2 mar 2014

Miguel Angel Mancera: reprobado


Mancera, reprobado/SARA PANTOJA
Revista Proceso # 1948, 1 de marzo de 2014;
El pasado 17 de enero Miguel Ángel Mancera utilizó un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública –matrícula XC-GDF– para llegar puntual no a un compromiso oficial sino a un acto social: el cumpleaños 82 del arzobispo ortodoxo Antonio Chedraoui, en Huixquilucan. El gobernante capitalino fue uno de los 3 mil invitados a la magna fiesta que todos los años concentra a los hombres del poder económico, político y financiero del país.
Las fotografías del descenso de Mancera de la aeronave circularon profusamente en los diarios y en las revistas “del corazón”.
Aunque ya desde que despachaba en el búnker de la Procuraduría General de Justicia del DF había mostrado su gusto por hacerse notar –era común verlo llegar a las reuniones de gabinete en su motocicleta, una Harley Davidson, con pantalón de mezclilla, botas, chamarra de cuero y lentes oscuros–, Mancera ha sobreexplotado su imagen ya como jefe de Gobierno: lo mismo juega beisbol con Andrés Manuel López Obrador que futbol con los reporteros de la fuente, o bien hace yoga o anda en bicicleta.

De hecho, revistas como Quién, ¡Hola! y Caras lo tienen entre sus consentidos. En septiembre de 2012 Quién tituló así su portada: “El Soltero de Oro, Mancera es romántico, atlético, poderoso y sin novia oficial. ¿Quién se apunta?”.
En el primer año de su gobierno esas revistas le han dedicado páginas de sobra para hablar de su vida familiar, sus gustos por la música y el baile y de sus parejas sentimentales.
Al margen de sus actividades oficiales Mancera se da tiempo también para asistir a cualquier tipo de actos sociales. Caras lo cazó, por ejemplo, en la premier de las películas Nosotros los nobles y De panzazo, el aniversario de TV Azteca y la alfombra roja de las obras de teatro Wicked, Cats y Mary Poppins.
También lo captaron en la apertura del restaurante The Palm, el cumpleaños del productor Pedro Torres, el coctel de Televisa Radio, el aniversario del programa La entrevista con Sarmiento, la inauguración del Pepsi Center y de la Arena Ciudad de México, los 125 años del Palacio de Hierro, entre otros. No es gratuito que columnistas de la farándula le apoden “el ajonjolí de todos los moles”.
A Mancera también le gusta departir con estrellas de la pantalla chica: el 8 de abril de 2013 la actriz Laura Zapata le pidió ayuda por Twitter, luego de que una camioneta chocó el auto de su hijo en la delegación Venustiano Carranza y se fugó. De inmediato y por la misma vía Mancera encargó el asunto al procurador general de Justicia, Rodolfo Ríos, y le aseguró que estaría “pendiente” para ayudarla.
La pronta respuesta del gobernante a la actriz de Televisa desató molestia entre los tuiteros, quienes lo acusaron de ser selectivo en la atención de las demandas ciudadanas. De ahí se creó el hashtag: #ManceraHazmeUnParo.
Para cerrar el año el equipo de Mancera se gastó 37 millones 557 mil 549 pesos para la difusión de su primer informe de gobierno –que presentó el 17 de septiembre en la Asamblea Legislativa del DF–, según el reporte oficial del Programa de Comunicación Social 2013 del Presupuesto de Egresos, entregado a la Oficialía Mayor a través de la Coordinación General de Comunicación Social.
Esos 37 millones gastados en spots de radio y televisión, así como en inserciones en la prensa escrita, significaron poco más de 130 veces los 283 mil 897 pesos destinados a la campaña contra el cáncer de niños y adolescentes, según datos del mismo reporte, o hasta 279 veces más los 132 mil 437 pesos invertidos en la difusión de la campaña “La Violencia contra las Mujeres es un delito”.
Calificación ciudadana
Pero esa millonaria inversión no evitó la caída en el nivel de aprobación de Mancera frente a los capitalinos. El mismo día del mensaje, Reforma publicó una encuesta que lo confirmó: en abril de 2013 tenía un nivel de aceptación de 53%, en diciembre bajó a 42%. En una escala del 0 al 10, lo reprobaron con 5.7. Una semana antes, el 26 de noviembre, El Universal publicó su propia encuesta en la que 49% de los capitalinos desaprobó la gestión de Mancera y le dio apenas 6.18 de calificación a su desempeño como gobernante.
A finales de enero de 2014 Mancera regresó de su viaje a Sudáfrica –donde participó en la Cumbre Climática– y tuvo su primer tropiezo mediático del año.
Ante los crecientes casos de influenza quiso poner el ejemplo a los capitalinos y se vacunó contra el virus. Al desabrochar su camisa, el llamado “George Clooney mexicano” descubrió parte de su pecho y su estómago, pero la imagen contradijo su figura de atleta.
En pocos minutos la foto se viralizó en las redes sociales, ocasionó mofas de los tuiteros y fue presa de los “memes” que lo compararon con Janet Jackson, cuando dejó al descubierto su seno en el show del medio tiempo del supertazón de 2004.
Dos semanas después, el domingo 16, Mancera se presentó con atuendo deportivo y en primera fila en la carrera Kardias y en la clase masiva de yoga en el Paseo de la Reforma. Las imágenes aparecieron en la primera plana de algunos diarios de circulación nacional.

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