Los
obispos mexicanos contra los depredadores del país
Entrevista
con el secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Eugenio Lira
Rugarcía, sobre las preocupaciones de los obispos del país
ANDRÉS
BELTRAMO ÁLVAREZ/Para Vatican Insider,
¿Para
qué sirven las reformas estructurales? ¿Beneficiarán realmente a los ciudadanos
o se convertirán en una nueva oportunidad para los depredadores del país?
Preguntas filosas, lanzadas con particular crudeza por los obispos de México
hace apenas unos días. Un inesperado cambio de posición institucional con
respecto al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
El secretario del
episcopado explica al Vatican Insider las razones de este viraje.
En
el primer año de la actual administración las principales fuerzas políticas del
país aprobaron una serie de reformas constitucionales en materias educativa,
política, fiscal y energética. Durante el debate de esas modificaciones, la
Iglesia mantuvo un extraño silencio.
Pero
en las últimas semanas los obispos sufrieron una especie de “metamorfosis” y al
final de la última asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado emitieron
un crítico comunicado del título “Por México ¡actuemos!”. Un endurecimiento
producto, en parte, del descontento social generalizado que dichas reformas han
generado. En entrevista el secretario del organismo eclesial, Eugenio Lira
Rugarcía, explica los motivos y los alcances de la declaración.
-En
la más reciente reunión del episcopado los obispos manifestaron una posición
más neta sobre cuestiones fundamentales para el país ¿Por qué el cambio?
-Como
nosotros lo manifestamos en el mensaje que titulamos “Por México ¡actuemos!”,
los obispos hemos querido expresar lo que varios fieles y personas de diversos
sectores sociales nos han compartido. Su inquietud ante la situación de
violencia, inseguridad, la crisis económica, el drama de la migración. Las
preguntas que el pueblo mexicano se formula sobre las reformas
constitucionales. ¿Qué tanto le van a beneficiar al ciudadano o van a ser
simplemente un botín para quienes han acostumbrado a depredar con los bienes de
la nación?
-¿A
qué apunta el documento?
-Nos
formulamos entonces algunos cuestionamientos sobre lo que nos parece debiera
ser el objetivo de cada una de las reformas, ofreciendo una reflexión de que no
sólo con las reformas la situación del país va a cambiar, sino que se requiere
una reforma más profunda que es del corazón y de la mente, para una actitud
verdaderamente ética, solidaria, responsable y de participación social. Hemos
llamado a toda la sociedad a no permitir que unos cuantos tomen las decisiones
que nos afectarán a todos, sino que la sociedad realmente participe en la
construcción de su presente y su futuro.
-¿Por
qué tardó tanto un posicionamiento
formal sobre reformas que ya se aprobaron? ¿Qué esperaba la CEM?
-Obedeció
a dos motivos: primero a tener una información y una formación suficiente, de
haber escuchado diversos analistas, gente que nos ofreció algunos elementos de
juicio para luego con serenidad reflexionar porque nos parecía que el pueblo
mexicano merece una orientación seria, fundamentada, no solamente emotiva, que
tenga solidez para ofrecer algunos puntos de vista y hacer cuestionamientos, no
sólo a las autoridades sino a la sociedad en su conjunto. Creemos que era el
momento oportuno. Además se pretendía que el mensaje fuera algo que brotara de
una asamblea plenaria, teníamos que esperar a que todos los obispos
estuviésemos reunidos para que fuese realmente un mensaje colegial. Fue un
mensaje colegial porque se trabajó en el consejo de presidencia, en el consejo
permanente y luego se redactaron cuatro versiones antes de la última, que fue
la quinta. Se le dio a todos los obispos el borrador, muchos de ellos nos
hicieron llegar sus observaciones, sus aportes. Todos se tomaron en cuenta y
así se llegó a este documento.
-¿El
mensaje tiene dedicatoria directa para el gobierno?
No,
el destinatario es el pueblo de México, todos los hombres de buena voluntad.
Por eso quisimos comenzar dando a todos un saludo afectuoso y haciendo hincapié
en que el documento está dirigido a todos.
-Antes
de viajar a Roma los obispos se reunieron con el presidente. ¿Le habrán hecho
partícipe de estas reflexiones?
Sí,
se le entregó copia del mensaje, se le abordaron los temas, no sólo aquel de
las reformas estructurales sino también el de la violencia, la migración y
otros asuntos que fueron expuestos ante el presidente quien de manera atenta
escuchó lo que los obispos le quisimos decir. Todos los obispos estuvieron de
acuerdo, desde antes se anunció que se tendría esa reunión y a todos se les
envió el informativo de la asamblea, y se pidió que cada uno enviase su propia
contribución, cosa que así sucedió.
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