2 mar 2014

Complicidad estatal a gran escala


Complicidad estatal a Complicidad estatal a gran escala
RÍODOCE RÍODOCE
Revista Proceso # 1948, 1 de marzo de 2014;
REPORTAJE ESPECIAL
La captura de Joaquín El Chapo Guzmán el pasado 22 de febrero en Mazatlán tomó por sorpresa a muchos… entre ellos, y destacadamente, al gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez. Ni el mandatario estatal ni sus corporaciones policiacas estuvieron al tanto del operativo de la Marina que concluyó con la detención del capo. Y hay razones para ello: al gobernador lo han señalado reiteradamente como aliado del Cártel de Sinaloa y la mayor parte de sus uniformados no podría pasar con éxito los exámenes de confianza.
CULIACÁN, SIN.- El mismo día en que detuvieron a Joaquín El Chapo Guzmán, en Sinaloa empezó a escucharse una demanda: que el siguiente paso del gobierno federal sea desmantelar las redes de protección del capo, es decir las policías locales.
Hay datos duros para ello. De los 7 mil policías estatales y municipales de Sinaloa evaluados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, 3 mil 500 no pasaron el examen de control de confianza. La Secretaría de Seguridad Pública de Culiacán aceptó que 47% de sus mil 300 efectivos no es apto para desempeñar sus funciones.
De ahí la demanda del dirigente estatal del PAN, Edgardo Burgos Marentes, hecha el 24 de febrero, de que las investigaciones continúen en Sinaloa y se desmantele toda la red de operaciones del Chapo.
A esta exigencia se sumó el PRD. Los dos partidos fueron parte de la coalición que llevó al gobierno a Mario López Valdez (Malova).
Desde la Ciudad de México el presidente Enrique Peña Nieto dijo que la Procuraduría General de la República (PGR) investigará los vínculos empresariales y políticos del Chapo en México y Estados Unidos, a partir de la información que aporte el capo.
“Vamos contra todo lo que aporte y que eventualmente señale complicidad de distintos (…) agentes del sector privado, agentes del ámbito público aquí y en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo”, dijo Peña Nieto según entrevista transmitida el 26 de febrero por la cadena estadunidense Univisión.
El estigma de Malova
El rumor de que López Valdez tiene una alianza con el Cártel de Sinaloa nació durante su campaña, cuando fue notorio que el candidato del PRI, Jesús Vizcarra Calderón, se había distanciado de Ismael El Mayo Zambada, su compadre.
Malova basó su discurso de campaña en la violencia que imperaba en Sinaloa y dijo que “no se puede combatir a la delincuencia si se es parte de ella”. En un debate público le preguntó a Vizcarra si era compadre del Mayo, pero el empresario evadió la respuesta.
Sin embargo los apoyos del Cártel de Sinaloa apuntaban hacia otro lado. En la casa de Rosario Niebla Cardoza, esposa del Mayo, colgaba una gran manta de apoyo al candidato de la coalición El Cambio es Ahora por Sinaloa: López Valdez.
Desde mediados de abril de 2010 había corrido el rumor de que el Cártel de Sinaloa se sentía traicionado por Vizcarra y que por ello había decidido apoyar a Malova. Parecía una contradicción en medio de la guerra mediática que se había desatado con la publicación de las fotografías en el diario Reforma donde el candidato del PRI aparecía en un bautizo en el rancho Puerto Rico, a un lado de Ismael Zambada.
La especie tomó fuerza cuando el exdiputado federal Jesús Manuel Patrón Montalvo y el entonces diputado local Óscar Félix Ochoa anunciaron su adhesión al proyecto de Malova, algo que días antes nadie hubiera imaginado: ambos han sido ligados a los intereses del narco.
Tras la elección resultó que en zonas de dominio pleno del Cártel de Sinaloa, como la sindicatura de El Salado, la mayoría de las casillas fueron ganadas por la alianza opositora, pese a que históricamente los votos han sido ahí para el PRI. Igual ocurrió en Eldorado, bajo control de las huestes del Chapo.
López Valdez fue entrevistado en septiembre de 2010 por Ríodoce, ya como gobernador electo, y se le hizo ver que había indicios del apoyo del Mayo Zambada a su campaña. “No creo que me haya apoyado, o si me apoyó, no me enteré”, respondió.
Desde la campaña se rodeó de personajes oscuros. Uno de ellos, Luis Domingo Pérez Hernández, acababa de salir de un arraigo de 60 días acusado por la PGR de lavado de dinero. Fue durante los sexenios de Juan S. Millán y Jesús Aguilar Padilla, subsecretario de Gobierno, encargado de labores de espionaje y considerado siempre uno de los puentes del gobierno con el narcotráfico. Murió asesinado en enero de 2011, luego de amenazar al gobernador con dar información “delicada” si no obtenía un cargo de importancia.
Otro de los personajes que apoyaron a Malova fue el actual diputado local Óscar Félix Ochoa, originario del Valle de San Lorenzo. Tres de sus hermanos fueron detenidos en junio de 2008 en posesión de armas y 23 kilos de cocaína. Ese mes un grupo de sicarios asesinó a siete policías federales, emboscados desde una casa de seguridad. Ese inmueble había sido utilizado por Félix como casa de campaña en 2003.
Pese a esos antecedentes, Félix fue incorporado al gabinete como subsecretario de Agricultura.
Guerra de mantas
Cuando Malova llegó al poder, el Cártel de Sinaloa controlaba buena parte de la entidad, pero tenía problemas en las zonas norte y sur, donde se asentaron los hermanos Beltrán Leyva, aliados con los Carrillo Fuentes y Los Zetas.
López Valdez definió como prioritario en materia de seguridad combatir la violencia en esas dos zonas. Para ello incorporó, primero como asesor y luego como director de la Policía Ministerial, a Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, Chuytoño, hombre perseguido por la justicia y luego absuelto, pero claramente ligado al Cártel de Sinaloa. La justificación de Malova fue lapidaria: “No voy a combatir a la delincuencia con blancas palomas”.
A partir de esto, el hostigamiento de los Beltrán Leyva al gobierno estatal fue intenso. El 5 de marzo de 2011, dos meses después de iniciado el “gobierno del cambio”, siete policías y un civil resultaron muertos en una emboscada contra agentes de la Unidad Especializada en Órdenes de Aprehensión cuando trasladaban a un detenido de Los Mochis a Culiacán.
El 3 de junio de 2011 la cabeza y las dos manos de un hombre fueron colocadas en la escalinata del Palacio de Gobierno.
Las matanzas seguirían. El 15 de julio de ese año decenas de sicarios emboscaron a efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública, con resultado de 11 policías y un civil muertos.
El 30 de mayo de 2011, autoridades de cuatro municipios –Culiacán, Guasave, Ahome y Sinaloa– reportaron el hallazgo de al menos 19 narcomantas, todas con imputaciones directas al gobernador sobre una presunta alianza con El Chapo Guzmán.
Las autoridades adelantaron que los autores de los mensajes eran los Beltrán Leyva. Ese mismo día el cuerpo de un policía ministerial fue arrojado frente al edificio del Congreso del Estado.
Una de las dos mantas colocadas en Guasave decía: “Malova, ahora que fuiste a México le platicaste al presidente que fuiste a comer con el Chapo Guzmán el día 6 de septiembre del 2010 en e1 rancho de Kila, niégalo que te encargó que limpiaras la zona norte de Sinaloa para que se pudieran meter así como darle información” (sic).
En Culiacán aparecieron dos narcomantas. Uno de los mensajes decía: “General comandante de la Novena Zona, la guerra no es con ustedes, a ustedes se les respeta, no así a los policías de Malova que están con El Chapo Guzmán ellos se esconden detrás de ustedes, quiero que sepa que Malova le trabaja al Chapo, investigue a los comandantes de la Policia Especial, que de especial no tienen nada”.
López Valdez desestimó los señalamientos y declaró que es la reacción propia de los grupos criminales debido a que el estado los está combatiendo.
En 2012, en medio de una clara guerra de dos bandos del narcotráfico, en la que parecía que el gobierno había tomado posición, fueron asesinados tres militares en el centro de Guasave. Fue el 29 de enero. Ese mismo año, el 4 de junio, los restos de siete hombres descuartizados amanecieron en 13 bolsas de plástico tirados en una calle de Culiacán.
Junto a las bolsas se había colgado una manta con un mensaje dirigido al entonces presidente Felipe Calderón, donde le reclamaban que Malova hubiera puesto al frente de la Policía Ministerial, “por órdenes del Chapo Guzmán”, a Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, “quien hace años era perseguido por la justicia por sus nexos con el narcotráfico”.
En el mismo mensaje acusaban a los comandantes Martiniano Vizcarra Burgos y Carlos Héctor Ochoa Polanco, subdirector de la Ministerial y director de la Policía Municipal, respectivamente, de estar coludidos con Guzmán Loera.
Días después, el 10 de julio, un convoy de policías ministeriales fue emboscado en Tetamboca, municipio de El Fuerte, donde murieron siete agentes y cuatro de los atacantes, entre ellos Pablo Osuna Lizárraga, El 100, líder del grupo de Los Mazatlecos en la zona norte de la entidad.
El caso Frank Armenta
Como parte de esta embestida, un escolta del gobernador, Frank Armenta Espinoza, fue levantado la tarde del 4 de junio de 2013 cuando llegaba a su casa, en Guasavito.
Hubo operativos de todas las policías con el apoyo del Ejército, pero el agente de la SSP adscrito a la escolta del gobernador no apareció.
Luego de 18 días de su secuestro, el 22 de junio, llegó a Ríodoce un correo electrónico con el enlace a un video.
“Por favor”, decía el mensaje, “revisen este enlace, aquí se revela información muy importante, vean el video”.
En el video Armenta aparecía a cuadro y afirmaba que junto con el gobernador había asistido, al inicio de su gestión, a una “reunión de trabajo” en Quilá, donde también estuvieron El Mayo Zambada y El Chapo Guzmán.
Agregaba que en esa reunión se habló de la necesidad de formar un grupo para la seguridad del crimen organizado, que éste necesitaba el control absoluto del estado y que para eso nombraron a Chuytoño, pese a sus antecedentes.
Decía que Chuytoño a su vez había nombrado a Jesús Carrasco Ruiz jefe de la policía de Ahome para que combatiera a las células contrarias al Cártel de Sinaloa.
En el video –de 55 minutos– se escucha la grabación de una conversación entre el procurador Marco Antonio Higuera Gómez y el gobernador; éste le ordena que, “buscando provocar un enfrentamiento y un conflicto, se lleve amarrados a unos 20 policías de Guasave a la declaración… amarrados ¿eh?”
“Sí, señor”, responde el procurador.
“Quiero que te lleves a todos, esto es un mensaje para toda la policía”, insiste Malova.
Al final del video Armenta dice que hace estas revelaciones “para que el gobierno federal mire lo que está pasando en Sinaloa y actúe”.
En conferencia de prensa un día después, el gobernador reconoció que es su voz la que se oye en el video, pero que las conversaciones fueron “tergiversadas”: “Cada día hablo en diversos lugares y digo infinidad de cosas, y con la tecnología que hay manipularon las palabras y armaron el mensaje”, explicó.
Cuestionado sobre sus presuntas reuniones con El Chapo y El Mayo, Malova negó conocerlos y menos favorecer al Cártel de Sinaloa. Agregó: “Hasta donde sé, no creo que ese señor ocupe protección mía ni de nadie; además mi compromiso es con las familias sinaloenses”.
En un segundo video que llegó por la misma vía a Ríodoce tres semanas después, Armenta acusó de nuevo al gobernador de haberse reunido con El Chapo Guzmán, ahora en La Tuna, Badiraguato.
El escolta del gobernador muestra ante la cámara copias de lo que afirma es la bitácora de vuelo de las aeronaves que usa el gobernador y donde aparecen registrados viajes del helicóptero matrícula XC-CUL, de Culiacán hacia La Tuna.
La aeronave hizo al menos cuatro vuelos a La Tuna, uno el 28 de febrero de 2011 y tres entre el 18 y el 20 de abril del mismo año.
El 28 de febrero de 2011, de acuerdo con los archivos consultados, el gobernador asistió por la mañana al evento denominado 2011, Año del Turismo en México, en el Distrito Federal, encabezado por el entonces presidente Calderón.
Los días 18, 19 y 20 de abril de 2011 correspondieron a los primeros días de la Semana Santa y el gobernador no muestra ninguna actividad agendada.
La última aparición pública del gobernador en Semana Santa fue el 17 de abril, cuando se puso en marcha el operativo de seguridad.
No hubo, según una revisión hemerográfica, ninguna aparición del gobernador en esos días y hasta su cuenta de Twitter muestra un vacío del 10 al 29 de abril.
Malova fue entrevistado sobre el segundo video. “La mejor manera de que los estamos afectando, de que les duele, es que están haciendo videos”, dijo. “La verdad me gustaría que todos los días me mandaran un video”.
No precisó si los vuelos del helicóptero Bell 206 se dieron realmente a La Tuna, ni respondió si ya verificaron sus bitácoras para revisar si los vuelos del 28 de febrero y del 18,19 y 20 de abril existieron.
Explicó que el 28 de febrero estuvo en la Ciudad de México con Calderón en un acto relacionado con programas de apoyo al turismo.
“Jamás he volado en un 206, que ese es el helicóptero que ellos mencionan… Jamás me he subido a él, jamás he ido a La Tuna… El 28 (de febrero) estuve con el presidente Calderón en un programa nacional de turismo y estuve en una entrevista con Paty Chapoy, precisamente promoviendo a Mazatlán para la Semana Santa de 2011”, dijo.
El 9 de agosto de 2013 Frank Armenta Espinoza apareció muerto en Culiacán. El procurador Higuera informó que la víctima tenía dos lesiones de bala calibre 9 milímetros en la cabeza y huellas de haber permanecido atado de manos y pies. No habló de huellas de tortura.

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