La
ONU se extralimitó
Nuestro
compromiso es tolerancia cero!
Reflexiones de Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo
de San Cristóbal de Las Casas
San
Cristóbal de las Casas, 12 de febrero de 2014
+
Felipe Arizmendi Esquivel
VER
El
Comité sobre los Derechos de los Niños de la Organización de las Naciones
Unidas, con sede en Ginebra, emitió en días pasados un informe en que acusa a
la Santa Sede, que es lo mismo que acusar a la Iglesia Católica, de no haber
hecho lo necesario para proteger a los niños de abusos sexuales por parte de
sacerdotes. Si sólo se hubiera quedado en esto, sería cuestión de que se
investigara si en verdad nada se ha hecho, pues son notables las acciones
emprendidas por los Papas y por las diócesis del mundo para evitar estos
dolorosos crímenes. Pero dicho Comité fue más allá, exigiendo a la Iglesia que
cambie sus criterios sobre moral sexual, sobre el aborto y la homosexualidad.
Eso no le corresponde.
Es un intento de interferir en la doctrina, en los
principios morales, en la interpretación de la Biblia, cosa que es ajena a un
Comité de esa naturaleza. Su incumbencia no llega a esos terrenos, de
competencia exclusiva de la Iglesia.
La
Santa Sede, que es el nombre oficial de la representación de la Iglesia
Católica ante las instancias internacionales, es miembro de ese Comité casi
desde su fundación. Fue la primera en firmar la “Convención para los Derechos
de los Niños” y su compromiso es velar por la protección de todos los menores.
El hecho de que algunos clérigos lamentablemente hayan fallado tan gravemente
en su vocación y misión, no significa que toda la Iglesia sea culpable, o que
el Papa tenga una responsabilidad directa en estos crímenes. Es absurda esa
acusación. Y no se tomó en cuenta lo que, en días anteriores, el representante
de la Santa Sede informó a dicho Comité sobre las medidas ya adoptadas de
tolerancia cero.
PENSAR
¿Qué
hemos hecho los obispos mexicanos para abordar casos de pederastia clerical?
Nos hemos comprometido agarantizar y asegurar la protección a los menores de
cualquier caso de abuso sexual y atender adecuadamente a las víctimas de este
aberrante delito.
Hace
algún tiempo la Congregación de la Doctrina de la Fe solicitó a los episcopados
del mundo elaborar “Líneas Guía” para tratar los casos de abuso sexual de
menores por parte del clero, mismas que el Episcopado Mexicano elaboró,
teniendo en cuenta las disposiciones del Código de Derecho Canónico, del Código
Penal Federal y de las entidades federativas. Este texto se aprobó en la
Asamblea Plenaria de abril de 2012 y fue enviado a la Congregación para la
Doctrina de la Fe, para su reconocimiento. Se establece un proceso apegado a
derecho que busque la verdad, la justicia y la caridad, asumiendo el principio
de responsabilidad, transparencia y tolerancia cero.
El
documento explica cómo y a quién compete recibir una posible denuncia. Si esta
parece verosímil, establece medidas cautelares (entre otras, la separación del
acusado del ejercicio del ministerio y su atención psicológica y espiritual),
la forma de iniciar la investigación, la cooperación con las autoridades
civiles. Prohíbe cualquier traslado del acusado a otra diócesis o a algún
instituto de vida consagrada o sociedad de vida apostólica.
En
caso de comprobarse el delito, la víctima tiene derecho a la reparación del
daño, a la asistencia pastoral y a terapia. La responsabilidad penal del
culpable, que es personal, recibirá la sanción impuesta por la autoridad civil,
conforme a derecho. La autoridad eclesiástica procederá a la separación del
estado clerical. En caso que la acusación resulte falsa, se procederá a la
reintegración y restitución del buen nombre del acusado y se impondrá una
sanción a quien acusó falsamente.
El
documento establece también orientaciones sobre la prevención de estos posibles
delitos: mayor cuidado en la selección de los candidatos al Seminario y un
adecuado acompañamiento; programas de formación para la seguridad y protección
de menores en todas las instituciones educativas de la Iglesia e implementar
estos programas en la formación permanente del clero y de los agentes de
pastoral.
ACTUAR
Nuestro
compromiso es tolerancia cero. Ojalá que padres de familia, educadores y otras
iglesias seamos firmes en proteger a los niños de todo género de violencia y de
abuso.
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