21 dic 2014

El “virrey” (Alfredo) Castillo fracasó y se “corrompió”

  • Y mientras eso ocurría en territorio michoacano, el comisionado del gobierno federal, Alfredo Castillo, se encontraba en la Ciudad de México. Estaba comiendo en un restaurante de Polanco y luego hizo compras en una relojería de lujo de esa zona, según afirmaron los senadores panistas Luisa María Calderón y Javier Lozano.
 Revista Proceso No. 1990, 20 de diciembre de 2014
El “virrey” Castillo fracasó y se “corrompió”/JOSÉ GIL OLMOS
En Michoacán, los acontecimientos violentos de las últimas semanas, así como varios michoacanos entrevistados por Proceso, indican que el “virrey” Alfredo Castillo fracasó rotundamente en su encomienda “pacificadora”. Hay quienes afirman que, lejos de apaciguar la entidad, el comisionado del gobierno federal pactó con uno de los grupos delincuenciales más poderosos en la región de Tierra Caliente –Los Viagras–, lo que multiplicó los problemas. El padre Gregorio Goyo López, vicario de la catedral de Apat­zingán, va más lejos en los señalamientos: afirma que, según versiones locales, Castillo recibió 7 millones de dólares para que dejara delinquir a Los Viagras, sus consentidos que están ahora fuera de control.
 El martes 16 por la tarde, durante dos horas, dos grupos provistos con armas de alto poder se disputaron a balazos el control de La Ruana, en Tierra Caliente, Michoacán, una localidad clave en la producción de drogas sintéticas y paso obligado de cargamentos de cocaína, mariguana y goma de opio hacia Estados Unidos, de acuerdo con documentos oficiales.
 Ese día, los seguidores de Hipólito Mora y de Luis Antonio Torres, El Americano, intercambiaron disparos de metralletas calibre 50, rifles de asalto y pistolas de alto calibre, y se lanzaron granadas de fragmentación. El saldo: 11 muertos.

 Y mientras eso ocurría en territorio michoacano, el comisionado del gobierno federal, Alfredo Castillo, se encontraba en la Ciudad de México. Estaba comiendo en un restaurante de Polanco y luego hizo compras en una relojería de lujo de esa zona, según afirmaron los senadores panistas Luisa María Calderón y Javier Lozano.
 Cuando se enteró de la refriega, Castillo sólo atinó a decir que se debía a diferencias personales entre Mora y El Americano. Sin embargo, pobladores de La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán, sostienen que en el fondo se trata de una pelea por el dominio de esta zona importante en la producción de drogas sintéticas, y paso estratégico para el trasiego de otros enervantes.
 Al principio, dicen a condición de que se omitan sus nombres, la región estuvo controlada por Jesús El Chango Méndez, fundador de La Familia Michoacana y oriundo de ese municipio.
 Los habitantes de la comunidad de Felipe Carrillo Puerto –conocida como La Ruana en honor a una yegua blanca con manchas de gris y bayo– comentan al reportero que tanto La Familia Michoacana como Los Caballeros Templarios han utilizado desde hace tiempo ese lugar para instalar laboratorios de producción de droga sintética.
 Según ellos, el pasado 20 de septiembre elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Policía Federal (PF) incautaron un laboratorio en el poblado Dieciocho de Marzo. A su vez, la Comisión Nacional de Seguridad emitió un comunicado en el que expuso que se localizaron tambos “en la maleza”, así como “mecheros improvisados” y contenedores de plástico con precursores químicos para la fabricación de metanfetaminas.
 En Tierra Caliente se siguen produciendo drogas sintéticas como efedrina, crystal y crack; esta última, según documentos oficiales consultados por Proceso, fue inventada en Apatzingán por Los Caballeros Templarios.
 En Aguililla, Coalcomán, Aquila, Chinicuila, Coahuayana, Tepalcatepec y Sierra de Tumbiscatío se produce amapola, de donde se extrae la goma de opio, base de la morfina y la más poderosa de las drogas: la heroína.
 Viejas disputas
 De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional, elementos de las zonas militares XXI y XLIII han detectado y destruido decenas de narcolaboratorios en la región calentana donde se encuentra La Ruana, lo que ubica a la entidad en primer lugar en este rubro, arriba de Jalisco y Sinaloa. En 2012, la PGR desmanteló 938 laboratorios clandestinos, 83 de los cuales eran utilizados para la elaboración de metanfetaminas en Tierra Caliente (Proceso 1917).
 La Marina informó que la creación de estas “fábricas de enervantes” aumentó hasta mil 200% en Michoacán y desplazó al cultivo y siembra de mariguana y amapola. Otro documento acreditado a inteligencia militar y al que tuvo acceso el reportero asienta que a raíz de la aparición de las autodefensas en febrero de 2013, dos grupos aprovecharon la debilidad de Los Templarios para apoderarse de Tierra Caliente.
 Uno de ellos, Los Gallegos, es liderado por el empresario limonero y hotelero Miguel Gallegos Godoy, El Micheladas o El Migueladas; el otro es La Tercera Hermandad o H3, asociado con Los Viagras y encabezado por El Americano, quien aun cuando nació en Estados Unidos tiene la nacionalidad mexicana.
 El Micheladas, exjefe templario, ha hecho acuerdos con Nemesio Oceguera Cervantes, El Mencho, del Cártel de Jalisco Nueva Generación desde 2011, pues es uno de los principales productores de droga sintética en Michoacán. Ambos, según el documento citado, se apoyan en supuestos autodefensas en Tierra Caliente y utilizan las rutas de Tepalcatepec, La Ruana y Buenavista, limítrofes con Jalisco.
 “Se habla de que sus operadores para tal objetivo son los denominados H3, que encabeza Luis Antonio Torres, conocido como Simón o El Americano, quien es el líder de las autodefensas de Buenavista Tomatlán y que encabeza un grupo armado de aproximadamente mil 200 personas, que también se denominan autodefensa operativa” (Proceso 1955).
 Uno de los operadores de la organización es José Alvarado Robledo, El Burrillo o El Burro, a quien se identifica como patrocinador de las autodefensas de Buenavista Tomatlán.
 También se menciona a José y Antonio Méndez Vargas, hermanos del Chango Méndez; a Gerardo Serafín, El G1, exintegrante de Los Caballeros Templarios; los hermanos Rodolfo y Mariano Serra Santana, Los Viagras, el grupo criminal más fuerte de Tierra Caliente que hoy ocupa el lugar que dejaron Los Caballeros Templarios.
 En el informe confidencial mencionado se lee que El Americano y El Burrillo han querido apoderarse de unas huertas del Chango Méndez, quien fue detenido en 2011. Presuntamente Mora, compadre del Chango, las tenía y utilizaba las ganancias para mantener a las autodefensas y a las viudas del municipio.
 De esta manera, más allá de sus diferencias personales, los enfrentamientos entre Mora y El Americano por el control de La Ruana son cada vez más violentos.
 Después del 8 de marzo último, con el apoyo del comisionado Castillo, El Americano se apoderó de Buenavista Tomatlán y presionó para que Mora fuera encarcelado cinco días después, el 13, acusado de la muerte de Rafael Sánchez Moreno, El Pollo, y José Luis Torres Castañeda, señalados en la comunidad como miembros de Los Caballeros Templarios.
 Mora estuvo preso durante 65 días en el Centro de Readaptación Social David Franco Rodríguez, conocido como Mil Cumbres, hasta que fue puesto en libertad el 16 de mayo porque las pruebas aportadas en su contra resultaron insuficientes.
 Para entonces El Americano y el grupo de Los Viagras –convertidos en fuerzas rurales y apoyados por el comisionado Castillo– ya controlaban una de las principales rutas de transporte de drogas sintéticas en Michoacán.
 El padrino de Los Viagras
 Alfredo Castillo, extitular de la Procuraduría Federal del Consumidor y exprocurador del Estado de México, fue nombrado Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán por decreto presidencial el 15 de enero de este año. Su encomienda: tranquilizar la entidad y desarmar a las autodefensas que se habían organizado para enfrentar a Los Caballeros Templarios.
 Durante seis meses se convirtió en el “virrey” de Michoacán, mote con el que fue popularizado porque se dedicó a imponer toda la estructura policiaca y de justicia, negoció con los líderes de las autodefensas –a quienes convirtió en fuerzas rurales a partir del 10 de mayo– y, según el vicario de la catedral de Apatzingán, Gregorio López, pactó con Los Viagras, permitiendo el ingreso a las fuerzas rurales de muchos templarios arrepentidos o perdonados por el gobierno.
 A partir de entonces, el presidente Enrique Peña Nieto regresó a Michoacán y aseguró que la paz y la tranquilidad se habían recuperado con Castillo.
 No obstante, los datos duros del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) indican que en Michoacán la violencia aumentó este 2014 con respecto al año pasado. Según las cifras del SNSP, la entidad sigue entre los primeros cinco lugares en homicidios dolosos, secuestro y extorsión.
 Entre febrero y octubre de 2013, por ejemplo, se contabilizaron 663 asesinatos; en el periodo correspondiente a este 2014 aumentaron a 732; en 2013 hubo 12 mil 674 robos, este año van 13 mil 28; los secuestros pasaron de 134 a 140.
 El padre Gregorio Goyo López, vicario de la catedral de Apatzingán, sostiene que Castillo ha fracasado en su misión de recuperar la paz y la tranquilidad en Michoacán porque pactó y protegió al grupo criminal Los Viagras y los convirtió en fuerzas rurales, lo que les dio más poder.
 En entrevista, López explica que el ataque del Americano al grupo de Mora es una muestra de fuerza y poder de Los Viagras, que un par de días antes bloquearon carreteras y quemaron playeras de fuerzas rurales porque Castillo lanzó el ultimátum para que entregaran las armas.
 “Hay una guerra interna entre los grupos. El asunto es que Los Viagras se molestaron con Castillo porque les puso como plazo dos meses –que ya se cumplió–, de ahí los bloqueos y la quema de las playeras. Ellos quieren dar el mensaje de que son los buenos; quieren echarle la bolita a otros y ponerse como las víctimas, como los mártires.
 “El comisionado Castillo se reunió con ellos y les dijo que no quiere gente armada de Los Viagras, que los va a destituir. Pero hoy fue todo lo contrario: atacaron a Mora, quien ha estado contra ellos. La situación se le ha salido de control al gobierno porque uniformó a criminales y ahora no sabe cómo deshacerse de ellos”, sostiene López.
 Con Castillo, agrega, se quiso manipular mediáticamente la situación en Michoacán al afirmarse que todo estaba bajo control, pero eso es falso. Propone que se tome en cuenta a la ciudadanía mediante un consejo integrado por distintos sectores de la sociedad para elegir a las fuerzas rurales y encontrar mecanismos de pacificación distintos a la militarización del estado.
 –¿Qué puede decir de la situación actual en Michoacán? –se le pregunta.
 –En este momento está fuera de control y Castillo tiene que pagar su error. Quizá lo mejor es que salga del estado, porque tiene tiempo apadrinando a ese grupo de Los Viagras. Ha sido cómplice porque se habla de que le dieron 7 millones de dólares para que los dejara delinquir. Hay gente que dice eso.
 “Si Castillo recibió dinero y se corrompió, lo más sano es que se meta a la cárcel a los que enlistó y (el gobierno federal) se quite de problemas. Sean buenos o malos, es necesario que los pongan en su lugar.”
 Entrevistado al respecto, el empresario de Aguililla Jorge Vázquez, quien hoy es autodefensa, manifiesta que Castillo ha creado un problema peor del que se tenía.
 Antes había un solo grupo del crimen organizado –Los Caballeros Templarios–, pero hoy son varios los que tienen sometida a la población. “La situación está bastante confusa, ya no se sabe quién es quién. Es como un polvorín a punto de estallar”, advierte Vázquez.
 El fundador del grupo de autodefensa de Aguililla acusa a Castillo no sólo de “apadrinar” a Los Viagras, sino de hacer negocios ilícitos en Michoacán. Él asegura que el comisionado, en contubernio con funcionarios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, se apropió de 5 mil toneladas de hierro de una mina de Aguililla.
 Los perdonados –los extemplarios–, que hoy son miembros de la Fuerza Rural, dice, se han convertido en el principal grupo criminal y se han apropiado de terrenos, huertas de aguacate y limón, así como de negocios que antes tenían Los Caballeros Templarios.
 “Esta gente que (Castillo) puso como comandantes de las fuerzas rurales ya eran delincuentes. Eran miembros de La Familia Michoacana o de Los Caballeros Templarios”, asegura Vázquez.

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