También
en Morelos se gesta la autodefensa/PATRICIA
DÁVILA
Revista
Proceso # 1948, 1 de marzo de 2014;
Al
igual que los habitantes urbanos de Morelos, los ganaderos de esa misma entidad
padecen asesinatos, secuestros y extorsiones; están hartos de la delincuencia
organizada y su colusión con los poderes estatales… Pero la diferencia es que
ahora decidieron armarse, como lo han hecho ya otros grupos de ciudadanos en
distintas regiones del país, para defender su familia y su patrimonio. Antes se
habían quejado ante el gobierno de Graco Ramírez, y esperaron respuesta…
todavía en vano.
CUERNAVACA,
MOR.- Los ganaderos se abastecieron de armas en el sur del estado, en
municipios como Amacuzac, Puente de Ix-tla, Amayuca, Tepalcingo, Axochiapan,
Tlaltenango y Coa-tlán del Río. Dicen que ya no van a tolerar la violencia y la
inseguridad. En Coatetelco ya agarraron a algunos abigeos y los mataron.
Tres
presidentes de organizaciones del ramo: Mario Ocampo Piedra, de la Unión
Ganadera Regional del Estado de Morelos; Roberto Reza Quiroz, del Comité
Sistema Producto Bovinos Carne del Estado, y Élfego Albavera Pérez, del Sistema
Producto Bovinos Leche, en representación de más de 5 mil productores y los
demás presidentes de las asociaciones locales, aseguran que su gremio es el que
más ha sufrido secuestros, levantones, asesinatos y extorsiones de bandas
criminales como Guerreros Unidos y, sobre todo, Los Rojos, comandados por
Silvestre Mazarí, El Carrete.
“Hay
presión de los ganaderos del estado hacia el gobernador, le exigimos que nos dé
resultado, porque de lo contrario vamos a tomar acciones muy diferentes.
Estamos dispuestos a cerrar el estado, porque no podemos seguir permitiendo que
la inseguridad y la violencia golpee tanto a nuestro gremio. Tenemos puntos
señalados en la frontera del estado, como cerrar la autopista del Sol
(México-Cuernavaca-Acapulco), para que el presidente Enrique Peña Nieto tome
cartas en el asunto. Pedimos que vengan el Ejército y la Marina, no podemos
aguantar esta situación”, inicia Reza Quiroz.
E
indica que no debe repetirse lo que sucedió el lunes 3 en el municipio de
Yautepec, donde un grupo de abigeos mató a José Luis, un niño que pastoreaba
sus borregos en los campos ejidales de la colonia El Salitre, para robarle sus
animales. “Estamos hartos de que no haya acciones a favor de la seguridad”,
dice el líder ganadero.
Recuerda
que desde el 6 de junio del año pasado muchos de ellos protestaron por el
secuestro y desaparición de Óscar Moreno, reconocido ganadero del municipio de
Amacuzac y presidente del Sistema Producto Bovinos Leche de Morelos.
“Hemos
alzado la voz ante el gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, pero no hay
respuesta –agrega–. Ellos (los funcionarios) dicen que tienen tecnología con la
que están buscando cómo resolver este clima de violencia. El gobernador nos
pidió que confiáramos en el nuevo secretario de Seguridad y que tendríamos
respuesta pronto.”
Abigeato
en el Congreso
Marisol,
la hija de Óscar Moreno, relata las circunstancias de la desaparición forzada
de su padre:
“Los
conflictos que tenía mi papá datan de cuando fungió como comisariado ejidal de
Amacuzac. Detectó que había propiedades del ejido que Cándido, papá del
Carrete, y su tío Jorge Miranda se adjudicaron ilegalmente. Como presidente del
comisariado promovió un juicio para recuperar esas propiedades. Le hablo del
balneario San Juan y de la casa que está al lado, ambos en San Gabriel de las
Palmas. Después de tres años de litigio se recuperó la propiedad para el ejido.
Esto hace 10 años. Fue el inicio de las hostilidades de esa familia contra mi
padre.”
–¿Qué
conflictos se suscitaron cuando los Miranda perdieron las tierras?
–En
esos tres años quemaron sus parcelas de caña. Sabíamos que eran ellos porque
también había agresiones verbales y anónimas.
“Era
el 6 de junio de 2012. Mi papá salió de la casa como a las 7:30 de la mañana,
se fue al rancho, estuvo allí sólo 15 minutos. A su regreso, en la entrada del
rancho, en un punto ciego lo interceptaron. Testigos hablan de dos camionetas,
la que vimos fue una verde. Se lo llevan como a las 8:30. A las 9:15 hablaron
los secuestradores, pero ya nos habían extorsionado en otras ocasiones y mi
mamá les colgó, no hizo caso. Empezamos a buscarlo hasta que encontramos
abandonada la pipa en que viajaba. Había sangre y muestras de forcejeo.”
Recuerda
que al siguiente día los secuestradores se comunicaron. Esta vez los familiares
contestaron de inmediato. Los delincuentes les advirtieron que no le avisaran
al gobierno ni al Carrete:
“Quisieron
hacernos creer que no era El Carrete quien ordenó el levantón, porque se
jactaba de que él cuidaba la plaza. Dijeron que querían 5 millones de pesos.
Apoyados por negociadores de la Policía Federal, recibíamos pruebas de vida.
Nunca me lo quisieron pasar, pero le hacía preguntas que solo él podía
contestar y sus captores me daban la respuesta.
“A
los 15 días me pidieron que enviara por un paquete al crucero de
Cuauchichinola, era una bolsa con dos dedos de mi papá. Al día siguiente
volvieron a llamar para que fuera a Zacatepec por otro paquete. Esta vez, solo
había una camioneta con personas que amedrentaron al enviado.”
–¿Por
qué esperaron cinco días para denunciar el secuestro?
–No
es el único caso. Miguel Aldama Domínguez, hijo de Enrique Aldama Martínez,
candidato al comisariado ejidal, fue secuestrado en el municipio de Temixco. Su
secuestro duró ocho días y la cantidad que ofrecían era el tope que pensamos
que nos exigirían a nosotros, de 600 mil pesos. Pensamos que iba a ser igual.
Además, contactamos a Sergio Licona Gómez, comisario de la Policía Federal en
Morelos, y nos ofreció a los negociadores.
Aldama
Martínez era candidato a comisariado ejidal y como oponente tenía al candidato
del diputado y su familia. Se llevaron a su hijo Miguel y enseguida El Carrete
le ofreció ayuda para liberarlo. Comprometido, el padre se retiró de la
contienda y en automático “ganó las elecciones Silvestre Avenicio Olivares, el
candidato de ellos”. Así tienen el control del ejido y del balneario ejidal.
“Herlinda
y Víctor Caballero, y Claudia Sifuentes, los negociadores, reportaron que era
un secuestro extraño: no tenía un patrón. Se retiraron al mes, cuando ya no
había contacto. Mi sospecha no es directamente contra El Carrete, sino contra
su tío, el diputado Alfonso Miranda Gallegos, porque los últimos conflictos de
mi papá fueron con él, debido a que se opuso a que registrara una asociación
ganadera. Un día antes de su desaparición, en una asamblea ejidal, tuvieron un
altercado muy fuerte.”
Personas
que estuvieron presentes en la asamblea de la que habla Marisol Moreno, quienes
piden omitir su nombre, revelan que ese día Alfonso Miranda llegó con miembros
del consejo directivo de una asociación que formó. Añaden que Mario Ocampo y
Roberto Reza salieron a platicar con los representantes de la comisión, quienes
querían formar parte de la Unión Ganadera Regional.
Le
informaron a Miranda que debían llevar una solicitud a una asamblea de la unión
para ser aceptados. Lo hicieron el 5 de junio de 2013. Óscar Moreno les contó
que ese grupo hizo la asociación porque quería operar un tianguis ganadero en
Amacuzac, ya que era su forma de tener acceso a documentos. Pero el manejo del
tianguis implicaba la compraventa de animales e iba a ser un foco de infección
para los ganaderos de la región.
“Se
llama Asociación Ganadera Local General Integral de Amacuzac y la forman como
30 socios. Se menciona que se dedican al abigeato y necesitaban una asociación
ganadera que pudiera documentar ganado, porque a partir de ese momento se hace
legal. Cuando Miranda era alcalde, violando la ley, el municipio documentaba el
ganado”, señala Marisol Moreno.
Miranda
es secretario de la Comisión de Ganadería del Congreso del estado y días antes
subió un punto de acuerdo para llamar a comparecer al Congreso a Mario Ocampo,
presidente de la Unión Ganadera Regional, y a Margarita Galeana Torres,
directora general de Ganadería del gobierno estatal, para que explicaran por
qué le negaban el ingreso a su nueva asociación.
La
solicitud fue improcedente porque la unión es un ente privado que no tiene por
qué rendirle cuentas a la legislatura. El diputado Fernando Guadarrama se lo
dijo claramente a Miranda.
Desde
entonces la familia Moreno acudió a hospitales y servicios médicos forenses a
dejar muestras de ADN. Cada vez que se descubren fosas clandestinas acuden al
lugar con la esperanza de encontrar el cuerpo de don Óscar. Así han ido a
Jojutla, Morelos, y a Taxco, Guerrero.
–En
la Subsecretaría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, de
la PGR, nos tomaron las muestras. Llevamos los dedos de mi papá para el perfil
de ADN y tomaron pruebas de sangre a mi hermano para el ADN; a mi mamá también.
Acudimos cada vez que se descubren fosas, como la reciente de Guajintlán,
Taxco. Aunque sabemos que son cuerpos con dos años enterrados, tenemos
esperanza de encontrarlo.
“Es
insostenible esta situación, sobre todo para nosotros, que vivimos allí. Es
increíble la impunidad, la manera en que se manejan, el hecho de que sepas
dónde están, a qué se dedican, y que el gobierno mismo conozca a los
delincuentes y no haya hecho nada.”
–¿Hay
cobro de piso?
–Se
ha ido dando en el mercado de Puente de Ixtla, hasta tienen a una persona que
recoge el dinero. Hace dos meses pasaron a pedir cuota y comisionaron al
representante de los comerciantes para recogerla. Manejaron 5 mil pesos por
año. También pidieron cuota a las señoras que venden gorditas en la calle,
sobre la banqueta, que pagan 3 mil pesos al año. Aquí opera El Carrete, igual
que en Yautepec, y está entrando a Cuautla.
Miedo
en Yautepec
Élfego
Albavera, representante del Sistema Producto Bovinos Leche, de Yautepec, señala
que Morelos ocupa el primer lugar nacional en secuestros y que ganaderos como
Bernardino Sánchez han aparecido muertos en sus propios campos. Al mismo
Albavera lo secuestraron días después de la desaparición forzada de Óscar
Moreno.
Recuerda
que el año pasado la Policía de Mando Único detenía a los ganaderos. Por ejemplo,
dice, el 29 de diciembre retuvieron al hijo de Delfino Toledano, y aunque
acreditó la propiedad de los animales lo liberaron hasta el día siguiente; le
entregaron la camioneta 10 días después. El 30 de diciembre se le descompuso un
coche cuando trillaba, y “los del Mando Único entraron a sacarlo dentro de mi
parcela a pesar de que está cercada”.
Por
eso está convencido de que las autoridades “en las estadísticas hablan del
número de detenidos por abigeato, pero todos son dueños. Que me señalen uno
solo que sí haya sido abigeo, porque en Yautepec no detuvieron a ninguno. Todos
se conocen, saben quiénes no trabajan y se dedican a delinquir. Es un pueblo
chico y a las dos o tres de la mañana, cuando las patrullas no están, salen los
abigeos cargados con ganado de nuestros agremiados”.
Hace
una semana, prosigue, a la esposa de un excomisariado del municipio de San
Carlos le quisieron quitar a un bebé que traía en brazos; ella no lo permitió y
la apuñalaron.
–¿Ha
cambiado la forma de vida del pueblo?
–Hay
muchísimo miedo. Tendrá un mes para acá que se incrementaron drásticamente el
secuestro y las muertes, tanto en cantinas como en la calle y el campo. A un
ganadero lo matan en su parcela… A otro, que se llama Pedro Castañeda, en el
bulevar, hace como 20 días… Después, Gregorio, de Amacuzac, quien no ha
aparecido.
“En
San Carlos se están realizando marchas de inconformidad. Hay un grupo de
jóvenes que se han estado manifestando en las redes sociales. Después del
ataque a la señora se hizo una asamblea del pueblo y asistió el nuevo titular
de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, Alberto Capella Ibarra, que
habló con los habitantes sobre una estrategia para combatir la inseguridad.”
A
su vez, Rodolfo Ayala Jaime, ayudante municipal de San Gabriel de las Palmas y
expresidente de la Asociación Ganadera de San Gabriel, narra cómo fue atacado:
“El
viernes 31 de enero yo iba llegando a mi rancho, estaba abriendo cuando
llegaron 10 tipos encapuchados y me empezaron a golpear con bates. Mientras me
lastimaban uno de ellos me dijo que era por andar de revoltoso. Fue porque no
le quise firmar un documento a Jorge Miranda Gallegos para destituir al alcalde
Noé Reynoso, a principios de enero.”
Tanto
Rodolfo Ayala como Marisol Moreno hacen responsable al diputado Alfonso
Miranda, a su hermano Jorge Miranda y a su hijo, así como a Ángel Rodríguez
Ortiz –quienes encabezan el movimiento contra el ayuntamiento de Amacuzac– de
lo que les suceda a ellos y a sus familias.
Su
temor no es infundado: hasta hace seis meses, en el rancho de Jorge Miranda
entraban y salían camionetas. Después del levantón de Óscar Moreno, el 7 de
junio, uno de los empleados de Miranda tiró un papel a la calle. Alguien lo
recogió. Decía textualmente:
“El
7 de junio de 2013 le entregaron al Cachetes cuatro radios, que son el 9, 11,12
y 13; cuatro pilas, una caja de carga, una caja carga y un radio del número
14”. Luego: “8 de junio: Cuatro R, dos Smith Wesson con dos cargadores; un mata
polis, una berreta, un Braunic y 47 tiros de mata policías”.
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