Cómo la estás llevando últimamente con Camacho? –pregunta Salinas.
–Bien, hemos hablado mucho. Anda muy ocupado, preparándose… Con eso de que ya se mandó hacer un busto de él mismo… –contesta Colosio, riéndose.
–Entendiste bien el juego, Luis Donaldo. ¿Tú qué opinas?
–Si lo escoge a él, va a la segura. Será ambicioso, pero le dará continuidad a lo económico, a la modernidad y a todo lo que usted ha hecho.
Salinas voltea mientras siguen corriendo y le suelta:
–Voy contigo. ¿Te interesa?
–¡Claro que me interesa! –exclama sonriendo Colosio mientras siguen corriendo. Salinas le pide un favor único: que se corte el pelo. “Para tu campaña… no podemos tener a un candidato así de greñudo”.
Así se anuda el trágico pacto del poder entre ambos personajes y arranca la intriga que se formó alrededor de Colosio en 1994, cuando el país vivió una de sus peores crisis políticas y de gobierno con el asesinato del cuñado de Salinas y entonces líder nacional del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, y la irrupción armada del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el estado de Chiapas.
Las claves políticas
En los dos primeros capítulos de la serie, a los que tuvo acceso este semanario, se muestra a un Colosio de 44 años, en plenitud de condición física y potencial político, pero inseguro y dubitativo ante la propuesta de acceder al máximo poder, aunque también se destaca la honestidad de sus propuestas y su firmeza para enfrentar tanto a Salinas y a su grupo, que intentan manipularlo, como al expresidente Luis Echeverría, que insistía en apadrinarlo.
Desde el principio de la serie se van entretejiendo una serie de tragedias y personajes que rodearon a Colosio en sus últimos días, como presagios: el cáncer de su esposa, Diana Laura Riojas; el protagonismo de Camacho Solís, que como comisionado para la paz en Chiapas eclipsó la campaña de Luis Donaldo; el papel tétrico de Ernesto Zedillo; el juego perverso de Raúl Salinas y el de José María Córdoba como jefe de la oficina presidencial; pero sobre todo la figura poderosa y ambiciosa de Salinas de Gortari como el titiritero de toda esa trama fatídica.
De la misma manera, se recrean pasajes claves, como el encuentro de Colosio con Camacho Solís, a quien le reclama no haberlo felicitado por su nominación como candidato presidencial de su partido. “El problema no es contigo. Yo voy a hablar mañana con el presidente. Yo resuelvo mis problemas con Salinas”, contesta Camacho.
Y cuando Colosio le pide respetar la decisión de Salinas (el “destape” del sonorense), Camacho espeta con tono burlón:
–Así es, tú ganaste la elección del presidente, pero no la de la gente. Vamos a ver si te la mereces.
En otro pasaje, Raúl Salinas le lleva a Colosio, que entrena en un campo de beisbol, una carpeta con una lista de aportaciones económicas para comprar votos.
También se repasa el encuentro con Carlos Salinas en Los Pinos, donde el candidato le reclama que haya designado a Camacho como pacificador en Chiapas y alimente los rumores de un posible cambio de candidatos, y se recrea la preparación del discurso del 6 de marzo de 1994 en el Monumento a la Revolución, en el cual Colosio marcó distancia con Salinas y su grupo.
Destaca asimismo la conversación del entonces candidato con su paisano Manlio Fabio Beltrones, entonces gobernador de Sonora, quien le dice que mejor empiece su gira por el norte del país, en su estado natal, que se quede unos días ahí y no vaya a Tijuana porque allá el ambiente está muy pesado.
Otra recreación más es la del encuentro de Salinas con Beltrones pidiéndole que se traslade a Tijuana para sacarle la verdad al asesino de Colosio. “Serás mis oídos y mis ojos”, le dice el presidente al gobernador sonorense.
Entusiasmo comercial
En la reconstrucción de pasajes históricos, con diálogos de ficción y basados en relatos periodísticos, los personajes reflejan los enfrentamientos y desencuentros en la cúpula del poder que pusieron a Colosio, un priista de cepa, en la antesala de su muerte.
En los dos primeros capítulos no se les escapa a los guionistas introducir el dato de que hubo dos disparos en contra de Colosio –uno en el abdomen y otro en la cabeza–, de distintas armas y no un solo tiro, como en ese entonces aseguró en conferencia el procurador Diego Valadés.
Tampoco omitieron la versión de que hubo varios ejecutores, entre ellos Santos Oliva, cuya chamarra estaba manchada con la sangre de Colosio y quien fue liberado medio día después de haber sido detenido por la Policía Judicial de Baja California, y el mecánico Ernesto Rubio Mendoza, un hombre parecido a Mario Aburto que fue ejecutado horas después del magnicidio.
La escena en que Diana Laura Riojas baja de un avión luego de ver a su marido asesinado, y enfrenta a Salinas y a su gabinete con la pregunta “¿Quién fue, Carlos?” –que se queda sin respuesta–, abre la puerta a la sospecha de que fue víctima de una conspiración.
Historia de un crimen: Colosio forma parte de un proyecto que abordará varios crímenes controvertidos que han afectado a diferentes países durante décadas y han generado confusión social, acusaciones de corrupción y exigencias de justicia.
La plataforma productora informó desde el año pasado que en la primera temporada, de ocho episodios, se explora la muerte del candidato presidencial del PRI rumbo a las elecciones de 1994. Erik Barmack, vicepresidente de Originales Internacionales de la empresa, manifestó desde entonces que estaban muy entusiasmados de llevar esta nueva propuesta de serie antológica, con un toque internacional.
La serie sobre el crimen de Colosio empezó a producirse en México a finales de agosto de 2018. El guionista principal es Rodrigo Santos y la dirige la mexicana Hiromi Kamata, quien antes hizo la película Diablo guardián. Entre sus protagonistas se encuentran Jorge A. Jiménez, actor que participó en la serie Narcos; Ilse Salas, que actuó en Sr. Ávila; Gustavo Sánchez Parra, que formó parte del elenco de Amores perros; Martín Altomaro, de Soy tu fan, y Lisa Owen, de Los insólitos peces gato.
Esta es la primera serie que se realiza sobre el caso Colosio, pero en 2012 el director Carlos Bolado hizo la película Colosio. El asesinato y en 2014 Discovery Channel produjo el documental El caso Colosio.
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Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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