24 jun 2009

Bachelet de nuevo en México

Michele Bachelet fue recibida por el presidente Felipe Calderón en el Alcázar del Castillo de Chapultepec.
"En esto quiero ser muy clara y enfática: Chile cree que esta es una respuesta equivocada a la crisis sanitaria internacional. Debemos entender que sólo podemos superar la mayoría de los problemas globales, la crisis económica, el cambio climático, la lucha contra la pobreza, mediante soluciones globales basadas en la cooperación y no en el aislamiento”.
Bachelet sostuvo que no se puede enfrentar las dificultades cerrando las fronteras y aislando a nuestros países, problemas como la influenza se resuelven con más cooperación, más coordinación, más apoyo, más solidaridad internacional y así seremos capaces de alcanzar los objetivos del milenio.
El Presidente Calderón agradeció el gesto de confianza de la mandataria de Chile y su gesto de solidaridad y le manifestó que, como los amigos, ambas naciones se apoyan en los malos y en los buenos tiempos.
Discurso del Presidente Calderón en la Cena que ofreció en Honor a Michelle Bachelet
Alcazar del Castillo de Chapultepec, 24 de Junio de 2009
Excelentísima doctora Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile.
Distinguidos miembros de la comitiva que le acompañan.
Legisladores.
Empresarios.
Amigas y amigos chilenos.
Distinguidos invitados especiales.
Señoras y señores:
En nombre del pueblo y del Gobierno de México, doy la más cordial y entusiasta bienvenida a la doctora Michelle Bachelet, la primera mujer Presidenta de Chile y una muy querida amiga de nuestro pueblo.
Muy significativo para nosotros que sea ella y precisamente ella, la primera Mandataria extranjera que visita nuestro país desde la aparición del virus de la influenza A/H1N1, del 23 de abril pasado.
Señora Presidenta:
Agradecemos mucho este gesto de confianza en México y este gran gesto de solidaridad, que nunca olvidaremos. Pocas personas como usted, además, que ha sido una notable Secretaria de Salud en su país, conocen tan bien la problemática de salud pública.
En mi más reciente visita a Chile, usted dijo que México ha sido un muy buen amigo en los buenos y en los malos tiempos. Y hoy podemos constatar, una vez más, que este profundo lazo de amistad entre México y Chile es recíproco.
Chilenos y mexicanos nos reconocemos en la historia, en la lengua, en la cultura, en nuestra profunda identidad latinoamericana, en la aspiración común de un futuro de bienestar y desarrollo compartido.
Nos hermanamos en las luchas por la libertad, por la democracia, por la justicia. En Chillán, Chile, David Alfaro Siqueiros pintó un hermoso y gran mural, como el que hemos contemplado hace un momento, en donde colocó juntos a los héroes indígenas, Cuauhtémoc y Caupolicán, así como a los libertadores Miguel Hidalgo y Bernardo O´Higgins. Con ello, el muralista representó las luchas, los ideales y los valores que nos han identificado a lo largo del tiempo.
La nuestra es una historia de fraternidad, de concordia, de compañerismo. Aquí trabajó Gabriela Mistral, no sólo la poetisa sino también la pedagoga; a invitación de José Vasconcelos, recorrió México fundando escuelas y bibliotecas, llenando de poesía, música y rondas a nuestra niñez.
Aquí también intercambió visiones con Gómez Morin, acerca de las patrias nuevas, que respectivamente habrían de construir. Aquí vivió también Pablo Neruda, primero como diplomático y luego como exiliado. Fue en México donde dio a conocer su Canto General, publicado en 1950.
Aquí también trabajaron, engrandecieron a su Patria de origen y a México, las mujeres y los hombres del exilio chileno. Una de esas personas fue, precisamente, doña Hortensia Bussi, viuda de Salvador Allende, cuyo fallecimiento, la semana pasada, todos lamentamos.
Desde aquí, su segunda Patria, rendimos un sincero homenaje a esta mujer, que dejó una profunda huella por su incansable defensa de los valores democráticos y de los derechos humanos.
Ahora que escuchaba con respeto y emoción el Himno Nacional Chileno, pensaba en esta paradoja, que México fue para muchos chilenos el asilo contra la opresión.
Aunque mexicanos y chilenos estamos orgullosos de nuestra historia y de nuestra cultura, tenemos bien clara la mirada puesta en el futuro. Su Visita, Presidenta Bachelet, nos da oportunidad de profundizar la relación estratégica y privilegiada que han construido nuestros pueblos.
En estos momentos, donde aún perdura la alerta sanitaria mundial, yo estoy seguro de que Chile y México fortaleceremos nuestra cooperación para enfrentar y superar el reto, no sólo que plantea el virus A/H1N1, sino los desafíos sanitarios que hoy enfrenta la sociedad global del Siglo XXI.
En especial, debemos luchar para que nuestras naciones y todos los países en desarrollo tengamos acceso amplio y oportuno a una vacuna eficaz y seamos capaces de implementar con oportunidad políticas públicas que permitan enfrentar adversidades sanitarias.
Trabajando juntos también intensificaremos los intercambios económicos. Pese a que nuestro comercio se triplicó en los últimos ocho años y crecieron significativamente las inversiones recíprocas, sabemos que estamos aún lejos de aprovechar todo el potencial de nuestras economías, y particularmente el de una economía que ha sido ejemplar para América Latina y para el mundo, como ha sido la economía chilena.
Más allá de la relación bilateral, sé que seguiremos siendo actores centrales en la integración de América Latina y el Caribe, porque somos países que asumen sus responsabilidades globales. Y, por ello, seguiremos trabajando por una Latinoamérica y un mundo en paz, con seguridad y con progreso.
México y Chile tienen democracias sólidas y economías estables. Pueden, por ello, mirar con confianza el futuro. Dos países como los nuestros, que enfrentan con decisión y con responsabilidad la crisis financiera mundial, retornarán pronto, estoy seguro, a la senda del crecimiento.
Querida Presidenta, señoras y señores:
Pablo Neruda afirmó que nuestras estrellas primordiales son la lucha y la esperanza; pero no hay lucha ni esperanza solitaria.
Hoy podemos decir con orgullo que México y Chile somos, precisamente, lucha y esperanza que se acompañan; compañeros, amigos, juntos seguiremos recorriendo las amplias avenidas de la libertad, de la justicia, de la solidaridad y de la democracia.
Alentado por nuestras afinidades, yo quiero invitarles a todos ustedes a que hagamos un brindis en honor de la Presidenta Bachelet, en honor del pueblo chileno y de la amistad que nos une a Chile y a México.

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