El Universal, 8 de enero de 2010;
Los hombres de Cordero: ¿priístas al gabinete?
Los movimientos en el gabinete presidencial, hechos ayer por el presidente Felipe Calderón, apuntan al fortalecimiento de la figura del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, dentro del equipo calderonista. Dos hombres cercanos a Cordero suben al primer nivel del gabinete y ocupan posiciones estratégicas:
Comunicaciones y Transportes, desde donde se manejan las concesiones mediáticas, y Energía, desde donde se controla parte de Pemex, la empresa más rica del gobierno.
José Antonio Meade Kuribeña y Dionisio Pérez Jácome Friscione forman parte del equipo del secretario de Hacienda, con quien trabajan desde que arrancó este sexenio. Son dos jóvenes técnicos con los que Cordero comparte su vocación tecnocrática y economicista.
Pero un dato que llama la atención es que los dos nuevos secretarios del gabinete son hijos de distinguidos priístas, Dionisio Pérez Jácome y José Antonio Meade, dos viejos dinosaurios del partido tricolor, al que tanto detesta el calderonismo y del que, sin embargo, se nutre.
¿Es un reposicionamiento de Cordero con miras a la candidatura presidencial? Lo es. Subir de nivel a dos colaboradores cercanos del titular de Hacienda, que han sido casi sus pupilos en el servicio público, sólo puede entenderse como la intención de darle al responsable de las finanzas más poder e influencia en las decisiones de gobierno. Y si se toma en cuenta que la prioridad del gobierno de Calderón es ya, en estos momentos, el 2012, los movimientos apuntan claramente al tema sucesorio.
¿Significa entonces que Ernesto Cordero sí es el delfín de Calderón? Esta podría ser la primera señal concreta en ese sentido.
Si los dos nuevos secretarios llegan a trabajar para la candidatura de Cordero, no habrá duda de que en Los Pinos ya tienen un precandidato; aunque, como ya lo ha dicho públicamente, el Presidente no parece dispuesto a casarse con una sola opción y ha abierto el abanico incluso a una candidatura externa, con nombres de figuras ciudadanas como Juan Ramón de la Fuente o Isabel Miranda de Wallace.
Pero si va a apostar dentro del PAN, en espera de que le crezca un candidato, Calderón parece definirse con estos cambios a favor de Cordero. Veremos si el secretario también abandona ya sus indefiniciones y se muestra más como el precandidato que muchos ven y que él se empeña en disimular.
LOS QUE SE VAN Y LOS QUE LLEGAN
Al despedir a Juan Molinar Horcasitas, Calderón no sólo se deshace de un funcionario fuertemente cuestionado por la oposición y cuya figura quedó tocada tras la turbia “licitación 21” en la que Molinar no quedó bien ni con propios ni con extraños —en Televisa acabaron culpándolo del “desaseo” con que se manejó ese proceso—, también el Presidente con este movimiento, le entrega a Cordero el manejo de la dependencia que regula y marca la relación con las poderosas televisoras y grupos radiofónicos, a través de las concesiones y de organismos como la Cofetel.
Cualquiera sabe que, en los usos de la política mexicana, la relación con los medios electrónicos es un socorrido medio de promoción para proyectos y candidaturas, y eso lo tendrá en sus manos el nuevo titular de la SCT, Dionisio Pérez Jácome, cercanísimo al aspirante Cordero.
A Molinar lo envía, según se dijo ayer, a las labores partidistas, lo que significa en los hechos que el polémico ex secretario irá al PAN a operar, junto con Max Cortázar, la precampaña de Ernesto Cordero.
En Energía la salida de Georgina Kessel es un movimiento pactado para dar paso a otro incondicional de Cordero: José Antonio Meade, un hombre que viene de manejar los egresos del gobierno y que ahora ocupará una posición estratégica para el control de las dos paraestatales más grandes del país: Pemex y la CFE. Con el nombramiento reciente director corporativo de Administración de Pemex, Carlos de la Garza, que salió del sector hacendario, y con la designación anterior de Juan José Suárez Coppel, que también salió de Hacienda, se cierra la pinza para el control de las dos ricas y poderosas paraestatales.
Mención aparte merece la llegada de Roberto Gil Zuarth a la secretaría particular de Calderón. Al joven Gil lo premian después de la lealtad al haber declinado en el proceso interno del PAN a favor de Gustavo Madero, aun cuando los votos le daban para pelear una segunda ronda. La llegada de Gil Zuarth al círculo más cercano del Presidente es también, para algunos panistas, la confirmación de que Roberto fue siempre el candidato del presidente al PAN —y no Madero— y que ante la derrota lo rescata y lo premia.
En cuanto a la salida de Luis Felipe Bravo Mena, todo apunta a que el mexiquense será la respuesta del PAN y del gobierno al albazo perredista en el estado de México y a la ruptura virtual de la alianza que hizo el PRD al designar a Alejandro Encinas como su candidato “de unidad”. Bravo Mena es una opción con la que el PAN puede intentar, si no ganar, al menos mantener su votación histórica en el Edomex.
Así que los ajustes en el equipo de Calderón se dan en la lógica electoral que, desde ya, lo domina todo. Sólo quedan algunas dudas: si los principales hombres de Ernesto Cordero tienen un origen priísta y el presidente acepta que los posicione con miras al 2012, quiere decir que ¿se le acabaron los panistas a Calderón?
NOTAS INDISCRETAS…
Primero intentó litigar en los medios y no pudo pararlo y ahora Amalia García pidió un amparo para evitar que se investigue su actuación como ex gobernadora de Zacatecas. El recurso fue promovido a su nombre por sus abogados Zínser Esponda y Gómez Mont en el juzgado Segundo de Distrito con sede en Zacatecas y ya recibió un primer revés al negarle el juez la suspensión provisional que también solicitaba. El problema para Amalia es que la próxima semana se le vence el plazo que le dio la Contraloría estatal para que se presente a declarar sobre las cuatro observaciones —de un total de 39— en las que ella es señalada directamente como responsable; si no se presenta a declarar Amalia estaría yendo contra su propia petición de amparo… Mientras espera ver qué pasa con la alianza PAN-PRD que se tambalea en el estado de México, Enrique Peña Nieto sigue operando y tejiendo redes. El fin de semana pasado el mexiquense envió un representante a la toma de protesta de Mario López Valdez como gobernador de Sinaloa; a pesar de que Malova renunció al PRI, Peña Nieto no quiso dejar de estar presente en su asenso al poder y le envió en su representación a Heriberto Galindo, un sinaloense avecindado en Toluca y que forma parte de los operadores de confianza de Peña Nieto… Primera semana del año y de la década. Escalera mandan los dados.
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