El papa Francisco defendió al arzobispo que renunció por su vínculo con una dama
- Fue condenado por habladurías de la opinión pública.
En charla con la fuente religiosa -abordo del avión-, que lo acompañó en la gira 35 de su pontificado, el Papa Francisco defendió a su hermano Michel Aupetit, a quien le aceptó la renuncia el jueves pasado y reveló los motivos de la acusación en su contra…
El Papa sorprendió no solo por revelar el motivo de la renuncia “pequeñas caricias y masajes que le hacía a la secretaria”, sino también por defenderlo, al considerar que dimitió por las acusaciones de que mantenía relaciones íntimas con una mujer, diciendo que el prelado fue víctima de pequeñas habladurías.
“Acepté su dimisión no en el altar de la verdad, sino en el de la hipocresía”, dijo admitiendo que el arzobispo había sido culpable de “pequeñas caricias, masajes” a su secretaria, pero aseguró que “os pecados de la carne no son los más graves”.
Fue una falta contra el sexto mandamiento, pero no es total, dijo..
En efecto, Francisco aceptó la dimisión de Michel Aupetit como arzobispo de París, una semana después de que pusiera su cargo a disposición del pontífice tras reconocer que mantuvo una “relación ambigua” con una mujer en 2012, según la diócesis, lo que lo llevó a apartarse “para no perjudicar” a la institución.
El papa designó a Georges Pontier, arzobispo emérito de Marsella, como administrador apostólico de la sede vacante de la misma arquidiócesis.
Esta fue la pregunta y la respuesta de acuerdo a la traducción de ACI-prensa, Nótese que el Papa le revira a la reportera del diario francés..
Cécile Chambraud de Le Monde : Santo Padre, el jueves cuando llegamos a Nicosia nos enteramos que usted había aceptado la renuncia del Arzobispo de París, Mons. Aupetit, ¿puede decirnos por qué?, ¿y por qué con tanta prisa?
Papa Francisco; Sobre el caso Aupetit: me pregunto ¿qué hizo Aupetit que fuera tan grave como para tener que dimitir? ¿Qué hizo? Que alguno me responda.
– No lo sé.-, responde la reportera.
Papa Francisco: Si no conocemos la acusación, no podemos condenar. ¿Cuál era la acusación? ¿Quién la sabe? Es feo ¿eh?
Periodista: Problema de gobierno u otra cosa, no sabemos.
Papa Francisco: Antes de contestar, yo diré: hagan la investigación, hagan la investigación. Porque existe el peligro de decir: fue condenado, ¿pero quién lo condenó? La opinión pública, las habladurías. ¿Pero qué hizo? No lo sabemos. Si ustedes saben por qué, díganlo, por el contrario, yo no puedo responder.
Ustedes sabrán por qué, porque fue una falta de él, una falta contra al sexto mandamiento, no total, sino pequeñas caricias y masajes que hizo a su secretaria, esa es la acusación. Esto es un pecado. Pero no es uno de los más graves ¿eh?, porque los pecados de la carne no son los más graves. Los pecados más grandes son aquellos que tienen más ‘angelicalidad’, la soberbia, el odio, estos son más graves.
(Mons.) Aupetit es pecador, como soy yo, no sé si usted se siente… Como fue Pedro, el obispo sobre el que Jesucristo fundó la Iglesia. ¿Cómo puede ser que la comunidad de ese tiempo había aceptado a un obispo pecador? Y eso era un pecado con mucha ‘angelicalidad’ como es el negar a Cristo ¿no?. Era una Iglesia normal, estaba acostumbrada a sentirse pecadora todo el tiempo, una Iglesia humilde. Se ve que nuestra Iglesia no está acostumbrada a tener un obispo pecador. Pretendemos decir que mi obispo es un santo. No. Esto es caperucita roja. Todos somos pecadores. Cuando las habladurías crecen, crecen, aquel hombre no podrá gobernar, porque le quita la fama, no por su pecado, que es pecado, como el de Pedro, como el mío, como el tuyo, es pecado. Pero por las habladurías de las personas responsables de contar el asunto. A un hombre que le han quitado la así públicamente, no puede gobernar, y esto es una injusticia y por eso acepté la renuncia de Aupetit, no en el altar de la verdad, sino en el altar de la hipocresía.
¡Durísimo el Papa!
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