18 oct 2008

Explosiones en el penal de Culiacan

Atrae PGR investigación sobre granadas en Culiacán
La delegación de la Procuraduría General de la República en Sinloa asumió las investigaciones, sobre la detonación de dos granadas de fragmentación, en una pugna entre dos grupos de reos antagónicos, en el penal de Culiacan, que dejo un saldo de 10 lesionados.
En el enfrentamiento a balazos, registrado el pasado lunes, los reos, Bernardo Sarabia Quevedo, de 31 años de edad y Gabriel Sanchez Galindo, de 56 años, resultaron muertos por lesiones de arma de fuego y siete más, tuvieron que ser hospitalizados.
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Explosiones en penal de Culiacán por riña; 1 muerto
Javier Cabrera Corresponsal
El Universal, Sábado 18 de octubre de 2008
CULIACÁN, Sin.— Un reo muerto y 10 más lesionados con disparos y detonaciones es el saldo preliminar de un nuevo enfrentamiento entre grupos antagónicos en el penal local.
Grupos del Ejército, la Federal Preventiva y agentes locales volvieron al Centro de Ejecuciones de las Consecuencias Jurídicas del Delito, donde el lunes pasado dos reos murieron a tiros y siete salieron lesionados en una riña.
A raíz de este hecho, en el que perdieron la vida Bernardo Sarabia Quevedo y Gabriel Sánchez Galindo se realizó un revisión y se hallaron cuatro armas.
Dos días después, grupos de la Policía Federal Preventiva y de la Estatal Preventiva localizaron otra arma nueve milímetros.
Ricardo Serrano Alonso, subsecretario de Seguridad Pública del estado, había solicitado a la novena zona militar otra inspección al reclusorio de Culiacán con pistolas moleculares para ubicar rifles automáticos que se presumen en manos de los reos.
El reporte penitenciario indica que cinco reos con lesiones de esquirlas fueron llevados de emergencia al Hospital General e igual número de presos son atendidos en el penal.
Jaime Orlando Rendón, José Carlos Quintero, Juan Manuel Beltrán Olguín y Arsenio Félix Félix son los internos trasladados ayer en la tarde al Hospital General de la ciudad con lesiones de esquirlas y de disparos.
Los datos que se conocen es que al filo de las cinco de la tarde, en el módulo cinco, minutos después de concluida la comida, se oyeron dos detonaciones y luego varios tiros de arma, por lo que se solicitó el auxilio del Ejército y las fuerzas federales.
Genaro Hernández, nuevo director del Centro de Ejecuciones de las Consecuencias Jurídicas del Delito, quien el 2 de octubre tomó el cargo, se mantiene hermético sobre el hecho.

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