2 mar 2014

El regreso de José Manuel Mireles


–¿Le tiene confianza al comisionado Alfredo Castillo?
 –No lo conozco. Sólo sé de él lo que dice la prensa. Quisiera tener la oportunidad de hablar con él a la brevedad, porque no quiero chocar con el gobierno. Nuestra guerra no es con el gobierno, no es mía, es del pueblo. Me faltan dos semanas de terapia intermedia, veré si las puedo hacer aquí. Sí necesito hablar con el señor Alfredo Castillo, necesito hablar con él y ojalá se dé cuenta y facilite las cosas. Yo no puedo andarlo siguiendo, pero si hay la oportunidad, podemos hablar aquí.
“Vamos a Morelia… no tenemos prisa”/JOSÉ GIL OLMOS

Revista Proceso # 1948, 1 de marzo de 2014;

José Manuel Mireles, líder de las autodefensas de la Tierra Caliente, volvió a Michoacán la última semana de febrero luego de una larga convalecencia en la capital del país. Pese a la campaña mediática en su contra fue bien recibido por su gente, y reinstalado en sus funciones. En entrevista con Proceso el michoacano detalla la estructura gracias a la cual Los Templarios absorben un gran porcentaje de los recursos federales destinados a la entidad y aclara que su movimiento no sólo no se desarmará, sino que planea llegar a Morelia, limpiando al estado de criminales.
TEPALCATEPEC, MICH.- La tarde del 24 de febrero, ante varios miles de personas que festejaban el primer aniversario del surgimiento de los grupos de autodefensa ciudadana, José Manuel Mireles reapareció tras casi dos meses de ausencia, luego del accidente aéreo que tuvo.
El Doctor o Cruz Roja, como le dicen, pensaba que sería rechazado tras el escándalo mediático del video trasmitido por Televisa, donde aparentemente ordenaba el desarme del movimiento. No fue así. Recibió aplausos, vivas y abrazos y fue restituido como vocero de las autodefensas de su pueblo, aunque en los hechos volvió a ocupar su lugar como líder indiscutible del movimiento contra el crimen organizado en Michoacán.
Con la autoridad recuperada, Mireles se manifiesta dispuesto a entrevistarse con el comisionado del gobierno federal, Alfredo Castillo, para aclarar los puntos del desarme, los objetivos del movimiento de seguir avanzando hasta tomar Morelia y sobre todo, del fracaso en que podría caer el plan de combate a Los Caballeros Templarios “si no se limpian las cañerías” de la administración de Fausto Vallejo, a quien el gobierno está enviando los 45 mil 500 millones de pesos de ayuda al estado.

 Para Mireles, buena parte de ese dinero acabará en manos del crimen organizado.
 A un año de su creación las autodefensas han logrado más de lo que los gobiernos estatal y federal hicieron contra el crimen organizado: limpiar de delincuentes 35% del territorio michoacano. El 26 de febrero instalaron retenes en la entrada de Pátzcuaro y hacia el día 28 otros más en la carretera libre a Uruapan. En tanto, en su último reporte el gobierno de Enrique Peña Nieto informó de la detención de 675 presuntos delincuentes y la muerte de Francisco Galeana Núñez, El Pantera, jefe de la plaza de Arteaga de Los Caballeros Templarios.
 El fundador de las autodefensas de la región de Tierra Caliente advierte en entrevista que “no bajarán la guardia y seguirán avanzando” hasta limpiar los 113 municipios de Michoacán de cualquier organización criminal y también las cañerías en las que cohabitan funcionarios de los municipios, del gobierno estatal y hasta del federal.
Desazolvar las cañerías
Mireles recibe a los enviados de Proceso en su casa el 25 de febrero, un día después de la celebración del primer aniversario de las autodefensas. Tiene dolor de cabeza y en momentos se siente mareado. Explica que fue intervenido quirúrgicamente en la cabeza dos veces por la fractura de cráneo que padeció y otra más en la quijada, la cual tenía rota. A veces arrastra las palabras: aún tiene algunos tornillos para fijarle la mandíbula. El lado derecho de su cara está semiparalizado, su ojo apenas empieza a recuperar la movilidad.
Estuvo resguardado un mes por el gobierno federal. Fue interrogado por agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional primero en el hospital donde lo atendieron y luego en una casa de seguridad en la Ciudad de México.
El 5 de febrero dio dos entrevistas, una a Carmen Aristegui y otra al diario español El País, donde aclaraba que no había ordenado el desarme, que el gobierno se había adelantado a lo pactado y el plan de recuperación de Michoacán podría caer en una simulación. A partir de ahí, dice, le retiraron el apoyo y la protección, por lo cual decidió volver a Tepalcatepec.
 –¿Es usted un estorbo para el gobierno federal por haber organizado las autodefensas?
 –No. Lo que siempre he declarado es que nuestra guerra no es contra el gobierno federal y mucho menos contra el gobierno del estado. Nuestra guerra es única y exclusivamente contra el crimen organizado. El 5 de febrero hice algunas declaraciones que molestaron a alguna gente.
 “Dije que todo lo que se ha hecho sí lo habíamos acordado con el gobierno federal, pero en primer lugar teníamos el compromiso de limpiar el estado de Michoacán para restablecer el estado de derecho y después de eso vendría enlistarnos en alguna policía o en las defensas rurales. Ese fue el compromiso y se iba a hacer después de limpiar el estado.”
El fundador de los grupos de autodefensa sospecha que el gobierno de Peña Nieto aceleró los planes por compromisos o presiones internacionales y también porque las autodefensas se han replicado en otros estados, donde algunas comunidades les han pedido ayuda para formar sus grupos.
“¡Qué bueno que están actuando! Lo hicieron para darle a la gente confianza porque durante 12 años todo aquel que confió en una representación de gobierno era siempre traicionado. Por eso la gente ya no creía en nada y se metió al movimiento. Ahora se presenta todo eso pero muy rápido, se meten mil personas a registrar sus armas para la estructura de las defensas rurales de la Secretaría de la Defensa Nacional, es una posición muy buena. Luego viene una inyección de capitales muy grande”, apunta.
Pero advierte nuevamente que todo este plan puede fracasar si no se limpia Michoacán. Explica: “De todo ese capital un gran porcentaje iría a parar a manos del crimen organizado, porque la estructura administrativa vigente en el estado está hecha de ese modo: de cada peso que llega a Michoacán un gran porcentaje se va directo a manos del crimen organizado”.
 –¿Cómo lo programan para que se vaya al crimen organizado?
 –Si quieres ser gobernador de Michoacán te dicen: “Está bien, te ayudo, te doy 3 mil millones de pesos para tu campaña. Gástalos. Pero de cada peso que caiga del presupuesto, 30% va derechito a nosotros”.
 “Cuando van los presidentes municipales a recibir los recursos del ramo 33, por cada peso que entra al municipio le dan 15% (al crimen organizado). Eso en los pueblos, pero en Morelia dijeron que tenían que dar 30%. Ya lo declararon algunos presidentes municipales. Todo eso está escrito y arreglado. Sigue operando. Por eso digo que primero limpien, que no manden los recursos por el drenaje.
 “Digo que si no se corrige eso, las cosas no van a cambiar. Esto lo secundó mi amigo el padre Goyo cuando dijo que no es posible que vengan a ofrecernos agua potable y nos la quieran enviar por los tubos de las cañerías. Es exactamente lo mismo”, señala.
 Advierte que esto ya ocurrió el pasado 21 de enero, cuando el gobierno estatal mandó 4 millones y medio de pesos al municipio de Apatzingán por una petición que hizo la Cámara de Comercio. “Pero resulta que cuando ese dinero llego a la Presidencia Municipal se lo repartieron tres personas: el presidente municipal, el tesorero y el oficial mayor. A final de cuentas no le dieron un quinto a la Cámara de Comercio. Es lo que yo comentaba el 5 de febrero: no se puede inyectar un capital tan grande si no se limpia primero la estructura administrativa”.
 El sacerdote Gregorio López acusó al edil de Apatzingán, Uriel Chávez, de ser sobrino de Nazario Moreno, El Chayo, fundador de Los Caballeros Templarios. Desde mediados de febrero ya no se presentó en la Presidencia Municipal, donde el 23 de enero se había fotografiado con el gobernador michoacano Fausto Vallejo, el comisionado Castillo y la titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien anunció un programa de desarrollo para Michoacán por 3 mil millones de pesos.
 –¿Las cañerías siguen sucias? –se le pregunta a Mireles.
 –Siguen sucias a pesar de que todo se reestructuró en el sistema de procuración de justicia de Michoacán. Para nosotros es pura gente desconocida, porque antes ponían a puros políticos como responsables del área; ahorita parece que están metiendo pura gente de escuela y ojalá funcione, que no pase lo de antes, que cuando entregábamos a alguien, al día siguiente salía libre por falta de pruebas.
 Mireles advierte que ya habló de esto con sus compañeros y les pidió dar un voto de confianza al gobierno, porque para ellos fue muy difícil lograr que el Estado participara en la lucha por restablecer el estado de derecho en Michoacán.
 Pero aclara una vez más que él no ordenó el desarme de las autodefensas, como se difundió en el video de Televisa.
 “Cuando lo anuncian el 13 de enero yo dije: ‘Señores, nos vamos a desarmar, ya llegó la gente del gobierno a hacer nuestro trabajo’. Pero no pusieron todo lo que dije. Sólo publicaron que Mireles está ordenando el desarme de las autodefensas. ¡Ah, chingá! ¿Cuándo dije eso? ¡Nunca! Entonces vino el pleito mediático. A nosotros no nos gusta eso, somos gente de trabajo, de casa, de campo, aquí ni siquiera llegan esos periódicos, con trabajo algunos, como La Voz de Michoacán y el Diario de Apatzingán, pero son de esos cabrones”.
 El médico se refiere a una parte que grabó y que Televisa no incluyó en el video que difundió en el noticiero de Joaquín López Dóriga el 13 de enero. “Reiteramos el Consejo General (de Autodefensas) que la única intención de nuestra lucha es que se restablezca el estado de derecho en nuestras comunidades para que se puedan guardar las armas… Exigimos la aprehensión y encarcelamiento de los principales líderes criminales que tiene el estado de Michoacán: Servando Gómez Martínez, La Tuta; Nazario Moreno González, El Chayo; Enrique Plancarte Solís, El Quique y Dionisio Lozoya Plancarte, El Tío.
 Se le señala a Mireles que falta también la limpieza en el sector político implicado con el crimen organizado y contesta retomando de nuevo lo dicho por Gregorio López, vicario de la catedral de Apatzingán y quien colabora con las autodefensas recogiendo todas las denuncias para presentarlas ante el Ministerio Público federal.
 “Ya lo dijo el padre Goyo: puerco que se acostumbró a comer huevos, se los va a seguir tragando. Entonces, cuando hablo de que el objetivo es limpiar de delincuentes todo el estado de Michoacán, en el nivel que se encuentren, me estoy refiriendo a los niveles municipal, estatal y federal. Tenemos que procurar que sea realidad porque si no, todo va a caer en una simulación y a mí no me gustan los teatros”.
La desconfianza
Mireles camina con dificultad. Uno de sus hombros se ve más bajo que el otro y al andar se va de lado. Su ojo derecho apenas se mueve y en la frente se nota una hendidura. Le pusieron un injerto en el hueso frontal. Y la quijada superior no ajusta con la inferior.
Comenta que aunque la gente quiere creer de nuevo en el gobierno federal, registrando sus armas o presentando proyectos productivos, cada vez que ven las noticias les vuelve la desconfianza. Aunque no da nombres dice que hace poco las autoridades liberaron al cobrador de Los Templarios en Uruapan, tres días después de su detención.
“Eso hace que nos hierva la sangre del coraje, porque lo mismo pasó durante 12 años. No es justo que si la gente ya identifico a un criminal y la policía lo detuvo, al rato resulta que como hicieron el procedimiento mal lo tienen que dejar libre. Si el procedimiento de la detención no fue el adecuado, pues quién lo detuvo, no fuimos nosotros, fue el gobierno federal y si ellos ya saben el mecanismo no tienen por qué hacer las cosas mal, a menos que las quieran hacer mal con toda intención.”
–¿Le tiene confianza al comisionado Alfredo Castillo?
 –No lo conozco. Sólo sé de él lo que dice la prensa. Quisiera tener la oportunidad de hablar con él a la brevedad, porque no quiero chocar con el gobierno. Nuestra guerra no es con el gobierno, no es mía, es del pueblo. Me faltan dos semanas de terapia intermedia, veré si las puedo hacer aquí. Sí necesito hablar con el señor Alfredo Castillo, necesito hablar con él y ojalá se dé cuenta y facilite las cosas. Yo no puedo andarlo siguiendo, pero si hay la oportunidad, podemos hablar aquí.
El jefe de las autodefensas de Tepalcatepec asegura que el gobierno federal ya sabe dónde están los cabecillas de Los Templarios, pero no han actuado por temor a los daños colaterales y por miedo a la opinión pública nacional y extranjera.
“Yo sé que nuestra gente les ha dado un informe de dónde se encuentran El Chayo, La Tuta, Plancarte… un alto funcionario me dijo: ‘Comprende que cada vez que tu gente nos dice que están en tal lado, nosotros mandamos a verificar y sí, efectivamente ahí están, los hemos ubicado, no en el cien por ciento que nos dicen porque muchas veces son rumores. Pero cada vez que los ubicamos tenemos que hacer una valoración. Si en la zona el daño colateral es mayor, eso minimiza el triunfo de la acción, porque aunque sí lo agarremos habrá más de cien muertos. Esos cien muertos por buscar a un cabrón nos voltea a derechos humanos nacional e internacionalmente, por eso no lo hacemos’”.
Según Mireles el funcionario le dijo que era más fácil para ellos ofrecer una recompensa de millones para que la gente les facilite el trabajo y así preparan algún lugar donde lo puedan agarrar con menos gente para minimizar los daños colaterales y el golpe de la opinión pública.
A un año de la creación de las autodefensas Mireles reitera que su lucha no es por el dinero, es por su dignidad, defendiendo a su familia: “Ya lo dijo el padre Goyo en un sermón: ‘Perro que no defiende su hueso no es perro’. Para poder defender el honor de tu familia, de tus mujeres y tus hijas, hay que tener dignidad”.
–¿Van a seguir hasta el final?
–Quisiera que dentro de un año, el 24 de febrero de 2015, estemos celebrando en Morelia lo mismo, pero ya liberando a todo el estado. Para allá vamos, no tenemos prisa.

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